La
desigualdad es el virus visible
12 de junio de 2020
Por Francisco Louça
Sin permiso
Tres investigadores del FMI, Furceri,
Loungani y Ostry, publicaron hace unos días un estudio que cubre los impactos
de las cinco pandemias anteriores del siglo XXI (SARS en 2003, H1N1 en 2009,
MERS en 2012, Ebola en 2014 y Zika en 2016). Lo que muestra el estudio es que
estas pandemias han exacerbado las desigualdades y que el proceso continuó en
los años posteriores, incluso después de que la enfermedad estuviese bajo
control. Pero las pandemias mencionadas en el estudio alcanzaron una extensión
continental pero no mundial, y no condujeron a un cierre generalizado. Por esta
razón, los autores preven efectos más graves en el contexto del covid-19, que
las impuestas por aquellas pandemias. Además, al analizar las políticas ahora
adoptadas, concluyen que tienen efectos regresivos, es decir, acentúan El pasado que nos amenaza
Otros economistas añaden motivos de preocupación. Sérgio Correia, de la Junta de
El tema es esencial para las decisiones inmediatas. Y siempre pone sobre la mesa el tema de la desigualdad, que debería ser la guía para elegir las políticas concretas en caso de emergencia.
La desigualdad exacerba la enfermedad
A raíz de esta preocupación, un equipo dirigido por Carla Nunes, directora de
Como resultado, entre los países que tuvieron la mayor incidencia de la enfermedad por cada 100.000 habitantes se encuentran España e Italia, que también son los que tienen la mayor desigualdad y el mayor desempleo. Portugal destaca por su nivel de contagio promedio y su alto nivel de desigualdad. Es una correlación y no una demostración de causalidad, como conviene señalar. Estos datos sugieren en cualquier caso la hipótesis de que las condiciones sociales están relacionadas con el grado de contagio, particularmente en algunos países. Como resultado, y si los datos en el estudio del equipo del FMI son válidos, podemos anticipar una prolongación de los efectos sociales desigualitarios y desigualizantes. El problema social ya es el principal problema económico de 2020 y seguirá siéndolo en los próximos años. No desaparecerá.
La desigualdad proviene de los salarios y el empleo
Este impacto social era predecible, dado que los canales de transmisión económica de la pandemia son el desempleo y otras formas de pérdida de ingresos y, considerando las primeros datos para las economías desarrolladas y emergentes, son los sectores populares más frágiles los que sufren los peores embates. En el caso de los EEUU, de marzo a mayo de 2020, el impacto de la crisis actual en el desempleo es mayor que el registrado en la recesión a partir de 2009. En el mundo, uno de cada seis jóvenes perdió su trabajo como resultado de las perturbaciones económicas con el tsunami del covid-19, según la OIT.
Y, aunque la publicación de la información estadística portuguesa es más lenta, el crecimiento del desempleo en Portugal parece ir en la misma dirección: hay un aumento del 31.5% de parados registrados en los Centros de Empleo entre el 15 de marzo y el 20 de mayo y se han multiplicado por ocho las solicitudes de subsidio de desempleo en esas semanas, de
La
pobreza y el desempleo, o la desigualdad que generan, aumentan la propagación
de la enfermedad, ya que debilitan las condiciones sociales de la vida de sus
víctimas, como lo señala el estudio de la ENSP. Era de esperar que fuese así, tanto por las
condiciones de vivienda, como de desplazamiento y laborales de la población más
pobre. Pero también sabemos que si las respuestas a la crisis consisten en
empeorar la desigualdad con recortes salariales y ajustes sociales a través de
una ola de despidos, entonces el resultado será peor que el de la crisis
anterior.
https://www.sinpermiso.info/textos/la-desigualdad-es-el-virus-visible
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