Dos
testimonios ratifican que
hubo “una
emboscada” y “una cacería” en Villa Mascardi
6 de abril de 2019
Los dos jóvenes heridos por balas 9 milímetros
disparadas por los Albatros declararon en una causa conexa a la del asesinato
de Rafael Nahuel. Relataron cómo fue el ataque de los uniformados. Y pidieron
dejar de ser imputados por el delito de usurpación.
Por Santiago Rey / En estos días.
Gonzalo Coña y Johana Colhuan fueron
heridos en el brazo y el hombro, respectivamente, la tarde del 25 de noviembre
de 2017, cuando integrantes del grupo Albatros ingresaron a la comunidad Lafkewn Winkul
Mapu, en Villa Mascardi, dispararon sus armas y mataron a Rafael Nahuel.
Ambos jóvenes -que aclararon no
pertenecer a esa comunidad- están imputados bajo la figura de “usurpación”, y,
a través de sendos escritos, ampliaron sus declaraciones indagatorias.
Los testimonios son claves ya que
relatan lo sucedido aquella trágica jornada, y permitirían reconstruir cómo fue
la “emboscada” y la “cacería” que los uniformados desataron contra las personas
que allí se encontraban. En esos términos definió lo sucedido Eduardo Soares,
abogado defensor -junto a Laura Taffetani- de Colhuan y Coña.
Soares planteó que espera que los
testimonios sean también incorporados al expediente que investiga el asesinato
de Rafael Nahuel, y que tiene como procesados a los cinco integrantes del grupo
Albatros que efectuaron entre 114 y 129 disparos con munición 9 milímetros . El Juez
Leónidas Moldes, durante el pasado mes de enero, procesó a los uniformados,
pero bajo la figura de “homicidio agravado cometido en exceso en legítima
defensa”; es decir que, a pesar de las ausencia de pruebas que lo ratifiquen,
dio por válido el argumento del Ministerio de Seguridad de la Nación, que
asegura que existió un enfrentamiento armado.
Los abogados querellantes de la causa
principal podrían solicitar la incorporación de los testimonios de Coña y
Colhuan -entregados por escrito-, para nutrir los argumentos sobre la
inexistencia de un enfrentamiento.
Puntualmente, Coña y Colhuan
rechazaron la imputación por la supuesta “usurpación”, y detallaron en textos
similares: “Niego haber intervenido en la recuperación de las tierras que están
a la vera de lo que el Estado Argentino denomina Mascardi y donde se asienta
hoy la
Comunidad Lafquen Winkul Mapu, a quienes abrazo como mis
peñis y lamien”.
También descartaron “haber
intervenido ni individual ni colectivamente en ningún tipo de enfrentamiento
con ninguna fuerza de Seguridad del Estado de la Nación Argentina ”
o “haber atentado o resistido a la autoridad o a orden emanada de autoridad
alguna competente entendiendo como autoridad la que provenga de las leyes y la
administración de Justicia Argentina”.
E insistieron en un dato que hasta
ahora la Justicia pretende desconocer. Dijeron: “Niego que ninguno de mis
peñis, nadie que estuviera a mi lado en el momento de la muerte de Rafita
Nahuel o antes de ello, haya resistido de modo alguno a ninguna fuerza de
Seguridad del Estado Argentino ni desacatado orden alguna proveniente de
autoridad del Estado”.
Los imputados por “usurpación”
reconocieron haber estado presentes en el tiempo y lugar donde los Albatros
asesinaron a Rafael Nahuel. “Rafita fue muerto a mi lado y en mi presencia y en
presencia de otros peñis y lamien”, dijeron.
La balacera fue producida por
“sujetos fuertemente armados que aparecieron de la nada en la tarde ya oscura
de la montaña, con ropas que no identifican a ninguna fuerza de Seguridad y
abrieron fuego indiscriminadamente. Afirmo que jamás se identificaron ni dieron
voces de ningún tipo, ni invocaron autoridad alguna”, dijeron Coña y Colhuan.
Detallaron que “todas las heridas
provinieron de abajo hacia arriba, montaña arriba estábamos nosotros y montaña
abajo los sujetos que desconocemos. Nuestras heridas fueron de atrás para
adelante o sea que nos emboscaron y nos sorprendieron de espaldas a los
atacantes”.
Coña y Colhuan aseguraron que estaban
en el lugar “buscando a los peñis que fueron reprimidos y cuyas mujeres e hijos
fueron detenidos, para llevarles algo de comida y ropa seca”, y que “fuimos
emboscados por sujetos varios y que abrieron fuego con balas de plomo y que
sentimos impactar en los troncos de los arboles”.
Este miércoles, el abogado Soares
brindó una conferencia de prensa junto a María Nahuel, tía de Rafael.
Nahuel volvió a reclamar “justicia”
para su sobrino, y pidió que el pueblo mapuche deje de ser hostigado y
perseguido por el Gobierno nacional.
Tanto Coña como Colhuan insistieron
en que no participaron en usurpación alguna, aunque reiteraron en sus
declaraciones: “Apoyo por completo todas las luchas de mi pueblo mapuche en
defensa de nuestra tierra y en particular apoyo todos los intentos de
recuperación de los territorios que nos pertenecen”.
Testimonio
Ambos jóvenes relataron así el
momento del asesinato de Rafael Nahuel. Gonzalo Coña, aseguró: “Tipo 16 horas
bajábamos, con la intención de salir del territorio recuperado por una
Comunidad a la que no pertenecemos. Nuestra intención era salir por la entrada
a la Winkul por la que habíamos ingresado. Y ahí se desató una balacera ya
descripta. Ahí recibo un balazo en un brazo y les digo a los demás que se
cubran porque estaban disparando al cuerpo, disparaban a matar. No alcanzo a
decir eso que veo al weichafe Rafita tirado, alcance a escuchar que dijo ‘me
dieron’ y lo vi caer. Cuando le pegan a Rafita se acerca la lamien, Johana, y a
ella le impactan otro balazo hiriéndola.
Ahí fuimos a sacar a los dos de la
línea de fuego, porque donde estábamos nosotros era muy vulnerable y lo que se
hizo fue tratar de arrastrarlo para atrás porque en cualquier momento caía otro
balazo, porque no dejaron de tirar en ningún momento. No hubo nunca
enfrentamiento, ellos no dejaban de tirar y nosotros nos defendíamos solamente
cubriéndonos en los arboles.
A Rafita lo sacamos hacia atrás en un
árbol y ahí es cuando ese grupo armado empieza a retroceder, es como si
confirmaron que cumplieron un objetivo y se van. Cuando comienzan a bajar lo
hacen siempre disparando.
Hicimos una tabla y aunque nuestro
peñi nos pedía que lo dejáramos en el lugar, quedarse en el territorio, hizo
esfuerzo y se resistía a bajar, decía que quería morir ahí, pero nosotros lo
empezamos a bajar, sin saber que podía pasar abajo. En el medio del camino
nuestro peñi se nos fue.
Llegamos hasta una zona abajo,
empezamos a ver que no había ningún efectivo, seguimos bajando y no había más.
Bajamos a la primera tranquera y antes de la entrada se asoman grupos armados,
y apuntándonos como para disparar. Todos estos sí que tenían los uniformes
“normales” y reconocibles.
Ahí decidimos subir nuevamente y dos de
los peñis, Lautaro (González Curruhuinca) y Fausto (Jones Huala), bajaron al
cuerpo de Rafita Nahuel y los arrestan”.
Más Noticias
Fuente: https://www.anred.org/?p=113047
No hay comentarios:
Publicar un comentario