Genocidio del Abya Yala,
saqueo y acumulación capitalista originaria: ocultamiento histórico y
arrogancia imperial
1 de abril de 2019
Por Cecilia
Zamudio (Rebelión)
El presidente de México
sugiere que la Corona española y la Iglesia deberían pedir perdón por el mayor
genocidio de la Historia de La persistencia de la negación del Genocidio por parte del imperialismo, está directamente relacionada con la perpetuación supremacista de las metrópolis capitalistas que siguen perpetrando saqueo y explotación. Al margen de las críticas que se le puedan hacer al gobierno de López Obrador, gobierno de corte socialdemócrata, que al igual que otros gobiernos mexicanos, no cuestiona al capitalismo, ni lo confronta nacionalizando las empresas estratégicas mexicanas hoy en manos de consorcios multinacionales, ni plantea siquiera aumentarles los impuestos (cuando por otro lado ya anuncia que se ve "impelido" a recortes sociales y laborales, aduciendo una supuesta escasez de presupuesto), al margen de todo esto, su sugerencia de unas disculpas por parte de la corona española y de la Iglesia levantan significativas costras. Y esas costras levantadas hay que analizarlas, por muy oportunistas que hayan podido ser las declaraciones de Obrador para tapar los recortes y la continuidad de la entrega de México al neocolonialismo capitalista. Aquí lo relevante es ver cómo la "corona" española, la Iglesia, las grandes fortunas descendientes de colonizadores y esclavistas, el imperialismo en pleno, resultan "furiosos" porque alguien ose referirse al genocidio sin medias tintas: el tamaño de su arrogancia es directamente proporcional al tamaño del ocultamiento histórico como parte de los mecanismos de dominación.
López Obrador sugirió el tema de esas disculpas simbólicas al cumplirse el 500 aniversario de la Batalla de Centla, la primera batalla entre los mayas chontales y los invasores españoles (con Hernán Cortés a la cabeza). Tras salir victoriosos en la batalla de Centla (debido esencialmente al uso de la pólvora, ese invento científico chino que dió a los europeos una ventaja decisiva), los colonizadores siguieron su avance de barbarie hasta la toma y devastación de
La forma de posesión comunal de la tierra persiste marginalmente en algunos pueblos del México actual, aunque es obviamente considerada subversiva por los Estados al servicio del Capital. Desde la invasión y hasta nuestros días, los campesinos han tenido que luchar contra la voracidad de colonizadores, de terratenientes y finalmente de multinacionales.
Hernán Cortés y los colonizadores que lo acompañaban, perpetraron una exacción tras otra, pero hasta hoy, en España se le retrata como a un "héroe". La glorificación arrogante del Genocidio perpetrado, se plasma en numerosas estatuas a los mayores genocidas: una de ellas es la estatua de Hernán Cortés en la ciudad de Medellín (España), en la que este aparece de pie pisando la cabeza cortada de un indígena mexicano.
El conocimiento de la Historia, y no de la fábula de "Pocahontas" contada por los imperialistas en su negacionismo histórico, es parte del proceso emancipador. Pero incluso los libros de texto escolares de gran parte de países latinoamericanos glorifican al genocidio y a los genocidas. La clase explotadora en América Latina es la descendiente directa de aquella barbarie colonizadora, y los libros de texto se diseñan en el capitalismo para perpetuar la sumisión.
El genocidio y saqueo perpetrados durante la colonia le permitieron a Europa la acumulación capitalista originaria que la propulsaría como metrópoli capitalista. Las actuales relaciones de poder entre metrópolis capitalistas y periferias del capitalismo tienen un origen histórico marcado en sangre.
El colonialismo europeo perpetró el genocidio más brutal de la historia de la humanidad en el continente que hoy se conoce como “América”: exterminó al 90% de sus habitantes tan solo en el primer siglo y medio de invasión (90 millones de personas). La colonización europea blandió “la espada y la cruz”: desgarrando los cuerpos de los rebeldes con las espadas y la pólvora, amputando culturas y lacerando identidad con la imposición de la religión católica. La religión católica fue impuesta a sangre y fuego, siendo un instrumento de dominación de largo alcance, que hasta hoy aliena y somete. Los europeos se adueñaron de las tierras y riquezas del Abya Yala (América), violaron y saquearon, con el pretexto de que "Dios" así lo dispuso; entraban a saquear con un documento llamado el "Requerimento", que imponían a golpe de terror. Los niños indígenas que sobrevivieron a las masacres fueron educados en la religión católica, siendo descuartizado todo el que la cuestionara.
El objetivo de la colonización fue el saqueo y
Tan solo en el saqueo de Coricancha, o en el rescate al Inca Atahualpa pagado a los secuestradores europeos, se evidencian los niveles de rapiña de los conquistadores. Pero ni el pago por el rescate más caro que registra la historia humana, 41 toneladas de oro y 82 toneladas de plata, sirvió para evitar el asesinato de Atahualpa a manos de Pizarro. Masacres y felonía, codicia y tortura, es lo que celebran los que festejan el 12 de octubre.
Eduardo
Galeano escribe, en “Las Venas Abiertas de América Latina”, que tan solo el
saqueo de la mina de Potosí le reportó a Europa unas ganancias descomunales,
cuyo volumen en plata hubiera alcanzado para construir un puente de plata entre
América y Europa (el volumen de plata saqueada que dio origen a esta metáfora
de Galeano consta en registros). Otro puente se podría haber construido con los
cadáveres de los indígenas esclavizados en la mina: 8 millones de indígenas
fueron reventados de explotación por los españoles, en la primera etapa de
saqueo de Potosí. Un indígena esclavizado en Potosí tenía una esperanza de vida
de dos meses en promedio (luego de ese lapso esclavizado, fallecía, y los
invasores lo reemplazaban por otro indígena esclavizado). Asimismo, la mina de
Ouro Preto en Brasil, se tragó la vida de millones de africanos y les reportó a
los invasores capitales que serían decisivos para el capitalismo europeo. Al
estar la Península
Ibérica endeudada por causa de sus "guerras
santas", los banqueros europeos cosechaban toda esa riqueza empapada en
sangre humana y dolor.
La barbarie del colonialismo
significa igualmente la deportación masiva de seres humanos perpetrada por los
europeos desde África hacia América: al menos 33 millones de africanos fueron
deportados, murieron dos tercios de ellos en los abominables trayectos, y el
tercio sobreviviente fue esclavizado en el continente americano, así como sus
descendientes durante siglos. La aristocracia y burguesía europea lograron la mayor acumulación
de riquezas jamás vista, en base al saqueo del continente americano, en base a
la deportación y esclavización de millones de seres humanos, en base al
genocidio y La acumulación capitalista originaria se fraguó del saqueo y el genocidio, como lo señala Marx: “El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, el exterminio, la esclavización y el sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: tales son los hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista. Estos procesos representan factores fundamentales en el movimiento de la acumulación originaria”[1].
El 12
de octubre marca el inicio del saqueo que hasta hoy sigue empobreciendo a los
pueblos de América para llenar las arcas de los saqueadores. Hasta hoy las
multinacionales siguen explotando montañas y envenenando ríos, hasta hoy siguen
talando bosques y fomentando mercenarios paramilitares para perpetrar masacres
contra el pequeño campesinado, con la finalidad de desplazarlo forzadamente de
las tierras codiciadas. Hasta hoy sigue el imperialismo europeo y
estadounidense urdiendo golpes de Estado (golpe en Brasil, Chile, Argentina,
Uruguay, Guatemala, Honduras, desestabilización contra el Estado venezolano, y
un largo etc.); hasta hoy sigue el imperialismo urdiendo planes de exterminio
contra las y los revolucionarios (Plan Lasso, Plan Cóndor, Plan Baile Rojo,
Plan Colombia, Plan Patriota, Plan México, etc.); hasta hoy sigue la injerencia
imperialista apuntalando regímenes genocidas como el colombiano, por citar un
ejemplo paradigmático de régimen del Terror funcional al saqueo capitalista,
mantenido a punta de masacres y exterminio
contra la reivindicación social y política de la clase explotada.
"El capital viene al
mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies a la
cabeza”, escribía Marx. El actual saqueo capitalista es la continuación de una
Historia de sangría. Pero la lucha sigue, y los pueblos del Abya Yala,
lograremos nuestra verdadera y definitiva independencia cuando nos liberemos
del capitalismo y su barbarie, del saqueo neocolonial que impera, de la clase
explotadora local y transnacional. Los pueblos del mundo debemos conocer la
Historia para comprender el presente y ser capaces de transformarlo: la lucha
de la clase explotada mundial contra la clase explotadora, crece en unidad
internacionalista.
Nota:
[1] K. Marx, EL CAPITAL, Capitulo XXIV, La llamada acumulación originaria. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.htm
[1] K. Marx, EL CAPITAL, Capitulo XXIV, La llamada acumulación originaria. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.htm
Blog de la autora: www.cecilia-zamudio.blogspot.com
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