viernes, 31 de enero de 2020

Examinemos la subordinación de las FFAA y la injerencia militar imperialista, así como "la creación del Fondo Nacional de la Defensa para reequipar a las Fuerzas Armadas con la posibilidad de recibir aportes nacionales o internacionales, privados o públicos". En el contexto regional de "agudización de la crisis, las protestas y, si me permiten, la lucha de clases: una tendencia a la mayor centralidad y participación de las FFAA en la política y la represión interna".

EL CÍRCULO ROJO

La soberbia armada

24 de noviembre de 2019

La cada vez mayor presencia militar en la región más allá y más acá del golpe de Estado en Bolivia. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite los domingos por Radio Con Vos, 89.9.
@RossoFer
  • En la era del predominio de las imágenes, la velocidad de las redes y la cultura digital, hay retratos que son todo un editorial en sí mismos. Esta semana circuló una foto de Jeanine Añez, presidenta de facto de Bolivia, sentada con una cruz y la biblia delante, y un general del Ejército atrás. Ahí estaba todo: los que siguen negando el golpe de Estado en el país hermano, simplemente son ciegos o cómplices. O una combinación de ambos.
  •  Pero, como escribí en un artículo publicado hoy en Tiempo Argentino, lo que sucede en Bolivia es una expresión extrema de una tendencia presente en la región ante la agudización de la crisis, las protestas y, si me permiten, la lucha de clases: una tendencia a la mayor centralidad y participación de las FFAA en la política y la represión interna.
  •  Lo observamos en Brasil, obviamente, con Jair Bolsonaro, el mismo un exmilitar, pero además con una presencia de militares o exmilitares en el poder Legislativo y Ejecutivo. Sin ir más lejos, Río de Janeiro está militarizada. También lo vimos en Ecuador, en medio de las protestas contra el ajuste, cuando el presidente Lenín Moreno se refugió en el blindaje militar para proteger a su gobierno. Esta semana le tocó a Colombia, ante el paro general del jueves pasado en rechazo a las contrarreformas laboral y previsional, el primer mandatario Iván Duque ordenó cerrar las fronteras, acuartelar a los militares y enviarlos a realizar “tareas de acompañamiento” junto a la Policía para controlar la calle. Finalmente, ante la continuidad de las movilizaciones, junto al alcalde de Bogotá declaró directamente el toque de queda y cedió el dominio de la ciudad a los uniformados. También ocurrió en Uruguay, donde no solamente un excomandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, obtuvo cerca del 11 % de los votos en las elecciones presidenciales de este año con su partido “Cabildo Abierto”, sino que se sumó a la coalición del candidato derechista Luis Lacalle Pou para el balotaje que tuvo lugar hoy. Pero además, y esto pasó después de la publicación de la nota de Tiempo, cuando empezaba la veda por las segunda vuelta, Manini Ríos viralizó un video político-electoral dirigido directamente a los miembros de las FFAA y el Centro Militar publicó un editorial en el mismo sentido que tiene conceptos ideológicos de ultraderecha, macartistas y cuasifascistas. Por último, en Chile,observamos la presencia castrense casi en vivo y en directo en la calle, pero esta semana también el Estado Mayor Conjunto dio un salto: emitió un comunicado firmado por las tres armas contra el informe de Amnistía Internacional por las evidentes violaciones a los derechos humanos que se producen en las represiones cotidianas que ordena Sebastián Piñera.
  •  En ese contexto, se aprobó esta semana en la Argentina -a propuesta de quien probablemente será el ministro de Defensa de Alberto Fernández- Agustín Rossi, la creación del Fondo Nacional de la Defensa para reequipar a las Fuerzas Armadas con la posibilidad de recibir aportes nacionales o internacionales, privados o públicos. Estuvo muy bien el alerta de Myriam Bregman (que algo conoce esto) no sólo sobre el hecho, sino también sobre la oportunidad. Alguien que lo festejó exultante en las redes sociales fue Elisa Carrió: dijo que fue “un triunfo del Congreso: aprobamos el reequipamiento de las Fuerzas Armadas!”. No hay remate.
  •  El año pasado, Mauricio Macri también quiso aprobar una resolución para autorizar que las FFAA participen en tareas de seguridad interna y en su discurso apuntó a “despegar” a los hombres de uniforme de cualquier relación con el genocidio. “Los hombres y mujeres de las FFAA del siglo XXI son hombres y mujeres de la democracia”, dijo. Si uno mira el continente, no parece que sea así. Y en este marco también se entienden todos los intentos negacionistas de la dictadura que quisieron instalar en los últimos años por el simple hecho de que pretenden allanar el camino para, si es necesario y tienen las condiciones, recurrir a la carta militar.
  •  No se trata de afirmar que se van a repetir necesariamente escenarios iguales a los del pasado, entre otras cosas, porque hay diferencias en la historia, las tradiciones y en las relaciones de fuerza de cada país. Pero sí de alertar sobre un hecho político de consecuencias estratégicas que tienen que ver con la naturaleza del Estado y de su núcleo duro, especialmente cuando las papas queman. Vale la pena recordar que Williams Kaliman, el ahora excomandante en jefe las FFAA de Bolivia y el hombre que le “sugirió” renunciar a Evo Morales fue nombrado por él; que el uruguayo Guido Manini Ríos fue comandante en jefe del Ejército bajo el gobierno de Tabaré Vázquez y propuesto por “Pepe” Mujica; así como César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani fue designado por la administración anterior.
  •  Son conclusiones político-estratégicas necesarias que tienen que tener en cuenta no sólo los que quieren cambiar radicalmente el régimen político y social, sino también cualquier demócrata consecuente que pretenda velar por el cumplimiento irrestricto de las mínimas libertades democráticas.
  • https://www.laizquierdadiario.com/La-soberbia-armada
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