Raquel Leyría, del Garrahan: “La deuda
externa nos llevó al desmantelamiento de los hospitales públicos”
2 de abril de 2020
Entrevista a Raquel Leyría, delegada general del Hospital Garrahan, que
relata cómo están viviendo los y las trabajadoras de la salud la crisis por la
expansión del coronavirus (Covid-19). “El hospital se está preparando para la
pandemia, pero tenemos muy pocos insumos de bioseguridad. No hay personal de
enfermería suficiente ni ayudantes de servicio. Hay muchos compañeros que ganan
muchísimo menos que la canasta familiar entre 34 mil y 38 mil pesos. Hay falta
de los elementos necesarios y no sabemos qué cantidad de camas libres podría
tener el hospital. Las camas de los privados se deben compartir para toda la
población, tenga o no obra social, ya que estamos en emergencia sanitaria. De
hecho los faltantes de insumos no deberían cobrarse, las farmacias y droguerías
no deberían cobrar a los hospitales, ya que no deberían tener ganancia a costa
de esto. Otra cosa que quiero decir es que tampoco se debe pagar la deuda al
FMI ya que la emergencia sanitaria es para salvaguardar las vidas de todas las
personas del país y a nivel mundial”, expresó la trabajadora.
Por Mario Hernández
M.H.: ¿Cómo están viviendo los trabajadores de la salud del hospital
Garrahan esta crisis provocada por el Coronavirus?R.L.: Lo primero que tengo que decir es que el hospital se está preparando para la pandemia, pero tenemos muy pocos insumos de bioseguridad. El hospital ha hecho algunas compras, según nos dijeron verbalmente, pero no hay personal de enfermería suficiente ni ayudantes de servicio. El fin de semana largo estuvimos recorriendo los sectores y hay mucho personal recargado con horas módulo, doble turno por faltante de Enfermería, también por faltante de servicio. El hospital tiene el cronograma del Coronavirus que es suspender cirugías que no sean emergencias, más consultorios de pacientes para evitar la propagación del virus. En el hospital estamos reclamando como delegados de
En una de las entrevistas que tuvimos con el Consejo de Administración pedimos que quedaran en planta las residentes de Enfermería que son enfermeras matriculadas más las residentes, que hace años que no las dejan en planta porque consideran que la residencia es aprendizaje. En esta crisis, y en esta situación de emergencia nacional, les están haciendo entrevistas a las compañeras residentes de Enfermería para que puedan estar en la emergencia y además para cubrir la cantidad de enfermeras que faltan en el hospital.
M.H.: Hablaste de la necesidad de contar con personal, de insumos y materiales faltantes. ¿Qué otra cosa más se te ocurre necesaria reclamar a las autoridades del hospital Garrahan?
R.: Al hospital Garrahan y el Gobierno, desde
Además solicitamos comida para el personal ya que todos los locales de los alrededores están cerrados por el virus, para no tener que gastar el dinero en comprar comida para los turnos diurnos, nocturnos y franqueros, que les dan el almuerzo nada más, pero hemos perdido hace tiempo la colación, el desayuno o la merienda.
Otra de las situaciones es la falta de los elementos necesarios y no sabemos qué cantidad de camas libres podría tener el hospital. Si bien sabemos que se les dio de alta a muchos pacientes, que se controlan desde el domicilio, para evitar el contagio.
Hay muchísimas cosas para reclamar dentro del hospital ya que el Consejo anterior, que pertenecía a otro gobierno, dejó deudas en el hospital, así como los aires acondicionado sin funcionamiento. Los profesionales de los quirófanos, médicos, instrumentadores y otros profesionales, han tenido que trabajar en condiciones infrahumanas ya que los aires no funcionan, sólo funcionan 3.
Tampoco tienen la salida de los gases anestésicos hacia el exterior, para que no dañen a la población que está trabajando en los quirófanos. Los equipos de rayos no estaban habilitados. Hicimos las denuncias al Ministerio de Trabajo y a Higiene y Seguridad. Hemos tenido audiencias, han venido al hospital. También queremos denunciar todas estas situaciones que se están solucionando pero no se ha terminado aún, ya que hay equipos de rayos que están inhabilitados, otros que no funcionan y que dejan pasar los rayos ionizantes a los profesionales que trabajan, y de misma manera a los pacientes. Esto lo hemos estado reclamando.
M.H.: Es una pintura del deterioro que ha sufrido la salud pública.
R.: Sí. En todos sus aspectos y en todos los hospitales, tanto de CABA como de Gran Buenos Aires. Y ni hablar de los hospitales de las provincias, donde hace unos meses atrás una madre denunció que murió una niña de 3 años por no tener un pediatra. En Santa Fe, en la ciudad de Reconquista.
M.H.: Me parece que el dinero que se está destinando a la salud es muy escaso, 1.700 millones contra 350.000 millones para las Pymes. Me parece que hay que invertir las cosas.
R.: Ya se lo hemos dicho a la dirección médica ejecutiva que las camas de los privados se deben compartir para toda la población, tenga o no obra social, ya que estamos en emergencia sanitaria. De hecho los faltantes de insumos no deberían cobrarse, las farmacias y droguerías no deberían cobrar a los hospitales, ya que no deberían tener ganancia a costa de esto ninguna farmacia ni droguería.
Otra cosa que quiero decir es que tampoco se debe pagar la deuda al FMI ya que la emergencia sanitaria es para salvaguardar las vidas de todas las personas del país y a nivel mundial. El FMI no debería exigir ningún pago de deuda. Una deuda fraudulenta que se hizo en este país y en todos los países pero sobre todo en este. Deuda que nos ha llevado a semejante pobreza y al desmantelamiento de los hospitales públicos a nivel nacional y de las escuelas públicas y de los docentes estatales, ya que el año pasado murieron dos docentes porque reventó una garrafa en una escuela de Moreno. Eso no puede volver a suceder en ninguna escuela. Ningún chico puede quedar sin una vianda. Esta situación de emergencia nacional lo que debe hacer, nos parece a todo ciudadano de buen corazón, que se deberían repartir viandas de comida a todos los trabajadores que están sin trabajo, para quienes no pueden salir a trabajar en estos momentos porque no tienen cómo acreditar que trabajan en negro. O que venden en los trenes, en los subtes, en las calles. Todos esos trabajadores en estado total de pobreza y sus niños. Estas son voces que no salen en los medios, son los ausentes de los que nadie habla. El gobierno debería estar repartiendo viandas para toda esa población desocupada o que trabaja en negro, que si no me equivoco rondan las 13 millones de personas o más. Las estadísticas no son exactas.
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