Urge multiplicar el apoyo a
la intervención de Vicentín
La derecha, los
dueños del agro-negocio y los medios de comunicación concentrados han lanzado
una campaña para impedir o neutralizar la intervención de Vicentin. Pretenden
retomar el rumbo de la extranjerización o desguace de la firma para garantizar
la impunidad de los directivos comprometidos con el vaciamiento y la quiebra
fraudulenta de la compañía.
Urge poner en
movimiento una gran campaña popular de esclarecimiento contra los engaños que se
intentan instalar en la opinión pública. Es falso que Vicentin es una empresa
privada que desarrollaba sus actividades normalmente hasta que llegó un Estado
invasor para expropiarla. Lo cierto es todo lo contrario.
Quebró y no paga
y muchas denuncias de contrabando, triangulación, evasión impositiva, empresas
off shore evidencian una operatoria delictiva.
La estafa de Vicentin
es contra el pueblo de la Argentina.
El grupo hizo
negocios y acumuló excedentes y patrimonio con fondos públicos, del Banco de la
Nación, de otras entidades financieras públicas y de organismos de recaudación,
incurriendo en el delito de evasión y elusión fiscal. Se trata de un accionar
asociado a la extranjerización y al amparo de un modelo productivo que promueve
el agro negocio de exportación en beneficio de la transnacionalización de la
economía.
Con la intervención se puede
evitar el vaciamiento de la empresa y habilita un proceso de amplia discusión
con trabajadoras y trabajadores directos e indirectos, los productores
proveedores de la empresa y las organizaciones sociales vinculados a la
actividad de la empresa.
El
concurso no impide la posibilidad de la intervención y con ello, asegurar la
gestión en el marco del procedimiento concursal y en defensa del patrimonio
público afectado por el accionar delictivo de la empresa que llevó a la actual
situación de falencia, facilitado por la corrupción desde la actividad pública.
Hace falta una campaña popular para denunciar lo que representa el caso Vicentin y la maniobra de encubrimiento de la gran corrupción, asunto desplegado por los principales medios de comunicación y la derecha política, que en definitiva buscan otra “125”.
Los poderosos
quieren impedir la intervención o atarla de manos para seguir manejando el
concurso de acreedores y de esa forma abrir el camino al desguace o
extranjerización, incluso la “argentinización” a favor de grupos concentrados.
Lo que necesita el
país es Vicentín “pública, no estatal con control social”.
Solo una amplia
unidad política del movimiento popular puede generar la condición de posibilidad
para la intervención y la transformación de una gran empresa en la perspectiva
de la soberanía alimentaria.
La intervención
urgente de Vicentin resulta preventiva y habilita la posibilidad de discutir el
modelo agrario para pensar en términos de soberanía alimentaria.
Los firmantes nos comprometemos en una campaña
que estimule el debate público y la movilización social. Es el paso inicial
para intervenir en la discusión del modelo productivo y de
desarrollo a favor de la mayoría social empobrecida.
República Argentina, 22 de
junio de 2020
FIRMAS: (...)
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