Capitalismo y robo: la
expropiación de la tierra, el trabajo y la vida.
por John
Bellamy Foster, Brett Clark y Hannah Holleman***
«La
expropiación de la gente y del suelo constituye la base del modo de producción
capitalista«. Karl Marx 1
Como lo demuestra su crítica de la
economía política capitalista el poder de la abstracción para Karl Marx era
absolutamente crucial para el análisis teórico de los sistemas históricos. 2
Pero aunque la abstracción es indispensable para comprender el carácter interno
del capital, también es obligatorio el análisis del materialismo histórico,
porque el capitalismo nunca puede reducirse simplemente a su lógica interna. 3
Más bien, es producto de un sinnúmero de condiciones históricas que forman los
límites empíricos dentro de los cuales opera el sistema y son parte integral de
su funcionamiento.
Por lo tanto, el capitalismo histórico
debe entenderse como un sistema mundial colonial / imperialista en el que el
ejercicio violento del poder es una realidad siempre presente. Para descubrir
las condiciones materiales que rigen el capitalismo concreto, incluida su
relación con la tierra, el trabajo no asalariado y la vida material, es
necesario ir más allá de la realidad interna de la explotación y abordar la
expropiación, o el proceso de apropiación sin equivalente (o sin reciprocidad)
a través del cual el capital ha determinando sus parámetros.
El concepto de expropiación comúnmente
se ve en la izquierda como un mero sinónimo de la idea de “la acumulación
primaria”, una categoría derivada de la economía política liberal clásica, que
Marx sometió a una crítica despiadada. 4
De hecho, incluso en aquellos casos en
los que se refirió a la llamada «acumulación primitiva» (tomó la idea de Adam
Smith), Marx inmediatamente transformó el concepto en una cuestión
completamente diferente. El filosofo alemán utilizó un concepto nuevo; “la expropiación”, que para el
constituye una condición previa esencial para el surgimiento del capitalismo,
así como su continuidad en la presente historia. 5
Para Marx, la
expropiación en la
que se cimento el capitalismo no tiene nada que ver con la «supuesta
acumulación previa”, o el cuento infantil propuesto por la economía política
clásica, de que el sistema capitalista tuvo su origen en la austeridad y fue
consecuencia del ahorro. 6
De hecho, Marx, como escribe el
economista marxista Michael Perelman, «descartó rotundamente la mítica
acumulación previa de Smith, para llamar la atención sobre la experiencia
histórica real, caracterizada por la expropiación desenfrenada del sistema”. 7
Las condiciones que permitieron el
desarrollo del capitalismo, explicó Marx, se encuentran en un brutal sistema de
robo, de usurpación de la tierra, de despojo del campesinado y de saqueo del
mundo colonizado, dando lugar a la proletarización, el genocidio y la
esclavitud.
Todo esto implicó la transferencia de la
propiedad y la riqueza existente y la expropiación generalizada de pueblos e
individuos que fueron sometidos a las peores formas de opresión, expropiándoles
la tierra y la propiedad de los medios de reproducción, y transformándolos en
proletarios que no tenían otra forma de vivir, excepto vendiendo su fuerza de
trabajo.
Este sistema se extendió a la
expropiación del suelo por parte del capitalismo. Esta expropiación violenta
que caracteriza toda la era mercantilista no fue simplemente una etapa anterior
del capitalismo (como afirmaron pensadores como Max Weber y Joseph Schumpeter
en el siglo XX) sino que es parte integral del capitalismo y del colonialismo,
determinando las características básicas del sistema que vivimos en la época
actual. 8
Así, la «expropiación de las personas y
del suelo», el despojo de las poblaciones indígenas, el saqueo de las Américas,
de África y de Asia por la conquista colonial prepararon el escenario para el
surgimiento del capitalismo industrial y el nuevo sistema de acumulación. 9
Marx no se canso en recalcar que no fue
la austeridad la que condujo a “la génesis del capitalismo industrial.”10 sino
“ la expropiación fue el punto de partida del modo de
producción capitalista.” 11 Esta implacable expropiación no terminó con la era
mercantilista. Al contrario, las sangrientas usurpaciones de la tierra, del
trabajo y de la vida a escala mundial hasta nuestros días.
Aunque , en cierta medida, los conceptos
claves de explotación y expropiación de Marx se superponen, son analíticamente
distintos y establecen entre ambos una relación dialéctica.
La explotación está relacionada con la apropiación de la plusvalía
a través de un proceso de intercambio en el que el capitalista se apropia de la
plusvalía de los productores directos y la expropiación se refiere a aquellas realidades
históricas en las que no funcionaba un quid pro quo (ni siquiera formalmente) y
donde los capitalista realizan robos directos o «se benefician tras la
expropiación».12
En el capitalismo tardío y en el
imperialismo tardío, un velo oculta el robo, con mecanismos cada vez más
complejos de intercambio desigual. Este sistema de robo, implementado por las
corporaciones multinacionales monopólicas, abarca casi toda las entornos de la
producción y de la vida.
Tiene razón el profesor Michael D. Yates
cuando argumenta: «no puede haber una separación [real histórica] entre
explotación y expropiación. Mientras que el primer concepto nos permite
comprender las especificidades de la apropiación del trabajo no remunerado de
los trabajadores en el proceso de producción, el segundo pone de manifiesto el
«racismo, el patriarcado, la catástrofe ambiental y el imperialismo”. 13
Por lo tanto, el concepto de
expropiación de Marx, visto en su compleja relación dialéctica e histórica con
la explotación, es la clave para comprender las múltiples opresiones que le dan
forma al capitalismo como un sistema histórico y sus relaciones con el entorno
material.
El concepto de expropiación en el
análisis de Marx tuvo su “locus classicus” en su análisis del tratamiento de
las ganancias por expropiación de James Stewart que iba a influir en sus dos
textos sobre la expropiación primaria en “Los Grundrisse” y “El Capital”. Para
Marx, la expropiación era apropiación sin equivalente o apropiación sin
reciprocidad. 14
Aunque existe una vasta literatura sobre
el concepto de acumulación primitiva , el término primitivo es una traducción
errónea, ya que Marx se refería a lo que en la economía política clásica se
designaba como acumulación previa o primaria.15 Además, Marx trató la
frase de forma peyorativa y mostró su desdén por el término “acumulación
primitiva”, que en la economía política clásica ha sido creado para justificar
el orden actual.16
Para Marx, la lógica interna del capital
se explica como un producto de la explotación pero él nunca dejó de enfatizar
que las condiciones de fondo del sistema – en su desarrollo y expansión – se
rigen por la fuerza y el
fraude. 17 Este aspecto de su crítica lo retoma sistemáticamente cuando pasa
del análisis abstracto a lo concreto, de la lógica pura del capital a la base
de la economía mundial (es decir, el imperialismo) y las crisis. 18
Marx compartió con Frederick Engels su
concepción acerca de la expropiación en sus trabajos conjuntos sobre
esclavitud, el patriarcado y la grieta metabólica, o la «grieta irreparable en
el proceso interdependiente del metabolismo social, un metabolismo prescrito
por leyes naturales de la vida». 19
Por lo tanto, un enfoque renovado en la
expropiación es esencial si queremos comprender la relación histórica entre la
sociedad, los procesos acumulativos relacionados con el valor de cambio, el
robo continuo a las sociedades y los procesos no acumulativos relacionados con
el valor de uso. 20
La cuestión se convierte no sólo en la
explotación del trabajo, sino en la expropiación de las economías domésticas
(el trabajo doméstico y de subsistencia), la vida material, la periferia
mundial y el entorno planetario.
Históricamente, la apropiación sin
equivalente es la forma más común de relaciones jerárquicas de clase, que se
manifestaron de forma compleja en los anteriores modos de producción
tributarios. 21
Sin embargo, para distinguir históricamente
a la sociedad capitalista de sus antecesoras pre-capitalistas, es necesario
entender que el capital opera con una mayor sistematización de las ganancias
obtenidas por la expropiación, comenzado en el período mercantilista, pero
extendiéndose a todas las etapas posteriores del desarrollo capitalista.
En la ideología liberal dominante, tal
expropiación, ya sea en forma de esclavitud, guerra, genocidio, intercambio
desigual o ejercicio del poder monopólico, se trata como un accidente no
relacionado con el sistema capitalista o como un producto inevitable de la
naturaleza humana.
La violencia y el robo, a pesar de su
omnipresencia en el capitalismo global, se retratan comúnmente como un proceso
desconectado y ajeno a la naturaleza del sistema económico. Sin embargo, la
sórdida historia del capitalismo expropiador desmiente esta afirmación de los
publicistas del sistema .
Los últimos cinco siglos cargan con la
triste cronología del colonialismo / imperialismo, del capitalismo racial, de
las guerras de agresión y de la expropiación patriarcal del trabajo doméstico.
Estos males sociales propios del capitalismo están acompañados por la violación
sistemática de lo que el químico alemán Justus von Liebig llamó la «ley de
compensación», o la necesidad de reponer los elementos constitutivos que son
hurtados de la tierra. 22
Si bien Marx dedicó la mayor parte de su
crítica de la economía política al análisis de la dinámica interna de
explotación del capital, la expropiación, como una dura realidad, nunca estuvo
lejos de su mente, y es parte insustituible de su obra. Este gran tema está
claramente abordado en sus trabajos sobre propiedad de la tierra, trabajo
asalariado, el estado, el comercio internacional, el mercado mundial y las
crisis.
En opinión de Marx, la colonización no
fue simplemente la expropiación de la tierra, sino que también abarcó la
«esclavitud y el exterminio de parte de la población indígena en faenas mineras
» 23.
Este reconocimiento del papel de la
expropiación de la tierra y de las personas explica gran parte de la
extraordinaria riqueza y poder de las observaciones históricas de Marx y
Engels. Por tanto la revolución contra el capital exige «la expropiación de
unos pocos usurpadores por la mayoría del pueblo» o, en otras palabras, “la
expropiación de los expropiadores”. 24
Recientemente han surgido
investigaciones decisivas sobre el papel que desempeñó la expropiación dentro
de la crítica de Marx al capitalismo y su aplicación al análisis histórico del
desarrollo capitalista: la teoría de la reproducción social (de Nancy Fraser),
el análisis del capitalismo racial (de Michael Dawson y Sven Beckert) y la
teoría ecológica marxista (la teoría de la ruptura metabólica de Marx). 25
Con razón Glen Sean Coulthard ha
argumentado que la expropiación violenta de los pueblos indígenas debemos
analizarla como «una característica co-fundacional del capitalismo, y el
despojo de los pueblos indígenas debe llevarnos a desarrollar una crítica
ecológica de la acumulación capitalista colonial». 26
Este análisis intenta ilustrar la
importancia de las ideas teóricas derivadas del concepto de expropiación de
Marx. Esta orientado a explicar tres momentos históricos de la expropiación
masiva de las personas y de la tierra: Momento I: La industrialización de la
agricultura y la grieta metabólica; Momento II: El desastre ecológico y el
imperio; y Momento III: Imperialismo en el Antropoceno.
Obviamente, la intención aquí no es
proporcionar un análisis detallado y mucho menos exhaustivo de cualquiera de
estas fases críticas del desarrollo, sino más bien destacar en cada caso cómo
con el método histórico-materialista (que abarca la expropiación y la
explotación) las diversas contradicciones y conflictos del capitalismo. 27
Marx dijo que la principal barrera
(interna) para el capital era el capital mismo, y también indicó que el
principal límite externo del capital era su negativa a aceptar límites,
convirtiendo las fronteras naturales en barreras para ser transgredidas por el
gigante capitalista. Ante la destrucción la ecología irlandesa en el siglo XIX
por el capitalismo inglés, Marx planteó la cuestión de la «ruina o revolución»,
una argumento aún más relevante en el siglo XXI en un l momento que el
capitalismo amenaza todo el “sistema tierra”. 28
Momento I: la industrialización
de la agricultura y la grieta metabólica
La industrialización de la agricultura
en el siglo XIX se fundó en la aparición del capitalismo como un orden
socioeconómico distinto. Como detalla Beckert en “El Imperio del algodón”:
«la expansión imperial, la expropiación y la esclavitud fueron
fundamentales para su formación”. 29
A lo largo de la era del mercantilismo (
desde mediados del siglo XV hasta mediados del siglo XVIII) un período al que
Beckert se refiere como «capitalismo de guerra», las formas de propiedad
anteriores y las relaciones productivas se disolvieron a través de la
“clausura” de los tierras comunales (y del imperialismo) transfiriendo
formalmente el título de la tierra a la clase burguesa.
Las características racializadas del
capitalismo se introdujeron durante la colonización genocida en África, Asia y
América. Los pueblos indígenas y los pueblos de África fueron esclavizados para
trabajar en las plantaciones y en la minería. 30 Esta actividad esclavista
contribuyó a la transferencia masiva de riqueza a Inglaterra y a otras naciones
europeas. Marx explicó que este proceso de expropiación primaria fue
fundamental para la
Revolución Industrial inglesa. 31
El algodón se asoció con el robo de la
naturaleza y del trabajo no asalariado, así como con la explotación del
trabajo, proporcionando materiales baratos y esenciales para las fábricas
textiles, donde los trabajadores industriales subsistían comiendo patatas
importadas de campos cada vez más agotados de Irlanda.
Estos cambios marcaron el comienzo de
una mayor alienación de la naturaleza, una división ciudad-campo y una
producción especializada de los alimentos. La Segunda Revolución
Agrícola , de 1830
a 1880, se caracterizó por el desarrollo de la química
del suelo, el crecimiento del comercio, la industria de los fertilizantes, el
aumento de la intensidad de la producción agrícola y la uniformidad de los
cultivos, facilitada por la aplicación de tecnologías modernas.32
Adicionalmente este período es la encarnación de la apropiación sin equivalente
y sin reciprocidad.
Liebig desempeñó un papel pionero para
entender cómo el uso química contribuyó al avance de la agricultura industrial
capitalista. Para el científico alemán la producción de cultivos antes de la
llegada del capitalismo dependía de un suelo que contenía nutrientes
esenciales, como nitrógeno, fósforo y potasio. Explicó que un sistema racional
de agricultura debe regirse por la «ley de compensación» o la ley de reemplazo.
33 Los nutrientes que son absorbidos por las plantas deben restaurarse en el
suelo para alimentar los cultivos futuros.
Pero no llego a ocurrir en Europa
occidental y los Estados Unidos en el siglo XIX. Liebig denunció que las
técnicas británicas de la gran agricultura constituían un «sistema de robo» que
conducía al despojo del suelo. 34 Marx, que estudió el trabajo de Liebig,
detalló cómo la aplicación de las prácticas industriales – para aumentar los
rendimientos y el transporte de alimentos y fibras – a mercados distantes
estaban generando una grieta en el ciclo de nutrientes del suelo.
En “El Capital”, observó que la
agricultura capitalista «perturba la interacción metabólica entre el hombre y
la tierra», evitando el «retorno al suelo de sus elementos constitutivos; por
lo tanto, dificulta el funcionamiento de la condición natural de una fertilidad
duradera del suelo «. Como resultado,» todo progreso en la agricultura
capitalista es un progreso en el arte, no solo de robar al trabajador, sino de
robar a la tierra; todo progreso en el aumento de la fertilidad del suelo
artificialmente conduce a la ruina de las fuentes más duraderas de la fertilidad
” 35.
De esta manera, Marx fue uno de los
primeros pensadores que hicieran un análisis sistemático de cómo la agricultura
industrializada le roba a la tierra los nutrientes necesarios. Pero, también
proporcionó la base para evaluar las opresiones entrelazadas y los procesos de
expropiación que acompañaron a esta crisis del suelo. Como los nutrientes del
campo se acumularon como desechos en las ciudades o fueron arrastrados al mar
como parte de los desechos urbanos, el capital buscó diversos medios para
reponer la tierra. 36
Entre 1840 y 1880, se estableció un
comercio internacional de fertilizantes, que implicó el envío de millones de
toneladas de guano y nitratos, desde Perú y Chile, al Norte Global. La
extracción de guano se basó en gran medida en la expropiación de la tierra, del
trabajo y de la vida , todo lo cual fue necesario para que los fertilizantes
fueran rentables.
Inicialmente, se utilizaron convictos
que trabajaban como esclavos en las “islas” del guano, utilizando picos, palas,
carretillas y sacos. Y en la medida que disminuyó la disponibilidad de estos
modernos esclavos, trabajadores chinos fueron importados como parte del sistema
laboral «coolie». 37
Los nuevos señores esclavistas
utilizaron la coerción, el engaño, el secuestro para establecer un régimen
racializado de trabajo en condiciones de servidumbre, que suministraba
trabajadores para las colonias en todo el mundo. Más de noventa mil
trabajadores chinos fueron enviados a Perú durante el apogeo del comercio de
guano: aproximadamente el 10 por ciento murió debido principalmente a malos
tratos y desnutrición.
En una “isla” de guano, la fuerza
laboral fluctuaba entre doscientos y ochocientos trabajadores pero, como sus
vidas que se extinguían rápidamente eran consideradas de menor valor que el
guano que desenterraban. 38 En cada “isla” más de cien soldados armados
vigilaban, a los trabajadores evitando que se suicidasen corriendo hacia el
océano.39 Marx describió este sistema «coolie» como una forma de «esclavitud
disfrazada». 40
Según testigos presenciales “los
trabajadores chinos eran tratados como prescindibles y azotados regularmente si
no cumplían con las exigentes expectativas empresariales, trabajaban bajo el sol ardiente, llenando sacos y
carretillas con guano, que luego transportaron a los botes. El polvo del guano
recubría sus cuerpos y sus pulmones. El olor era nauseabundo”.
Un testigo británico describe las
condiciones como «el arte infernal de usar la vida humana hasta el último
minuto o segundo», ya que la vida de estos trabajadores eran muy cortas. 41
Quienes pasaban por el desierto se manifestaban «horrorizados por las
crueldades infligidas a los chinos, cuyos cadáveres flotaban en las playa
alrededor de las islas de guano» 42.
El guano, que se había utilizado durante
miles de años en Perú, se estaba agotando rápidamente para reponer los campos
cultivables del Norte Global. Las aves marinas que depositaban el guano en las
islas a menudo fueron exterminadas, ya que se consideraban una molestia para
las operaciones extractivas.
El guano se usurpaba a un ritmo mucho
más rápido de lo que se acumulaba. El nuevo sistema laboral racializado estaba
fundado en un trabajo brutalmente expropiado, lo que aumentó la
acumulación de capital en el núcleo del sistema. Las condiciones de este
trabajo esclavo provocó una muerte prematura para muchos de los trabajadores,
quienes simplemente fueron reemplazados por otros trabajadores importados.
Estas condiciones de expropiación fueron
un componente central para la Segunda Revolución
Agrícola. La Revolución Industrial , en la que el algodón era
fundamental, se cimentó en el comercio triangular de esclavos. Sólo después de
la Ley de Abolición de la Esclavitud de 1833 ( que abolió formalmente la
esclavitud en la mayoría de las colonias inglesas) los británicos recurrieron a
los «coolies» de Asia, como una forma encubierta de esclavitud
El guano, en este sentido, era parte de
un comercio triangular, orientado a la industrialización de la agricultura para
restaurar el suelo empobrecido por medio de un sistema imperial, que implicó
los peores extremos de explotación laboral y expropiación de la vida.
En el siglo XIX, las mujeres estaban en
el centro de la
Revolución Industrial , constituyendo la mayoría de la fuerza
laboral en Inglaterra, especialmente en los sectores de producción de algodón,
seda, lana y encaje. 43 Marx tomó detalladas notas sobre las condiciones bajo
las cuales trabajaban y junto con Engels, documentó los tipos específicos de
riesgos a los que estas mujeres estuvieron expuestas (como los problemas
respiratorios por inhalar fibras que acortaron sus vidas).
Tanto los hombres como las mujeres de la
clase trabajadora experimentaron formas de degradación corporal asociadas con
sus condiciones de trabajo. 44 Las mujeres además de recibir salarios mucho más
bajos que los hombres tenían como responsabilidad el trabajo social
reproductivo para mantener a la familia. 45
Las mujeres en este período fueron
súper-explotadas, produciendo una gran parte de la plusvalía, mientras que al
mismo tiempo se vieron obligadas a producir valores de uso, que sirvieron como
un obsequio gratuito para el capital, a través de su trabajo en el hogar. 46 En
estas condiciones, que amenazaban la existencia misma de la familia de la clase
trabajadora, las mujeres, aunque responsables de la reproducción social de la
familia, apenas podían mantener su propia existencia.
Para las clases trabajadoras, la
explotación salarial también era, en cierto sentido, explotación nutricional,
ya que los salarios se gastaban principalmente en los alimentos básicos
necesarios para la supervivencia.
La producción agrícola intensiva en
Inglaterra, que descansada en los fertilizantes importados, contribuyó a la
creación de un nuevo régimen alimentario internacional después de la hambruna
irlandesa de la papa y el fin de las Leyes del Maíz en 1845-1846.
Lo que Marx llamó nuevo régimen
alimentario implicó un cambio hacia un sistema basado en la carne, al que se
dedicaban tierras a la producción animal destinadas a servir a las clases
altas. 47 Por el contrario, como detallaron Marx y Engels, la clase trabajadora
subsistía con dietas inadecuadas y de baja calidad, que consistían
principalmente en pan y muy pocas verduras. 48
Para empeorar las cosas, los alimentos,
las bebidas y los medicamentos disponibles estaban adulterados y contenían una
gran variedad de contaminantes, como mercurio, tiza, arena, heces y estricnina.
El consumo regular de estos contaminantes contribuyó a diversas dolencias como
gastritis crónica y muerte.
Las mujeres tendían a ser las más
desnutridas, ya que consumían menos alimentos y comían en último lugar dentro
de las familias. Las condiciones eran peores en la colonia inglesa de Irlanda,
que se vio obligada a exportar los nutrientes de su suelo y su capital a
Inglaterra. 49
La industrialización de la agricultura
estaba íntimamente relacionada con la transgresión de los límites naturales,
produciendo una expropiación entrelazada de la tierra, el trabajo y de la vida
humana que moldeó el metabolismo social y que se desarrollo constantemente con
la expansión “creativa” del capitalismo. El nuevo sistema requería de un
crecimiento exponencial de los beneficios “externos” producidos por el
medio ambiente.
Las fallas metabólicas, el drenaje
imperial de la riqueza del Sur Global y un sistema de explotación que tenía a
la expropiación como su condición de fondo definió el surgimiento del
capitalismo en el siglo XIX.
Momento II: El desastre
ecológico y el imperio
La «llamada acumulación primitiva» o
expropiación primaria fue la era del colonialismo temprano, incluido el
desarrollo del colonialismo blanco del cual Estados Unidos es un excelente
ejemplo.
Estados Unidos se auto-considero desde
el principio (en palabras de George Washington) como un «imperio en ascenso». La Revolución Americana
fue inducida en parte por la ley británica de 1763, que limitó el movimiento de
los colonos hacia el oeste del valle de Ohio.
Con la victoria de las trece colonias,
se abrió la nueva conquista de los especuladores y de los colonos. La
Confederación de Indígenas Iroqueses, tan admirada por Marx y Engels, fue
barrida en unos doce años. Casi toda su tierra fue expropiada y fueron forzados
a sobrevivir en unas pocas reservas.50
Con el advenimiento de la Revolución Industrial ,
la demanda de algodón estadounidense se disparó para mantener a la industria
textiles de Inglaterra, dando nueva vida al sistema de esclavos.
Como enfatizó Marx, las plantaciones con
sus monocultivos y el trabajo esclavo brutalizado era ecológicamente
ineficiente (por exitoso que fuera en términos de acumulación de capital).
Rápidamente agotó el suelo, generando un movimiento hacia el oeste porque los
propietarios de las plantaciones se vieron obligados a buscar tierras vírgenes
para sus cultivos. 51
La agricultura en Nueva Inglaterra fue menos
destructiva y empujó a la gente y al capital hacia el oeste, mientras que
gran parte del grano producido (tras la abolición de las Leyes del Maíz en Gran
Bretaña en 1846) se exportaba a Inglaterra creando una grieta ambiental.
52 En sus notas el químico agrícola JW Johnston afirmaba: “ el sistema de
América del Norte de vender todo [heno, maíz, papas, etc.]; no repone nada al
suelo a cambio «. 53
La construcción de ferrocarriles, la Revolución Industrial
en los Estados Unidos en las décadas de 1830 y 40, y la apertura del lejano
oeste (en parte por el robo de enormes territorios perteneciente a México) fue
de la mano del genocidio y la expulsión de sus tierras a los nativos
americanos, al tiempo que se producía la destrucción ecológica.
En 1890, la Oficina del Censo declaró
cerrada la frontera y terminada la guerra contra los indígenas con la
masacre de Wounded Knee . A continuación Frederick Jackson Turner y Theodore
Roosevelt abogaron por la extensión de la fronteras de los EEUU hacia otros países
( Cuba, Puerto Rico ) hecho que condujo a la guerra con España. 54
Con la llegada del capitalismo
monopolista y la era de las corporaciones gigantes se expandió la expropiación
de las personas y de la naturaleza a esferas completamente nuevas.
Al visitar el Territorio Indio en
Oklahoma a principios del siglo XX (donde la industria extractiva del petróleo
estaba en auge) Weber documentó la destrucción causada en la tierra y en las
poblaciones indígenas. «Con casi la velocidad de un rayo, todo lo que se interpone
en el camino del orden capitalista está siendo aplastado» .55
La catástrofe socio-ecológica con la
población indígena despojada de sus tierras adelantaba lo que iba a suceder
años más tarde. En la década de 1930 el “Dust Bowl” da nombre a la sequía
más grande en historia de los Estados Unidos y es un símbolo de la crisis
ecológica en el siglo XX.
Para el historiador ambiental Donald
Worster : “nunca hubo un daño mayor a la tierra y tanta tragedia para sus
habitantes. Ni siquiera la depresión fue más perjudicial, económicamente. Y en
términos ecológicos no tenemos nada que pueda compara con este desastre». 56
El Dust Bowl produjo gigantescas
tormentas de polvo en las Grandes Llanuras y obligó a la migración masiva de
los Okies. Millones de acres se vieron afectados y algunos condados perdieron
un tercio de su población, mientras que en Oklahoma un tercio de los
agricultores perdieron sus granjas. 57 Al igual que la Gran Depresión la
región de Dust Bowl se volvió emblemática por los efectos del capitalismo
depredador.
La era del Dust Bowl, a pesar de su gran
impacto, es para algunos relatos contemporáneos un momento particular y muy
poco probable que vuelva a suceder, Nada, sin embargo, podría estar más lejos
de la verdad. El Dust
Bowl fue el producto socio-histórico del capitalismo en expansión, del imperio
y el colonialismo de los colonos blancos, todo lo cual provocó .58 Para Veblen
«stein Veblen, rtreminada rápidamente la erosión del suelo. Surgió de la
expropiación de tierras de los pueblos indígenas y de los suelos fértiles.
El desastre de Dust Bowl está
relacionado directamente con el avance imperial. Es el resultado de una brecha
en la relación metabólica entre los seres humanos y la naturaleza, provocada
por la producción capitalista que ahora está llegando a un extremo con la era
del capital monopolista. Hoy, crisis similares están brotando a un nivel más
planetario,
Para tener una idea concreta de los
fundamentos históricos del desastre de Dust Bowl, siempre es útil citar a
Thorstein Veblen: “ los Estados Unidos se construyeron sobre los hombros del
genocidio de población indígena y de la expropiación del suelo fértil en
beneficio privado mediante una práctica de esclavitud sistemática” 58. “El plan
estadounidense, tal como se implementó en la frontera convertía toda la riqueza
pública en ganancia privada con una política de apropiación legalizada». 59 Un
elemento clave fue la destrucción de los bosques y la cubierta terrestre.
«Aprovechar los recursos naturales
tratándolos como una fuente de ingresos gratuitos», explica Veblen, alentó el
desperdicio y la destrucción a gran escala, constituyendo la práctica normal de
la colonización, La madera desperdiciada por la tala de bosques y limpieza de
tierras fue tan grande que desde mediados del siglo XIX se ha destruido mucha
más madera de la que se ha utilizado» .60
Los procesos de expropiación de la
tierra, sin la menor atención por su conservación provocó como era de esperar
“la esclerosis del suelo”. 61
En este sentido, el desarrollo de los
Estados Unidos fue similar a las otras colonias de colonos blancos, donde las
poblaciones indígenas fueron desplazadas y se desencadenó un proceso de
destrucción ecológica sin limites. Veblen enfatiza que este problema es
endémico en la existencia del capitalismo.
En el libro The Rape of the Earth: A
World Survey of Soil Erosion (1939) , Graham Vernon Jacks y Robert Orr White,
describieron: la crisis de Dust Bowl en la década de 1930 como producto de los
factores históricos como ; la expropiación de las tierra indígenas , el
genocidio de los nativos, la esclavitud, la destrucción de los bosques, la
«esclerosis del suelo debido al agotamiento y la erosión del suelo fueron
evidentes
La historia de la erosión en los Estados
Unidos está ligada a la fase pionera en el desarrollo de la nación, a través de
las etapas de deforestación de tierras agrícolas, madera, combustible y potasa
en el este, el desarrollo del sistema de monocultivo de agricultura del maíz y
el algodón en el sur, el exceso del arado en las áreas de pastizales naturales
de las Grandes Llanuras, el exceso de pastoreo ,de cultivo y existencias
en la costa del Pacífico, y la deforestación en el noroeste del Pacífico. 62
Por lo tanto, está muy claro que las
tormentas de polvo en las llanuras «no era un fenómeno de la naturaleza» sino
un producto que se habían desarrollado como resultado del robo y abuso de la
tierra, exacerbado por el comercio y la. agricultura de monocultivos. 63
La historia colonial que moldeó e
impulsó este proceso también determinó sus efectos diferenciales en las
comunidades de la región del “Dust Bowl”. Además de las pérdidas, incluidos los
desposeídos y la reubicación forzada, las comunidades de nativos americanos en
la región de las Grandes Llanuras perdieron alrededor del 90 por ciento de sus
tierras entre 1890 y 1933 y las tasa de pobreza más alta del país.
En la región de Oklahoma un territorio
indio histórico, los blancos arrebataron la mejor parte de las tierras
reservadas para los nativos americanos. Los granjeros negros y latinos también
fueron particularmente afectados por el Dust Bowl y la depresión. 64 Todo
el proceso condujo a una mayor concentración de la tierra, principalmente en
manos de blancos y terratenientes ricos.
Oklahoma había sido el epicentro de un
poderosos movimiento progresista, multirracial y multiétnico. Este movimiento
impulsaba una reforma económica, social y agraria. Algunos de sus integrantes
llamaron a la
revolución. Las alianzas multirraciales se mantuvieron
durante la década de 1930 frente a fuerzas de reaccionarias violentas. Sin
embargo, a pesar de los importantes logros de este movimiento (y de ciertas
medidas que tomó el New Deal) prevaleció la injusticia económica y ambiental
dada la estructura económica racializada de los Estados Unidos. 65
En general, los esfuerzos por crear
relaciones más estables entre los seres humanos y el medio ambiente en las
Grandes Llanuras después del Dust Bowl estuvieron invadidas por la persistencia
de un problema fundamental : un voraz sistema de expropiación de la tierra y de
los recursos naturales con fines de lucro” 66
Su funcionamiento amplió la brecha entre
los seres humanos y la naturaleza, acumulando un potencial para mayores
catástrofes. Las relaciones sociales de expropiación que subyacen en las
contradicciones económicas y ecológicas se extendieron en lugar de concluir.
Los fenómenos como las “tormentas de
polvo”, no ocurrieron solo en los Estados Unidos en la década de 1930, sino
también en otras regiones fronterizas coloniales. En 1923, la Comisión de
Sequía de Sudáfrica informó «que como resultado de las condiciones creadas por
la civilización blanca en Sudáfrica, el poder de la tierra para retener y
absorber el agua ha disminuido dramáticamente… Aquí radica el secreto de
nuestra sequía ”. 67
Un destacado botánico sudafricano –
crítico de la destrucción del suelo y destacado opositor del apartheid- el
ecologista marxista sudafricano Edward Roux, autor de un libro sobre la erosión
del suelo sudafricano (1948) en The Veld and the Future: «Para salvar el suelo,
todos debemos trabajar juntos, el hombre negro y el hombre blanco, el hombre y
la mujer … El suelo no pertenece realmente a una persona o al que tiene el
derecho a usar la
tierra. Pertenece a la nación es decir, la gente en su
conjunto, especialmente, a la población africana indígena que lucha por la
libertad y a los niños que aún no han nacido «.68
Pero, la visionaria ponencia
eco-socialista de Roux no venció en Sudáfrica ni aún menos en los Estados
Unidos. Las divisiones raciales y de clase, así como la brecha metabólica,
continuaron reforzándose mutuamente dentro de las relaciones de producción
capitalistas.
Estos problemas persisten hoy como
consecuencia de los agronegocios y, por tanto, la sociedad es cada vez más
vulnerable ante el cambio climático y la degradación de la tierra.
Esto es especialmente evidente en la
región original de Dust Bowl, lo que genera preguntas sobre lo que hemos
aprendido de la crisis. En
2016, científicos de la Universidad de Chicago y de la NASA publicaron un
estudio en “Nature” titulado :»Simulación de la agricultura con una sequía
moderna», que pronosticaba grandes pérdidas agrícolas inducidas por la sequía
producto del calentamiento global.
La Nasa llegó a la conclusión que con el
regreso de condiciones similares a las del Dust Bowl (de la década de 1930)
habría «consecuencias sin precedentes» a pesar del crecimiento de la ciencia
ecológica.
Joshua Elliott, científico investigador
y coautor del artículo, escribe : «Debemos encontrar un sistema más resistente
porque ahora el 30 por ciento de la producción es de riego en los Estados
Unidos están afectados por la sequía, como Oklahoma y el oeste de Texas … El
actual sistema era tan sensible a la sequía y al calor como lo era en la década
de 1930 ” .
69
Momento III: imperialismo en el
antropoceno
La crisis del Dust Bowl de la década de
1930 fue la culminación de una serie de crisis ecológicas asociadas a la era
del capitalismo monopolista temprano, asumiendo formas particularmente agudas
en las colonias de colonos blancos y en las colonias de todo el mundo. 70
Hoy, en la era del capital de monopolio
financiero y del imperialismo tardío, vastas regiones del planeta se están
convirtiendo en regiones de “polvo” como resultado de la lógica de un sistema
económico global que promueve la «conquista” de la naturaleza como medio para
la explotación y súper-explotación de la población mundial.
Los bienes comunes mundiales se están
destruyendo en todas partes, como se refleja en la quema del Amazonas, la
desertificación,la destrucción de los arrecifes de coral, el agotamiento de los
océanos, la extinción masiva de especies y la contaminación de las fuentes de
agua dulce del mundo. La realidad es, por tanto, un progresivo holocausto
ecológico planetario, que afecta especialmente a las poblaciones más
vulnerables, particularmente a las comunidades del Sur Global.
Hace casi medio siglo, en 1971, Barry
Commoner advirtió : Los seres humanos han quebrado el círculo de la
vida, no ha sido por
una necesidad biológica sino por una organización social que quiere
«conquistar» la naturaleza para obtener riqueza. Pero estos “medios” entran en
abierto conflicto con la
naturaleza. El resultado final es una crisis ambiental, una
crisis de supervivencia. Esta vez para sobrevivir como especie debemos terminar
con este círculo nefasto”.
Debemos aprender a restaurar a
la naturaleza la riqueza que le sustraemos
El mundo está llegando al borde del
desastre ecológico – no por una error que algún astuto puede corregir – sino
por una acumulación de poderosas fuerzas económicas, políticas y sociales.
Cualquiera que se proponga remediar la
crisis ambiental se debe comprometer a cambiar el curso de la historia. 71 La
grieta entre la humanidad y el metabolismo de la tierra se caracteriza por una
nueva época geológica, el Antropoceno, que representa una ruptura, cuantitativa
y cualitativa, con todas las épocas anteriores. 72
Hay un consenso científico que el
Antropoceno comenzó alrededor de 1950, marcado por la introducción de los
núcleos atómicos artificiales a partir de pruebas de bombas termonucleares, la
producción en masa de plásticos y la gran aceleración de la producción
capitalista.
El imperativo ante el ambicioso
crecimiento del capital – que no reconoce límites- ha llevado al sistema
socioeconómico a transgredir los límites planetarios, el cambio climático, la
acidificación de los océanos, el agotamiento del ozono, la pérdida de
biodiversidad, el agotamiento del agua dulce, la contaminación ambiental, la
contaminación química y interrupción de los ciclos de nitrógeno y de fósforo .
73
Esta actividad del capitalismo tardío y
del imperialismo, están generando hoy una crisis ecológica global, socavando
las condiciones que sostienen la vida, planteando el tema del omnicidio, es
decir la destrucción de la vida tal como la conocemos.
Bajo el orden económico dominante, la
tierra es simplemente un recurso de «obsequios gratuitos de la naturaleza al
capital», lo que equivale a una economía del robo. 74
En este sistema de producción «la
cantidad gobierna absolutamente» ya que el valor de cambio se considera la
medida universal. 75
“La
esencia del capitalismo”, expone Michael Parenti, “es convertir la naturaleza en mercancías y las
mercancías en capital, transformando la tierra viva en riqueza inanimada. Este
proceso de acumulación del capital causa estragos en el sistema ecológico
global. Trata los recursos vitales del planeta (tierra cultivable, aguas
subterráneas, humedales, bosques, pesca, océanos, ríos, calidad del aire) como
ingredientes de suministro ilimitado, para ser consumidos o toxificados a
voluntad «. 76
El crecimiento continuo de este sistema
se basa en expandir y profundizar la expropiación del medio ambiente, el
trabajo y la vida de todas las especies. Estas contradicciones letales son
claramente evidentes en todo el “”Sistema Tierra, incluido los océanos del
mundo.
Después de la Segunda Guerra Mundial ,
las flotas pesqueras industriales experimentaron una gran transformación, como
parte de la gran aceleración de las operaciones capitalistas. Los barcos
equipados con tecnologías de punta como el sonar y el GPS (para localizar
peces) se han convertido en la norma de ña pesca industrial. Estas
embarcaciones pueden capturar un número récord de peces en poco tiempo.
Utilizando líneas con cientos de
anzuelos ( así como redes que tienen más de una milla de circunferencia) estos
barcos recogen toneladas de peces en un solo recorrido, un tercio de los cuales
son especies no deseadas, incluidos los mamíferos marinos, que son descartados.
77 En los grandes barcos – que son realmente fábricas en el mar- el pescado se
procesa a bordo.
A pesar de los efectos de la sobrepesca
en todos los sistemas oceánicos, las capturas globales de peces mediante esta
nueva tecnología de expropiación, aumentaron de veinte millones de toneladas en
1950 a
alrededor de noventa millones de toneladas en el 2000. 78
Si bien actualmente hay 3.5 millones de
buques pesqueros, solo el 1 por ciento de estos buques representan el 60 por
ciento de la captura de mariscos, lo que destaca el importante papel del
capital monopolista en este sector.79
Estas operaciones son extremadamente
eficientes en la captura de peces, lo que lleva al agotamiento generalizado de
las poblaciones, ya que se capturan a tasas más rápidas de lo que los peces
pueden reproducirse.
El alcance de estas acciones solo ha
empeorado las condiciones de los océanos, porque cuando se acaba una especie,
las empresas simplemente pasan a la siguiente especie. 80 Con la
destrucción del hábitat del “Sistema Tierra” los científicos predicen un
colapso de todas las especies marinas que para mediados de siglo XXI. 81
A pesar de estos límites naturales, las
naciones imperiales participan en campañas agresivas de «captura» para
expropiar lo más posible a los océanos. A través de una variedad de acuerdos
comerciales, el Norte Global está expropiando progresivamente todos los
océanos, obteniendo acceso a la pesca en todo el mundo, incluidas las zonas
económicas exclusivas de las naciones del Sur. De hecho los pescadores a
pequeña escala están siendo acorralados por las grandes pesqueras, que están
arruinando a sus familias y comunidades. 82
Para muchas naciones en el Sur Global,
los peces y mariscos son parte de una importante exportación hacia el Norte, ya
que suministran alimentos para personas y mascotas, así como valiosos
fertilizantes para enriquecer suelos agotados. 83
Por ejemplo, Tailandia es el tercer
mayor exportador de productos del mar, con más de 7 mil millones de dólares por
año. 84 Para mantener los bajos costos muchas operaciones de pesca en
Tailandia utilizan mano de obra esclava, que se ha estimado entre 145,000 y
200,000 personas. 85
Estos trabajadores esclavizados se ven
obligados a trabajar largas horas, dormir muy poco, recibir una alimentación
mínima y están atados y encadenados a los barcos. Al igual que los trabajadores
chinos en las “islas” del guano en el siglo XIX, son golpeados si trabajan
lentamente o cometen errores al manipular el pescado… Y de vez en cuando, se
venden a otras operaciones de pesca.
Muchos de estos trabajadores emigraron
de lugares como Filipinas, Camboya, Laos e Indonesia, en busca de empleo, pero
terminaron siendo traficados como mano de obra esclava. 86
Algunos de los peces que se capturan en
estos barcos se dirigen a las instalaciones de acuicultura con el fin de suministrar
los alimentos necesarios para esta próspera industria, que está generando una
contaminación marina generalizada. Esta actividad capitalista está creando una
situación en la que los «camarones comen mejor» que pescadores. 87
El fetichismo de los “productos básicos”
asociado con los mariscos expropia no solo el mar y el trabajo esclavo, sino
también sobre-explota en las plantas de procesamiento. En Tailandia, estas
plantas “taylorizadas” aumentan las ganancias mediante el empleo de niños y
mujeres con bajos salarios (que descabezan, destripan, desollan, pelan, limpian
y clasifican los peces). Las organizaciones internacionales han documentado las
malas condiciones de trabajo, las lesiones y la falta de escolarización de
miles de niños que trabajan en esta industria. 88
La actual crisis del “Sistema Tierra” se
extiende desde los océanos hasta el agua dulce y más allá. La dinámica del
imperialismo y el omnicidio en el Antropoceno se asocia con alteraciones en el
ciclo hidrológico de la tierra, incluidos los cambios en la precipitación, la
desertificación (y la contaminación) de las fuentes de agua dulce y el
derretimiento de los glaciares con sus indispensables «torrentes de agua». 89
Como indica el climatólogo James Hansen,
con “la continuación de los negocios como de costumbre durante las próximas
décadas las bajas latitudes durante las estaciones cálidas se volverán tan
cálidas e inhóspitas para el sustento humano que van a generar un impulso
imparable a la emigración».
Este fenómeno está a la vista en regiones
de África, la India, Bangladesh y, el sudeste asiático”. 90 En estas
condiciones, el aumento del nivel del mar, la acumulación de polvo y el clima
extremo obligarán a cientos de millones de personas en latitudes del Sur Global
a migrar, ya sea en migración interna o emigración masiva al extranjero.
En el año 2017, 68.5 millones de
personas fueron desplazadas por la fuerza de sus hogares, aproximadamente un
tercio de ellas debido al clima extremo. Según un estudio del Banco Mundial,
solo la migración interna en tres regiones de América Latina, África
subsahariana y el sudeste asiático aumentarán a 143 millones en 2050. 91
Mientras tanto, los países ricos,
mientras sobreexplotan a las poblaciones del Sur Global a través de
corporaciones multinacionales, están construyendo muros y militarizando las
fronteras para impedir la llegada de los refugiados, incluidos los refugiados
climáticos.
Vivimos en una era de globalización
capitalista sin fin donde la lucha por el agua dulce corre en paralelo a la
búsqueda de nuevas fuentes de combustibles fósiles, lo que a su vez aumenta las
emisiones de carbono aumentando el calentamiento de la tierra y la sequía.
Es un frenesí impulsado por un sistema
capitalista que no conoce restricciones, hoy existe una competencia mundial por
controlar las últimas fuentes de agua dulce y de combustibles fósiles junto con
otros recursos escasos. 92
Conclusión: más allá del sistema
de robo
El beneficio por expropiación fue la
categoría económica clave que Marx utilizó en su crítica a la noción de Smith
de acumulación. 93 «La teología de Smith de la acumulación previa», escribe
Perelman, «sugirió que la posición dominante de los capitalistas se debía a sus
ahorros pasados, una opinión que Marx desacreditó”. 94
La acumulación anterior fue para Marx
simplemente un dispositivo ideológico -de la economía política clásica –
destinado a disfrazar la realidad de «la expropiación de los productores
inmediatos». 95 Desde esta perspectiva, el capitalismo solo fue posible debido
a la alienación o expropiación de la naturaleza, y a la alienación o
expropiación de la capacidad humana y de la vida material.
La expropiación es la característica de
todas las civilizaciones de clase anteriores al capitalismo, pero adquirió un
carácter mucho más sistemático y una escala mayor bajo el sistema capitalista.
Se convirtió en parte de una díada, junto con la explotación, dando lugar al
gigante capitalista, el conducir a una expansión exponencial sin fin ( y que
finalmente llevará a un gran movimiento hacia el socialismo, que es la negación
de la negación del capitalismo)
En la sociedad capitalista, la
expropiación no es la esencia del sistema como en los anteriores modos de
producción tributarios. En cambio, dio a lugar a una dinámica interna de
explotación completamente nueva que tenía su propia lógica autopropulsada,
manifestada en la acumulación de capital. La explotación a su vez creó círculos
de demanda de expropiación cada vez más amplios, ampliando los límites del
sistema.
La dialéctica de la explotación y la
expropiación que constituye el capitalismo es, por lo tanto, una espiral
viciosa, asociada a la lógica de la acumulación de capital. Surgido a
principios de la era moderna, el capitalismo condujo a los sistemas de
expropiación más brutales que el mundo haya visto: esclavitud, misoginia (venta
de esposas, quema de brujas, súper- explotación de mujeres y niños),
acaparamiento de tierras, genocidio y destrucción de la tierra en todo el
planeta.
Consciente de estas contradicciones,
Marx escribió: «Si el dinero, según Augier, llega al mundo con una marca de
sangre congénita «, el capital gotea de la cabeza a los pies y por todos los
poros, de sangre e inmundicia. «96
Es habitual en los círculos políticos
convencionales (y también en algunas esferas de la izquierda) tratar estos
horrores asociados con el desarrollo del capitalismo a escala mundial como
meros «dolores de parto».
Este inhumano proceso es tratado con
demasiada frecuencia como fenómenos del pasado distante que deben ser olvidados
por una historia triunfalista del capital, o deben ser ocultados por “la
llamada acumulación primitiva”, mediante la cual los capitalistas individuales
llegaron a obtener su riqueza en virtud de su propia frugalidad. 97
Sin embargo, los horrores de la
expropiación de los productores directos (incluidos los trabajadores no
asalariados) y de la tierra no son simplemente el «pecado original», sino una
realidad constante del capitalismo, mediante el cual establece su dominación
terrenal. 98
En el capitalismo tardío del siglo XXI y
el imperialismo tardío, esta expropiación va de alguna manera más lejos que
nunca, con la profundización de las cadenas de valor imperialistas, por lo que
gran parte del valor excedente del mundo entero se desvía a través de un
proceso de captura de valor, para alimentar las arcas de las corporaciones
multinacionales y a los ricos en el centro del sistema. 99
Todo esto va acompañado de renovadas
batallas por la misógina de la propiedad privada (que implica el control del
cuerpo de las mujeres); el resurgimiento del capitalismo racial; y la
destrucción del planeta como lugar de habitación humana, rompiendo la «cadena
de futuras generaciones humanas». 100
Para avanzar en la teoría y la práctica
de la izquierda hay que conectar la teoría marxista de la explotación con otras
opresiones que se cruzan y que son partes integrales de la realidad del
capitalismo histórico.
Nuestro análisis sugiere que hacer estas
conexiones requiere comprender tanto la importancia del concepto de
expropiación en el materialismo histórico como la dialéctica de la expropiación
y la explotación.
Al decir que la familia patriarcal era
la base de todo el desarrollo de las clase sociales y de las instituciones de
propiedad privada, Engels no criticaba la explotación como el centro de la teoría
del capitalismo, sino que reconocía que todo el desarrollo de la opresión en la
historia estaba vinculado a subyugación de las mujeres, y que se produjo por lo
que llamó «las tres formas básicas de esclavitud»101 “El sistema capitalista de
explotación es la forma más desarrollada y más bárbara de la historia de
expropiación de la tierra, el trabajo y la vida material”.
Los diversos momentos históricos de
expropiación que hemos descrito (la industrialización de la agricultura y la
fisura metabólica global, la era del Dust Bowl de la década de 1930 y el
imperialismo del Antropoceno) son momentos históricos particulares que reflejan
el «corazón bárbaro» del sistema . 102
«La justicia con la naturaleza»,
escribió Epicuro en la antigüedad, «es una promesa de utilidad recíproca es
decir ni para hacer daño ni para ser perjudicado» .103 El capitalismo en su
búsqueda del valor destruye tal reciprocidad y justicia en todos los niveles y
amenaza la existencia planetaria.
De hecho, detrás de la explotación
capitalista yace un conjunto más amplio de inequidades, que consiste en varias
formas de expropiación o robo que establecen las fronteras del sistema. El
secreto no solo es la explotación capitalista, sino también del capitalismo
racial, el capitalismo misógino y capitalismo de la destrucción “creativa” de
la naturaleza. 104
Es imposible comprender la totalidad de
las relaciones capitalistas sin considerar las explotación y la expropiación
que juntas generan el conjunto de opresiones que caracterizan el sistema.
Solo de esta manera podemos comprender
los diversos aspectos entrelazados de la dominación capitalista, que requieren
una praxis revolucionaria como respuesta. Como se ha dicho, dado el alcance y
la escala de la crisis ecológica planetaria, ahora se trata de «revolución o
muerte». 105
La «justicia con la naturaleza» de
Epicuro, requiere una reciprocidad genuina, y esta no es posible dentro de la
lógica del sistema capitalista.
En el siglo XXI, esta dialéctica de
explotación y expropiación sin fin, que intensifica la tasa de explotación, al
tiempo que presenta los límites de la vida como simples barreras (o fronteras)
para ser transgredidas por el capital está llevando a la destrucción de la vida
misma.
Para la cadena de generaciones humanas,
solo hay una respuesta posible: la expropiación de los expropiadores y la
creación revolucionaria de una nueva época de desarrollo humano sostenible: el
socialismo ecológico. 106
Notas(...)
Fuente: https://observatoriocrisis.com/2020/01/20/capitalismo-y-robo-la-expropiacion-de-la-tierra-el-trabajo-y-la-vida/
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