sábado, 27 de junio de 2020

Preguntémonos hasta cuándo sorpotaremos entramados de impunidad como: "Desde Felipe Solá, pasando por Mauricio Macri, Cristina Fernández o la gran mayoría de ex y actuales gobernadoras y gobernadores, quienes actuaron y actúan a favor de la reproducción de la institución, encuentra sobre la otra punta de apoyo al “papa peronista”, es decir, al ex cardenal porteño Jorge Bergoglio, cuya relación con el fundador de FASTA, el mencionado Fosbery, rebasa las buenas relaciones entre ambos para convertirse en algo personal, del tipo amistoso".

FASTA: la institución religiosa reaccionaria que apoya 

el Estado y Bergoglio

7 de junio de 2020

La Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA) se trata de una red de escuelas católicas dispuestas a lo largo y ancho de Argentina y en otros países. Hace cuestión de días, alumnas y alumnos de la institución crearon una cuenta en Instagram para que se relate de forma anónima malas experiencias vividas en los colegios. Al poco tiempo, miles de comentarios surgieron, en donde se denunciaron virulentos tratos, tanto psicológicos como físicos, con el objetivo de que el estudiantado interiorice las posturas ideológicas de la fraternidad, que incluyen la reivindicación de la última dictadura, el nacionalismo fanático, la segregación hacia minorías sexuales y la exaltación de los machismos. También se denunció la utilización de alumnos para la conformación de milicias para que actúen como grupos de choque de los sectores llamados “Pro-vida”. El Estado Nacional y el Vaticano subvencionan y apoyan abiertamente a esta red reaccionaria.

Por Máximo Paz para ANRed

El padre Fosbery me obligó a acariciar su miembro, sentada en sus piernas, ¡cuando lo que me di cuenta que lo que estaba pasando estaba mal!”.
“Nos obligaban a confesarnos, lo cual implicaba encerrarte sola en un mini salón con el cura (Gregorio) que sin sacarte la vista de las tetas hacía preguntas del tipo: ‘¿Miras pornografía?’ ‘¿Ya entregaste la pureza de tu cuerpo?’ ‘¿Te masturbas?’”.
“Una chica que tenía el pelo por los hombros se lo cortó cortito, como tienen los chicos, cuestión que los profesores la trataron de varón, le decían que ‘tienen un nuevo compañero’, decían su nombre en masculino. La verdad, una falta de respeto”.
Realmente me sorprendía demasiado la forma de pensar de la mayoría del colegio, parecían de otra época. Carteles en contra del matrimonio homosexual, no se podía hablar de la dictadura porque te comían vivo, me juzgaban por salir a bailar (…) nos hacían ver videos en contra del aborto”.
“Nos obligaban a confesarnos con el padre Gregorio. Este, al escuchar mi confesión sobre mi orientación sexual (gay) empezó a hacerme preguntas incómodas de cómo practicaba el sexo, con quién o quiénes lo hacía, si acaso era con algún estudiante del colegio y hasta llegó a preguntarme si tenía pensamientos perversos con él…”.
Estos testimonios, entre tantísimos otros, detonaron de forma abierta cuando un grupo de ex y actuales estudiantes de la red de colegios de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA) crearon @testomoniosa, una cuenta en la red social Instagram.

“Les pedimos que lo que nos envíen sea contado en primera persona. Todo va a ser publicado en anónimo, a no ser que no lo quieran”, solicitaron los creadores. En cuestión de horas, las denuncias se multiplicaron.
Es que a través de su red de escuelas, sus libros de educación y, por sobretodo, el desempeño del personal religioso dentro de las instituciones, la red de colegios FASTA desnuda las intenciones últimas, pero importantes, de las funciones católicas dentro de la sociedad, al promover sin ningún tapujo las inculcaciones oscuras y reaccionarias que acarrea la iglesia.
Ello se entiende si se toma en cuenta el aporte sistemático y, mismo, las contrataciones generosas que realiza el Estado Nacional –esté este en manos de quién esté- y el apoyo histórico del entonces Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco.
Tal Fraternidad surgió en 1962, en Tucumán. En 1978 pudo encontrar la conformidad estatal para comenzar a inmiscuirse en las actividades educativas desde la formalidad. Hoy cuenta con alrededor de 25 edificios escolares -universidad incluida- en donde reciben contenidos de formación educativa alrededor de 20 mil alumnos. También posee sedes en distintos países. Su fundador se trata del cura dominico Aníbal Ernesto Fosbery, un personaje cercano a los más diversos ejemplares de la fauna política. 
La organización católica encontró su razón primera a partir del objetivo de adoctrinar a jóvenes para conformar escuadrillas civiles militantes de la causa religiosa. Gracias al Estado Nacional, hoy por hoy su intensión atraviesa el territorio argentino –entre otros- mediante sus posturas cuyas características fundamentales surcan las presiones psicológicas, la conformación de un sistema de premiaciones a partir de la observación de la conducta y las recurrentes órdenes a los alumnos y alumnas a formar parte de manifestaciones en contra de sanciones de leyes tales como las de género o las que se vienen dando todo este último tiempo en torno a la de la interrupción voluntaria del embarazo. También la Fraternidad cuenta con educandos formados como fuerza de choque para realizar escraches en otras manifestaciones, encuentros de mujeres o presentaciones de conferencias, documentos o libros contrarios a sus intereses.
Los contenidos parten desde posturas reivindicativas a la última dictadura cívico-eclesiástica-militar ejercida desde 1976 a 1983, cualidades referidas a comportamientos machistas, de intolerancia hacia los feminismos y reclamaciones pro-hispanas y nacionalistas.
Entre sus actividades para destacar, se subraya la intervención de la doctora Julia Eliaba, decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de FASTA, cuando desde el Congreso Nacional en 2018 se dio el debate para la sanción o no de la Ley del aborto legal seguro y gratuito. Desde luego, la funcionaria actuó vigorosamente en contra de la reglamentación de tal ley.
Otro hecho enfático resultó también dentro del marco del debate del aborto, cuando en el colegio FASTA San Vicente de Paul de Mar del Plata, engancharon sobre la entrada una gigantografía de un feto en formación mientras que el colegio declaró públicamente que en su Facultad de Medicina no se enseñaría sobre aborto. La Facultad entrega títulos oficiales.
Dentro de la institución se encuentran las llamadas “Rucas”, una suerte de espacios establecidos bajo la excusa de constitución de sitios optativos para esparcimiento en los fines de semana, aunque allí, en realidad, chicas y chicos reciben una instrucción militarizada donde van formando estructuras de adiestramiento de tipo militar. Escuderos, Milicianos, Templarios o Adalides son los nombres de los grupos. Cruzadas o Heroica Argentina, los nombres de las competencias que realizan. El himno nacional, el izamiento a la bandera y la celebración de misas religiosas completan las actividades en aquellos campamentos.
Los testimonios sobre las experiencias en las “Rucas” hablan por sí solos. 
“En un campamento del Ruca en Mar del Plata nos hacían poner en fila y había una olla con comida y teníamos que contestar preguntas relacionadas a la religión si contestábamos bien, comíamos, sino, nos mandaban al fondo”.
“Terminó (un alumno) atado en un árbol por unas siete horas de noche, llorando, cubierto por su propia orina. Hacía menos de 2 grados centígrados. La única reacción de los responsables fue reírse, decirle ‘que no sea maricón’ y seguir como si nada, esta fue la primera noche del campamento. En esos días, tomaron de punto a otro de los chicos por ser ‘afeminado’ y ‘parecer puto’ al punto de convencer a varios compañeros de carpa de que le tiraran sus cosas afuera, sobre el barro y que le dieran una malteada, golpeándolo entre todos, cosa que hicieron. 
El hecho determinante que impulsa este tipo de acciones con cierta soltura e impunidad recaen sobre la metodología histórica de apropiación de establecimientos educativos de FASTA, en tanto que suelen aprovecharse de colegios religiosos cuyas firmas se encuentran en problemas económicos. La Fraternidad se apropia del colegio y, con ello, impone sus procedimientos educativos sin que las madres y los padres, en primer término, se enteren.
Todo ello encuentra su punto grosero cuando se anota la participación del Estado en la emergencia de tan infortunada institución, más aún cuando encuentra el apoyo explícito de los gobiernos.
Por caso, en 2006, el entonces gobernador peronista Felipe Solá, a un mes de la desaparición de Jorge Julio López -testigo fundamental de los juicios al represor de la bonaerense Miguel Etchecolatz-,  entregó parte de la capacitación de sus técnicos en criminalística y seguridad a  FASTA. Aunque solo se trató de una renovación del contrato, dado a que hacía 6 años que tal fraternidad reivindicadora del Proceso de Reorganización Nacional se abocaba a esa actividad para el Estado, lo cual, el contrato atravesó al antecesor de Solá, Carlos Ruckauf, y prosiguió con el responsable político de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán con la venia del supuesto garantista, el entonces ministro de Seguridad León Arslanián. También, por aquél tiempo, convenios de similar envergadura se realizaron con centros de estudios radicados en la provincia de Buenos Aires, como la Universidad Nacional de Lanús.
Por su puesto, además de proveedores del Estado, cuentan con las subvenciones históricas del Ministerio de Educación nacional y que cada jurisdicción provincial le otorga a los colegios de carácter privado –cuya mayoría son católicos-, más las exenciones de tipo impositivo y contribuciones patronales aplicados a través de sistemáticos decretos de necesidad y urgencia que se renuevan constantemente a partir de 2001 desde el Poder Ejecutivo con la firma de las y los presidentes y todos sus ministros y ministras.
Desde Felipe Solá, pasando por Mauricio Macri, Cristina Fernández o la gran mayoría de ex y actuales gobernadoras y gobernadores, quienes actuaron y actúan a favor de la reproducción de la institución, encuentra sobre la otra punta de apoyo al “papa peronista”, es decir, al ex cardenal porteño Jorge Bergoglio, cuya relación con el fundador de FASTA, el mencionado Fosbery, rebasa las buenas relaciones entre ambos para convertirse en algo personal, del tipo amistoso.

En junio de 2012, a partir de los festejos por los 50 años de la Fraternidad, Bergolio enunció en la misa celebrada en su honor en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires que “Ser miliciano habla del compromiso, de trabajo, de entregarse al Evangelio, y que es, en definitiva, militar en la santidad”, mientras, a su vez, exhortó a los reclutados en FASTA a “seguir sirviendo a la Iglesia, en la santidad, siendo milicianos en la exigencia propia”.
A su vez, Fosbery soltó un excitado comunicado cuando recibió la noticia de que su amigo se había colocado como líder mundial político del catolicismo: “Gracias, querido y recordado monseñor Jorge Mario Bergoglio, Usted bendijo mis sueños apostólicos y bendijo el envío de nuestros laicos de FASTA, luego de los sacerdotes y ahora de las ‘catherinas’ (religiosas laicas consagradas). Transformado por gracia del Espíritu Santo en el papa Francisco, nos sigue escuchando, acompañando, enviando”
En todo sentido, se desprende, que los estados en general y el Estado Nacional en particular, sea cual fuere el color político que esté a cargo del mismo, azuza, estimula y promueve al “ejército celeste” que milita con todas sus armas el desfavorecimiento de cualquier hecho que resultare progresivo para las mayorías. 
Y lo saben.
Fuente: https://www.anred.org/2020/06/07/fasta-la-institucion-religiosa-reaccionaria-que-apoya-el-estado-y-bergoglio/

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