Para que Chávez sea futuro
Parte I
8 de marzo de 2017
Parte I
8 de marzo de 2017
Por Gerardo Rojas
“El patrón de medición de los logros socialistas es:
hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas
contribuyen activamente a la constitución y consolidación
bien arraigada de un modo sustancialmente democrático,
de control social y autogestión general”
Chávez citando a Mészáros en el Golpe de Timón
hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas
contribuyen activamente a la constitución y consolidación
bien arraigada de un modo sustancialmente democrático,
de control social y autogestión general”
Chávez citando a Mészáros en el Golpe de Timón
Para nosotrxs hoy tu nombre se conjuga en futuro, en fuerza e
ideas que son y serán guía para la militancia Bolivariana
que se abre paso en el marco de la crisis integral que transitamos, sin duda
aún la ausencia y el dolor tienen su peso indiscutible pero se van procesando,
se transforman, convirtiéndote en referencia central en nuestra defensa de la Revolución Bolivariana ,
del levantarnos con dignidad y fuerza, del seguir la senda clara de
construcción del Socialismo, del ¡Comuna o Nada!.
Es allí donde tiene sentido todo, cuando lo “estratégico” esta
difuso, cuando el llegar a “mañana” parece la tarea central para muchxs, tus
ideas se convierten en un fuerte, en un macizo sostén de las “ideas fuerzas”
que nos encomiendan el andar, con ritmos diversos, como baile que lee el momento
y sus complicaciones, eras un genio para eso, para dar lecturas del momento y
sacar desde la fuerza de la historia el paso siguiente hacia el futuro. Léase
como baile, como movimiento, con diversos ritmos, transitamos uno complejo sin
lugar a dudas, pero con un horizonte claro: la construcción del Socialismo, con
lo comunal como célula base, en el Golpe de Timón quedo claramente definido esa
unión indivisible.
Lo estratégico para el Chavismo Popular entonces es ir
construyendo la “autogestión y control social”, desde la democracia
participativa y protagónica, porque bien nos dijo el Comandante que: “Lo nuevo
de Nuestro Socialismo es la Democracia”, de allí parte todo, teniendo clara la
siguiente observación: “No es lo mismo hablar de revolución democrática que de
democracia revolucionaria.
El primer concepto tiene un freno conservador; el
segundo es liberador”.
Así la democracia participativa y protagónica, la democracia
revolucionaria, es el socialismo que construimos, sin duda que es algo en
riesgo en este momento, no sólo por los ataques del imperio y sus lacayos
locales, sino también por los errores propios y, también toca decirlo, por la
acción de sectores con amplios poderes en la Revolución que juegan a una
administración del poder alejada del socialismo por el que el Comandante junto
a su pueblo lucho hasta el final de sus días.
Por ello, en la disputa hegemónica que nos encontramos hoy en día
está en claro riesgo lo comunal, que se sostiene desde allí, desde el control
social desde el territorio para la construcción del socialismo. Se podría
afirmar que con la comuna esta en riesgo también el Socialismo Bolivariano,
nuestro horizonte de construcción, por ello lo difícil de visualizar en los
actuales momentos una lectura clara del andar de la revolución en ese plano.
Aquí tenemos un reto colosal, que definirá el seguir del proceso, o planteamos
un plan coherente para retomar la mayoría o nos quedamos sin socialismo alguno,
aunque “la revolución” se mantenga en “el poder”.
Eso pasa por tener claro que el “control social” no es un
mecanismo de gestión burocrática de las relaciones y necesidades del pueblo,
esa visión nos aleja de la liberación y nos somete irremediablemente a la
consolidación de mecanismos que terminan consolidando las relaciones clientelares,
rentistas y contrarevolucionarias que nos separaran de toda posibilidad de
“reconexión” con las mayorías para profundizar la revolución. Y esta
lucha es fundamentalmente entre las fuerzas propias, no dependen de la disputa
con la “oposición”, sino de las tensiones y luchas de poder internas, allí otro
reto importante del Chavismo Popular, acumular fuerza, poder (no en términos de
cuotas burocráticas) para poner incidir claramente por su postura, a favor del
Socialismo.
Sólo en esa lucha tendremos futuro, junto a Chávez, concretando
varios de los principios y mecanismos del sujeto comunal, que incluso
transcienden a lo territorial y permean a sujetxs sectoriales (muchos de ellos
síntesis del movimiento popular histórico, con sus evidentes influencias y a
los sectoriales nacidos en el marco de la Revolución Bolivariana ).
Por ello debemos encarar las asambleas en el marco del
fortalecimiento del autogobierno, de sus potestades, de sus vocerías y su
distribución interna de responsabilidades y tareas, en esa dinámica el proyecto
que debe movilizar al pueblo es su Plan de Desarrollo Comunal, el Plan Patria
Comunal, asumido como un Plan de Lucha, no como una lista de pedidos al
gobierno (como lo imagina un sector de la burocracia que ve a los pobres como
“esos que no se cansan de pedir”), menos aún como un orden de cosas a resolver
para el cliente, una mirada asistencialista funcional a lo más conservador del
chavismo.
Aquí la planificación popular es vista como herramienta
revolucionaria para la disputa de poder, “para transferir poder”, es la que
permitirá al pueblo construir el socialismo, asumiendo que la misma genera las
condiciones para hacer irreversible el proceso. Algunxs plantean aquí un
riesgo: lxs vocerías pueden que no sean “revolucionarias”, eso se conjura si el
Plan de Lucha combate a las lógicas del capital, de la burocracia y de la
contrarrevolución y crea mecanismos claros de contraloría social.
¿Acaso allí no esta presente una formula chavista para sumar?,
convocar a la mayoría a asumir tareas revolucionarias (no solo de la
Revolución) partiendo de su realidad, necesidad y contexto.
Este plan de lucha debe tomar en cuenta algo fundamental en la
nueva geometría del poder: la escala de agregación, el ir juntando fuerzas,
desde la legitimidad y decisión soberana de lxs sujetxs que la impulsa. Así
articulamos potencias, porque no es igual el objetivo de disputa del Consejo
Comunal que de la Comuna en que ese mismo Consejo es parte. Es importante no
ver partes para una simple suma, implica asumir la territorialización de la
política en los términos revolucionarios.
En fin, es construir un Sistema de Gobierno Popular, eso implica
generar mecanismos efectivos de la “nueva institucionalidad”, que exigen de
parte del gobierno y del poder popular un desarrollo real de políticas de
corresponsabilidad, exige del primero asumir de forma clara el impulso del Plan
de La Patria y el reconocimiento (en algunos casos incluso el descubrimiento)
de los principios y mecanismos que han forjado al poder popular para el diseño
coherente de esa política, del segundo exige el desarrollo de un Plan de Lucha
Comunal, integral, autónomo, que tenga como base el Plan de La Patria, pero
complejizado por la
concreción. Porque la corresponsabilidad sólo es posible con
política institucional pertinente y autonomía popular.
De ambos exige el desarrollo de relaciones con tensiones
permanentes, con altos y bajos, con conflictos pero sobre todo con un
compromiso claro e irreductible de construir el Socialismo Bolivariano
transfiriendo poder al pueblo, allí Chávez es nuestro futuro.
Fuente:
http://www.dariovive.org/?p=8029
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