El Gobierno alemán cierra Indymedia
26 de agosto de 2017
El gobierno
alemán ha cerrado el sitio alemán de Indymedia, la plataforma más usada en el
idioma alemán para organizar y discutir políticas radicales de cambio social.
Además han llevado a cabo allanamientos en Friburgo (en alemán, Freiburg im
Breisgau, una de las ciudades más al sur del país) para confiscar computadoras
y hostigar a quienes acusan de sostener el sitio web, justificándolo
absurdamente en que los supuestos administradores constituyen una organización
ilegal que busca destruir la Constitución alemana.
Por
Crimethinc | Traducción: Indymedia Argentina.
Esto representa una
escalada masiva en la represión estatal contra lo que las autoridades llaman
“extremismo de izquierda”, sugiriendo de forma nada ingenua una equivalencia
entre quienes buscan construir comunidades más allá del alcance de la violencia
estatal y Neo Nazis organizando ataques y asesinatos como los ocurridos hace
pocos días en Charlottesville, Estados Unidos.
Indymedia
se fundó en Alemania como de.indymedia.org; una segunda versión apareció en
2008 con el nombre de linksunten.indymedia.org. Este último se fundó para
focalizarse en políticas y movimientos de cambio social en el sur germano. Pero
pronto se convirtió en el sitio web más usado por la militancia de habla
alemana. A medida que el sitio de Indymedia Alemania original se fue volviendo
técnicamente anticuado y saturado de trolls, más y más personas se volcaron a
linksunten.indymedia.org. En 2013, de.indymedia.org casi cierra debido a que no
había suficientes activistas involucrados.
En
los últimos años, más atención se ha acumulado alrededor de linksunten, que
ofrece un espacio para que las personas publiquen de forma anónima. Por
ejemplo, en 2011, un comunicado apareció en la plataforma reclamando
responsabilidad por sabotajes motivados políticamente en el subterráneo de
Berlín. El sitio también fue usado para divulgar información sobre fascistas y
Neo Nazis. En 2016, un artículo en linksunten presentó la información completa
de cada participante en la convención del partido nacionalista de ultraderecha
Alternativa para Alemania (Alternative für Deutschland, or AfD), un total de
3000 nombres. Esto atrajo mayores hostilidades de parte de los impulsores
derechistas de la represión estatal.
Antes
del encuentro del G20 del 2017 que tomó lugar en Hamburgo, la prensa hegemónica
ya se encontraba señalando a Indymedia Linksunten, declarándolo el espacio para
la coordinación de la militancia para las protestas contra el G20. El partido
AfD inició una campaña contra el sitio web, impulsando expedientes sobre
Indymedia en el Parlamento federal y tratando de forzar a los gobiernos locales
a bloquear la plataforma junto a otras expresiones y organizaciones de
izquierda y anarquistas.
Todo
esto llevó a la situación actual, en la cual el Ministro de Interior Thomas de
Maizière prohibió el sitio hoy, 25 de agosto, inmediatamente antes de las
elecciones. El Estado allanó tres locales, incluyendo un centro cultural y
social en Friburgo, convirtiendo la entera ciudad en un estado policial durante
este día. Supuestamente, en los allanamientos se encontraron algunas hondas y
palos, los que ahora son usados como justificaciones adicionales para su
propaganda sobre “terrorismo”.
De
hecho, Thomas de Maizière lleva adelante la agenda de la extrema derecha
fascista alemana, así como los objetivos represivos de la AfD.
Por
supuesto, aquellos que mantienen el sitio web no han escrito ellos mismos nada
que pudiera ofrecer argumentos legales para este ataque. Incluso las
plataformas mediáticas corporativas ofrecen espacios a la gente para que pueda
expresarse de forma anónima. Por ejemplo, cuando integrantes del Departamento
de Estado ofrecen información a la prensa bajo condición de reserva de fuente.
La excusa que usa el Estado para justificar este ataque es declarar que
aquellos que mantienen linksunten componen una organización oficial cuyo
objetivo es destruir la Constitución alemana. Este es un truco legal. Si tiene
éxito, se podría usar con facilidad contra otros portales, revistas y otros
proyectos similares, de forma tal que cualquiera que divulgue ideas y literatura
radicales y que documente a los movimientos sociales y al activismo se
convertirá en blanco de este tipo de represión y violencia estatal. Este es el
mensaje que quieren enviar, para intimidar a la entera población a que acepte
sumisamente que el actual orden político en Alemania persistirá hasta el fin de
los tiempos.
Esta
maniobra grosera muestra cuán asustadas están las autoridades ante el hecho de
que las ideas radicales de cambio social se estén difundiendo y contagiando
luego de las exitosas manifestaciones contra la cumbre del G20 en julio. Thomas
de Maizière dejó muy en claro en su conferencia de prensa que este asalto a
Indymedia es una forma de vengarse por la vergüenza que el Estado pasó durante la cumbre. También
muestra cuán deshonesta es la retórica gubernamental y derechista sobre la
libertad de expresión. De hecho, estos hipócritas sólo usan ese discurso para
posicionarse a sí mismos en un lugar en el que puedan suprimir la expresión
ajena. La solución contra el fascismo no es darle más poder al Estado para que
controle los discursos, sino el movilizar a la población en general contra los
fascistas y contra la infraestructura gubernamental que la extrema derecha
intenta tomar.
En
Alemania y en todo el mundo, necesitamos teorías y prácticas radicales,
transformadoras; necesitamos espacios donde las personas se puedan comunicar de
forma anónima, para que no sean intimidados por las amenazas gemelas de la
represión estatal y la violencia fascista. Para entender las luchas y los
movimientos sociales, así nuestra comprensión de la historia no se pierda en un
torrente efímero, necesitamos bases de datos que preserven las acciones y los
comunicados. Como un autor planteó una vez, la lucha de la humanidad contra el
poder autoritario es la lucha de la memoria contra el olvido. Para pelear
contra esta agresión, es más importante que nunca divulgar materiales e ideas
revolucionarias por todas partes, e inventar nuevas alternativas para
comunicarnos con otras personas y con el pueblo en general en tiempos de
control y censura estatal cada vez más intensas. Mientras más tomemos un rol
personal en esta tarea, cada uno de nosotros, más descentralizadas y
resistentes serán nuestras redes.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14865
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