Santiago Maldonado,
los mapuches y los dueños de la tierra
18 de agosto de 2017
Por Fernando
Rosso (La Izquierda Diario )
La demonización de los miembros de la comunidad mapuche reprimida
en Chubut tiene un objetivo preciso: ocultar los poderosos intereses de un
paraíso terrateniente.
Las agitadas
declaraciones de los más altos funcionarios del gobierno de Cambiemos y sus
Queda en evidencia que la distancia entre la realidad de los
reclamos y objetivos de la comunidad y el relato estatal-mediático puede llegar
a ser abismal. Eso que llaman “posverdad”, es en realidad un perfeccionamiento
de un viejo método que se basa en abrumar con una montaña de mentiras que
buscan ocultar los intereses que realmente están detrás de escena.
La
demonización de toda forma de movilización o protesta es una norma en el
discurso de Cambiemos. Tiene un objetivo general: fortalecer el aparato
punitivo de un gobierno de ajuste que sólo cierra con represión; pero también
un objetivo particular ante este hecho: encubrir a los verdaderos “ocupas” del
paraíso terrateniente en el que se ha convertido una gran parte de la Patagonia
argentina.
Uno de ellos es la empresa Benetton ,
el imperio textil italiano que compró en 1991 unas 900.000 hectáreas
en las que crían alrededor de 280.000 ovejas que producen 1.300.000 kilos de
lana por año. También posee 16.000 vacas, 8.500 hectáreas
plantadas con soja, 24.600
hectáreas de pino ponderosa, entre otras explotaciones.
Más del 98% de las tierras están en tres provincias sureñas: Santa Cruz, Río
Negro y Chubut. Todas las hectáreas suman una extensión similar a la provincia
del Chaco. Podrían fundar el Estado subnacional número 24: la provincia Benetton.
La larga historia de entrega y saqueo de esas
tierras está documentada en muchos trabajos, pero es muy ilustrativo el libro
del investigador rionegrino Ramón Minieri “Ese ajeno sur”, donde cuenta
el itinerario de la Compañía de Tierras del Sud Argentino (más conocida como
“La Compañía”). El Estado donó literalmente los territorios entre los 1885 y
1896. Se trataba, en esa época, de lotes de 80.000 hectáreas
cada uno, otorgados individualmente a ciudadanos ingleses residentes, en su
mayoría, en Londres, que administraban sus negocios en el país mediante
representantes (testaferros).
El dato "de color" fue aportado el
historiador Sergio Wischñevsky, quien recordó que gran parte de esas
"subastas" las realizó Adolfo Bullrich, dueño de la casa de remates Adolfo Bullrich y Cía., cuyo
edificio funcionaba en el lugar donde hoy está el centro comercial Patio
Bullrich. Los Bullrich actuales son choznos de Don Adolfo, sexto grado de
consanguinidad en la línea directa descendente, pero las mismas convicciones e
intereses.
La concentración latifundista se realizó sobre
la base de esos métodos de acumulación originaria y con el avance sobre la
población indígena mediante el exterminio y una larga guerra de baja intensidad
que continúa hasta nuestros días. Los sucesivos gobiernos legalizaron y
legitimaron esa ocupación y la defendieron con las armas en la mano cuando fue
necesario. No hubo grandes diferencias entre liberales-conservadores y
nacional-populares ante el poder de los terratenientes ingleses o, ahora,
italianos.
No se habla con la misma intensidad rabiosa con la que se refieren
a la comunidad mapuche, de “esos extranjeros que con métodos violentos
(terrorismo de Estado incluido), estafas, ocupaciones ilegales, engaños,
mentiras, maniobras, expoliación y saqueo”, se quedaron gran parte de la
Patagonia.
Como certeramente afirma Minieri, hay que desarmar los mitos
interesados. Tanto aquel que habla la “Patagonia desértica, ruda o maldita que no ayuda
a comprender que su tierra es un recurso apreciable, tanto por su situación en
el mapa del mundo como por sus disponibilidades”; como el igualmente
desorientador mito simétrico y contrario: “el de la Patagonia riquísima e inexplotada”.
Porque “interesa despejar estas falsas imágenes para descubrir la verdad de
esta tercera parte de la Argentina donde existen riquezas, donde esas riquezas
han sido y son explotadas, y donde esa explotación no beneficia al pueblo ni a
la Nación.”
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=230380
No hay comentarios:
Publicar un comentario