5 000 años de deuda como arma de desposesión
Salir del círculo vicioso de
la deuda
privada ilegítima al Sur del planeta
28 de abril de 2017
Por Eric Toussaint
Tercera parte
Tanto en Asia, como en África y en América Latina y el
Caribe, el «sistema deuda»
se endurece como en los países más industrializados.
Varios cambios
fundamentales se produjeron en el transcurso de los últimos cuarenta años,
principalmente desde el estallido de la crisis de la deuda del Tercer Mundo al
comienzo de los años 1980.
Las políticas de austeridad de ajuste estructural favorecen el recurso al endeudamiento privado
Esas políticas de ajuste estructural se generalizaron
utilizando el pretexto de la crisis de la deuda pública.
Y esa crisis había sido provocada por el efecto conjunto de la caída de los
precios, a partir de 1981-1982, de los productos exportados por el Tercer Mundo
en el mercado mundial y por el aumento de los tipos de interés impuesto
por la Reserva Federal de
Estados Unidos desde 1979-1980. |1| La aplicación de las políticas de
austeridad y de ajuste estructural dominó el final del siglo XX en la mayoría
de países, en particular en los países llamados «en desarrollo» y en los países
del ex bloque del Este.
Las políticas de ajuste estructural fueron dictadas por las
instituciones internacionales mientras que los gobiernos de derecha estaban
satisfechos de poder apoyarse en esas circunstancias para aplicar una serie de
contrarreformas que servían, todas, a los intereses de las grandes empresas
privadas, de las grandes potencias y de las clases dominantes locales. |2| Esas políticas degradaron las condiciones de
vida de una parte importante de la población, especialmente en las zonas
rurales aunque también en el medio urbano. ¿Cuáles fueron las medidas que
provocaron esa mayor necesidad de la población de recurrir a la deuda privada
para intentar sobrevivir? Podemos enumerar las siguientes:
·
el fin de las subvenciones a una serie
de productos básicos (alimentos, combustibles para la calefacción…) y de
servicios (electricidad, agua, transporte), lo que produjo un encarecimiento de
la vida;
·
la política de cobro, por parte de los
usuarios, de los costes en los sectores de la educación y de la salud. Esto provocó
que las clases populares se tuvieran que endeudar para pagar los gastos en
escolaridad y salud;
·
la supresión o privatización de los
bancos públicos, especialmente aquellos que tenían a su cargo el crédito a los
campesinos, a quienes condujo a caer en manos de los usureros y/o de los
organismos de microcrédito,
·
la supresión de las sociedades públicas
que compraban a los agricultores los productos agrícolas de base a precios
garantizados, fijados por adelantado; esa supresión tuvo efectos dramáticos
cuando se produjo la caída de los precios de los productos agrícolas en el
mercado local y mundial, y eso los empujó al endeudamiento;
·
el fin del stock de cereales a cargo de
las autoridades públicas que, antaño, garantizaba la seguridad alimentaria en
caso de malas cosechas y de otros acontecimientos negativos. El fin del stock
favoreció el aumento súbito y especulativo del precio de los alimentos, y llevó
a las familias a endeudarse para poder comprar alimentos a cualquier precio;
·
la apertura del mercado interno a la
competencia de las importaciones y de las inversiones extranjeras, que condujo
a la quiebra de múltiples empresas locales y a la miseria de los pequeños
productores (agricultores, artesanos…)
·
la intensificada promoción de la
revolución verde y del recurso a los insumos químicos (fertilizantes, pesticidas…)
o a las semillas genéticamente modificadas (OGM).
Esto condujo a los campesinos a pedir préstamos para comprar en el mercado las
semillas, los pesticidas, los fertilizantes, etc., con la esperanza de poder
pagar una vez terminada la cosecha y su venta en el mercado;
·
la privatización de tierras (podéis ver
las contrarreformas en México en 1993, en Egipto en la misma época y en otros
numerosos países);
·
el acaparamiento de tierras por
sociedades extranjeras;
·
la reducción del empleo en la función
pública;
·
la congelación o reducción de los
salarios;
·
la generalización del IVA y de otros
impuestos indirectos,
·
la reducción de las pensiones allí
donde existían.
La combinación de
estas contrarreformas y medidas aumentó la necesidad de recurrir al
endeudamiento en las clases populares, tanto para el consumo diario como para
realizar mini inversiones en el sector informal urbano, y entre los pequeños y
medianos agricultores.
El desarrollo del microcrédito a partir de los años 1980-1990
Las iniciativas sobre el microcrédito se desarrollaron a
partir de los años 1980. Desde el comienzo, los gobiernos y las grandes
instituciones internacionales como el Banco Mundial respaldaron la promoción del
microcrédito. Ese es el caso de Colombia, como lo describe Daniel Munevar en su
estudio inédito. |3| En ese país, con el apoyo de fundaciones
privadas, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del gobierno de Estados
Unidos, las microfinanzas se desarrollaron al comienzo de los años 1980. Un
plan de desarrollo de microcréditos a las pequeñas empresas del sector informal
fue adoptado por el gobierno colombiano ya en 1984. Otras experiencias
similares se implantaron en Bolivia, Perú y México. La institución de
microcrédito más conocida en el ámbito mundial es sin duda el Grameen Bank
fundado a fines de los años 1970 por Muhammad Yunus en Bangladesh. Por otro
lado, el Banco Mundial promovió las microfinanzas en forma sistemática. La
Organización de las Naciones Unidas se unió a esa política y proclamó el año
2005 como el «año internacional del microcrédito». En 2006, se atribuyó el
Premio Nobel de la Paz a Muhammad Yunus y al Grameen Bank. Ese año, los jefes
de Estado y de gobierno, y en primera fila Jacques Chirac, José Luís Rodríguez
Zapatero, George W. Bush, Luiz Inácio Lula Da Silva, sin olvidar a Bill Clinton
y Bill Gates, cantaron loas al microcrédito.
El reto es muy grande
Con un importante apoyo institucional de los
gobiernos |4| y de varios organismos internacionales, las
instituciones de microcrédito fueron progresivamente multiplicándose en los
países en desarrollo. A escala mundial, cerca de 2.000 millones de adultos no
tienen cuenta bancaria. Eso abre una perspectiva de desarrollo extraordinario
para las empresas de microcrédito. En 2014, eran 1.045 con 112 millones de
clientes, de los cuales el 81 % eran mujeres, y una cartera de crédito de
87.000 millones de dólares. Además, el 57 % de los y las demandantes de crédito
vivían en zonas rurales. Estos datos que corresponden a 2014 se sacaron de un informe
titulado Baromètre 2016 de la microfinance. |5| El documento fue editado en francés por un
“consortium” que reunía a los tres principales bancos franceses (BNP Paribas,
Crédit Agricole, Société Générale), la Fundación Grameen
– Crédit Agricole, Renault, Véolia (primera transnacional mundial para los
servicios de agua, energía y residuos), Master Card, Engie (GDF SUEZ), Danone
(agroalimentaria), KPMG (una de las cuatro firmas de auditoría a nivel
mundial), Vinci (infraestructuras de transporte y gestión: autopistas,
aeropuertos, energía, BTP), el Ayuntamiento de París, el gobierno monárquico del
principado de Mónaco, el ministerio francés de Relaciones Exteriores y de
Desarrollo Internacional… La gran mayoría de los créditos concedidos
se sitúan entre los 100 y los 1000 dólares.
La mayoría de los bancos
privados internacionales crearon una rama de microcréditos encargada de
detectar las ocasiones propicias para introducirse en el sector, mediante, en
general, la asociación con agencias de microcrédito ya existentes.
Ciertamente, los
montos prestados son pequeños pero, como ya hemos mencionado, 2.000 millones de
adultos no tienen ninguna cuenta bancaria y son potenciales clientes del
microcrédito. Hay que tener en cuenta dos factores muy importantes: en primer
lugar, los tipos de interés reales practicados en el sector de las
microfinanzas (al añadir al tipo oficial, las diversas comisiones exigidas por
los prestamistas) oscilan entre el 25 y el 50 %; en segundo lugar, según las
agencias de microcrédito, el porcentaje de cobro es superior al 90 %, ya que
los pobres tienen la tendencia a hacer lo imposible con tal de devolver un
préstamo.
Un reto estratégico para el capitalismo
El sistema capitalista funciona porque busca permanentemente
cómo penetrar y dominar esferas, espacios que no domina por completo. A fines
del siglo XX, consiguió una enorme victoria con la restauración de las
relaciones capitalistas en sociedades como la de la URSS, la de los otros
países europeos de ese bloque, así como en las de China y Vietnam. El
capitalismo aborda la crisis ambiental como una ocasión para desarrollar el
mercado de los permisos de contaminación y el capitalismo verde. |6| Desde los años 1960, con el desarrollo de
la revolución verde, logró encadenar a centenares de millones de campesinos al
engranaje de las relaciones capitalistas haciéndolos dependientes de las
semillas, pesticidas, herbicidas, fertilizantes, etc. que patenta y produce. A
partir de los años 1990, se desarrolló una nueva ola de desposesión mediante
una política de acaparamiento de tierras a gran escala en el ámbito
internacional. |7|
Desde los años
1980, con el desarrollo del microcrédito, el capitalismo tiene como objetivo
introducir, progresivamente, a los 2.000 millones de adultos que todavía no
tienen ninguna cuenta bancaria en el circuito financiero que domina. Estas
2.000 millones de personas, en su mayoría mujeres, ya están introducidas en las
relaciones monetarias de manera más o menos profunda, pero una parte del
trabajo realizado y una parte de lo producido todavía permanece en la esfera
doméstica o comunitaria no monetaria (producción alimentaria de
autosubsistencia y trabajo en el hogar). Es un reto estratégico para los
capitalistas conseguir introducirlas, de manera sistemática, en el sistema
capitalista mediante el endeudamiento formalizado a través de relaciones
contractuales de préstamo. Se trata, por ejemplo, de acabar con el sistema
tradicional de mutualización del ahorro entre mujeres, allí donde todavía
existe. Acabar, por ejemplo, con las «tontinas» del África subsahariana, un
sistema en el que las mujeres ponen en común sus ahorros y se prestan por
turnos las sumas necesarias para algunos gastos extraordinarios o para
proyectos y/o inversiones. Introducir mediante el endeudamiento la parte de la
humanidad que, hasta ahora, no estaba todavía plenamente insertada en las
relaciones formales (contractuales) capitalistas, constituye realmente un reto
estratégico.
Y por ello, se está
desarrollando en ese terreno la actividad de los gobiernos, de los organismos
internacionales como el Banco Mundial y todos los bancos multilaterales que
operan en los países del Sur (Banco Africano de Desarrollo, Banco Asiático de
Desarrollo, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Europeo de Inversiones,
etc.), de las grandes empresas financieras comerciales (las grandes cadenas de
distribución), de las sociedades de comunicación (principalmente las de la
telefonía móvil).
Al lado del microcrédito propiamente dicho, sobre el que
trata este artículo, hay que contar también el desarrollo del crédito al
consumo otorgado por las cadenas de distribución comercial en un gran número de países emergentes. Y subrayar también el desarrollo de la
utilización de los teléfonos móviles para efectuar pagos y transferencias de
dinero, especialmente por personas que no tienen cuentas bancarias. |8|Este crecimiento de pagos mediante el
teléfono móvil merece un estudio específico.
La fábula del microcrédito
La cuestión
principal para Muhammad Yunus es: «¿Cómo autorizar que la mitad más frágil de
la población del mundo pueda unirse a la corriente principal de la economía
mundial y adquirir la capacidad de participar en el libre mercado?».4 Yunus
parte del postulado de que la economía mundial funciona bien por medio del
libre mercado: el único problema de los pobres es que todavía no traspasaron el
umbral. Acceder a un primer préstamo les abrirá el paso. ¿Los bancos consideran
que los pobres no son solventes? ¿Y no les otorgan préstamos? Yunus comprobará
qué pasa cuando se conceden préstamos a los pobres. Con sus equipos, presionará
sobre este tema: «Cuando alguien trata de esquivar un ofrecimiento de préstamo
con el pretexto de que no tiene experiencia en los negocios y no quiere aceptar
ese dinero, nosotros buscamos convencerlo que la cuestión es encontrar una idea
de actividad económica para realizar» Endeudaos en primer lugar y luego veremos
que llegaréis a hacer… Para Yunus, «el social-business es la pieza que falta en
el sistema capitalista. Su introducción puede permitir salvar el sistema». La
cuestión es saber si hay que salvar un sistema mortífero.
Numerosos estudios empíricos dedicados al microcrédito y
muchos autores muestran que estos créditos realmente no permiten a los clientes
a salir estructuralmente de la pobreza. |9| El microcrédito hunde a una gran parte de
sus usuarios en el endeudamiento, incluso en el sobreendeudamiento. No permite
el desarrollo de empresas en el sector formal. Las microempresas que se
endeudan con las agencias de microcréditos no logran salir del sector informal.
El microcrédito tampoco permite a las colectividades locales fortalecerse y
reemplazar unos servicios públicos degradados o en desaparición debido a la
retirada del Estado, en el marco de las políticas neoliberales. De hecho, el
microcrédito reproduce los mecanismos que generan la pobreza. Una vez
endeudados, las personas, en su mayoría mujeres, son desposeídas con mayor
facilidad, sometidas y obligadas a tratar de incorporarse en el mercado del
trabajo asalariado, para encontrar una fuente de subsistencia. De tal manera,
estas mujeres contribuyen a aumentar la masa de desempleados y a provocar una
disminución de los salarios. En numerosas situaciones, las clientas de las
instituciones de microcrédito que tienen dificultades para cumplir con sus
pagos terminan por recurrir a los usureros tradicionales que ponen menos
condiciones, pero exigen tipos de interés aún más elevados.
Cuatro ejemplos concretos ligados a los microcréditos: Bangladesh, Colombia, República de Sudáfrica, Marruecos
Bangladesh: un país emblemático del microcrédito
En Bangladesh, el país donde los microcréditos están más desarrollados,
sobre una población de 160 millones de habitantes, en 2015, se habían
concedidos microcréditos, de un monto promedio de 200 euros (17.000 takas, la
moneda de Bangladesh), a 29 millones de personas. |10| Más del 80 % de estos prestatarios son
mujeres. Abul Kalam Azad, miembro del CADTM, trabaja para Action Aid en Daca,
capital de Bangladesh, y nos explica: «El microcrédito en su funcionamiento
“clásico”, consiste en conceder pequeños préstamos a varios deudores reunidos
en un solo grupo. Este, que se beneficia de un préstamo, está compuesto de
entre 25 y 30 personas que deben comprometerse a cumplir con 16 principios
(cuyo objetivo es garantizar que los prestatarios actuarán de manera colectiva
e inclusive como un grupo de deudores). Los miembros de un grupo comienzan por
constituir un fondo de ahorro común, antes de dirigirse a una agencia de
microcrédito para, sobre esa base, pedir el préstamo. Más recientemente, las
agencias de microcrédito comenzaron a otorgar créditos individuales. En este
caso, el deudor tiene que constituir una garantía ante la agencia que debe ser
un 30 % del monto contratado». |11|
El tipo de interés
real varía entre el 35 y el 50 % (si se tienen en cuenta las comisiones
oficiales descontadas previamente). En consecuencia, vistas las dificultades
para hacer frente a tales intereses, una cliente de las microfinanzas (usamos
el femenino ya que casi todas son mujeres) se endeuda, por término medio, con
tres organismos de microcréditos. Tomemos un ejemplo ficticio pero totalmente
plausible. Una mujer comienza por pedir un préstamo al Grameen Bank
(actualmente el tercer banco de microcréditos en términos de volumen en
Bangladesh). Si no llega a pagar a tiempo, toma otro préstamo en BRAC (que es
el principal organismo de microcréditos) para poder reembolsar a Grameen.
Luego, al no poder reembolsar ni a Grameen ni a BRAC, va a ASA (el segundo
banco de microcréditos). Si continúa sin poder pagar sus deudas, esta mujer
decide desaparecer con su familia. Si la familia vive en una aldea, la
abandonan sin dejar ninguna dirección y se van a la ciudad para fundirse en la
masa, llevando encima un sentimiento de culpabilidad. Daca, la capital, tiene
ya 14.5 millones de habitantes y crecen otras ciudades.
La dificultad para
hacer frente al reembolso de los microcréditos constituye un factor importante
de estrés y de humillación para las personas endeudadas. Según Abul Kalam Azad:
«Las dificultades ligadas al reembolso del microcrédito indujeron un enorme
estrés en el seno de las familias que contrataron los préstamos.» Como una gran
parte de las personas que demandan microcréditos no tienen ninguna propiedad
inmobiliaria, la desposesión no se hace sobre la tierra o el domicilio, sino
sobre la garantía del 30 % que la prestataria tuvo que depositar en la agencia
que le otorgó el microcrédito.
Para comprender
cómo los organismos de microcrédito logran tener una tasa de reembolso de más
del 98 %, hay que tener en cuenta ese importante factor. Una persona que desea
pedir un préstamo debe depositar en garantía del 30 % del monto acordado. Si no
consigue pagar ese préstamo, el organismo de microcrédito se queda con esa
garantía. Es así como las agencias de microcrédito llegan a ese nivel de
reembolso del 98 %. Y eso esconde en realidad un fenómeno de desposesión, la de
un número importante de personas que no logran hacer frente a sus obligaciones
de pago, pierden la garantía que habían depositado y abandonan la aldea para
escapar del oprobio.
Una aclaración
suplementaria: en Bangladesh, los tres principales bancos de microcrédito
controlan el 61 % del mercado. Cuando os desplacéis por Daca, la capital,
veréis que la mayoría de los cajeros automáticos pertenecen a esos tres
principales bancos.
Colombia: el microcrédito respaldado sistemáticamente por el Estado
Como ya se ha indicado, el gobierno colombiano y el de
Estados Unidos, así como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo, intervinieron activamente en el lanzamiento, respaldo y extensión
de las microfinanzas. En este país, las microempresas, que representan la
mayoría de los empleos, constituyeron el principal objetivo de los
microcréditos. Cinco instituciones dominan el sector y controlaban el 72 % de
los créditos en 2014. El principal banco de microcrédito Bancamia, esta ligado
al segundo gran banco privado español, el BBVA. El Estado los apoya de manera
estructural. En 1996, Corposol/Finansol, que controlaba el 40 % del mercado de
los nuevos créditos a las microempresas, tuvo que ser rescatado con la ayuda de
las finanzas públicas ya que había dado prioridad a la búsqueda a cualquier
precio de la máxima expansión. |12| Los altos ejecutivos de los bancos de
microcrédito provienen de los grandes bancos privados, especialmente de Estados
Unidos como el City Bank. Todas las evaluaciones realizadas por el gobierno
colombiano loan los resultados positivos de lo que llaman la industria del
microcrédito. La razón es simple: esas evaluaciones solamente toman en cuenta
el crecimiento del sector de las microfinanzas sin preocuparse de sus efectos
sobre la actividad económica, sin indagar sobre la capacidad de las
microempresas para salir del sector informal y pasar al sector formal de la economía. En
realidad, las microfinanzas de Colombia mantuvieron las microempresas en la
informalidad y las empujaron al sobreendeudamiento lo que aumentó el porcentaje
de impagos. Desde el año 2000, el gobierno convenció a los grandes bancos
privados de invertir en las microfinanzas. Entre 2002 y 2006, se invirtieron
130 millones de dólares por año, con una amplia garantía publica en caso de
impagos o quiebra. |13| La cantidad de créditos que se
beneficiaban de la garantía del Estado se quintuplicó entre 2001 y 2005. Visto
esto, el gobierno decidió aumentar aún más el número de microcréditos
concedidos y se fijó como objetivo alcanzar la concesión de 5 millones de
microcréditos entre 2006 y 2010. El objetivo fue superado, se otorgaron 6,1
millones de créditos. Para el período 2010-2014, el mismo éxito: mientras que
el gobierno quería alcanzar los 7,7 millones de microcréditos, el total
alcanzado fue de 10,2 millones de microcréditos. Pero el programa, en plena
expansión, no había logrado mejorar la calidad del empleo. En 2006, bajo la
presión de los bancos de microcrédito, el gobierno autorizó un aumento del tipo
de interés. |14| Las tipos autorizados podían situarse
entre el 22,6 % y el 33,9 %.
A partir de 2010, los tipos admitidos de nuevo fueron
aumentados, y podían oscilar entre el 30 y el 50 %. Además, el gobierno autorizó
la introducción de tipos variables con una indexación trimestral. En Colombia,
la expansión del microcrédito es exponencial. Se pasó de un volumen total de
136 millones de dólares en 2002
a 3.800 millones de dólares en 2016, o sea, un
crecimiento anual del 28,1 %. Si se consideran los montos individuales
otorgados en estos créditos, en 2015, el 72 % oscilaba entre 1 y 25 veces el
salario mínimo legal, mientras que el 28 % restante oscilaba entre 25 y 120
veces ese salario. En 2015, el rendimiento sobre fondos propios (ROE)
era extraordinario: |15| Bancamia llegó al 11,7%, el Banco Mundial
de las Mujeres (¡sic!) (WWB) 9,1 5 y el banco Mundo Mujer, 21 %. Goldman Sachs,
uno de los bancos más rentables a escala mundial, obtiene resultados netamente
inferiores.
Mientras que la salud aparente de los bancos colombianos
especializados en el microcrédito es excelente, no pasa lo mismo con las
personas y las microempresas demandantes de esos créditos. El 32 % de sus
clientes están sobreendeudados y han pedido una reestructuración de sus deudas,
que pasa esencialmente por una extensión del período de reembolso. Con una
coyuntura económica que se ha degradado durante 2016-2017 en Colombia, la
cantidad de impagos aumentó fuertemente. |16|
República de Sudáfrica: Allí es frecuente que los patrones, bajo una orden judicial, deduzcan directamente del salario de sus trabajadores el dinero que deben pagar al banco.
El 16 de agosto de 2012, en la región de Marikana,
Sudáfrica, la policía abrió fuego contra los mineros en huelga y mató a treinta
cuatro trabajadores. Este episodio trágico es, a menudo, considerado como el
suceso que marcó un cambio en la historia de la democracia en ese país, que
había sido llamado «nación arco iris». Lo que revela, no es solo el apoyo casi
incondicional que la ANC (que llevó adelante la lucha anti apartheid) y la
nueva clase dirigente negra le otorgan a las fuerzas del capital, sino también
la importancia del grado de endeudamiento de los mineros. Lo esencial de su
deuda corresponde a los «micro prestamistas»; de hecho, el crecimiento del
microcrédito en Sudáfrica es totalmente excepcional. Los sudafricanos que ganan
entre 3.500 y 10.000 rands por mes (un salario obrero) dedican hasta el 40 % de
sus ingresos a pagar créditos. Es frecuente que los patrones, bajo orden
judicial, deduzcan directamente el monto a pagar del salario de los
trabajadores. Si los mineros estaban en huelga en 2012 para obtener un aumento
de salario, es porque esas deducciones los dejan con tan poco dinero que apenas
pueden sobrevivir. Además, se habían endeudado a tipos de interés usurarios,
con prestamistas salvajes que se multiplicaron cerca de las minas o en
localidades como Marikana. |17|
Marruecos: cuando las víctimas se organizan
Desde mediados de los años noventa, el Estado marroquí
promovió los microcréditos a través de financiaciones públicas nacionales e
internacionales (Fondos Hassan II para el desarrollo, PNUD, USAID…). Actualmente, son trece
instituciones coordinadas en el marco de la Federación Nacional
de Asociaciones de Microcrédito, de las que cuatro representan el 95 % de los
préstamos (entre ellas dos filiales de bancos) que estructuran el sector. Este
sufrió una crisis, de 2008 a
2011, debido a impagos de los préstamos, que se concretó, entre otras, en la
quiebra de la
fundación Zakoura que conllevó la intervención del Estado
para reorganizar y consolidar esas estructuras.
Desde los años 1990
hasta fines de 2015, cerca de 50.000 millones de dirhams se distribuyeron en
préstamos. Los préstamos eran de 500 dirhams hasta 50.000 dirhams (entre 50 y
5000 euros) como máximo y a un tipo de interés efectivo medio del 35 %, aunque
puede ser mayor.
Aprovechándose de
las situaciones de urgencia a las que se ven confrontados las y los demandantes
de préstamos, de su nivel de estudios y de su desconocimiento de los
procedimientos, los organismos de microcréditos esconden el tipo de interés
efectivo anual real, informando solamente del interés mensual.
Las dificultades de reembolso de préstamos excesivos y la
aplicación de tipos de interés usurarios explican el nacimiento de un
movimiento de víctimas de microcréditos en la región de Ouarzazate (sudeste de
Marruecos) en 2011. |18| Ese movimiento reunió a cerca de 4.500
víctimas, en su gran mayoría mujeres. ATTAC CADTM Marruecos apoyó esa lucha y
la consideró como una lucha justa contra la codicia de las instituciones
bancarias e inversores que las controlan, al mostrar el carácter ilegítimo e
ilegal de esos préstamos.
Como lo declara ATTAC CADTM Marruecos: «Por medio de su
lucha, este movimiento reveló la falsedad del objetivo declarado de estas
instituciones de microfinanzas, incluso en la ley que las rige, y los medios ilegales a los que estas instituciones
recurren en el caso de las deudas impagadas. Los prestatarios fueron amenazados
en diversas formas y despojados de sus bienes. Las mujeres, en particular,
tuvieron que hacer frente a enormes presiones: algunas abandonaron a sus
familias, otras emigraron, pero hay quienes se vieron forzadas a recurrir a la
prostitución.» |19|
Los organizadores del movimiento fueron encausados por la
justicia y condenados a severas penas en un primer momento. Sin embargo, ante
la fuerte movilización de las víctimas y la solidaridad internacional que
recibieron, el tribunal finalmente pronunció su absolución. |20|
Como lo señala ATTAC CADTM Marruecos: «La cuestión de los
microcréditos supera a la cuestión de avaricia y codicia de las instituciones
financieras internacionales y locales ya que plantea el problema más general
del tipo de políticas implantadas para luchar contra la pobreza y de manera más
general incluso el modelo de desarrollo que subyace en estas políticas. Por un
lado, se suprimen los medios de
subsistencia de una parte de la población, por el acaparamiento de tierras, la
extensión del agrobusiness, el cierre de servicios públicos o su privatización,
y, por otro, se le presta dinero a la gente de manera que sea solvente para
acceder a servicios de pago: escuelas privadas, clínicas, etc., y al mismo
tiempo pedirle que cree sus propias actividades generatrices de ingresos en un
mundo en crisis y retirándole, de paso, una parte importante de los beneficios
de la operación.» |21|
Otros mecanismos de deudas privadas
Otros mecanismos de
endeudamiento privado tienen una función fundamental en los llamados países en
desarrollo, ya sean emergentes o no.
En China, más de un centenar de millones de personas son
víctimas de una enorme burbuja inmobiliaria en desarrollo desde hace diez años.
Las viviendas alcanzan precios astronómicos. Decenas de millones de campesinos
son víctimas de la especulacióninmobiliaria
que conlleva un encarecimiento de las tierras agrícolas próximas a las
aglomeraciones urbanas. Los bancos chinos se lanzaron a conceder créditos
hipotecarios en forma cada vez más masiva y los abusos se multiplican por parte
de los banqueros. El porcentaje de impagos aumenta. Cuando el precio de los
inmuebles se desplome, las familias amenazadas de desahucio se contarán por
decenas de millones.
En la India, se
contabilizaron, durante los últimos 20 años, más de 300.000 suicidios de
campesinos endeudados y el número de víctimas no disminuye. 13
En resumen, en este comienzo del siglo XXI, tanto en el Norte como en el Sur del planeta, las personas oprimidas se ven confrontadas a un recrudecimiento de la utilización de las deudas privadas como mecanismo de sometimiento, de expoliación y de desposesión. Es por ello que el CADTM decidió integrar entre sus actividades la lucha por la abolición de las deudas privadas ilegítimas.
Agradecimientos: El autor agradece
por la lectura y por sus sugestiones a: Damien Millet y Claude Quémar. También
agradece a Daniel Munevar por su ayuda en las investigaciones.
El autor es el
único responsable por los eventuales errores contenidos en este texto.
Fin de la tercera parte.
Para leer la primera y segunda parte ir, respectivamente, a:
Romper el círculo vicioso de las deudas privadas ilegítimas,
Romper las cadenas de las deudas privadas ilegítimas.
Para leer la primera y segunda parte ir, respectivamente, a:
Romper el círculo vicioso de las deudas privadas ilegítimas,
Romper las cadenas de las deudas privadas ilegítimas.
La cuarta parte
versará sobre las alternativas.
Traducido por Alberto Nadal y Griselda Pinero
Notas (…)
Autor
es maître
de conférence en la
Universidad de Lieja, es el portavoz de CADTM Internacional y es miembro del
Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de diversos libros, entre ellos: Bancocracia Icaria Editorial, Barcelona 2015,,Procès d’un homme exemplaire, Ediciones Al
Dante, Marsella, 2013; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta
la actualidad, Icaria, 2010; La
Deuda o la Vida (escrito
junto con Damien Millet) Icaria, Barcelona, 2011; La
crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010; La
bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002.
Es coautor junto con Damien Millet del libro AAA,
Audit, Annulation, Autre politique, Le Seuil, París, 2012. Coordinó los
trabajos de la Comisión de la Verdad
Sobre la Deuda, creada por la presidente del Parlamento griego.
Esta comisión funcionó, con el auspicio del Parlamento, entre abril y octubre
de 2015. El nuevo presidente del Parlamento griego anunció su disolución el 12
de noviembre de 2015. A
pesar de ello, la comisión prosiguió sus trabajos y se constituyó legalmente
como una asociación sin afán de lucro.
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Fuente: http://www.cadtm.org/Salir-del-circulo-vicioso-de-la
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