Entrevista a Joaquín
Miras Albarrán sobre Praxis política y Estado republicano.
Crítica del
republicanismo liberal
“Toda alternativa
cultural que se enfrente al mundo de la modernización y el industrialismo es
condenada como el mal, por antimoderna y reaccionaria”.
23 de abril de 2018
Por
Salvador López Arnal (Rebelión)
Entre otras
muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores
conversaciones aquí publicadas, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de
Espai Marx y autor de Repensar
la política y Praxis política y Estado
republicano. ***
Estamos en los últimos compases. Más conclusiones: "El objetivo fundamental de esta nueva ideología, el liberalismo, es desnaturalizar el pensamiento político tradicional, esto es, reducir la política a técnica de gobierno para especialistas, restringir sus objetivos y fines, y eliminar de la consciencia y de la cultura de las gentes la idea tradicional de que el modo de vida de la gente es el principal objeto de debate político, de deliberación y praxis creadora de la comunidad dirigida por la política".
Para este pensamiento nuevo, el Liberal, y para sus propósitos, todo el pensamiento filosófico clásico, y el que se inspira en él, es antitético, y es un peligro, desde el momento en que establece la prioridad ontológica de la comunidad sobre el individuo y otorga a cada individuo el derecho a ser protegido por la comunidad y juzga a la misma en función de la vida buena de sus miembros, que son además, quienes, en común, la crean, la producen y reproducen.
Podemos ver cómo son liquidados los estudios de filosofía, y las
filosofías son reducidas a reflexiones epistemológicas, y se deja de lado los
nudos fundamentales de las que surge el pensamiento filosófico: cómo se debe
vivir, cuál es la vida buena, cómo orientar la comunidad. No hay
que tener prevención alguna contra la reflexión filosófica sobre el
conocimiento, pero esa es una parte instrumental propedéutica, de la filosofía. La
filosofía es, y ha sido, mucho más. En paralelo se nos imbuye de que el mundo
social existente está predeterminado por nuestras tendencias individualistas
innatas, y que no puede ser cambiado. La política, en consecuencia no debe ser
parte orgánica de una reflexión sobre la praxis de vida, y sobre el hacer, pues
este sería innato. Y solo cabe una política generada por especialistas técnicos
desde las instituciones del Estado. Es el Liberalismo. Asumido por la
izquierda.
Lamentablemente. La siguiente conclusión: "Hegel y la tradición hegeliana política, Marx y el hegelo marxismo, es la corriente filosófica del pensamiento contemporáneo actual más importante entre las que siguen concibiendo que la política consiste en una praxis cuyo fin es crear un vivir en común, un ethos o cultura material de vida, sin lo cual no es posible crear un Estado público, una república".
Hegel es el pensador que se sostiene en continuidad con
Y Hegel propone la creación de una nueva religación
intercomunitaria que, sin intervención ni dominio por parte de una casta
sacerdotal, o un aparato burocrático, ni la dominación de una fracción de
sociedad sobre las otras, delibere en comunidad sobre el ethos. Una comunidad religada
en la que toda individualidad sea «Reconocida» como igual, tanto en la
deliberación como en sus necesidades y exigencias. En realidad, Hegel, propone
como instrumento para esa actividad a la iglesia Luterana ,
la Reforma. Pues
interpreta que el cristian ismo
permite eso y que la iglesia surgida de la Reforma se ha librado del
sometimiento al clero, y en ella cada miembro de la misma es un sacerdote, en
igualdad con los demás. Precisamente la diferencia que establece Hegel entre la
vieja iglesia Católica y la Luterana consiste en esto: la Católica está
estructurada de forma autoritaria por un clero que, basándose en el monopolio
de la lectura e interpretación de los textos sagrados, impone mediante la
coacción y la violencia un ethos o forma de vida histórico, «Tesis» a aplicar
al vivir –como «Positividad»- para ahormarlo conforme a la misma. Hegel no
rechaza que este modelo hubiese tenido sentido histórico durante la Edad Media , pero lo
considera caducado por la
historia. Frente al mismo, Hegel piensa que la iglesia Luterana ,
la Reforma, es una comunidad constituida en igualdad por todos los fieles, que
se reconocen y reconcilian todos unos con otros. Por ello, está en condiciones,
como religación entre iguales, de poder reconocer las exigencias de transformación,
de cambio del ethos, necesidades, sufrimientos, que emergen como resultado de
su constitución en el ethos existente, el cual, sin embargo, no logra
atenderlas, y respecto del cual, son una negación del mismo -«Negatividad»-.
Una negación de lo existente, cuya alternativa histórica es indefinida a
priori, y sólo surge de la nueva actividad intersubjetiva que se cree. Una
actividad nueva que a su vez, genera un ethos nuevo y una antropología, unas
necesidades, nuevas. Historicidad.
Por supuesto, es por entero discutible que
Pero ya has leído mucho Hegel. Mucho.
En sus escritos de juventud –editados en Fondo de Cultura, editados por José Mª Ripalda- Hegel sostiene una opinión mucho más dura y crítica contra el
Lo importante, ahora, para lo que discutimos, es que Hegel se
enfrenta al Liberalismo y al utilitarismo individualista de la Ilustración, se
enfrenta a toda interpretación «inglesa/escocesa» de lo que sea la Sociedad Civil
-individualidades atomizadas, innatamente individualistas, competitivas y
egoístas, dirigidas por la mano invisible del mercado, considerada institución
natural eterna-. Y frente a la concepción automática, Moderna, de la sociedad
civil como «mercado» propone una concepción de Sociedad Civil, no naturalizada,
que es el núcleo central del Estado, y que consiste en una cultura material de
vida, una Sittlickiet -sitte, costumbres- que es histórica, fruto de la praxis
intersubjetiva y creación en comunidad de la sociedad activa existente
–wirlichkeit, la realidad efectiva-. Por ello, considera que se debe luchar por
articular una instancia mediadora que posibilite a la comunidad intersubjetiva
que produce la sociedad y el saber hacer que pone en obra al producirla, el
deliberar. Y que esa comunidad religada reconozca y atienda las exigencias de
una subjetividad histórica, la moderna, que ha desarrollado una potente
consciencia de sí misma, a comenzar por la participación en igualdad a la hora
de deliberar el ethos. Comunidad intersubjetiva religada, ethos e individualidad
construida por el ethos pero autoconsciente de su posibilidad de desdoblarse
del mismo, e incluso doliente por las contradicciones que le genera el ethos de
cuya reproducción ella participa, las tres, históricas, en proceso imparable de
auto transformación, son los elementos, que nos han constituido siempre, y de
los que ahora, tras la experiencia de la Revolución Francesa ,
somos conscientes. El mundo es cambiable porque es obra nuestra, no instancia
natural innata.
Si repasamos
las posiciones de la izquierda, la del siglo XX, sin ir más lejos. Podemos
retomar lo que ya he señalado, su asunción del ethos de la Modernidad
capitalista como la forma de vida neutra, cuyo desarrollo objetivo y subjetivo
ponía, naturalmente, las bases para el nuevo mundo. Por tanto, no era necesario
plantearse la creación de un instrumento mediador que permitiera a los
explotados deliberar y luchar para reconstruir su vivir, para reordenar
capilarmente su ethos, para democratizar la vida cotidiana. Bastaba con
socializar y distribuir. Estamos ante la naturalización de un mundo, tal como
lo propugna el Liberalismo, la práctica política no incide, no trata de crear
un nuevo ethos, sino que acompaña el proceso objetivo, el mundo ético
existente. Ya sea solo desde las instituciones políticas, o ya incluya en su
proyecto, también, la sustitución de las relaciones de control y gerencia de la
actividad productiva por el personal político aportado por el partido
–estatización de Por supuesto, los autores hegelo-marxistas, que recogen el legado de Hegel, han trabajado intelectualmente de otra manera. Lo hace el Lukács que propone la creación de un movimiento de masas antimanipulatorio que luche por crear ya, capilarmente, otra vida cotidiana. Otro ethos.
El de las Conversaciones por ejemplo.
Por ejemplo.
Dejémoslo aquí. La semana que viene damos fin a estas conversaciones.
De acuerdo.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=240675
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