“Los pizarrones de las escuelas gritan
#ApariciónYa de
Santiago Maldonado”
16 de agosto de 2017
Empezando
la semana después de las elecciones PASO, Santiago Maldonado sigue
desaparecido. Conversamos con Luis Gauna, de CORREPI; escuchamos las
insuficientes declaraciones del jefe de gabinete Marcos Peña y el reclamo de
Moira Millan, integrante de la Marcha de Mujeres Originarias, en el acto del
pasado viernes en Neuquén.
Por RNMA
En el primer bloque de nuestro programa del día de hoy, y
en el marco de las #Paso2017 y la desaparición de Santiago Maldonado tras la
represión en el Lof Cushamen en Resistencia, tuvimos la posibilidad de hablar
con Luis Gauna, integrante de CORREPI.
Luis Gauna nos comentó que “CORREPI participó de la última
convocatoria en Plaza de Mayo del viernes pasado, como parte del Encuentro
Memoria, Verdad y
Justicia , y como bien dijo Norita en el momento en que toma
la palabra, a la fuerza porque le estaban negando la palabra en el acto.
Nosotros estábamos reclamando por Santiago Maldonado, y por todos los
desaparecidos en los gobiernos constitucionales desde el ´83 para acá, porque
entendemos que los casos de desaparición de personas han sido invisibilizados a
lo largo de muchos años, donde muchos casos no han tomado trascendencia pública
como la que tomó el caso de Santiago Maldonado, Julio López o de Luciano Arruga, que merecen ser denunciados como
tales, independientemente del color político que gobernó durante los momentos
en los que sucedieron”.
“En torno a nuestro trabajo de archivo de casos (de
CORREPI) de personas asesinadas por el aparato represivo, tenemos un apartado
en lo que confiere a personas desaparecidas en democracia. Producto de debates
con los compañeros, el término ‘desaparición forzada de personas’ no es sólo
señalar a las personas que no sabemos nada sobre que pasó con ellas, como el
caso de Julio López o de Santiago Maldonado, sino que también se aplica a las
personas desaparecidas por el aparato represivo, de forma forzada sin ninguna
medida judicial que intervenga para su libertad, por el sólo hecho de funcionar
como un mecanismo más de control social. Es en ese sentido quizás que a veces
en nuestras estadísticas aparecen personas como Luciano
Arruga, en donde fue encontrado su cuerpo, pero en donde la figura de la
“desaparición forzada de personas” no es ajena a esa realidad. En muchos casos
de desaparecidos durante la dictadura, no son desaparecidos porque sus cuerpos
han aparecido en las costas de los ríos como pasó con muchos vuelos de la
muerte, o en las excavaciones que se realizan mucho tiempo después, como en el
Pozo de Tucumán, en Córdoba o en las cercanías de la ESMA”.
La figura jurídica de ‘desaparición forzada de personas’
se creó para esos casos de personas desaparecidas de la dictadura, metodología
que tuvo su continuidad con la vuelta de la democracia.
Luis nos amplía, que “esto
no es cuestión que hay que señalarlo como ajena a los períodos
constitucionales, porque todos los gobiernos constitucionales, incluso los de
poco tiempo, como los de Duhalde o De La Rua, tuvieron desaparecidos. Marita
Verón, Julio López y Luciano Arruga,
fueron casos muy resonantes porque tuvieron un trasfondo mediático. Hoy en día
bajo el gobierno del macrismo tenemos el caso de Santiago Maldonado, pero
también tenemos otro caso como el de Valentín Reales en Rosario: es el caso de
un pibe “soldadito” de una banda narco, en el barrio entre Pérez y Rosario.
Cuando decide salir de todo ese entramado de tragedia constante que viven los
pibes de Rosario que es el narcotráfico, lo desaparecen sólo por denunciar (con
complicidad de la policía) y hoy es uno de los desaparecidos de la era Macri desde
Noviembre de 2016” .
CORREPI tiene un registro sobre desapariciones forzadas,
donde se registran más de 200 casos desde el año 1983 hasta hoy. Luis nos
amplía que “ese número de
casos registrados, hay que entender que no es una cifra cerrada, ya que es un
registro en base a las denuncias de familiares, de los medios
y a partir de las diferentes fuentes con las que contamos. No salen de fuentes
oficiales, ya que éstas, claramente no toman a veces algunos casos como tal.
Hoy en día, la desaparición de Santiago Maldonado no es tomada como
‘desaparición forzada de persona’ para los diferentes órganos judiciales”.
Muchas de esas desapariciones forzadas tienen que ver con
las redes de trata, como el caso de Marita Verón. Conversando al respecto, nos
explicó que “nosotros (CORREPI) conversamos con varias víctimas de redes de
trata, en las que pudimos constatar presencia policial. Esto es algo que
siempre damos por hecho, y vemos que hay muchas maniobras en las desapariciones
sobre todo de mujeres, en las que no podemos señalar de hecho la complicidad de
la policía, pero es algo que sospechamos y que llevaría justamente, mucha
labor, mucho trabajo, mucha más coordinación para poder desentrañar esas
desapariciones que nunca podemos tomar a consideración de lo que realmente le
pasó a la víctima, y que es un trabajo en el que las organizaciones populares
están trabajando, pero que todavía falta mucho mas compromiso de la sociedad
para con ello”.
No es fácil instalar esta idea de que en la “ficción
democrática”, el aparato represivo continúa actuando, con esta metodología de
la desaparición forzada, que no estaría tan presente en el sentido común.
CORREPI intenta instalar estos casos y esta realidad a través de sus informes
anuales, pero resulta difícil. Al respecto de las repercusiones en lo comunicacional
de éstas desapariciones de personas en democracia, Luis retomó el caso de
Valentín Reales, y relató que “es
un caso que tuvo poca o nula trascendencia en el país y es un caso bastante
complicado. Si bien el caso fue tomado por medios
regionales de Rosario y Santa Fe o algunos medios
nacionales como ser Página/12, es un caso que pasó desapercibido para los medios masivos de comunicación y es en ese sentido
que hay muchos casos que si no los mencionamos nosotros en el archivo, y si las
familias no lo denuncian, no los denuncia nadie. Ahí es donde empieza el laburo
más fino de los medios alternativos,
los cuales han demostrado con su labor en casos como el de Luciano Arruga (que pasaba inadvertido), ha sido
central y una de las demostraciones más necesarias y fuertes de mostrar el
valor que tiene la comunicación alternativa sobre las causas populares”.
“La desaparición forzada sobreentiende que se
trata de una persona en donde no aparece el cuerpo. Por ejemplo, el caso de
(Jonathan) “Kiki” Lescano es una demostración de cómo la policía puede asesinar
una persona, la puede desaparecer, y si la familia no se mueve, si las
organizaciones no apoyan, el cuerpo no aparece. Lo mismo pasó con Luciano , y con otros casos de personas secuestradas,
ejecutadas y donde su cuerpo aparecía en algún nicho o enterrado en algún lugar
con una clara relación con las fuerzas represivas”.
Finalmente, ahondamos en cuál sería el fin u objetivo
final de la desaparición forzada de personas, el por qué esos cuerpos no son
casos de “gatillo fácil”, asesinatos en los cuales el cuerpo queda expuesto,
sino que justamente se recurre a este mecanismo de la desaparición: “Es un poco
complicado señalarlo en una sola vertiente”, anticipó Luis Gauna. “En el actual contexto, tenemos el
caso de Santiago Maldonado que es una desaparición aleccionadora hacia los
movimientos populares, sobre todo a los movimientos de resistencia que apoyan a
las comunidades originarias, y sobre qué es lo que puede pasarle a los sectores
populares y en lucha con determinados reclamos del pueblo. Luego tenemos casos
como el de Luciano (Arruga), donde
la negativa a formar parte de las estructuras de control social, conlleva a la
desaparición y asesinato. Casos como el de ‘kiki’ Lescano, donde los policías
entienden que tienen el amparo del Estado para asesinar, ejecutar y hacer lo
que quieran, como la tortura, pueden accionar en la desaparición como si fuera
un pertrecho más de su accionar y dejarlo tirado por ahí”.
“La desaparición puede entenderse como una medida de control
sobre esos sectores que empiezan a organizarse y que empiezan a ser
contestatarios contra las estructuras del poder, como así también esos sectores
que no responden y deciden presentar alguna resistencia a los mecanismos de
control social que se imponen en los barrios y en los sectores más vulnerables
de la sociedad”.
Luis Gauna, integrante de CORREPI, nos amplió la
perspectiva respecto de la continuidad de la represión, a pesar del paso
constante de gobiernos democráticos. Las desapariciones forzadas de personas
aún hoy tienen vigencia en estas democracias pos dictaduras, en las cuales los
pueblos tenemos muy poco protagonismo.
Relacionado con la desaparición de Santiago Maldonado,
accedimos a un video de la conferencia de prensa en el marco de las #PASO2017,
donde Marcos Peña dio una respuesta, que mostró que poco se hace y cuanto falta
aún por hacer:
Marcos Peña: “estamos
acompañando al juez, realmente muy interesados y preocupados por que se sepa la
verdad lo antes posible, para que se lo encuentre lo antes posible, y a partir
de ahí saber qué es lo que ha pasado, y que la justicia investigue a fondo todo
lo que haga falta. Pero lo más importante es ayudar entre todos a que aparezca
y aparezca bien”.
El mismo día de las elecciones en el marco de las #PASO2017,
muchos pizarrones aparecieron con inscripciones que exigían al Estado la #ApariciónConVidaYA
de Santiago Maldonado, y el viernes pasado, una gran movilización en todo el
país exigió que aparezca Santiago, que no haya más desaparecidos en democracia.
En Neuquén también se replicaron estas actividades, donde Moira Millán, integrante de la Marcha de Mujeres Originarias también daba cuenta de cómo la
desaparición forzada de personas es una práctica represiva sistemática contra
las comunidades mapuches y en las comunidades que empiezan a organizarse para
resistir.
“Vengo de la provincia de Chubut, de una comunidad mapuche
que ha recuperado los territorios en el año 1999, a cien kilómetros al
sur de la ciudad de Esquel. Hay mucha desinformación en estos días, es
doloroso. Nos atraviesa el corazón, nos atraviesa el espíritu toda la
estigmatización de nuestro pueblo, que sabíamos que iba a suceder, porque
lamentablemente vivimos en el territorio más rico y somos la población más
empobrecida, porque nuestro territorio, nuestro Puel Mapu, está llena de
intereses billonarios para la corporocracia, sabíamos que ellos iban a intentar
frenar, porque la
Nación Mapuche , que en su dignidad y su memoria ha logrado
articular las fuerzas, no solamente de nuestro pueblo sino de la sociedad
argentina, para poner un obstáculo a la avanzada extractivista".
Al poco tiempo de que esta represión, se anunció la
creación de seis represas en la zona del río, donde seis mil hectáreas de
bosque van a quedar bajo el agua. Mi comunidad va a quedar setenta metros bajo
agua. Piensan desalojar cantidad de población, van a reprimir a las
comunidades, van a reprimir a los argentinos y argentinas que apoyen, porque no
se trata sólo de desaparecer a las personas, a los Weichafes que luchan, se
trata también de desaparecer la vida de los territorios. Se trata de
desaparecer los ríos, las montañas, los bosques. Ya no vienen sólo por nosotros
y nosotras, sino por todo el territorio.
Entonces, ellos necesitan crear el enemigo interno: en
este caso el terrorista es el pueblo mapuche. ¿Por qué somos terroristas?
Porque somos capaces de priorizar la vida ante tanta planificación de muerte.
Porque somos capaces de no manejarnos con el resentimiento y el dolor y
proponerle en Buen Vivir como derecho al pueblo argentino. Nos tienen terror,
claro que nos tienen terror, claro que para la corporocracia somos terroristas,
porque les aterramos a su futuro de muerte.
Por favor les pido, como con el gran grito de nuestro
lonko: Marici weu! Diez veces podamos vencer!! Que cada uno de ustedes, que
parece uno solo en un puñado, se multiplique y se conviertan en diez. Que
puedan volver a sus casas y contarles a sus familiares, a sus amigos, esta gran
mentira que dice que el pueblo mapuche es terrorista, esta gran mentira de
muerte.
Hay desaparecidos, no solamente Santiago. Hay más
desaparecidos. Y claro que abrazamos solidariamente a la familia de Santiago.
Nos comprometemos a no perder un día para que se conozca la verdad. Y también sigue Luciano Gonzales, en la misma provincia de Chubut,
bajo el mismo gobierno de Mario Das Neves, el 8 de marzo de 2009 fue
desaparecido en la comunidad mapuche de Cerro Centinela. Nunca apareció. Si
todavía no hay justicia y son centenares de hermanos y hermanas indígenas a lo
largo de todo el país, de mujeres originarias asesinadas y mutiladas por una
sola razón: la ambición desmedida de este modelo capitalista, por unos
criminales, los que gobiernan y han gobernado, desde la conformación de este
Estado genocida en nuestros territorios.
Fuente:
http://www.anred.org/spip.php?article14802
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