Radiografía de Vox
Un partido militarista, racista,
clerical, proimperialista, antifeminista,
neoliberal
24 de abril de 2019
23/04/2019
¿Cuáles son las raíces de
Vox? Si tomamos como una base periodística bastante bien documentada el
artículo de El País Semanal del 14 de abril de 2019, estas serían:
El Partido Popular, del cual
surgieron la Fundación
FAES , fundada por Aznar, y activistas del PP Vasco, como
Santiago Abascal (hoy Secretario general de VOX), además de contar con muchos
notables llegados del franquismo; la Fundación para la Defensa de la Nación Española
(DENAES), creada en 2006, cercana a Basta Ya! y el Foro de Ermua, apoyados por
Esperanza Aguirre y otros líderes del PP, incluso un ex jefe de la Casa del Rey
Juan Carlos y en su momento patrono de honor de la Fundación; sectores
fundamentalistas católicos, incluyendo varios obispos, el cardenal Antonio
María Rouco Varela, cabeza del catolicismo madrileño, y la Fundación Hazte Oír
y el Foro Español de la Familia; destacados militares, incluyendo generales,
opuestos a las políticas de ascensos; grupos de opinión, como Intereconomía,
Libertad Digital, Cadena Cope y adversarios del independentismo
Y otros que no menciona El
País Semanal, como los núcleos patronales orientados por el economista Rubén
Manso, ultraneoliberal y autor de la política económica de Vox; sus vínculos
internacionales (el exilio cubano, la derecha norteamericana del Partido
Republicano, de la Asociación del Rifle, los sionistas y anti-islamistas);
núcleos antiabortistas de mujeres; negacionistas del Holocausto; aficionados a
los toros, la caza y la pesca.
La reciente aparición de Vox
en el panorama político español, incorporado con fuerza en el proceso electoral
de 2019, y su impactante resultado en las elecciones andaluzas, con 12
diputados autonómicos, plantea la necesidad de evaluar el significado político
de sus propuestas. Estas son muy claras en su propuesta económica y política.
Enmarcado en la corriente neofascista en lo político en Estados Unidos y
Europa, y en las posturas neoliberales en lo económico y social. Más que en sus
documentos programáticos, conviene juzgar a Vox por las actitudes de sus
dirigentes y las posiciones propuestas ante los grandes problemas nacionales e
internacionales.
En este artículo hemos optado
por tomar de los medios de comunicación algunos ejemplos de su actitud sobre
ese tipo de cuestiones, que resaltan con especial contundencia las posiciones
de Vox:
Un partido militarista
La aparición de altos jefes
militares retirados en sus listas es sumamente llamativa. Aun tratándose de
generales en situación de retiro, es un número superior al que pueden tener
todos los demás partidos que se presentan a las elecciones. Veamos una primera
lista incompleta:
Manuel Mestre Barea, teniente
general del Ejército del Aire, cabeza de lista por Alicante. Ha sido acusado de
un delito de plagio en el concurso para acceso al generalato.
Alberto Asarte Cuevas, general de división, numero
uno por Castellón.
Agustín Posety Fernández de Castro, general de
brigada de Infantería de Marina, cabeza de lista por Cádiz. Firmante del
manifiesto de cientos de militares retirados de apoyo al régimen franquista y
al golpe militar de 1936, miembro de la Real Academia Hispano
Americana y de la
Asociación Católica de Propagandistas.
Fulgencio Coll, general, ex jefe de Estado Mayor del
Ejército de Tierra, candidato a la Alcaldía de Palma.
Antonio Budiño Carballo, general de división del
Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra, cabeza de lista por la provincia
de Pontevedra. Intervino en operaciones multinacionales en Croacia, Albania e
Irak.
Un coronel cuyo nombre se reserva, destinado 11 años
en la Legión como teniente y capitán, numero uno por Melilla.
Esta presencia militar del más alto nivel en las
listas de las próximas elecciones implica un grado de complicidad entre Vox y
los altos mandos de las Fuerzas Armadas que se extiende a los temas políticos
más sensibles de la actualidad, y muestra el propósito de influir en la opinión
pública, mostrando un apoyo militar al partido de la extrema derecha.
Pero esta complicidad de
altos mandos cobra mayor significado si se toman en cuenta actuaciones de
distintas personas o sectores de las Fuerzas Armadas cercanos o afines a Vox,
que se han hecho públicas en marzo o abril, estando ya convocados los distintos
procesos electorales, y que se refieren a temas sensibles a demandas militares
o cercanas a ellas. Por ejemplo, el cabo Jenner López, presidente de la Asociación Profesional
45 Sin Despidos, se opone a la salida forzosa de las Fuerzas Armadas de los
militares con contrato temporal al cumplir los 45 años de servicios. En un acto
de organizaciones de militares y policías realizado en Madrid en marzo de 2018,
hablaron dirigentes de Vox, así como el cabo López, y reclamaron la
equiparación salarial de los diversos cuerpos militares y de seguridad. En su
intervención López criticó que Abascal defendiera el restablecimiento del
servicio militar obligatorio en España, cuando el mismo Abascal se libró del
servicio por sucesivas prorrogas encadenadas. También reclamó que los numerosos
soldados musulmanes tengan el derecho legítimo de poder elegir religión. Por
sus intervenciones López fue sancionado con 12 días de multa por falta
disciplinaria grave.
Otro ejemplo: su defensa de
la legalización de la tenencia de armas: Santiago Abascal, secretario general
del partido, abogo por “un cambio radical urgente” de la ley sobre tenencia de
armas para que los ciudadanos puedan disponer de un arma en su casa y usarla
“sin tener que enfrentarse a un infierno judicial, a penas de cárcel o incluso
a indemnizaciones a los familiares de los asaltados.”
Su alianza en política
internacional con la extrema derecha es también manifiesta. En Estados Unidos
mantiene estrechas relaciones con la derecha del Partido Republicano y con los
sectores más ultraderechistas del país, con Bannon, el analista de Trump que
dirigió su campaña a la
Casa Blanca , abanderado de la pena de muerte, del armamento
de libre acceso y del combate contra la inmigración. En
todo el mundo mantiene cercanía con las derechas más extremas, como los
partidos fascistas en Europa, señaladamente en Francia, Italia, Hungría, el
apoyo incondicional a Israel para la capitalidad de Jerusalén y la soberanía
israelí sobre los Altos del Golán y es solidario con Estados Unidos en su
política prosionista de enfrentamiento contra Palestina y los países árabes.
La visita de su responsable
internacional al partido ultra de Polonia y su acercamiento a los otros países
de extrema derecha del área del este europeo, como Hungría, también es otro
ejemplo.
Vieja y nueva ultraderecha
También es muy visible la
presencia en sus filas de antiguos miembros de la ultraderecha española. Son
numerosos los antiguos miembros de partidos de la extrema derecha española en
las filas de Vox. Entre ellos figuran históricos miembros de Fuerza Nueva, el
partido de la ultraderecha fundado por Blas Piñar durante la Transición.
Un caso notorio es el de Kiko
Méndez Monasterio, quien junto con Marcos Calera fue condenado el 26 de abril
de 1999 por el Juzgado de Instrucción Nº 8 de Plaza Castilla, por los delitos
de lesiones y amenazas contra Pablo Iglesias, al pago de indemnización
económica. Kiko era miembro del grupo fascista Alianza por la Unidad Nacional en
cuyo nombre realizó los delitos mencionados, que estaba dirigido por el
conocido fascista Sáez de Inestrillas. Actualmente, Kiko es asesor de Abascal
en Vox.
En las listas de Vox militan
también miembros de las asociaciones de víctimas del terrorismo, significados
en su oposición a ETA, como es el caso de José Alcaraz, que ha sido nombrado
senador de Andalucía por Vox. Fue fundador de la AVT.
En cuanto a Abascal, su
historia política comienza a los 29 años, cuando fue Presidente de las
Juventudes (Nuevas Generaciones) del País Vasco y diputado autonómico. En 2011
Aznar asistió al quinto aniversario de la creación de la Fundación DENAES ,
presidida por Abascal. DENAES y FAES, la fundación dirigida por Aznar, eran
almas gemelas, hasta que la competencia entre ambas por dirigir a la derecha
española hizo surgir roces y diferencias entre las dos corrientes derechistas.
Por su parte, el líder de Vox
en Lleida, José Antonio Ortiz Cambray, fue detenido por los Mossos d’Escuadra
acusado de abusar sexualmente de hombres con discapacidad el 5 de marzo.
Educadores de la
Fundación Alosa , que tutela a varios discapacitados, cursaron
una denuncia ante los Mossos, quienes sospechan de la existencia de 4 víctimas.
Ortiz concurrió a las elecciones municipales de Lleida en 2011 como Plataforma
per Catalunya, y luego pasó a Vox, que dispone de cerca de un centenar de
miembros en la
provincia. En 2016 se presentó como candidato al Senado por
Vox. No obstante, este partido niega que Ortiz sea presidente ni tenga ningún
otro cargo en Vox, tal como se presentaba.
Javier Ortega Smith, número 2
de Vox, tiene abierta una investigación penal por un supuesto delito de odio,
que podría haber cometido al asegurar que “el enemigo común” es la “invasión
islamista”, en un mitin pronunciado en Valencia el 16 de septiembre de 2018. La
denuncia fue presentada por la organización Musulmanes
contra la Islamofobia por haber sostenido en dicho mitin que “nuestro enemigo
común, el enemigo de Europa, el enemigo de la libertad, el enemigo de la
familia, se llama la invasión islamista […] cada vez más europeos se están
poniendo en pie y no están dispuestos a que se derribe sus catedrales para ser
sustituidas por mezquitas”.
En Albacete la dirección de
Vox decidió cesar a su candidato al Congreso por sus polémicas declaraciones.
Fernando Paz hizo manifestaciones ofensivas sobre los homosexuales, así como
otras negacionistas y revisionistas sobre el Holocausto, que motivaron un
comunicado de la Federación de Comunidades Judías de España para “rechazar la
candidatura de Paz en las listas de Vox” ya que “es inadmisible que una persona
con este pensamiento se postule para un cargo de representación pública”.
Anteriormente Paz había sido miembro de la organización de extrema derecha
Alianza Nacional, y en un acto afirmó que el hacinamiento y las enfermedades
jugaron un papel enorme en la mortalidad que se produjo en los campos de
concentración; y en un acto de Falange en 2016 atribuyó los asesinatos de
judíos en Europa “en muchísimos casos al estado absolutamente caótico, a la
falta de alimentación, a la extensión del tifus en los campos de
concentración”. En síntesis, negaba la existencia del Holocausto y el asesinato
de millones de judíos en Europa. (El Mundo, 22 de marzo de 2019).
Otro dato importante es el
apoyo con que cuenta del sector más derechista del Vaticano: Abascal se
distanció de declaraciones del Papa Francisco, que este hizo como persona,
relativas a inmigración. Sin atacarlo directamente, lo contrapuso a palabras
del cardenal Robert Sarah de Guinea Conakry del que tuiteó la frase: “La
iglesia no puede colaborar en esta nueva forma de esclavitud en que se ha
convertido la inmigración de masas”. Sarah, prefecto de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a quien el Papa desautorizó en
alguna ocasión, encabeza el sector más ultramontano del Vaticano. Sarah compara
la ideología de género con el Estado Islámico y la califica de “demoníaca”.
Un programa económico
neoliberal
Rubén Manso fue encargado por
Vox como responsable de presentar su programa económico; Manso es inspector en
excedencia del Banco de España, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales,
presidente del Consejo de Administración de Eurobank del Mediterráneo entre
2003 y 2004, y teniente del Ejército de Tierra en la reserva. En un acto en
2012 conjuntamente con Santiago Abascal, Alejo Vidal Quadras y Jose Antonio
Ortega Lara, todos fundadores de Vox, “el reparto de las cargas publicas debe
abandonar el absurdo principio de la progresividad” según el cual “deben
contribuir proporcionalmente más quienes más tienen. “Discriminar a los
individuos en función de sus ingresos (es decir, hacer pagar más a los más
ricos) conduce a que desiguales niveles de esfuerzo y merito produzcan iguales
niveles de consumo y ahorro”.
Manso defiende “un Estado
reducido a su mínima expresión: la Defensa, la seguridad interior y la justicia
criminal. Estos son los servicios que debe proveer el Estado mientras que la
sanidad, la educación e incluso parte de la justicia civil deben quedar en
manos privadas”. Manso admite que algunas personas no podrán pagarse la
sanidad, por lo que el Estado debería “auxiliar a los ciudadanos pagando estos
servicios al sector privado”. Pero “en esa intervención no debería pagarlo todo
“sino solo hasta donde no alcancen los recursos del ciudadano auxiliado”… el Estado
solo debería financiar lo “necesario” partiendo de “una definición austera del
concepto de necesidad”. Todos los demás servicios deben quedar en manos
privadas y “no parece razonable subvencionar el ocio y la cultura”.
Idéntico criterio debiera
adoptarse para las pensiones. De sus palabras se deduce la intención de
desmantelar el sistema para sustituirlo por otro privado. Los individuos deben
intentar sufragarse los gastos presentes y futuros, incluyendo la jubilación.
¿Qué pasa con quienes no pueden pagarse un fondo privado de pensiones? Lo que
“no hay que hacer es asegurar el cobro de una pensión, porque entonces no
tendrían interés en ahorrar, ni asegurar una pensión mínima, igual para todos”-
Hay que exigir al que trabaja
un ahorro mínimo para garantizar su futuro y “medios de vida suficiente a quien
decida venir a jubilarse a España”. Estas consignas parecen calcadas de la
doctrina de Trump y de otros neoliberales de rancia estirpe.
Daniel Pereyra es escritor y
miembro del Consejo Asesor de viento sur
https://www.vientosur.info/spip.ph
Fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2019/04/24/epania-radiografia-de-vox/
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