El sonoro rugir del 68
11 de diciembre de 2018
Por David Brooks
La Jornada
La Jornada
El 68 fue un año de ciudades
en llamas cuya ruta sonora fue de
inocencia, rabia y dolor en la guitarra de Jimi Hendrix, en la voz de Janis
Joplin, en el rock más duro de Led Zeppelin, en versos que de repente brotaron
en la música soul y el sello discográfico Motown, con Aretha Franklin y James
Brown (ambos en imagen de archivo). Foto: Ap.
Hace 50 años
se encontraron los diversos ríos de resistencia que surgieron y definieron los
años 60 en Estados Unidos, época que el historiador Howard Zinn calificó de revuelta general contra formas de
vivir opresoras, artificiales, antes no cuestionadas, y concluyó que nunca antes en la historia
estadunidense se habían concentrado tantos movimientos por el cambio en tan
pocos años.
La veterana organizadora, abogada y estratega Barbara Dudley
comentó a La Jornada que el 68
fue ciudades en llamas, rebeliones de ira no muy bien organizadas, fue un año
de varias rebeliones convergiendo, más o menos, pero no completamente. Había la
rebelión antiguerra y el levantamiento afroestadunidense que empezó poco antes
y que enfureció por el asesinato del reverendo King y, antes, Malcolm X.
Bill Ayers, activista que participó en la gran revuelta de jóvenes
en la Convención
Demócrata en Chicago ese año, y después fue un líder del Weather
Underground, comentó a La Jornada que lo
más importante es recordar que fueron el movimiento de derechos civiles aquí, y
las luchas de liberación nacional en Vietnam, África y América Latina las que
nos radicalizaron; el 68 en Estados Unidos no se puede ver ni entender sin esa
óptica
El 68 fue un
año de ilusiones, ira y sangre en Estados Unidos. Fue un año en que nuevos
radicales reconocían que habían sido despertados de su somnolencia dentro del
país más poderoso, por lo que se atrevieron a luchar por su liberación en
diversas esquinas del planeta, desde Vietnam hasta África, América Latina y el
Caribe, así como por los habitantes del tercer mundo dentro del primero: los
afroestadunidenses y los latinos, los inmigrantes, incluidos los jornaleros del
sindicato de César Chávez, donde se inventó la consigna del sí se puede. Se hermanaron con otros
que afirmaban lo mismo en París, Praga y la ciudad de México. La solidaridad
era verbo.Las palabras del reverendo Martin Luther King Jr eran parte de la tela moral que enredaba el movimiento social en el 68, su mensaje cada vez más radical, que ya había vinculado la lucha contra el racismo con las luchas antimperialistas, antiguerra y contra la injusticia económica. Pero además de ser un discurso pragmático en el mejor sentido, era un llamado moral a una revolución ética. (ver: https://www.jornada.com.mx/2018/04
/04/politica/003n1pol; https://www.jornada.com.mx/2018/04
/04/politica/002n1pol).
El líder de los yippies, Abbie Hoffman, al preguntarle los fiscales durante el juicio que enfrentó a causa de las protestas en Chicago en 1968 dónde vivía, respondió: “en la nación de Woodstock… una nación de jóvenes enajenados, la llevamos como un estado de ánimo de la misma manera que la nación sioux lleva a su nación con ellos. Es una nación dedicada a la cooperación versus la competencia, a la idea de que la gente debería tener medios de intercambio mejores que la propiedad y el dinero, de que debería haber otras bases de interacción humana… es una conspiración, y actualmente esa nación está en cautiverio, en las prisiones de las instituciones de un sistema en decadencia”. Sobre cuál era su profesión, respondió: soy un revolucionario cultural.
Todo esto tenía un trasfondo musical, sin el cual es imposible entender el 68. La ruta sonora de ese año fue inocencia, rabia y dolor en la guitarra de Jimi Hendrix, en la voz de Janis Joplin, en el rock más duro de Led Zeppelin, en versos diferentes que de repente brotaron en la música soul y Motown con Aretha Franklin, James Brown y Marvin Gaye entre otros.
Fue el año del álbum Blanco de los Beatles, de Born to be Wild de Steppenwolf, de Jumping Jack Flash de los Rolling Stones y Jefferson Airplane (aquí supuestamente captado por Jean-Luc Goddard en un concierto sorpresa en un azotea en medio de Nueva York en 1968).
Para cerrar el 50 aniversario del 68 estadunidense, aquí les ofrecemos una selección desorganizada de la ruta sonora del 68 (las primeras en la lista son las más emblemáticas.
Cincuenta años después, el sonoro rugir del 68
aún se escucha.
http://www.jornada.com.mx/2018/12/10/opinion/021o1mun
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=250059
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=250059
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