Argentina - Caleta
Olivia:
La lucha por el agua y por nuevos horizontes
22 de marzo de 2017
22 de marzo de 2017
Por Hernán Scandizzo
"El acceso al
agua y la necesidad de construir alternativas, no sólo para calmar la sed sino
también para avanzar hacia otros horizontes más allá del extractivismo, son
realidades candentes en el norte santacruceño."
Hace años que los tanques de almacenamiento de
la planta de Termap, donde miles
de metros cúbicos de crudo esperan el momento para abandonar la Patagonia en
barcos, enmarcan el ingreso a Caleta Olivia desde Comodoro Rivadavia. Esas
moles junto a la estatua del Gorosito, que es símbolo de la ciudad, explicitan
relación de la localidad con el petróleo. Tal vez dentro de algunos años a esa
iconografía se sume la planta de ósmosis inversa que se construye a la vera de
la ruta nacional 3, también en el acceso norte a la ciudad, y que aún es una
promesa. Si no es la planta funcionando, tal vez lo sean las ruinas de una obra
a medio terminar. En cualquier caso no tendría una connotación productiva o ni
condensaría la épica ypefiana, sino que delataría los problemas de acceso al agua
que marcan la historia de la segunda ciudad más grande de Santa Cruz.
El acceso al agua y la necesidad de construir
alternativas, no sólo para calmar la sed sino también para avanzar hacia otros
horizontes más allá del extractivismo, son realidades candentes en el norte
santacruceño. De las luchas sostenidas y de lo que podría ser hablamos con Omar
Latini, dirigente del Partido Obrero de Santa Cruz.
“La
lucha por el agua, en nuestra ciudad, es desde sus inicios”, puntualiza Omar
Latini,dirigente del Partido Obrero; y añade, quizá para no dejar dudas sobre
el alcance de su afirmación: “En la plenitud del abastecimiento por el acueducto y los
viejos pozos, en Caleta logramos
tener agua todos los días, entre cuatro y cinco horas en los domicilios, pero
nunca tuvimos un abastecimiento de agua corriente”. La fundación de Caleta
Olivia se remonta a noviembre de 1901, pero su despegue llegó con la
instalación de los campamentos de YPF en la década de 1940 y el descubrimiento
de importantes yacimientos en Cañadón Seco en 1944. Históricamente el acuífero
Patagoniano abasteció a la ciudad, a través de perforaciones realizadas en la
zona de Cañadón Quinta y Meseta Espinosa, la misma donde se concentró la
actividad extractiva; incluso en la actualidad un tercio del agua que se
consume en la localidad proviene de esa fuente mientras que el resto llega
desde el lago Musters, en el sur de Chubut. Según Latini, “los intentos de
solución de parte los gobiernos siempre han sido sumamente precarios y en la
última etapa, el crecimiento poblacional fue mucho más exponencial y agravó
toda la problemática”.
“En el año ’95 se anuncia la construcción del
acueducto Jorge Carstens: lago Musters-Comodoro, Comodoro-Rada Tilly, Rada
Tilly-Caleta Olivia, y se inaugura en el ’99 bajo la promesa de 100 años de
agua en cantidad suficiente para el desarrollo de la ciudad”, historiza Latini.
Sin embargo, un lustro después comenzaron los primeros cortes del suministro
debido a roturas. Pocos años fueron suficientes, según el dirigente trotskista,
para poner
en superficie falencias en el diseño y la mala calidad de los materiales
utilizados en el tendido de la cañería soterrada. Ante los permanentes
problemas en el funcionamiento del acueducto y la insuficiencia del agua que
llegaba a la ciudad, el gobierno santacruceño planteó en 2005 la posibilidad de
construir el dique
Los Monos, sobre el río Senguer, y desde allí abastecer al norte
de la provincia. Obra
que era impulsada, señala el referente del PO, en contraposición al proyecto
Multipropósito Valle Deseado, que el entonces senador radical
por Santa Cruz, Carlos Prades, promovía desde la Cámara Alta.
El proyecto Multipropósito Valle Deseado,
explica Latini, plantea la utilización del agua del lago Buenos Aires para el
consumo humano en las ciudades de la franja norte de la provincia y para la
irrigación de ocho mil hectáreas. “El gobierno de Néstor Kirchner planteó el
dique Los Monos, se hicieron estudios de prefactibilidad, inclusive un anuncio
de apertura de licitación y, finalmente, con la crisis con el campo y la toma
de posición del gobernador de Chubut, Mario Das Neves, a favor del sector de la
Mesa de Enlace, se cayó el proyecto. Y los mismos funcionarios que durante
cuatro o cinco años habían denostado la posibilidad de hacer el acueducto del
lago Buenos Aires, lo empezaron a reivindicar.”
Las idas y vueltas con proyectos y anuncios
cruzados, estuvieron lejos de aportar soluciones al problema. En el invierno
del 2011 la falta de agua se extendió durante cerca de diez días y transformó
la queja en cacerolazos, marchas a la Municipalidad y a la oficina de Servicios
Públicos para exigir una solución inmediata. La
movilización era por el abastecimiento de agua, “la calidad no era el eje
central”, reconoce Latini, aunque señala que siempre un sector de la
población denunciaba la dudosa calidad “teniendo en cuenta el índice alarmante
de enfermos de cáncer que hay en la ciudad y en la zona”. El antecedente de Koluel
Kaike, también estaba presente. Desde fines de la década del ’90
se hablaba, incluso en medios de
Buenos Aires, de lo que sucedía en esa pequeña localidad levantada a la vera de
la ruta provincial 43, a
77 km de
Caleta Olivia. “Allí lograron
que Pan American Energy instale
una planta de ósmosis, porque se pudo comprobar que el agua estaba contaminada.Los vecinos
prácticamente se morían como moscas, fue un incidente que sirvió de alarma para
que empecemos a mirar la calidad del agua.”
Días de Sed en la ruta
En julio de 2013 nuevamente Caleta Olivia se
quedó sin agua, la situación se prolongó durante alrededor de doce días, la
protesta llegó a la ruta nacional 3 y en ese marco la entonces presidenta Cristina
Kirchner anunció la extensión de la obra de repotenciación del acueducto del lago Musters-Comodoro hacia Caleta Olivia, que no estaba
prevista. En febrero
de 2014 la falta
de agua nuevamente azotó a la ciudad, fueron más de 20 días, miles de vecinos
en asamblea permanente se instalados en la ruta, al pie del Gorosito. Jornadas
que hoy se recuerdan
como los Días
de Sed. Tras esa movilización se hicieron reparaciones que estabilizaron la
provisión de agua, pero, según señala Latini, volvieron a la situación de la
década del ’90, es decir, en el mejor de los casos, el suministro llegaba día
por medio a los hogares. “Producto del crecimiento poblacional y de la
antigüedad que tiene la cañería de distribución, existen dos problemas; en el
casco céntrico, la zona más antigua de la ciudad, hay muy baja presión por las
pérdidas de la cañería de distribución. Y los barrios más alejados, que están
en algunos de los cerros que rodean a la ciudad, tampoco llega cantidad porque
no hay presión suficiente para que suba. Entonces, la media de la ciudad, tiene
agua día por medio, pero hay sectores importantes, sobre todo los de las
afueras, que son los más vulnerables, que tienen muchísimas dificultades para
tener, siquiera, agua una vez por semana.”
-¿La planta de ósmosis inversa cuándo
aparece?
La planta de ósmosis aparece también después
de la pueblada de 2014. Se hace el anuncio de la planta de ósmosis y de la perforación
de ocho pozos, por parte de la petrolera china Sinopec, en la
zona de Cañadón Seco, Cañadón Quinta, Meseta Espinoza. A nuestro entender,
ambas obras, son un parche que no va a traer ninguna solución. El acuífero es
uno solo, que viene muy explotado de hace muchísimos años, con poca capacidad
de recuperación. Hacer más
pozos ahí es meterle más bombillas a un mate. El agua es la misma, lo que van a
hacer es chupar más rápido. Además, de los pozos que se hicieron, algunos ni
siquiera pudieron ponerse operativos porque en los análisis de las primeras
muestras salió que hay contaminación.
La planta de ósmosis está bastante avanzada,
pero hay un problema adicional, no hay energía suficiente en la ciudad para
alimentarla, porque no se hizo la obra de bajar del Interconectado Nacional de
500 kV una línea de 132 kV a la ciudad. Caleta Olivia
tiene una línea de alimentación de 66 kV y un consumo diario de 63 kV, por lo
tanto también está al borde en la cuestión energética. Aunque la planta de
ósmosis se termine mañana no puede ser puesta en funcionamiento por la falta de
energía, y tiene el problema adicional de que es muy costoso su mantenimiento y
la producción de agua es muy limitada en relación a las necesidades que tiene
la población.
Si tomamos los censos de 2010 y 2001 y vemos
la tasa de crecimiento poblacional de las ciudades en la Patagonia, se hace
necesario pensar en una solución de mayor voltaje. Hoy prácticamente nos
estamos disputando el lago Musters, el río Senguer, con los vecinos de Chubut.
A partir del cambio del régimen de lluvia, de la explotación que hacen las
petroleras y de los desvíos que han hecho los estacioneros, el lago Colhue
Huapi se ha secado y el Musters ha bajado considerablemente su nivel. Si Comodoro, Rada Tilly y Caleta
Olivia siguen con esta tasa de crecimiento, en diez o quince años vamos a tener
un problema muy grave con el abastecimiento del agua para estas tres ciudades.
¿Por dónde podría pasar la solución?
Después de muchos debates y discusiones con
los vecinos, con las distintas organizaciones y asambleas que operan en la
zona, planteamos la necesidad de que se haga un acueducto desde el lago Buenos
Aires o, como alternativa, desde el lago Posadas. El lago Buenos Aires tiene
una capacidad impresionante para poder abastecer a toda la zona norte de Santa
Cruz, lo que aliviaría que el agua que hoy se destina a Caleta Olivia [desde la
cuenca del Senguer] se pueda concentrar hacia Comodoro Rivadavia, Sarmiento,
Rada Tilly. Es una obra que permitiría abastecer de agua en cantidad y en
calidad suficiente a Perito Moreno, Las Heras, Koluel Kaike, Pico Truncado,
Cañadón Seco, Caleta Olivia, Fitz Roy, Jaramillo, Puerto Deseado y Tellier,
localidades que tienen problemas de abastecimiento. Salvo el caso de Caleta, todas toman agua de la
cuenca del río Deseado, que también está muy sospechada de contaminación, antes
por la industria petrolera -en el caso de Las Heras, de Kaike y de Truncado-, y hoy por la
problemática minera, en el caso de Perito Moreno. Y Puerto Deseado tiene un
acuífero de donde toma agua
que tiene contenido de arsénico tres veces arriba de la media de
lo que establece el Código Alimentario Nacional.
-¿El lago Buenos Aires no presenta el
problema de ser una cuenca binacional y además no está sospechado de
contaminación?
Tiene esos reparos. El primer tema es de
solución relativamente simple, hay que convocar al Comité de Cuenca y ver el
impacto ambiental y, sobre todo, social, la incidencia que puede tener la toma
de agua para abastecer el consumo domiciliario, comercial e industrial de las
ciudades de norte de Santa Cruz. Hay que hacer un estudio serio porque estamos
hablando de 240 mil personas que habitan toda la franja norte de la provincia
de Santa Cruz y que en quince años serían 350 o 400 mil personas que se
quedarían sin agua de continuar esta situación. Más el agravante de que se
quedan sin aguaComodoro y
Rada Tilly. Del lado de Chile, a cinco kilómetros de la localidad de Chile
Chico, existen dos mineras a unos escasos 1500, 2000 metros del borde
del lago, una que está abandonada y otra que está en funcionamiento. Como toda
actividad minera, algún tipo de contaminación debe existir. Las opiniones se
dividen en dos. Por un lado, que el lago Buenos Aires, en Argentina, Carreras,
en Chile, desemboca a través del río Baker al Pacífico, es decir, que toda esa
contaminación se iría hacia el Pacífico. Otras opiniones plantean que los
vientos predominantes de esa zona traerían hacia la superficie del lago, del
lado argentino, los minerales ácidos que libera a partir de la rotura de la
roca, entonces plantean que la toma de agua tendría que estar más abajo. Se ha
llegado a medir que el lago tiene 1700 metros de profundidad, por lo tanto, se
entiende que esa contaminación no llegaría a las aguas más profundas.
Las dificultades que presenta la obra del lago
Buenos Aires, desde el punto de vista ambiental y social son estas dos. Después
hay un obstáculo técnico, que es levantar unos 200 metros de la cota
del lago hasta la meseta, y a partir de ahí viene por declive natural. Cuál es
el problema a salvar, de nuevo, la energía. La línea de 500 kV Puerto Madryn-Pico
Truncado del Interconectado Nacional, inaugurada con todas las pompas por
Cristina Kirchner en 2008, de Truncado sale hacia Las Heras, pasa por el
yacimiento petrolero, y en vez de llegar a los pueblos de Perito Moreno y Los
Antiguos, se mete a los yacimientos mineros. Perito Moreno y Los Antiguos
siguen generando su electricidad a partir de las viejas usinas a combustible,
con todas las consecuencias de contaminación ambiental y sonora, y tienen
muchas dificultades para garantizar electricidad a los domicilios. Ese es un
problema técnico y económico, no es un problema que no pueda ser salvado.
Si la obra del lago Buenos Aires no fuera
viable, planteamos en el proyecto
de ley de Emergencia Hídrica presentado
en 2014 en el Congreso Nacional, que se estudie la prefactibilidad sobre lago
Posadas. Porque tiene la misma dificultad de ser una cuenca de aguas
compartidas con Chile, pero tiene la ventaja de que en esa zona, hasta ahora,
no hay ningún indicio de actividad minera y de que la pendiente a subir son 80 metros , y después, por
pendiente natural, podría venir. ¿Cuál es la diferencia entre este proyecto que
levantamos con el del ex senador Prades?. Que
no hablamos de construir un acueducto a cielo abierto y de la irrigación de
ocho mil hectáreas, no porque no nos interese el desarrollo agropecuario como
alternativa a la industria del petróleo y la minería, sino que después de 50,
60 años de actividad petrolera, no ha quedado una sola oveja. La actividad petrolera ha
devastado, desde el punto de vista agropecuario, toda la zona norte de Santa
Cruz. Hoy se torna inviable con el avance de la frontera petrolera, que llega
casi a la entrada de Perito Moreno, hacia el oeste, y hacia el sur el límite es
el río Deseado.
Hay que mantener similares características del
acueducto Jorge Carstens, un caño de 80, 90 centímetros , un
metro de diámetro, alcanzaría para dotar de agua potable en calidad y cantidad
suficiente a la zona norte de Santa Cruz. Y que esté prevista la posibilidad
del desarrollo comercial e industrial a partir de tener agua, que pueda
alimentar la planta procesadora de pescado de Caleta y en Puerto Deseado algún otro
emprendimiento. Y con la taxativa prohibición de que ese agua, que es potable y
de primera calidad, pueda ser utilizada tanto por la minería como por el
petróleo.
Del golfo San Jorge se van todos los años un
promedio de USD 900 millones, el equivalente a la cuota Hilton , en
productos del mar, básicamente langostinos, centollas y calamar. El 90% de esa
producción no pisa tierra, solamente pasa por la plazoleta fiscal para el
sellado, mientras tanto se han cerrado plantas [de procesamiento de pescado] en Caleta y en Puerto Deseado, y hay problemas
de desocupación. Ahí está el recurso, está la infraestructura necesaria y hay
mano de obra capacitada, falta la decisión de una fuerte política de terminar con los
privilegios que tienen empresas pesqueras y recalcar la necesidad de que ese
producto sea procesado en tierra.
El norte de Santa Cruz privilegió tanto el
petróleo como la minería, la actividad agropecuaria está prácticamente
liquidada, tenemos que mirar al mar como una de las alternativas reales para
poder generar puestos de trabajo y riqueza genuina para nuestra zona.
La última respuesta queda picando, la única
alternativa para generar puestos de trabajo y riqueza genuina en la zona es el
mar, porque la tierra fue arrasada por la explotación de hidrocarburos, y la
falta de acceso al agua profundiza el problema, ya que no sólo degrada la
calidad de vida de la población sino que también limita las posibilidades de
proyectar otras actividades económicas. Desde el bar de la estación de servicio
vemos al Gorosito, que se yergue ante el viento helado. La tarde se hizo noche
rápidamente, corren los últimos días del mes de julio. La lucha por el agua y
el futuro en Caleta Olivia se sigue escribiendo, al testimonio de Latini habrá
que agregarle las páginas que este verano vecinos y vecinas escribieron al
salir nuevamente a las calles a pedir, a exigir, eso tan básico, tan elemental
para la vida.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Argentina_-_Caleta_Olivia_La_lucha_por_el_agua_y_por_nuevos_horizontes
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