Discutamos
En principio, opino, que es momento de enfrentar a
la alianza de capitales y estados imperialistas con los locales en vez de
limitarse a derrotar al gobierno de Macri. Nos indica situarnos en el proceso
del capitalismo local desde los setenta hasta hoy y contextualizarlo en su
creciente subordinación a las transnacionales y al mundo que éstas imponen según su
voracidad insaciable.
Pienso, entre nosotros, predomina la percepción
inmediata de quienes se sentían felices por no reparar en la destrucción y
empobrecimiento del país mediante extractivismo y de golpe reconocen a los
desposeídos, violentados en sus derechos básicos.
Pero no entiendo que artistas e intelectuales de otros países sean interpelados por gobiernos y no por el capitalismo global integrado que amenaza de extinción a las biodiversidades y a la humanidad. Permanezcan en el enfrentamiento al neoliberalismo sin asumir la criminalidad del sistema mundializado en su constante profundización de la desigualdad e injusticia sociales y de la destrucción tanto de comunidades (pueblos, naciones) como de la Madre Tierra.
Pero no entiendo que artistas e intelectuales de otros países sean interpelados por gobiernos y no por el capitalismo global integrado que amenaza de extinción a las biodiversidades y a la humanidad. Permanezcan en el enfrentamiento al neoliberalismo sin asumir la criminalidad del sistema mundializado en su constante profundización de la desigualdad e injusticia sociales y de la destrucción tanto de comunidades (pueblos, naciones) como de la Madre Tierra.
En Argentina, es hora de escrutar cómo la
democracia continuó lo establecido con dictadura genocida por esos poderes. Ya
Rodolfo Walsh lo anticipó: el progreso del capitalismo local exigía poner en
práctica la planificación de la miseria de Argentina. Pensemos en el sistema de
la deuda externa o eterna como esencial a la acumulación gran capitalista y al
desmantelamiento de lo público que todos los gobiernos constitucionales adujeron
como su responsabilidad central sabiendo bien que era una estafa. La propia
Cristina Kirchner se vanaglorió de condenarnos a país pagador serial. También es
crucial descubrir que los gobiernos K vinieron a restaurar la gobernabilidad del
sistema de saqueo y expoliación del contubernio de capitales y estados
imperialistas con los locales que la rebelión popular del 2001-2002 había puesto
en peligro. Sin la consolidación neoliberal por el PJ-Menem-Cavallo (con
intervención protagónica del kirchnerismo en la privatización de YPF) no hubiera
podido haber la enorme expansión del extractivismo durante más de una deKada.
Implicó maximización de la concentración y transnacionalización económico
territorial. Los gobiernos K hicieron posible que, sin invasión militar,
los oligopolios globales de los agronegocios, de la megaminería, de la
explotación petrolera y marina se apropiaran del país envenenando, quitando los
suministros de supervivencia y arruinando acuíferos, glaciares-periglaciares,
suelos, montañas....hasta nos van a dejar sin producción de alimentos.
Entonces no se trata de derrotar a Macri para que
vuelva Cristina ni de ignorar la corrupción del matrimonio Kirchner, patente en cómo benefició a las corporaciones devastadoras. Tampoco es cuestión de liberar a Milagro Sala ocultando cuál es la realidad
semifeudal de Jujuy y de la militancia verdaderamente combativa de Jujuy ni de
desatender el empobrecimiento de la provincia pese a sus riquezas.
Necesitamos
que las unidades de acción, abajo y a la izquierda, vayan articulándose
con todas las luchas por la vida y la justicia social que se han multiplicado a
lo largo y ancho del país-continente que tienden a internacionalizarse contra el
capitalismo, los imperialismos, el racismo, el patriarcado, la colonialidad de
ser-saber y poder.
Elena Cedrón
Elena Cedrón
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