Elecciones europeas
(II)
A pesar del importante
avance de la derecha, la izquierda coherente tiene futuro por delante
28 de junio de 2019
Por Marc Vandepitte, Lucas Catherine y
Charles Ducal
Investig’Action
Traducido
del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
En las
últimas elecciones la derecha parecía tener alas y la izquierda recibió una
bofetada. No obstante, la izquierda es quien lógicamente tiene las mejores
bazas para abordar los problemas fundamentales de hoy en día. Así pues, la
izquierda tiene el futuro por delante.
Un campo de ruinas
neoliberalLa política neoliberal se emprendió en la década de 1980. Se basa en la desregulación, los recortes en los servicios públicos, las desgravaciones fiscales para las grandes empresas y la reducción de salarios y de ayudas sociales. Esta gestión llevó al caos financiero de 2008 y a continuación a casi diez años de estancamiento económico en Europa.
Las consecuencias se sienten sobre todo en el ámbito social. En los diez últimos años dos terceras partes de la población de los países ricos ha visto como sus ingresos bajaban o se congelaban. En el peor de los escenarios esto podría afectar a tres cuartas partes de
La derecha carece de respuestas
Esta situación provoca incertidumbre y ansiedad en amplias capas de
El partido Vlaams Belang, de extrema derecha, lo ha comprendido bien y, por lo tanto, trató de ofrecer algunos toques sociales durante el periodo anterior a las elecciones. Es demasiado burdo para ser creíble. En el pasado este partido votó con entusiasmo en los parlamentos a favor de toda una serie de medidas como la congelación de los salarios o la expulsión de los enfermos crónicos [del sistema de seguridad social]. También votó en contra de aumentar el salario mínimo.
La derecha tampoco tiene respuestas a la urgencia del problema del clima. En el seno de la derecha es donde se encuentran quienes niegan la crisis climática, los escépticos del clima o, en una forma más camuflada, los “ecorrealistas”. Ni siquiera en el caso del problema de las migraciones la derecha ofrece una verdadera solución, aparte de creer, como Trump, en ilusorias fronteras herméticamente cerradas.
La socialdemocracia encapsulada
Los socialdemócratas no se sublevaron cuando se emprendió la ofensiva neoliberal sino que, al contrario, contribuyeron a establecerla. En Grand Bretaña Blair lanzó
Los socialdemócratas se han integrado completamente en el sistema y participan en la cultura de
Los verdes a examen
Sorprendentemente, los desajustes climáticos han situado el clima en un lugar destacado de las agendas. Los Verdes se benefician de ello en toda Europa. Mejor para ellos, pero eso no hará que las cosas avancen. Los Verdes todavía no han participado demasiado en los gobiernos y ahí donde lo han hecho no han conseguido cambiar el rumbo. En Alemania defendieron encantados el modelo de salarios bajos. En el caso de Bélgica la única vez que participaron en el gobierno (de
Los Verdes no tienen más respuestas que la derecha a las cuestiones esenciales de hoy en día. En el plano socioeconómico se trata de una réplica de
Los Groenen-Ecolo ni siquiera tienen respuestas satisfactorias para las cuestiones que les son propias. En primer lugar, su plan sobre el clima es muy poco ambicioso. Esta falta de ambición se debe a que quieren salvar a los grandes emisores de CO2. En Bélgica 300 grandes empresas son responsables del 40 % de las emisiones. Si no se les imponen unas medidas coercitivas nunca lo lograremos. Además, los Verdes siguen tozudamente vinculados al funcionamiento del mercado: el mercado de las cuotas de emisión y de impuestos adicionales para los consumidores, que ha resultado ser un fracaso total.
Además de su falta de ambición, su estrategia es mala. Un plan climático serio solo puede tener éxito si tiene un amplio impacto social. La lucha contra el cambio climático sobre una base asocial nunca tendrá éxito. El movimiento de los chalecos amarillos lo demuestra claramente. Medidas como los peajes urbanos, el IVA de lujo sobre la electricidad o el aumento de los impuestos especiales sobre la gasolina son antisociales y no resuelven la raíz del problema. Con el principio de "quien contamine y pague puede seguir contaminando" no podremos parar la degradación del clima.
Es el momento
Ni los partidos tradicionales ni los Verdes ni la extrema derecha tienen respuestas para los problemas reales y urgentes que tenemos. La extrema derecha es muy hábil hoy en día lanzando bombas digitales, lo que puede cegar momentáneamente a la gente y distraerla, pero tarde o temprano los problemas reales se van a volver a imponer.
Sea como fuere, para resolver los problemas urgentes y detener el ascenso de la derecha populista o extrema ya no basta con seguir las reglas del juego. Se necesita un cambio de paradigma. Tiene que haber una ruptura radical con la política de recortes y de contemplaciones para con las personas ricas que ha habido los últimos cuarenta años. Para detener el calentamiento climático, revitalizar la economía y acabar con el abismo entre ricos y pobres se necesita un verdadero “RedGreen Deal” [Acuerdo Rojo Verde]. Teniendo en cuenta la cantidad de miles de millones de euros que se transfieren cada año a los paraísos fiscales, en nuestro país no falta dinero para lograr a ese acuerdo.
En todo caso, es el momento de esa ruptura. En Estados Unidos hoy en día un poco más de la mitad de las personas jóvenes prefiere el “socialismo” al “capitalismo”. En las elecciones de 2017 casi una tercera parte de las y los electores franceses de menos de 24 años votó al candidato indiscutiblemente de izquierda, Jean-Luc Mélenchon. Pero este avance de la izquierda no se aprecia solo entre las personas jóvenes. Tanto Jeremy Corbyn en Gran Bretaña como Bernie Sanders en Estados Unidos gustan a personas tanto jóvenes como mayores. En Berlín hay movilizaciones multitudinarias para expropiar a las principales empresas inmobiliarias de
Hay que señalar que solo se logrará la ruptura si la gente se moviliza y se organiza. Generalmente los grandes cambios de sociedad no se producen gracias a la clase política sino a pesar de ella. No son las y los europarlamentarios quienes han puesto el clima como punto principal de la agenda, sino las y los estudiantes de secundaria. Un partido progresista debe conectar con los movimientos de lucha y ser su portavoz. La izquierda tiene que lograr movilizar y organizar este potencial de “izquierda” en grandes capas de
Nunca es demasiado tarde para invertir una tendencia. De todos modos, el tiempo está de nuestra parte. No lo decimos nosotros, sino el Financial Times: los partidos que siguen una línea de izquierda tienen futuro por delante, al menos si eligen la estrategia adecuada.
Traducido del neerlandés al francés por Anne
Meert para Investig’Action
* El “six-pack” es un conjunto de cinco
reglamentos y una directiva que entró en vigor el 13 de diciembre de 2011 para
todos los Estados miembros de la UE con el objetivo de reformar el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento (N. de la t.).
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=257699
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