La
RENACE y la energía nuclear
14 de abril de 2011
Pronunciamiento
de la RENACE (Red Nacional de Acción Ecologista) ante la desinformación
capciosa de las autoridades nucleares en el orden nacional e
internacional, la confabulación informática de los organismos mundiales de
energía atómica, el despectivo silencio oficial acerca de lo sucedido en
Fukushima y el plan nuclear argentino. La Asamblea N °XXXIV de la RENACE, reunida en
Saladillo, provincia de Buenos Aires los días 2 y 3 de abril del 2011,
ratifica su más absoluto rechazo al plan nucleoeléctrico argentino, continuista
del elaborado por los regímenes militares que contemplaban el funcionamiento de
seis centrales nucleares para producir energía. La RENACE exigió también un
plebiscito y un debate público sobre la matriz energética necesaria e ideal
para nuestros pueblos y los de América Latina en su conjunto. El silencio del gobierno argentino con
respecto a la catástrofe atómica de Fukushima deja al desnudo la incompetencia,
la inoperancia y el menosprecio de quienes tienen el deber de velar por la vida
de sus ciudadanos y el destino de la nación.
El mutismo expone al
ridículo al gobierno argentino frente a las declaraciones que con urgencia
asumió el llamado primer mundo al replantearse la actividad nuclear en sus
territorios, constituyendo urgentes moratorias. También hubo declaraciones de
preocupación de Brasil y de Chile, pero Argentina se limitó a la más absoluta
mudez, tal vez castigado el gobierno por la inminente (inoportuna e
imprudente) puesta en servicio de la nucleoeléctrica Atucha
II. La RENACE, desde su formación, viene exigiendo la
restitución territorial de la minería uranífera, y el cumplimiento del PRAMU,
Proyecto de Remediación de las Minas de Uranio, residuos que las autoridades
nucleares abandonaron de manera negligente y con promiscuidad genocida, y el
retiro urgente de los desechos radiactivos instalados en las llamadas
“trincheras de Ezeiza”, en contacto directo con el acuífero Puelche, aún en litigio
judicial.
La RENACE exige la
paralización inmediata de todas las exploraciones y explotaciones de Uranio en
el país. La RENACE demanda paralizar Atucha II, que desde su origen, ofrece
gruesas irregularidades técnicas en su construcción eludiendo normas de
seguridad requeridas pos efecto Chernobyl, y peticiona una investigación
neutral sobre el estado de las nucleoeléctricas Atucha y Embalse para que se
proceda a su inmediato decomiso al haber caducado su vida útil, conforme a
especificaciones de los organismos rectores en la materia. La RENACE
comunica a la población la necesidad de movilizarse con el objeto de paralizar
todas las construcciones nucleares, entre otras razones, por haberse omitido
las consultas populares pertinentes según lo establece la ley nacional 24804,
artículo 11, “todo nuevo emplazamiento de una instalación nuclear relevante
deberá contar con la licencia de construcción que autorice su localización,
otorgada por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y con la
aprobación del estado provincial donde se proyecte instalar el mismo”; vale
para el patético caso de la planta de enriquecimiento de uranio por difusión
gaseosa, en Pilcaniyeu, entre otras instalaciones inconsultas en etapa de
construcción.
Los estados provinciales
deberían, por derecho constitucional, haber plebiscitado los proyectos
nucleares relevantes. La desinformación en torno a las actividades nucleares es
moneda corriente y las comunicaciones oficiales un cúmulo de falsedades, como
las observadas en los medios de difusión
a través de técnicos de la CNEA, preocupados por declarar que en Chernobyl
murieron solamente 35 personas, cuando se cuenta por millares los habitantes
ucranianos que perdieron la vida, bomberos que sucumbieron “invitados” a apagar
el incendio, y setecientos mil soldados arrojando materiales sobre el núcleo
del reactor a razón de tres minutos de exposición cada uno; la gran mayoría
ignoraba el poder de la radiación.
En Fukushima mencionan a “medio centenar de
héroes”, en este caso inmolados porque sabían a que estaban expuestos. Pero
según nuestros registros, Fukushima es cinco veces más peligrosa que Chernobyl,
albergando cinco veces más combustible radiactivo que el de la planta
soviética.
La RENACE acuerda que la
energía nuclear de fisión es insegura, no es limpia ni barata y se halla
subsidiada por los respectivos países, incapaces de definir el valor real del
kilovatio hora. A la fecha, no existe repositorio de desechos radiactivos de
alta actividad en el mundo, y algunos países aún discuten la forma de su
gestión definitiva. La radiactividad altera las células de información
genética, es sutil y acumulativa y se desconocen el volumen y las reales
consecuencias de la liberada por los reactores de Japón obligando a los
técnicos responsables afirmar que es cuestión de tiempo poder observar la
evolución del colapso nuclear de Fukushima, considerado de extrema gravedad por
su impacto no sólo en la región asiática sino en el resto del mundo. No existe
central nuclear que no haya emitido dosis radiactivas significativas al
exterior. Sería tedioso enumerar aquí miles de circunstancias de fugas
radiactivas provocadas por la actividad humana, que deliberadamente fueron
minimizadas y ocultadas, como en los casos de la norteamericana Three
Mille Island, en Pensilvania, el Chernobyl de la URSS y el
Fukushima actual.
El planeta es sacudido, una
vez más, por emanaciones radiactivas que perdurarán eternamente y cuyas
consecuencias son impredecibles. No solo preocupan los 250.000 años de vida
activa del plutonio, letal para toda forma de vida, exposiciones al estroncio
90 ó al cesio 137, con sus 30 años de vida media, son suficientes para
producir miles de casos como el de Goiania, en Brasil; el yodo 131 es uno de
los radionucleidos involucrados en las pruebas nucleares atmosféricas,
desde 1945. Se encuentra entre los radionucleidos que han producido y
continuarán causando aumento del riesgo de cáncer durante décadas y siglos
venideros. El yodo 131 aumenta el peligro de cáncer y otras enfermedades
de tiroides, bombardeando desde allí al resto del cuerpo. El yodo 129
(con un periodo de semi-desintegración de unos 16 millones de años) se puede
producir a partir del xenón 129 en la atmósfera terrestre, o también a través
del decaimiento del uranio 238. El estroncio 90 y el cesio 137 son tan letales
como el equivalente a 1.000 bombas atómicas de Hiroshima. Y tal generación, tal
poder, es lo producido durante un año por una planta nucleoeléctrica de 1.000
megavatios.
Pero en toda fuga radiactiva, los radionucleidos
nacidos de la fisión nuclear son muchísimos, tan peligrosos unos como otros, la
mayoría acuña la condición de alta actividad, obligando a miles de generaciones
futuras a convivir con ellos, a mutarse a través de ellos.
La RENACE, en consecuencia,
sostiene la necesidad urgente de impedir la actividad nuclear de fisión en el
país y se compromete a luchar activamente por impedir procesos semejantes en
los países limítrofes y en el resto de América Latina. Las
organizaciones no gubernamentales (ONGs) que integran la RENACE vienen
elaborando propuestas y debates en torno a la matriz energética futura. Esas
ponencias denuncian al mismo tiempo al lobby nuclear que se aferra a
políticas corrompidas por la falacia del poder del átomo, a la burocracia oficial
y a la ignorancia gobernante que dan continuidad a proyectos que ya caducaron,
reemplazados en gran parte del mundo, salvo que esta nación impulse el
desarrollo bélico nuclear, lo que motivaría otro tipo de comunicado y de
pronunciamiento. RENACE, 5 de abril de 2011. www.renace.net Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2011/04/14/la-renace-y-la-energia-nuclear/
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Energía
nuclear, No
29 de agosto de 2017
RENACE celebra y felicita la decisión del
pueblo patagónico de rechazar la instalación de centrales nucleares en sus
provincias o en cualquier otro punto del territorio nacional y el anuncio del
Gobernador de la provincia de Río Negro de elevar a su Legislatura este rechazo
formal para convertirlo en ley para ésta y las gestiones políticas
subsiguientes.
Se sumará entonces un nuevo territorio
no-nuclear al mapa nacional de regiones que apuestan por la vida sin
comprometer con un legado de muerte a las generaciones futuras.
RENACE invita a las provincias y municipios de
todo el país que aún no lo han hecho, a sumarse a esta decisión ética.Fuente: http://renace.net/?p=6209
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