sábado, 6 de junio de 2020

"No estamos ante el confortable recurso al factor imprevisible, al "cisne negro", sino ante factores perfectamente previsibles, resultantes de la lógica destructiva del neoliberalismo, que pueden activarse en un momento imprevisible. - Más allá del número de personas muertas o enfermas, los efectos sociales de la pandemia están por llegar. Cuando acabe oficialmente el estado de alarma y se afronten las consecuencias de la paralización económica, las desigualdades se acentuarán, la conflictividad social aumentará, y en todo ello la experiencia del confinamiento, y las variables relacionadas que ya están apareciendo, jugarán un papel".

Una primera versión de este artículo se publicó en 
Mientras Tanto, Boletín electrónico 189. (En PDF)
Pandemia, colapso, geopolítica y resiliencia. Apuntes de urgencia

Miguel Muñiz

Escrito desde el recuerdo a Chato Galante

Vivimos en una realidad impensable hace un mes. La pandemia y el despliegue asociado a ella (confinamiento incluido) nos han cogido por sorpresa.
La primera reacción ha sido aprovechar el confinamiento para reflexionar [1]. Pero pasadas ya casi tres semanas hay que arriesgarse, seguir las enseñanzas de "La doctrina del shock" y, partiendo de las recientes declaraciones de su autora [2], analizar las maniobras para sacar beneficios económicos, sociales y políticos, y también el trasfondo de esta crisis. Lo más elemental se deduce siguiendo las informaciones que llegan desde la UE, o los posicionamientos de los diversos partidos nacionalistas en España (nacionalismo español incluido): tras el discurso del entre todos, y más allá del aplauso tan necesario como inútil de cada tarde, todos los grupos de poder, por mínimos que sean, hacen cálculos para aprovechar el coronavirus y consolidar su situación en el después de.

Información, desinformación e intoxicación informativa son campos de batalla sobre percepciones de los conflictos, y las percepciones son el factor que más cuenta en sociedades con mayoría de clases acomodadas, lo que remarca la importancia de investigar más allá de los datos, y de poner a prueba las narrativas oficiales.

Lo que supone mantener la visión crítica sobre todo lo que nos llega del virus, su origen, los impactos en la salud y en los ecosistemas [3], las víctimas, la dispersión territorial, vacunas, perspectivas futuras, etc., contrastar lo que sabemos, o creemos saber. En este mismo boletín se reproduce un riguroso análisis del periodista Daniel Bernabé que denuncia la intoxicación informativa sobre la dispersión mundial de la pandemia, las finalidades de la maniobra y los discursos que refuerza [4].

Estos apuntes, también de urgencia, son un ejercicio en la linea apuntada: extraer consecuencias partiendo de informaciones y reflexiones llegadas hasta el momento. Se centran en: 1) la relación de la pandemia con el colapso ecológico y social y, 2) la manera en que se analiza, contrastando los enfoques desde la globalización y geopolítica, para acabar, lógicamente, con algunas conclusiones;

1) Pandemia y reflexión sobre el colapso

Como hemos dicho, hay que diferenciar entre impacto real y percepción. Centrándonos en España hay que tomar nota de que las informaciones apuntan a una mayoría de víctimas entre las clases subalternas [5]. Habrá que esperar balances completos, para lo que aún faltan meses, que perfilen este primer apunte, diferenciando, por ejemplo, entre víctimas según franjas de edad, grupo social y ubicación territorial. Hay que tener presente que cuando se redacta esta nota (3 de abril) el número total de víctimas del coronavirus aún es inferior a la epidemia de gripe de 2017, que pasó desapercibida entre el ruido informativo.

Tratándose de un proceso que puede relacionarse con dinámicas de colapso global, se confirmaría la hipótesis de que los impactos denunciados como globales tienen consecuencias diferenciadas por clases sociales, lo que impugna el discurso ambientalista genérico del ONGismo. También convendrá prestar atención a los casos de insolidaridad que se están dando, a las resistencias sociales a las órdenes de la autoridad, y a las perturbaciones psicológicas que el confinamiento producirá.

En cuanto a la percepción, el discurso basado en la idea de crisis que superaremos entre todos para recuperar la normalidad, combinado con un confuso esto nos cambiará, no pasa de mero enunciado banal en sintonía con las falacias habituales. Centrémonos en la diferencia existente entre la normalidad de la mayoría que no se implica en conflictos sociales, y la de la numerosa minoría que sí que se implica. Para el primer grupo, el mensaje continuo de normalidad como sinónimo de vuelta a lo de siempre, combinado con el esto nos cambiará, abre camino a todo tipo de esquizofrenias sociales, o sea, otro tema a seguir.


Para la numerosa minoría, para quienes normalidad significa volver a reivindicar, hay una parte que no consiera el colapso global como parte de sus parámetros de intervención, el coronavirus aparece aquí como una variable más de la problemática con la que se identifican, agravando el problema, como se ha comprobado en múltiples artículos que han aparecido desde el inicio del confinamiento. La excepción está en la minoría consciente de la importancia y el papel del colapso. Ahí se han abierto dos vías de análisis según las tendencias que vienen cristalizando desde hace tiempo: la ecosocialista y la colapsista.

Desde postulados ecosocialistas, la pandemia se interpreta como parte del discurso de la urgencia para afrontar cambios humanos antes de que todo vaya a peor. Esa urgencia parte del conocido axioma de que aún hay tiempo para revertir la situación. Una urgencia que, sin embargo, sólo se manifiesta mediante documentos genéricos, sin destinatarios concretos ni propuestas definidas de intervención social; documentos que combinan denuncias y medidas paliativas [6].

Desde postulados colapsistas, el coronavirus se considera como un factor más de aceleración de conflictos ya existentes [7]. Se ha llegado a teorizar sobre la gestión de la pandemia (especialmente del confinamiento) como experimento a gran escala, y de largo alcance, de ingeniería social de los distintos poderes [8]. Sin un trabajo de investigación concienzudo, esa hipótesis puede derivar fácilmente hacia el subgénero de las teorías conspirativas.

Y también ha reaparecido la hipótesis colapsista fetén: el coronavirus como crisis definitiva del capitalismo [9]; la que se invoca en cada crisis.

Cerremos este análisis con un breve apunte general sobre las izquierdas; la pandemia ha puesto aún más en evidencia las carencias y falta de estructura de su discurso político [10]. Discurso a la defensiva que se desarrolla en clave de re (recuperar, reinventar, repensar, reelaborar, reconstruir, revertir, etc.). Parece que a medida que se recrudecen conflictos sociales y ecológicos, las políticas de la diversidad y el activismo virtual se refuerzan como eficaces vías de escape ante una realidad cada vez más hostil.

2) La pandemia y el contraste entre globalización y geopolítica

La evidencia creciente de un mundo multipolar ha puesto en cuestión, en varias ocasiones, el discurso de la globalización como marco de referencia crítico. La pandemia ha dado un nuevo impulso a este cuestionamiento [11].

Hace casi dos décadas que China es un referente mundial. Pero las interpretaciones de este hecho desde la globalización, comenzando por la idea de fábrica del mundo, siempre han pasado por simplificaciones de una sociedad de una enorme complejidad, con contrastes brutales y grandes contradicciones internas [12]. El coronavirus ha aumentado esas simplificaciones bajo la forma de tópicos contrastes entre Oriente y Occidente [13], tópicos que serían rechazados si se aplicasen estrictamente a aspectos de Occidente (por ejemplo contrastes simplistas entre nórdicos y mediterráneos). Byung-Chul Han, profesor de filosofía de origen coreano que trabaja en Alemania ha analizado con detalle algunos de esos tópicos [14]. La globalización como clave interpretativa falla, es la geopolítica la que permite entender el papel desarrollado por China en la crisis del coronavirus.

La pandemia también refuerza el peso geopolítico de Rusia y China como áreas con dinámicas propias. Y ha remarcado, una vez más, el papel de la aparentemente insignificante Cuba [15], algo vergonzosamente silenciado en la mayoría de medios. También se reproduce en este número de miestrastanto.e el excelente artículo de Pascual Serrano sobre este punto que se relaciona en las NOTAS de este texto. El recurso a pedir ayuda a los gobiernos de Rusia, China, o Cuba desde otros países, incluidos algunos europeos, y recibirla; frente al egoísmo irracional del gobierno de EE.UU y la UE, casi no aparece en los medios, que se mueven entre el silencio calculado y la manipulación sutil.

Hasta ahora la pandemia ha evidenciado cosas inquietantes y ha reforzado otras que ya se sabían o intuían; entre estas segundas está la importancia del factor regional frente al globalismo simplista, a la hora de analizar y tratar los conflictos. Entre las primeras aparece la lógica elemental que apunta al crecimiento como causa de fondo [16], pero el crecimiento es la base del capitalismo y de la ideología de la modernidad, que no se puede poner en cuestión, otro punto más por el que las alternativas globales dejan de tener sentido.

Recapitulando:

- La pandemia ha demostrado que el factor desencadenante de una crisis, que puede derivar en colapso global, no tiene por qué provenir de las tres variables más conocidas y tratadas en los análisis y pronósticos: ni el cambio climático, ni el crack petrolero , ni el sistema financiero han llevado a la situación actual, aunque los tres resultarán afectados.

- Existe un amplio abanico de catástrofes en potencia, desequilibrios e impactos ambientales presentes [17], cualquiera de ellos puede ser el desencadenante de una reacción en cascada. No estamos ante el confortable recurso al factor imprevisible, al "cisne negro", sino ante factores perfectamente previsibles, resultantes de la lógica destructiva del neoliberalismo, que pueden activarse en un momento imprevisible.

- Más allá del número de personas muertas o enfermas, los efectos sociales de la pandemia están por llegar. Cuando acabe oficialmente el estado de alarma y se afronten las consecuencias de la paralización económica, las desigualdades se acentuarán, la conflictividad social aumentará, y en todo ello la experiencia del confinamiento, y las variables relacionadas que ya están apareciendo, jugarán un papel.


- También son de temer las consecuencias ecológicas del efecto rebote que se producirá al final de ese parón económico que se ha publicitado superficialmente como beneficioso para el medio ambiente en términos de reducción de tráfico, aire limpio y espectaculares imágenes tomadas desde el espacio. Son fenómenos que no responden a políticas planificadas, sino a un paréntesis, y la anterior crisis, la financiera del 2007, ya puso en evidencia el carácter redobladamente destructivo que sigue a esos paréntesis.

- Hay lecciones valiosas que se pueden obtener de la pandemia, y que están aún pendientes no sólo de elaborar sino de enunciar; por ejemplo, todo lo relativo a la resiliencia [18], ese concepto tan en boga originario de la psicología, que se ha relacionado con la ecología y que se aplica alegremente a las sociedades como algo aparentemente neutro; en términos sociales la resiliencia remite, en realidad, a la hegemonía, en el sentido gramsciano de proporciones variables de persuasión más coacción; y la hegemonía está resultando clave para la gestión social de la pandemia. Pensemos en qué variables se fundamenta la hegemonía en China, Corea, Rusia, Japón, Cuba, etc., cómo se ha construido, y cuáles de esas variables son aplicables a la pluralidad de países de la UE (Italia, Alemania, España, Holanda, Portugal, etc.) con su inevitable diversidad.

La respuesta al colapso actual y a otros futuros está ahí. La hegemonía no es un concepto global, sino que opera en forma socialmente plural, todas en contacto con una hegemonía dominante, no se construye en un mes ni en un año, ni una o varias legislaturas ostentando el poder político si se cometen errores [19]. La hegemonía actual no se cambia con manifiestos, declaraciones genéricas, o siendo trending topìc por unas horas.

NOTAS:

[1] Antonio Turiel. 21/03/2020. Hoja de ruta (I): El Cisne Negro,
http://crashoil.blogspot.com/2020/03/hoja-de-ruta-i-el-cisne-negro.html y
28/03/2020. Hoja de ruta (II): Poniéndose en marcha.

http://crashoil.blogspot.com/2020/03/hoja-de-ruta-ii-poniendose-en-marcha.html .

[2] 18/03/2020. Entrevista a Naomi Klein. El coronavirus y la doctrina del shock. Marie Solis
https://rebelion.org/el-coronavirus-y-la-doctrina-del-shock/

[3] Ver La Marea climática. https://www.climatica.lamarea.com/

[4] La propagación del coronavirus por Europa contra la narrativa centroeuropea derechista. Daniel Bernabé.
https://blogs.publico.es/otrasmiradas/30966/la-propagacion-del-coronavirus-por-europa-contra-la-narrativa-centroeuropea-derechista/

[5] ver https://www.metropoliabierta.com/el-pulso-de-la-ciudad/sanidad/barrios-barcelona-contagiados-coronavirus_25750_102.html

[6] Dos ejemplos a nivel local, entre muchos, de esta linea son:

16/03/2020. Por un abordaje humano de la crisis del coronavirus.
Solo protegiendo a las personas es posible enfrentarse a la crisis de energía y materiales y a la emergencia climática.
Si salimos de esto en condiciones de más pobreza y miedo, se abren las puertas a la llegada de las ultraderechas.
Carlos Sánchez Mato / Yayo Herrero.
https://ctxt.es/es/20200302/Firmas/31386/crisis-coronavirus-pobreza-emergencia-climatica-ultraderecha-Yayo-Herrero-Carlos-Sanchez-Mato.htm , y

19 propuestas ambientales y sociales para dar respuesta a la crisis del coronavirus.
https://www.ecologistasenaccion.org/139068/plan-de-cuidados-covid-19/

[7] 18/03/2020. Cuatro razones por las que nuestra civilización no se irá apagando: colapsará.
Craig Collins. https://rebelion.org/cuatro-razones-por-las-que-nuestra-civilizacion-no-se-ira-apagando-colapsara/

[8] 17/03/2020. En casa y sin tocar a los otros. Coronavirus o reingeniería social a escala planetaria.
Luis Bonilla-Molina.
https://rebelion.org/coronavirus-o-reingenieria-social-a-escala-planetaria/

[9] Un ejemplo. 19/03/2020. Coronavirus: ¿fin del mundo o fin del capitalismo?
Dante Augusto Palma.
https://disidentia.com/coronavirus-fin-del-mundo-o-fin-del-capitalismo/

[10] 03/03/2020. La izquierda y su nueva comunicación política. Pascual Serrano.
https://www.eldiario.es/zonacritica/izquierda-nueva-comunicacion-politica_6_1000609953.html

[11] 16/03/2020. China: Elogio de las fronteras. Manolo Monereo.
https://www.cuartopoder.es/ideas/2020/03/16/china-elogio-fronteras-monereo/

[12] La actualidad de China. Un mundo en crisis, una sociedad en gestación.
Rafael Poch de Feliu. Editorial Crítica. 2009.


[13] 27/03/2020. El sentido de supervivencia en las megaciudades.
Un paso más hacia el fin de las divisiones simplistas entre Oriente y Occidente.
Marta Soler Alemany. Observatorio de la Política China.
https://rebelion.org/un-paso-mas-hacia-el-fin-de-las-divisiones-simplistas-entre-oriente-y-occidente/

[14] 21/03/2020. La emergencia viral y el mundo de mañana.
Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano que piensa desde Berlín.
Los países asiáticos están gestionando mejor esta crisis que Occidente.
Mientras allí se trabaja con datos y mascarillas, aquí se llega tarde y se levantan fronteras.
https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html

[15] 21/03/2020. Cuba en tiempos de coronavirus. Pascual Serrano.
En China, los enfermos de coronavirus están siendo tratados por el antiviral cubano Interferón.
El crucero británico MS Braemar, con cinco casos de coronavirus, pudo atracar en Cuba Internacional.
https://www.cuartopoder.es/internacional/2020/03/21/cuba-tiempos-coronavirus-pascual-serrano/

[16] 19/03/2020. Para contener la pandemia hay que matar la economía. Estados Unidos en el ojo del huracán.
Rafael Poch de Feliu.
https://rebelion.org/estados-unidos-en-el-ojo-del-huracan/

[17] Inventario casi exhaustivo en el capítulo 2 del libro
¿Qué hacer en caso de incendio? Manifiesto por el Green New Deal,
Héctor Tejero y Emilio Santiago Muiño. Ed. Capitán Swing. 2019.


[18] https://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicolog%C3%ADa)

[19] Ver: 11/03/2020 Las lecciones que nos deja Bolivia. Pablo Stefanoni
https://rebelion.org/las-lecciones-que-nos-deja-bolivia/

[Miguel Muñiz Gutiérrez mantiene la página web http://www.sirenovablesnuclearno.org/ ]

Fuente: http://www.sirenovablesnuclearno.org/zportada/articuloarticleMT042020.html

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