Argentina. Un conversatorio sin urgencias
para apropiarse del futuro
6 de
diciembre de 2018
Jorge
Falcone
“El
mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos.
La
Patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus
lenguas,
que
todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos.”
EZLN
Cuarta
Declaración de la
Selva Lacandona
Promediando la semana, cuando el lacayo que ocupa el sillón de Rivadavia aún se regodeaba ante el espaldarazo brindado por sus mandantes planetarios, un aluvión de mujeres inundaba las calles abrazando la memoria de Lucía Pérez, y numerosas organizaciones sociales se plantaban frente al Ministerio de Desarrollo Social blindado por los esbirros de Patricia Bullrich dispuestos a volver a ensayar
- ¿Llegó la hora de coordinar las variadas luchas y resistencias
locales, sociales, ambientales, territoriales y de género?
- ¿Es ya posible y necesario construir un movimiento integral
articulado a nivel nacional?
- ¿Es preciso pensar en organizar una alternativa política
independiente?
Como suele ocurrir en espacios signados por la heterogeneidad, la charla se fue espiralando desde lo general a lo particular, pasando de compartir el afligente diagnóstico que merece la realidad nacional a los posibles remedios para conjurarla.
El ameno coloquio puso de manifiesto que la miseria imperante no favorece el pensamiento estratégico, que el progresismo neutralizó el potencial disruptivo del movimiento social de nuevo cuño que se manifestó hacia el Argentinazo de 2001, y que la vigencia de una división política sumamente asimétrica continúa divorciando las causas que se privilegian en la metrópoli de las que abraza el interior profundo.
Durante el riquísimo intercambio mantenido se apuntó a cuestionar el sentido común imperante desde perspectivas plurinacionales capaces de evitar la tendencia con que a menudo la academia designa a los pueblos originarios mediante etiquetas que le son culturalmente ajenas, a propósito de lo cual se objetó la costumbre de incluir su causa en la disputa por el territorio, mientras ellos prefieren hablar del derecho a la libre determinación para habitar un universo material y espiritual.
Algunas intervenciones instaron a interpelar a viejos y nuevos decisores sociales, como la comunidad científica o el cada vez más influyente movimiento evangélico.
En todo momento sobrevoló la necesidad de ir vinculando aquel “mar de fueguitos” del que nos habló Eduardo Galeano, sorteando los numerosos obstáculos que conlleva hacerse cargo de semejante empresa.
En un contexto de gran diversidad experiencial, l@s presentes coincidieron en buscar un eje de trabajo capaz de dar cuenta del interés común, objetivo que puso en consideración sucesivamente las nociones de soberanía (política, territorial, ambiental, alimentaria, de género), autodeterminación o Buen Vivir, aclarando que se impondrá profundizar el horizonte simbólico de cada una de esas categorías a fin de no replicar caminos ya ensayados sin resultado satisfactorio.
No faltó quien, para rasgar los nubarrones del presente inmediato introdujo el haz de luz de la candente experiencia de los chalecos amarillos franceses, recordando que – aún cuando la suerte parece echada – la Historia suele sorprender con giros difíciles de prever, en los que el poder constituyente impone sus reglas al poder constituido.
Por último, se acordó mantener un funcionamiento en red y retomar el debate durante el año próximo, a conciencia de – que pese a las numerosas evidencias de agotamiento de la democracia formal – buena parte de nuestr@s compatriotas alimenta expectativas de aliviar sus padecimientos socioeconómicos de cara a las próximas elecciones, circunstancia que aconseja proceder sin prisas. Pero también sin pausa.-
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/12/06/argentina-un-conversatorio-sin-urgencias-para-apropiarse-del-futuro/
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