Un Plan Colombia para
Argentina y América Latina
25
de abril de 2017
Por radio La Negra
Luego de la experiencia de la "Escuela de las
Américas", que sirvió como escenario para adiestrar a los militares
asesinos y torturadores de América Latina con el objetivo de que asestaran los
golpes dictatoriales en cada uno de nuestros países, Estados Unidos ha cambiado
y mejorado su estrategia intervencionista.
El paso de la Escuela de las Américas dejó varios millones de panameños muertos, dato que ninguno de nosotros parecemos recordar. Es que el asesinato no se hizo por manos directas de marines estadounidenses, sino por las manos de las propias fuerzas militares panameñas. Sí, millones.
El paso de la Escuela de las Américas dejó varios millones de panameños muertos, dato que ninguno de nosotros parecemos recordar. Es que el asesinato no se hizo por manos directas de marines estadounidenses, sino por las manos de las propias fuerzas militares panameñas. Sí, millones.
Las dictaduras sirvieron, no sólo para frenar
la creciente organización popular que se daba en nuestros países, sino que
además, para poder instalar políticas económicas como el neoliberalismo, que
rompía con las políticas proteccionistas que habían dejado toda una serie de gobiernos
e impulsos obreros organizados en sindicatos y que llevaban a la
industrialización y crecimiento. Con la apertura a las importaciones, las
industrias nacionales cayeron fuertemente, el sindicalismo tomaba fuerza y la
represión no se hizo esperar. El Rosariazo, el Cordobazo y varios otros
levantamientos populares fueron la respuesta popular, que junto a las
organizaciones populares, intentaron detener esta avanzada capitalista.
Hoy, la izquierda aparece como desarmada, y en
todo caso, lejos de poder montar una insurgencia capaz de responder
militarmente a una represión por parte de gobiernos títeres de los intereses
empresariales. Pero la presión (económica y política) hace que surjan
respuestas populares. Esto lo saben muy bien quienes han estudiado la historia. El Plan
Colombia, es eso, una nueva estrategia intervencionista yankee, que ingresa ya
no violentamente como un golpe, sino suavemente como una democracia dura.
Hay una imagen que lo grafica, y es que si se
mete a una rana en una olla de agua fria y se pone esta a fuego lento, la rana
nunca se dará cuenta de que se está cocinando, y por eso no hará lo que haría
si uno pone a una rana en una olla con agua caliente: saltar fuera de ella. Se
quedará adormecida, hasta que pronto esté cocida sin darse cuenta.
El Plan Colombia, se desarrolló en ese país, y
fue allí porque era una situación que podía ser el peor de los escenarios
posibles. En Colombia subsisten varias guerrillas armadas y con fuerte arraigo
popular desde hace ya más de cuarenta años. Estados Unidos ha intentado
exterminarlos con avanzadas militares como la famosa emboscada de Marquetalia,
pero ni así lograron detener el crecimiento del movimiento armado insurrecto.
Desde el año 2000, Estados Unidos entró en
Colombia con otra estrategia: Un Plan para la Paz. Así , a diferencia de
la estrategia de los setenta, los protagonistas no serían los militares, sino
los policías. Ya no se realizarían cambios visiblemente estructurales, sino a
nivel de municipios y provincias. La incorporación de nuevos Codigos
Contravencionales que transforman a las fuerzas policiales en actor político
capaz de juzgar y castigar sin necesidad de otras divisiones de poderes, aúna
en la policía el poder ejecutivo, el legislativo, el judicial y las fuerzas de
choque. Esta estrategia se intentó implementar hace ya varios años en nuestro
país, y afortunadamente, en varios municipios se logró frenar, demostrando su
inconstitucionalidad. Pero si no existe la necesidad social de endurecer los
códigos, esto se fabrica con medios
masivos de comunicación y con estrategias de aumento de la violencia liberando
y habilitando a bandas paramilitares y de narcotráfico.
México vive esta situación hace ya varios
años. Igualmente pasa en Brasil con las fabelas. Luego, se introduce el termino
acuñado por los yankees "narco guerrilla", y se engloba a toda la
oposición, a la izquierda y a estas mismas bandas delictivas en un mismo bando,
habilitando la intervención de Estados Unidos para asegurar la gobernabilidad.
Los medios
masivos necesitan instalar un acostumbramiento e insensibilidad frente a la
violencia, a la muerte, a la falta de derechos básicos, porque es lo que hace
"que la rana no salte de la olla", y aunque parezca raro, incluso
siendo ellos mismos el gobierno, es por esto que se pone como agenda la violencia. Violencia
que es repicada por muchos de nuestros medios
en forma de denuncia, pero que lamentablemente no hace más que fijar los ojos y
oídos de todos en lo que ellos quieren que veamos y oigamos.
Seguiremos hablando sobre El Plan Colombia.
Pero nos gustaría quedarnos con algunas preguntas: ¿Cómo podemos contrarrestar
una maniobra semejante? ¿es que acaso ya no podemos hacer nada para revertir
esta situación? ¿Y si pensáramos cuáles han sido sus herramientas para entender
cómo funciona su estrategia? ¿Como medios
alternativos, comunitarios y populares, podemos fijar otra agenda, una
nuestra?¿Cuál sería?¿No existen organizaciones populares que hayan logrado
romper con las lógicas que ellos necesitan para instalar su modelo? ¿Qué es lo
que han hecho para lograrlo?
Adelantándoles que no todo está perdido, y que
muchas más preguntas que respuestas seguramente tendremos, nos despedimos
proponiéndoles investigar sobre este tema
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14054
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