El G20 desnuda los
límites civilizatorios y
desafía a construir
alternativas
3 de diciembre de 2018
Por Julio C. Gambina (Rebelión)
El documento final del G20 explicita los principales problemas del
capitalismo contemporáneo, concentrado en el “cambio climático” y el “comercio
internacional”.
Ambas son
expresiones de los límites civilizatorios de la sociedad capitalista en Sobre el primer punto, la cuestión climática, EEUU continúa bajo
Respecto del comercio, es también EEUU en sus confrontaciones comerciales contra China y varios otros países, quien explicita los problemas de la disputa por la hegemonía del sistema mundial. Entre otras cuestiones, desde Buenos Aires se informó de las reformas al NAFTA, con claros beneficios para EEUU y en contra de sus vecinos en Canadá y México, cuando en este país se inaugura un nuevo ciclo presidencial desde el 1/12, sustentado en una voluntad social crítica de los modelos imperantes en el viejo y nuevo Tratado de Libre Comercio.
La desregulación comercial global, una vieja aspiración del capitalismo estuvo frenada a la salida de la segunda posguerra, ya que solo pudo instrumentarse la dirección del sistema financiero con el FMI y el Banco Mundial.
Después de más dos décadas de OMC (1995-2018), el desorden mundial capitalista se manifiesta bajo “guerras comerciales y monetarias”, aunque, claro, se firman documentos finales de las cumbres, tal como ocurrió en Buenos Aires entre el 30/11 y 1/12. Es más, las delegaciones de China y de EEUU se sentaron frente a frente en una foto que no resuelve las contradicciones que sustentan en el ámbito de la economía mundial.
“Construyendo consenso para un desarrollo justo y sostenible”
Así se titula
Conviene llamar a las cosas por su nombre y lo que se discute en el G20 es el orden mundial capitalista, presidido por la lógica de la ganancia, la acumulación y
Desde el origen del orden capitalista y de
El imperio británico promovió el liberalismo económico al tiempo que sostenía una política proteccionista teorizada desde las ventajas comparativas sustentadas por la economía política clásica.
Su propia colonia en América sustentó una política proteccionista en aras de la independencia hacia 1776, convergente con la aparición de las primeras sistematizaciones teóricas librecambistas de los clásicos.
La historia del capitalismo explicita el pragmatismo relativo al decir y al hacer, no necesariamente convergente, que viabiliza la contradicción del liberalismo y el proteccionismo en el comercio internacional.
Por eso en la Declaración del G20 de Buenos Aires se puede aludir a deseos por resolver conflictos o generar impactos sociales progresivos, al tiempo que la realidad devuelve tensiones y confrontaciones por resolver la hegemonía en la dominación del sistema capitalista, y unos efectos sociales que afectan a millones de sectores sociales empobrecidos.
Aunque se aluda a la cuestión de género, la realidad de la discriminación femenina es una constante que convoca a redoblar los esfuerzos de la lucha por la igualdad de los géneros y contra todo tipo de discriminación.
El modelo productivo y energético detrás del clima
La crisis del petróleo de los 70´ no fue mundial, sino de EEUU, evidenciado ante la pérdida de reservas convencionales de hidrocarburos. La “solución” se construyó económica y militarmente, comprando e invadiendo, generando un mercado específico no exento de especulación, contrabando y economía criminal en torno a la energía.
Es un largo recorrido que incluyó la investigación y desarrollo de tecnología y procesos de extracción de los hidrocarburos no convencionales que reposicionaron a EEUU como primer productor mundial hacia 2015. El fracking o fractura hidráulica junto al alza de los precios internacionales del petróleo permitieron la nueva preeminencia estadounidense en la producción mundial de hidrocarburos.
Resulta un tema trascendente que reabre el juego político y económico global, que pudo visibilizarse en el cordial trato entre el Príncipe Saudita y el líder Ruso en la confraternidad del G20. Arabia Saudita sigue siendo el principal productor mundial de petróleo y Rusia un gran productor de Gas, que además, abastece del mismo a Europa.
Más allá de afinidades ideológicos o políticas, las alianzas se redefinen en aras de la gestión sobre la producción contemporánea y como sostenemos, estamos hablando del insumo estratégico de la producción mundial: petróleo y gas.
En ese tablero pueden entenderse varias alianzas en torno a los hidrocarburos y la disputa global. Aludo a China y Rusia; a éstos con Irán y otros países productores de petróleo en medio oriente, pero también y muy especialmente a Venezuela, primera reserva mundial de petróleo convencional en el mundo.
Además, Argentina es quien tomó la posta de los hidrocarburos no convencionales con la tecnología estadounidense del fracking, desde el acuerdo secreto entre la empresa privada de gestión estatal, YPF y Chevron, para explotar el yacimiento Vaca Muerta.
Hace 5 años del acuerdo y en el presupuesto 2019 impulsado por
Argentina destaca por ser la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional.
La energía está en el centro de la discusión, no solo respecto de quien pueda gestionar el insumo estratégico, sino de cual modelo de desarrollo social prevalece.
Por un lado está la mercantilización de la energía, lo que se define en la esfera de la capacidad de compra y por ende de ingresos. La contrapartida es una concepción de derecho a la energía que supone la des-mercantilización y una respuesta relativa a la energía como derecho humano, bien común y uso generalizado para satisfacer necesidades de la población mundial.
La realidad de la disputa económica actual en el debate del G20 se restringe a la primera concepción y por eso la guerra económica, comercial o monetaria, la que no se resuelve con buenos modales, foto de familia o declaración consensuada con lenguaje evasivo y diplomático.
Voces de la crítica con sus límites para instalar alternativa
Es sabido que donde sesiona el G20 aparece la crítica y la movilización social, política e ideológica al consenso de la dominación.
Por eso se reiteró en Argentina la denuncia organizada por
Más de 50.000 personas, en un abanico diverso de organicidad y consignas, convergiendo todos en la rechazo al G20 y al FMI fueron custodiados, sin poder amedrentarlos por un operativo de cerrojo con cientos y miles de efectivos de seguridad.
Un operativo desplegado por todo el territorio del desplazamiento de las y los manifestantes. Se estableció un “corralito” a la marcha de protesta ante la imposibilidad del gobierno por modificar la voluntad popular de ejercer el derecho a opinar y manifestar. La voluntad de marchar y unificar consignas es un dato de fortaleza del movimiento social ante el gigantesco operativo de seguridad y de desinformación social, con complicidad de la prensa hegemónica.
Todo se hizo para aislar la protesta y
Pese a ello, el objetivo de hacer escuchar otra opinión fue logrado, aun cuando los criterios sobre el qué hacer a futuro no estén suficientemente claros. Más aun, no todos los que pudieron manifestar la crítica se predispusieron para articular un proceso compartido de debate, movilización y aprendizaje común para pensar otro orden social y civilizatorio del que se discute en el poder mundial.
Esto último, sigue siendo una asignatura pendiente. Con matices se sabe lo que no se quiere y hace falta habilitar la condición de posibilidad de una mayor escucha desde la diversidad para acercar nuevas síntesis de otro orden social, económico, político y cultural alternativo, a contramano de la lógica de la ganancia, la acumulación de capitales y la dominación civilizatoria.
Argentina pasó la posta de la gestión del G20 a Japón, previa suscripción de un Tratado de protección de inversiones, una lógica esencial del orden capitalista actual.
La crítica al G20 que ya recorre una década
continuará ahora en la sucesión que asume Japón y desafía al pensamiento
crítico de los pueblos del mundo a continuar proponiendo nuevas articulaciones
para la emergencia de un nuevo tiempo mediante otro modelo productivo y de
desarrollo contra y más allá del capitalismo.
Nota:
[1] OIT. Tendencias del Empleo 2018.
Informe, en: https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/multimedia/video/institutional-videos/WCMS_616018/lang--es/index.htm
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=249753
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