Argentina: Berni,
arma larga del
estado
Por Claudia
Rafael
(APe) 11 Junio 2020
En
tierra arrasada asoma él, con su carabina Bersa Thunder Pro empotrada. Dueño
del mundo, el ministro de Seguridad Sergio Berni goza de un protagonismo
inédito que lo muestra desnudando su poder de fuego simbólico y real. ¿Era
necesario aparecer al frente del operativo del Grupo de Apoyo Departamental de
la Bonaerense en Zárate para detener a dos pibes sospechados del crimen de un
gendarme? Indudablemente, sí lo era. Porque Berni logra lo que ningún otro:
corre del centro de la escena el militarismo construido por su predecesora que
llegó al podio de los beneplácitos y los aplausos con un uniforme gendarme y un
sable como medalla de oro. Y mientras lo hace sube, sube y sube (como cantaría
la Negra) en su imagen de Robocop que concita aplausos en ese universo que va
de Bullrich a Berni y de Berni a Bullrich en sus predilecciones.
Y entre pobreza que
se multiplica, virus que repta y crece, el súper ministro securitario se
regodea en su propio discurso –que lo pone en la cima de la filosofía mano de hierro– mientras siempre, indefectiblemente, va un
paso más allá. Desde aquella medular arenga de orden, subordinación y valor de
marzo de este año a la policía bonaerense a este rastrillaje, con una pistola
con visor que proyecta un punto rojo en el cuerpo/objetivo de sus posibles
disparos hay apenas variaciones en degradé.
El mismo y mítico Berni de
siempre. El que, en 2014, se pavoneó y azuzó a los gendarmes durante la
represión a los trabajadores despedidos de la multinacional Lear ,
en la Panamericana (que derivó, entre otras cosas, en la imputación de un
militar retirado que se había infiltrado entre los manifestantes). El mismo que
vociferó en infinitas oportunidades contra la inmigración latinoamericana, la
más desarrapada, la más esclavizada y sobre la que utilizó una metáfora tan
propia de estos tiempos pandémicos cuando habló de “infección”. El que, colgado
de un helicóptero, sobrevoló en férreo control autoritario de tiempos
democráticos a los desterrados y desarrapados del conurbano profundo.
Es la figura incontestable del macho. Aquel que definió, tras el operativo zarateño,
que “para un soldado es normal tener un arma en la mano. El soldado está más
con el arma que con su mujer”.
El mismo que ocupa un
ministerio central desde el que regula el poder de fuego del estado para marcar
territorio. Para mostrar, desde el ejemplo más bizarro y atroz, quién es el rey
que, a hierro y plomo, ilumina y marca los caminos.
https://www.pelotadetrapo.org.ar/berni,-arma-larga-del-estado.html
Fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2020/06/14/argentina-berni-arma-larga-del-estado/
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