PERSECUCIÓN
IDEOLÓGICA POR INVESTIGAR LOS TRANSGÉNICOS Y AGROQUÍMICOS
Un docente de la Universidad
de Córdoba participó de un relevamiento que vinculó los casos de cáncer y
malformaciones en la localidad de Monte Maíz con el uso de transgénicos y
agroquímicos. En esa casa de estudios ahora piden un sumario para el
investigador.
Darío Aranda
El
decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional
de Córdoba (UNC), Juan Marcelo Conrero, tomó una medida con pocos antecedentes:
solicitó un sumario administrativo y sanción para un docente e investigador de
la Facultad de Medicina, Medardo Avila Vazquez. El pedido obedece a que Avila
Vazquez coordinó un relevamiento sanitario en la localidad de Monte Maíz, donde
confirmó altos índices de cáncer, malformaciones y abortos espontáneos. Y
vinculó las enfermedades a transgénicos y agroquímicos. “Es una clara
persecución ideológica. Si el estudio hubiese sido favorable a Monsanto no
hubieran dicho nada, incluso lo celebrarían”, afirmó el investigador
denunciado. Los vecinos de Monte Maíz, la Facultad de Ciencias Exactas de La
Plata (que también participó del relevamiento sanitario) e investigadores de
doce países respaldaron al docente y médico cordobés.
En
octubre de 2014, un equipo de 70 investigadores y estudiantes se instalaron en
Monte Maíz, localidad de 8000 habitantes a 300 kilómetros de la
capital de Córdoba. A pedido de organizaciones locales y del propio intendente,
Luis María Trotte (Frente para la Victoria ),
se instalaron durante cinco días y realizaron un censo sociosanitario. Los
resultados: los casos nuevos de cáncer duplican el promedio nacional, los
abortos espontáneos quintuplican el promedio de Argentina, la mortalidad por
cáncer triplica la media provincial y las malformaciones triplican los
registros de la capital cordobesa.
El equipo de trabajo estaba compuesto
por investigadores de Córdoba y de La Plata (UNLP). El coordinador fue Medardo
Avila Vazquez.
El
Consejo Directivo de la Facultad de Medicina acusó al trabajo de “carecer de
asidero científico”, señaló que la casa de estudios no autorizó el relevamiento
y señaló que no contaba con la aprobación de un Comité de Etica.
La
respuesta la brindó el Comité de Bioética del Estudio de Salud Socio Ambiental
de Monte Maíz (un grupo de expertos que había supervisado el trabajo). En un
documento de diez puntos recordaron que la propia Facultad de
Medicina desintegró el Comité de Etica de la UNC para que no participara de la
investigación, precisó que el estudio fue avalado por el propio Consejo
Directivo de Ciencias Médicas y por un convenio firmado por el rector de la
UNC, Francisco Tamarit, y el intendente Trotte.
El
Comité de Bioética (integrado por investigadores y profesionales de la UNC,
UNLP y Comahue) afirmó que el trabajo de Monte Maíz cumple con los requisitos
científicos nacionales e internacionales y está sujeto a la legislación
provincial y nacional.
Pero el
decano de Ciencias Agropecuarias recurrió al Consejo Superior de la UNC y pidió
el juzgamiento del investigador. “Solicito se dé curso a las acciones
administrativas para que se investigue si el accionar del médico Medardo Avila
Vazquez y del equipo de trabajo le corresponde alguna sanción disciplinaria”,
comienza el escrito de Conrero.
Señala
que los investigadores se “extralimitaron” en su tarea, denuncia que
difundieron información “engañosa” y los acusa por causar “temor” en la
comunidad de Monte Maíz. “En nombre de esta prestigiosa universidad no podemos
permitir que miembros de la misma engañosamente difundan datos no validados
científicamente, causando daños irreparables a la sociedad”, sostiene. Conrero
no menciona cuáles habrían sido los errores de la investigación.
Los
vecinos de Monte Maíz que solicitaron el relevamiento, nucleados en la Red de
Prevención Ambiental y por la Salud, emitieron un comunicado en solidaridad con
Avila Vazquez. “Repudiamos todas las maniobras del saliente decano de la
Facultad de Medicina (Gustavo Irico),
tendientes a boicotear este trabajo tan anhelado por nuestra población, así
como repudiamos todas las descalificaciones vertidas sobre la persona y la
idoneidad del doctor Avila Vazquez. Repudiamos también la actitud del decano
Juan Conrero, actuando en defensa de los intereses de la empresa multinacional
(Monsanto)”, destaca el comunicado.
Conrero
asumió en junio de 2014. Y, sólo dos meses después, firmó un convenio de
colaboración con Monsanto, empresa que mantiene un conflicto con la población
cordobesa de Malvinas Argentinas, donde pretende instalar su mayor planta de
maíz transgénico de Latinoamérica. Jorge Omar Dutto es el secretario general de
la Facultad y mano derecha de Conrero. Fue uno de los autores del informe de
impacto ambiental de Monsanto para intentar construir su planta en Córdoba.
Las
asambleas socioambientales y organizaciones de Malvinas Argentinas y Córdoba
Capital, junto con docentes y estudiantes de la UNC, se movilizaron y
denunciaron el contrato entre la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Monsanto.
Conrero se vio forzado a dar marcha atrás y suspendió el convenio.
Los
vecinos de la Red de Prevención de Monte Maíz resaltaron la importancia del
trabajo de todos los investigadores, en especial de Avila Vazquez. Explicaron
que, junto a los concejales, trabajan en una ordenanza para limitar las
fumigaciones y llamaron a las autoridades la UNC “a repensar su actitud que
avergüenza a quienes soñamos en una universidad que ponga el saber al servicio
de la población”.
—–
Apoyos
al docente
En el
relevamiento sanitario en Monte Maíz también participaron investigadores de la
Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional
de La Plata (UNLP). El 29 de abril, el Consejo Directivo de esa Facultad votó
por unanimidad una declaración de repudio a la “persecución política” al médico
y docente de la UNC. “Nos solidarizamos con Avila Vazquez. Las intenciones que
están detrás del pedido de sumario no son más que el pedido desesperado de las
empresas agroexportadoras y productoras del paquete tecnológico asociado la
intensiva actividad sojera”, afirma la declaración de Ciencias Exactas de la
UNLP y apunta al papel de la educación pública: “El trabajo realizado en Monte
Maíz no sólo es pertinente sino que además es un modelo de lo que la universidad
debe ser, una institución al servicio de su pueblo y no de los intereses
económicos”. También se expidieron 38 investigadores de doce países.
“Manifestamos nuestro apoyo y reconocimiento científico respecto a los trabajos
e iniciativas del doctor Medardo Avila Vazquez y de su equipo. Afirmamos el
carácter de alto interés público y de relevancia internacional que conlleva
este tipo de estudios”, señala el escrito, firmado por investigadores de varios
países.
Fuente: https://www.darioaranda.com.ar/2015/05/persecucion-ideologica-por-investigar-los-transgenicos-y-agroquimicos/
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