Ha
llegado un punto de inflexión
en la agricultura
6 de marzo de 2017
6 de marzo de 2017
Naturaleza
de Derechos
La Relatoría de Derecho a la
Alimentación de la ONU condena al agronegocio y reclama por un modelo
plenamente agroecológico.
El 27 de febrero de 2017 se presentó ante el
Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en el marco de su sesión Nro 34, el
reporte sobre el derecho a la alimentación adecuada en relación a los
agrotóxicos realizado por el Relator Especial sobre el derecho a la
alimentación en colaboración con el Relator Especial sobre las obligaciones de
derechos humanos relacionadas con la gestión y eliminación ecológicamente
racionales de las sustancias y los desechos peligrosos.
En su momento, ambas relatorías habían
realizado un llamamiento internacional a gobiernos, organizaciones no
gubernamentales y empresas para que realizaran los aportes desde sus
perspectivas para ser consideradas en el reporte.
A esa convocatoria respondieron sólo 7
Organizaciones no Gubernamentales (Helvetas Swiss Intercooperation, IBFAN and
GIFA, NCD Alliance, PAN India, PAN submission to UNCRC, PANAP, University of
Bern and Probioma Bolivia) a las que deben sumarse el informe único por
Argentina de las más de 40 organizaciones y asambleas que lo suscribieron "Agrotóxicos,
Evaluación de Riegos, Salud & Alimentos en Argentina."
Acceder al informe argentino: http://www.ohchr.org/...(PDF)
El reporte es contundente y recepta muchas de
las observaciones realizadas en el informe argentino. Ante todo deja en claro
que el modelo del agronegocio no tiene respaldo jurídico en los documentos
internacionales al desproteger a los seres humanos y el ambiente. Textualmente
reza: "No obstante que el presente informe ha ilustrado que no hay
escasez de Legislación internacional y nacional, así como directrices no
vinculantes, los instrumentos legales no protegen a los seres humanos y al
medio ambiente de los Pesticidas".
Se advierte que la implementación del derecho
a una alimentación y salud adecuadas requiere medidas para eliminar los
pesticidas nocivos; y las empresas tienen la responsabilidad de garantizar que
los productos químicos que producen y venden, no suponen amenazas a estos
derechos.
Asimismo da cuenta el reporte que si bien los
esfuerzos para prohibir y regular adecuadamente el uso de plaguicidas son
necesarios y van en la dirección correcta, el método más efectivo en el largo
plazo de reducir la exposición a estos tóxicos químicos es alejarse de la
agricultura industrial. De modo rotundo se afirma que hemos llegado a un punto de
inflexión en la
agricultura. El modelo agrícola dominante actual es altamente
problemático, no sólo los daños causados por los plaguicidas, sino también sus
efectos sobre el cambio climático la biodiversidad y la incapacidad de
garantizar la soberanía alimentaria.
En respuesta a ese diagnostico, las relatorías recomiendan a los
estados a promover la agroecologia.En tal sentido señalan en el documento
que existen prácticas más seguras que pueden seguir desarrollándose para
minimizar los efectos de ese uso excesivo, en algunos casos innecesario, de
plaguicidas que violan una serie de derechos humanos. Un aumento en las prácticas de agricultura
orgánica en muchos lugares ilustra que la agricultura con menos o sin
plaguicidas es factible. Los estudios han indicado que la agroecología es capaz
de proporcionar rendimientos suficientes para alimentar a toda la población
mundial y asegurar que se nutren adecuadamente.
La agroecología, - concluyen - es el estudio integrador de la
ecología de todo el sistema alimentario, abarcando dimensiones ecológicas,
económicas y sociales. Promueve prácticas agrícolas que se adaptan a los
ambientes locales y estimulan interacciones biológicas entre diferentes plantas
y especies para construir la fertilidad a largo plazo y la salud del suelo.
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