viernes, 5 de junio de 2020

Estamos ante el desafío de lograrponer la producción al servicio de cubrir las necesidades de TODA la sociedad y EN ARMONÍA CON EL MEDIO AMBIENTE,

P a r ie n d o
U n a n u e v a s o c i e d a d

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F acebook: pariendo una sociedad

5 DE JUNIO - 
DIA MUNDIAL DEL 
MEDIO AMBIENTE

EN ESTOS AÑOS HEMOS PUBLICADO VARIOS ESCRITOS QUE ABORDAN EL TEMA DEL MEDIO AMBIENTE Y CÓMO LO ESTAMOS DESTRUYENDO, TRATANDO SIEMPRE DE
APORTAR A LA REFLEXION PARA UNIR LAS CAUSAS CON LOS PROBLEMAS QUE VIVIMOS.
Los hechos son contundentes y están ante nosotros. Calentamiento global, contaminación de los océanos y ríos,
deforestación, inundaciones, epidemias, perdida de glaciares, mega-minería, alimentos que envenenan, etc. etc.

¿CUALES SON LAS CAUSAS DE TODO ESTO?
El sistema capitalista atraviesa una crisis que envuelve varios aspectos de nuestra vida, y afecta a la sociedad en su conjunto. Pero ¿qué relación tiene esto con la crisis medioambiental?
Encontramos miles de productos en las góndolas de los grandes hiper-mercados, pero muchos quedan ahí porque no tenemos dinero para comprarlos, mientras millones de compatriotas y de personas en el mundo entero necesitan más que nunca esos alimentos. Hay miles de productos de plástico, aún sin vender, pero que ya dañaron el ambiente en su fabricación, y que luego de ser
usados pasaran a ser basura en el océano... ¿Qué estamos haciendo?
Es evidente que un montón de recursos, tanto materiales como humanos (tiempo y esfuerzo invertidos) quedan mal aprovechados. Y esto no es inocuo, esos recursos materiales le cuestan mucho, muchísimo, al planeta. Y también, como no puede ser de otra manera, a los seres vivos que habitamos el mismo.
¿Por qué depredamos los recursos para fabricar cosas que quedan abarrotadas en las góndolas?

Desde las primeras herramientas que se “inventaron” por el hombre se fue incrementando,mediante su uso, la productividad del trabajo. Si bien durante largos siglos hemos producido sin grandes cambios, o con cambios muy lentos, es evidente que desde la revolución industrial, con el uso del carbón, la fuerza transformadora del vapor, y más acá con todos los combustibles y energías generadas con recursos fósiles, esto se ha acelerado en una magnitud que realmente nos cuesta imaginar. Lo cierto es que este avance, desde la revolución francesa hasta aquí, lo ha empujado siempre y en todo momento la competencia capitalista. El afán de producir con el único objetivo de vender, para así obtener una ganancia y poder continuar en carrera ha sido desde entonces el motor de la producción. No lo es el hecho de cubrir necesidades, ni mucho menos. Es
por esto que hoy, cuando la productividad del trabajo ha llegado al máximo desde que el hombre trabaja, aun no logra cubrir las necesidades de las mayorías, que casualmente, son quienes producen todos esos bienes... Es decir, producimos como sociedad muchísimas cosas que nunca antes, pero la desigualdad económica es mayor que nunca y la destrucción del medio ambiente nos muestra el límite más palpable de que no podemos continuar de esta manera.
Resumiendo, la incorporación de la robótica, la impresión 3D, el 5G, el Big Data y Cloud Computing, y otras nuevas tecnologías, hacen que se produzcan muchos más productos en menos tiempo y con menos trabajo humano (que es la única fuente de la ganancia del capitalista, trabajo que no se abona según su rendimiento sino por el tiempo en que se ejecuta, traducido en jornal/salario). Entonces, en el proceso productivo esa ganancia se vuelve cada vez más pequeña
en relación a la inversión de capital cada vez mayor para producir cualquier tipo de artículos y servicios. Pero... resulta que esa ganancia es la razón de ser del capitalismo, sin esa ganancia no puede subsistir (¿quién invertiría dinero sino es para ganar más dinero?).

LA ENCRUCIJADA HISTORICA
Por esto decimos entonces que el cambio climático es un derivado directo de esa búsqueda permanente de ganar en la competencia y de obtener una ganancia a costa de lo que sea, aun destruyendo el único lugar que tenemos todos para vivir.
Transitamos una época de sucesión de estallidos; de crisis que contienen todos los elementos esenciales (extensión, potencia, velocidad de contagio, simultaneidad) y que sientan las bases para el colapso del sistema capitalista tal como lo conocemos. Ya dijimos en otros escritos que la
“Pandemia” también combina estos elementos, y que su aparición está ligada indisolublemente a este sistema, ya sea por el ecocidio que se lleva adelante por los recursos, tanto como si fuera fruto de una disputa por el poder global, o ambas a la vez. ¿Quiere decir esto que vamos hacia un sistema superador? No necesariamente. También se puede agudizar este problema en magnitudes
que aún no imaginamos, pero que no están tan lejanas si no logramos revertir las causas que originan el desastre. Eso dependerá de qué fuerza se imponga y cómo abordemos, los pueblos, el
problema de la ya mencionada contradicción actual, es decir, si logramos poner la producción al servicio de cubrir las necesidades de TODA la sociedad y EN ARMONÍA CON EL MEDIO AMBIENTE, o seguimos acrecentando la desigualdad económica y el daño permanente al planeta que trae aparejada la competencia de los monopolios capitalistas. La primera se llevaría ante todo
siguiendo los intereses de las mayorías, ¿cómo sería?, respetando los tiempos de recuperación de los nutrientes del suelo, realizando reforestaciones, recuperando la salud de los ríos y océanos, evitando el uso de químicos tóxicos, practicando la agroecología, y por sobretodo, planificando la producción de modo tal de que no se fabriquen cosas en magnitudes superiores a la capacidad de consumo de las mismas (y seguramente muchas cosas más que olvidamos); la segunda ya la
conocemos, es la que sucede hoy, y como queda demostrado, no puede ofrecernos una solución al problema porque es dominada por intereses económicos. Por todo esto nos preguntamos... ¿Qué papel jugamos nosotros? No hay ni habrá soluciones mágicas, hay que convencerse de que tenemos que hablar de estos temas en todos los ámbitos posibles, con todas nuestras relaciones. Hay que generalizar el debate hasta que cada escuela, iglesia, capilla, fábrica, sindicato, universidad, centro cultural, barriada, cada espacio social se convierta en una trinchera activa, ofensiva y hasta agresiva contra los grandes intereses que
agreden la naturaleza y la sociedad. Esta acción nuestra de involucrarnos es lo determinante para avanzar hacia una solución del problema. La salida requiere participación, comprensión, toma de conciencia y sobre todo organización. Entendemos que no es fácil, pero el problema es social y urgente, por eso tiene que ser resuelto siguiendo los intereses de las mayorías. Las fuerzas que
desatan los pueblos luchando en conjunto y organizados no tienen enemigos que puedan resistirlos. ¡Sabemos que con el medio ambiente no se puede negociar! Tenemos las posibilidades concretas de llevar adelante grandes transformaciones y frenar este desastre al que nos llevan los poderosos intereses que gobiernan a ciegas este mundo y en interés de una minoría.

JUNIO 2020

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