lunes, 1 de mayo de 2017

II. Apreciemos pensamiento-acción de la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.)

Jalones de derrotas: balance de la ocupación obrera de AGR-Clarín

13 de abril de 2017

Cuando se cumplían 82 días de ocupación de la planta gráfica AGR-Clarín, los obreros fueron desalojados.
Decíamos el 1 de febrero que la Comisión Interna (C. I.) de AGR “no traiciona sino defiende los intereses de los trabajadores que representa”, y agregábamos: “La Sociedad de Resistencia de Oficios Varios de Capital adherida a la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A.) saluda a la Comisión Interna de AGR y a todos sus trabajadores y reivindica el método proletario sobre el que asienta su funcionamiento: la asamblea como ámbito de decisión y la acción directa para imponer las decisiones emanadas de la asamblea deliberativa y resolutiva, es decir, soberana”.
Desde el 16 de enero y hasta el 7 de abril, los trabajadores libertarios agrupados en la Sociedad de Resistencia de Oficios Varios Capital apoyamos los reclamos y cada una de las medidas adoptadas por los obreros de AGR. No sólo eso: también aportamos al fondo de lucha, dimos amplia difusión al conflicto y participamos de todas las acciones (piquetes, movilizaciones, etc.).
Reivindicamos la conciencia de clase de los trabajadores de AGR: la fiereza antipatronal fue demostrada durante todo el tiempo que duró la ocupación de fábrica. Sabemos lo difícil que es consensuar posiciones sin que se rompa esa formidable herramienta de lucha (y al mismo tiempo escuela de formación de conciencia de clase) que es la Asamblea. Por eso valoramos positivamente todas las iniciativas resueltas en Asamblea y que concretaron los obreros de AGR. De las acciones llevadas a cabo queremos reivindicar algunas en particular: la táctica del boicot, el haber puesto en funcionamiento la producción al publicar la revista “Viva las luchas obreras” y, sobre todo, la madre que parió todas las iniciativas y acciones proletarias: la ocupación de fábrica.

Vigencia de los primigenios métodos del proletariado
El boicot permite generar un daño directo a la patronal (que mermen sus ventas y en consecuencia sus ganancias) y al mismo tiempo compromete la participación de vastos sectores de la sociedad que, al “boicotear” determinados productos o servicios, se solidarizan con la lucha de los trabajadores que lanzan la medida. El boicot a los productos editoriales del Grupo Clarín por medio de la campaña “No Compre”, de acuerdo a los trabajadores de AGR, produjo una merma de ganancias de alrededor del 30% del diario Clarín de los domingos, cuya edición incluye la revista Viva que se imprimía en los talleres AGR.
La decisión de imprimir “Viva las luchas obreras” puso en práctica lo que los comunistas anárquicos afirmamos en nuestra propaganda ideológica: son los obreros quienes conocen su labor, quienes pueden materializar ideas y ponerlas en circulación, sin la mediación de la patronal que vive a expensas de nuestro esfuerzo físico e intelectual. Todos los medios de producción que intervienen en el proceso de producción de determinado producto (en este caso una revista porque es una planta gráfica) fueron puestos en funcionamiento no para generar ganancias al capitalista sino para beneficio de los productores, es decir, los trabajadores de AGR.
Por último, ocupar una fábrica es romper con toda la legalidad sobre la que se asienta la “legitimidad” burguesa. Toda ocupación de fábrica desafía los límites simbólicos y materiales del capitalismo: el derecho de propiedad es abolido de hecho. Descontando la huelga general revolucionaria, la ocupación de fábrica es la medida de lucha más radical del proletariado contra el Capital y el Estado: derecho de propiedad y relaciones de producción son cuestionados al mismo tiempo.

El principio del fin
En el comunicado público del 1 de febrero alertábamos “que la lucha de los trabajadores de AGR-Clarín podría quedar aislada si no es acompañada solidariamente por el conjunto de la clase obrera. Si el sindicato Federación Gráfica Bonaerense no estuviese dirigido por agentes de la conciliación de clases, ya debería haber lanzado una huelga general por tiempo indeterminado hasta lograr la reincorporación de todos los trabajadores despedidos por el Grupo Clarín. Esa medida posibilitaría también que los sindicatos de periodistas efectivizaran otra huelga general por tiempo indeterminado en solidaridad hasta lograr la reincorporación de los gráficos despedidos, además de sumar sus propias reivindicaciones (en el diario Clarín las condiciones de trabajo ya están flexibilizadas y recientemente decenas de trabajadores aceptaron el chantaje del ‘retiro voluntario’, por ejemplo). Y hay motivos de sobra para que el conjunto de los trabajadores se lance a la huelga indefinida, entre ellos que los despidos, la flexibilización laboral y la elevada inflación ahondan nuestra carestía de vida”.

El 25 de febrero volvimos a remarcar el rol burgués que ejercía no sólo el sindicato Federación Gráfica Bonaerense (FGB) sino el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA): “[FGB] sólo convocaron a un paro de 24 hs y movilizaron su aparato en dos ocasiones, la última el 22/2 donde al margen de la convocatoria de los obreros de AGR hicieron un acto propio. (…)  También es lamentable el papel del nuevo sindicato ‘combativo’ de los periodistas de la ciudad de Buenos Aires, el SIPREBA, que no sólo no llamó a una huelga por tiempo indefinido en solidaridad y para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de prensa sino que ni siquiera motorizó la huelga en la redacción del diario Clarín”. Además, volvíamos a advertir que la lucha de los obreros de AGR estaba siendo “aislada adrede” gracias a la acción del frente antiproletario conformado por el Capital (no sólo la patronal gráfica sino la de todos los medios de comunicación que garantizaron el llamado “cerco mediático”), el Estado (sobre todo por medio de los ministerios de Trabajo y de Seguridad) y los Sindicatos (no sólo la FGB). Y nuevamente hacíamos un llamado “a la Comisión Interna de AGR-Clarín y a todas las asociaciones gremiales (comisiones internas, cuerpos de delegados, corrientes sindicales) a organizar con urgencia un encuentro nacional de trabajadores combativos en la perspectiva de dotarnos de un plan de lucha decidido democráticamente por el conjunto de la clase obrera para derrotar a los capitalistas, a su Estado y a la burocracia sindical”.

Desgraciadamente, los trabajadores de AGR no apostaron a desnudar completamente el rol patronal ejercido por la burocracia sindical de la FGB. Los obreros de AGR no exigieron la solidaridad activa -esto es, “huelga por tiempo indefinido”- a los trabajadores de otros talleres gráficos del Grupo Clarín, del diario Clarín, y de las señales televisivas y radiales del multimedio de Magnetto y de Herrera de Noble. En cambio, la C. I. de AGR le suplicó una y otra vez a la FGB que motorice alguna medida de lucha y hasta llegó a ensalzar la decisión de la burocracia de dicho sindicato de convocar “después de décadas” a un miserable paro de 24 hs… En ningún momento criticaron a fondo el rol de la burocracia sindical de la FGB y no llamaron a fortalecer un polo antiburocrático por medio de un encuentro de trabajadores combativos como proponíamos desde la SROV Capital.

Al mismo tiempo, a medida que avanzaban los días y también la difusión del conflicto entre los trabajadores y la sociedad en su conjunto, la C. I., en vez de endurecer los planteos contra el frente único burgués conformado por el Capital, el Estado y la Burocracia Sindical y aumentar la efectividad de las acciones, éstas fueron cada vez más ineficaces y aquéllos cada vez más difusos y con menos espesor. Así, en vez de reiterar el bloqueo de la planta gráfica de la calle Zepita (que al Grupo Clarín le provocó un daño económico importante al no llegar los diarios a muchos puestos de venta de todo el país) y volver a cortar la Autopista 25 de Mayo (para seguir mostrando a la sociedad la existencia del conflicto y también generar molestias al conjunto de la burguesía), se sucedieron una serie de acciones de bajo impacto, como los conciertos (de música clásica, de tango, etc.) en la puerta de la gráfica ocupada.

La combinación de ambivalencia ante la burocracia de la FGB (exigirle tibias medidas con escasas críticas) y de auto-repliegue de las acciones (en Pompeya, no en autopistas y avenidas centrales) resultó decisiva para que el aislamiento dejase paso a la derrota. Es verdad que salieron “con la frente en alto” (textual de Pablo Viñas de la C. I.)… pero al fin derrotados.

Lo que vendrá
Una vez desalojados, los obreros de AGR anunciaron que acamparán en la puerta de la gráfica para reclamar por la reincorporación de los trabajadores despedidos. Hoy marcharon al Ministerio de Trabajo y las próximas acciones decididas por los trabajadores serán una nueva movilización por las calles de la ciudad de Buenos Aires y un “boicot a la Feria del Libro”. Además, “mandataron” a la FGB un paro activo nacional.
Desde la SROV Capital seguiremos acompañando las acciones decididas por el conjunto de los trabajadores de AGR. En este escenario de derrotas (como la que sufrieron los obreros de AGR), es fundamental seguir solidarizándonos entre explotados.

La clase obrera debe comprender que nuestro enemigo no sólo es la Patronal y el Estado: también es la Burocracia Sindical. La huelga y otras medidas de acción directas son nuestras armas para enfrentar a la Patronal y el Estado, de ahí la imperiosa necesidad de mantener la unidad de clase proletaria. ¿Y cómo enfrentamos a la Burocracia Sindical? Sin dudas, la lucha autónoma del proletariado suele quebrar la dictadura sindical, sobre todo en etapas de ascenso de la lucha de clases. Pero en situaciones adversas como la que estamos atravesando, donde la Patronal y el Estado imponen sus duras condiciones en complicidad con los sindicatos (acuerdo de flexibilización laboral de Vaca Muerta para los petroleros, limitación del alcance de la ley que regula a las ART que perjudica al conjunto de los trabajadores, esquema de suspensiones rotativas en la industria automotriz, sobrecarga de tareas por el mismo salario que está a la baja -gracias a la inflación- en el comercio, etc.) y donde el temor al desempleo paraliza la acción crítica de la clase obrera, el ardor del proletariado suele menguar. Por eso los trabajadores con conciencia de clase debemos aunar fuerzas: creemos que la convocatoria a un encuentro nacional de trabajadores combativos es perentoria. Al mismo tiempo debemos propagandizar la necesidad de derogar la ley de asociaciones sindicales, primer mojón hacia la conquista de la libertad de asociación gremial como existía en la región argentina antes de 1945.

¡Clase contra Clase!
¡Encuentro nacional de trabajadores combativos!
¡Derogación de la ley de asociaciones sindicales!
Sociedad de Resistencia de Oficios Varios Capital
12/4/2017

Fuente: http://capital.fora-ait.com.ar/

No hay comentarios:

Publicar un comentario