¿Adónde va la
economía mundial?
¿De la contracción a
la recesión?
Eduardo Lucita
La Arena
Deterioro
comercial, volatilidad de los mercados, alto endeudamiento, burbujas
especulativas. Crece el riesgo de una nueva recesión mundial. ¿Se viene otro
2008?
Los datos que
dan cuenta de que la economía mundial está entrando en zona de riesgo se
acumulan sin solución de continuidad. Esta semana la directora del FMI,
Christine Lagarde, declaró que todo viene peor de lo previsto para la economía
global y que “el 70% de la economía mundial experimenta una desaceleración”.
Por su parte el director de la Organización Mundial de Comercio agregó: “El
comercio no puede desempeñar plenamente su función de impulsor del crecimiento”
y pronosticó que tanto el PBI mundial como los intercambios comerciales
crecerán menos que en 2018.
Debilitamiento en
EE.UU.A principios de este año
De alguna manera esto confirma lo que señaláramos en notas anteriores. Que la economía de EE.UU. estaba creciendo por encima de sus posibilidades con indicadores de desempleo e inflación muy bajos y con una tasa de referencia positiva. Al mismo tiempo se daba la anomalía de ser menor el riesgo en los bonos de largo plazo que en los de corto, lo que se conoce como “inversión de la curva”, se sabe cuando los especuladores se inclinan por bonos de corto plazo es síntoma de que se visualiza una recesión. Todo indicaría que el impulso dado a la economía por la reforma fiscal de Donald Trump y las ventajas impositivas que repatriaron unos 7 billones de dólares ha llegado a su fin.
Basados en experiencias de otras crisis concluíamos que todo podría derivar en un recalentamiento de la economía estadounidense lo que llevaría a nuevos aumentos de la tasa de interés y a la apreciación del dólar lo que haría crecer el déficit comercial. Con la decisión de la FED que señalamos más arriba la suba de la tasa está cancelada por este 2019, pero el déficit comercial es el mayor en 10 años, del orden de los 620.000 millones de dólares (no solo con China, 539.000 millones, también con la UE, 126.000 millones). Por su parte la apreciación del dólar invierte el flujo de los capitales especulativos, que salen de los países llamados emergentes y fluyen a refugiarse en el billete verde, esto hace que las monedas de los primeros se devalúen fuertemente (el real brasilero, la lira turca y… nuestro peso).
No solo EE.UU.
En los países más industrializados tanto el crecimiento como la inversión siguen siendo muy débiles y sus economías se contraen. China acaba de recortar sus previsiones de crecimiento para este año al 6%, la menor tasa en 25 años. Alemania hizo lo mismo pasando de 1,8% a 1%, Turquía ha entrado en recesión luego de casi una década de fuerte crecimiento. En Japón, luego de años de expansión monetaria llegaron a la conclusión de que hay una gran probabilidad de que la economía se contraiga. Rusia estima crecer solo el 1,3%, en tanto que de los otros integrantes del BRIC, solo India crece al 7% anual.
Los
datos disponibles indican que la desaceleración actual de las principales
economías del mundo puede transformarse en una recesión global en un futuro no
muy lejano, ante esto los bancos centrales poco podrían hacer porque las tasas
de interés ya están en cero o negativas en la Unión Europea y Japón. Lo que sí hicieron fue seguir a la FED y limitaron también sus políticas
de absorción monetaria.
En EE.UU.
Pero para algunos analistas el riesgo es mayor, basta solo mirarse en el espejo del 2008: la desregulación neoliberal amenaza extenderse nuevamente a nivel mundial, lo que hace cada vez más vulnerables a los Estados-nación. Los centros financieros donde reina la especulación y se favorece la acumulación en pocas manos están recuperando terreno mientras que el endeudamiento global -sea estatal, privado o corporativo- ya supera el 300% del PBI mundial. Burbujas bursátiles e inmobiliarias completan las amenazas.
Por si algo faltara las disputas entre China y EE.UU., el laberinto del brexit, el auge de los nacionalismos europeos y un reguero de conflictos geopolíticos agregan incertidumbre a una situación en la que el capital financiero y los especuladores de ganancias rápidas se mueven como pez en el agua. Nadie sabe si esta aceleración de la desaceleración terminará en una recesión global.
Eduardo
Lucita, integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquerda).
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=254660
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