Los días de marzo en
Argentina
3
de abril de 2017
Por Daniel Campione (Rebelión)
El mes de marzo que termina ha sido escenario de un conjunto de movilizaciones cuya masividad y continuidad resultan llamativas. Una convocatoria de la CGT, dos de maestros, la del paro internacional de mujeres del 8 de marzo, un acampe en la 9 de julio de los movimientos piqueteros. Grandiosa movilización por el aniversario del 24 de marzo, esta vez colmada de consignas antigubernamentales. Como cierre una marcha convocada por las dos CTA el día 30. Todas fueron masivas, algunas consiguieron una repercusión enorme, hasta el punto de sorprender a sus organizadores. El repudio a la política del gobierno y el reclamo de que se convoque a un paro general (finalmente dispuesto por la CGT para el mes de abril) estuvieron presentes de modo invariable.
La presencia predominante de trabajadores, tanto “en blanco” como precarios fue una nota distintiva. Incluso la marcha de las mujeres contó con una alta cuota de protagonismo del sector femenino (y en menor medida de los varones) de múltiples sindicatos. Esa presencia obrera tuvo el signo de la oposición radical al gobierno, de cierto hartazgo con las políticas “opositoras” que apuestan a la “gobernabilidad” y al “diálogo fluido” con los altos funcionarios.
Es necesario tomar en cuenta que este auge movilizador no fue para
nada un súbito “despertar” de las luchas sociales. Contra miradas superficiales
que hablaban de “pasividad”, “desconcierto” y hasta “depresión” como actitudes
generalizadas frente a las políticas del gobierno, las protestas se encendieron
una y otra vez desde la asunción del gobierno por Mauricio Macri hasta el
comienzo del mes de marzo. La CTA autónoma, por ejemplo, estuvo en la calle
desde pocos días después de iniciada la presidencia de Macri. La gran marcha
del 29 de abril, las luchas contra los tarifazos, variadas manifestaciones lanzadas
por las dos CTA, la gran movilización de parte de los movimientos piqueteros el
7 de agosto…Todos son hitos de un sendero de lucha que no le dio respiros
prolongados al gobierno. Brillaron en estos episodios la gran diversidad de
organizaciones sindicales y sociales y su disposición combativa. La
multiplicidad y heterogeneidad no jugaron esta vez en un sentido de dispersión
y dilución. Si bien no existe una conducción articulada de modo permanente, y
mucho menos unificada, se alcanzó un grado nada desdeñable de unidad en la acción. La disposición
combativa de las bases aportó en el sentido de dar impulso a la convergencia
entre dirigencias diversas, y en muchos casos directamente enfrentadas hasta
poco tiempo antes.
La conducción de la CGT experimentó en carne propia la poca predisposición a las dilaciones. Su máxima conducción fue virtualmente expulsada del palco del acto del día 7, y no le quedó otra alternativa que lanzar un paro para el 6 de abril.
Tal vez aleccionada acerca del riesgo implicado por el cuestionamiento activo de cada vez más trabajadores, llamaron a un paro sin movilización, en el estilo de esas medidas de fuerza que sirven más para descomprimir el descontento que para el avance en un plan de lucha. De todos modos hay que tener en cuenta que la posición cegetista tiene fisuras. No en vano
No puede darse por sentado que la “burocracia sindical” se halla desconcertada frente a la “rebelión de las bases”. Mucho menos que nos encontremos en vísperas de una crisis final de las direcciones acomodaticias y fraudulentas, que se ha profetizado en vano durante décadas. Hay que registrar sus debilidades y evaluar su grado creciente de desprestigio, pero sin subestimar su capacidad de reacción, de buscar un reacomodo frente a sus bases sin verse arrastrada a una confrontación con el gran capital y el gobierno a la que le temen como al fuego.
Si se dirige la mirada al gobierno, lo primero que resalta es la pérdida de sustento que le acarrean la difícil situación económica, el empeño por favorecer los intereses del gran capital y el constante fiasco de sus predicciones sobre llegada de inversiones, creación de empleo y reactivación del sistema productivo. También contribuyen a su difícil situación el descubrimiento de maniobras que dejan muy mal paradas a sus pretensiones de “republicanismo” y “transparencia”. El intento de condonar las deudas de Correo Argentino o las concesiones de rutas a una aerolínea directa sucesora de la que fue propiedad del grupo Macri son sólo los ejemplos más flagrantes, que comprometen de modo directo al presidente de la República en lo que una mirada piadosa denomina “conflicto de intereses”.
El gobierno se debate entre el impulso a favorecer las “oportunidades
de negocios” del gran capital de todos los modos posibles, y la necesidad de
generar un consenso que le permita ganar las elecciones de medio término y
conjurar los efectos de la protesta social de un modo que no sea la represión
abierta. Lleno de representantes directos de grandes empresas, le resulta
difícil ejercer un mínimo de autonomía que le permita construir una imagen
creíble de “gobierno para todos” en lugar de aparecer abiertamente como un
gobierno de los ricos y para los ricos, en el que sólo una pequeña minoría es
beneficiada.
La difícil situación que atraviesa el elenco gubernamental no debe ser tomada por completo desconcierto o parálisis. El gobierno sigue jugando sus cartas. Hoy asistimos a los movimientos para desprestigiar y aislar al paro docente y a sus dirigentes, en procura de asumir el rol de defensores de la educación frente a sindicatos desmadrados en sus reclamos. Las organizaciones impulsoras de la marcha del 24 son presentadas como apologistas de la violencia de los 70. Aquí y allá se proclama que el gobierno afronta una oposición antidemocrática que procura desplazarlo de modo abrupto en lugar de apostar al diálogo y
A la hora de ubicar los déficits del lado de las clases populares
y el movimiento social, se podría convenir en que la unidad en la acción y la
convergencia en las luchas concretas no alcanzan a configurar un proyecto.
Sigue sin existir una alternativa popular articulada, que dé un mentís en la
práctica a la idea de que sólo existen dos opciones, que si no se apoye al
gobierno sólo cabe sumarse a algún tipo de frente comandado por el
kirchnerismo, llámese “popular” “ciudadano” o como fuere.
No es extraño que haya fuerzas que hasta ayer apostaban a alguna alternativa a la izquierda del kirchnerismo, que hoy tienden a sumarse a sus filas o al menos a acompañarlo en algún planteo frentista. Al no vislumbrar el sendero de la independencia frente a las fuerzas del capital y la construcción basada en la iniciativa popular, optan por subordinarse a una fuerza que no condena en absoluto al capitalismo, y de la que una buena parte de sus integrantes (la mayoría de sus gobernadores y del bloque de senadores, por ejemplo) han sido funcionales, de modo consciente y voluntario, a los objetivos del gobierno.
El movimiento popular ha demostrado en estos días una fuerza
apreciable, y es probable asistiremos a un despliegue aún mayor en los próximos
meses. Pero
una proyección plena de ese movimiento requiere una perspectiva política, una
iniciativa conjunta que pueda volcarse a las calles, constituir opción
electoral y presencia institucional sin ceder ni un ápice de la dirección de
las bases y de una construcción de poder que vaya de abajo hacia arriba Todos
los sectores pueden y deben participar en una construcción de ese tipo, a sola
condición de no albergar expectativas en las opciones que el “sistema” nos
propone.
La unidad de la clase obrera y los sectores populares, con una
perspectiva de construcción de hegemonía, de independencia con vocación de
poder, resulta hoy imperiosa. La aspiración a alcanzar un orden no capitalista, ajena a la
lógica de explotación, alienación y consumo destructivo, es lo único que puede
dar fuerza a una alternativa real, que no se quede en la búsqueda de “estar un
poco mejor” en medio de la desigualdad y la injusticia.
La demora en construirla es tiempo que se le regala a las fuerzas
del gran capital, la acción movilizada de grandes masas nos señalan una
especial oportunidad para hacerlo.
Blog del autor: http://dcampione.tumblr.com
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224858
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