La montaña de deudas privadas de las empresas estará en el corazón de
la próxima crisis financiera
18 de abril de 2019
Ya se unieron todos los ingredientes de
una nueva e importante crisis financiera internacional. Los dirigentes de los
bancos centraleslo saben y también los dirigentes de instituciones como el FMI,
la OCDE Y el
Banco de Pagos Internacional (BPI). Por consiguiente, la prensa especializada
le está dedicando numerosos artículos. Uno de los factores que dirigen la
economíahacia una nueva crisis internacional de gran envergadura, es la enorme
acumulación de deudas de las grandes empresasprivadas y la utilización que se
hace de las mismas.
Sin embargo, los gobiernos de las
principales economías del planeta habían prometido restablecer una disciplina
financiera que respetara el interés general
y evitara nuevas crisis de efectos dolorosos para la población.
A fin de defender este sistema
capitalista que asqueaba a una mayoría de la opinión pública, multiplicaron la
palabrería sobre medidas fuertes destinadas a reformar el sistema para darle un
«rostro humano», pero por supuesto sin que esto cambiara nada en absoluto en la
práctica.
En realidad, la política que los
gobiernos y los dirigentes de los bancos centrales han llevado a cabo ha
cuidado y favorecido a los intereses del gran capital, en particular los de las
grandes sociedades financieras. Ninguna medida estricta ha obligado seriamente
a los capitalistas a poner freno a la toma de riesgos, a reducir la especulación,
a invertir en la producción.
Las crisis forman parte del metabolismo del sistema capitalista pero
todas no son iguales. En el presente artículo, no se trata de recordar las
causas generales de las crisis capitalistas. Se trata aquí de diagnosticar
factores que conducen ciertamente a una nueva crisis de gran amplitud.
Cuando estalle, los gobiernos, los dirigentes de los bancos
centrales y la prensa dominante aparentarán sorpresa, como cada vez que ocurre.
Para la gente que se opone al sistema, es fundamental señalar con el
dedo las responsabilidades y mostrar como funciona el capitalismo a fin de ser
capaces de imponer una lógica diferente y de romper radicalmente con este
sistema.
Desde 2010,
aprovechándose de la política de bajas tasas de interés adoptada por los bancos
centrales de los países más industrializados (Reserva
Federal de los Estados Unidos, Banco Central Europeo,
Banco de Inglaterra, Banco de Japón, Banco de Suiza….), las grandes empresas
privadas han aumentado masivamente su endeudamiento. En los Estados Unidos, por
ejemplo, la deuda de
las empresas privadas no financieras ha aumentado en 7 800 millardos de
dólares entre 2010 y mediados de 2017.
¿Qué han hecho con el dinero prestado? ¿Lo han invertido en
investigación-desarrollo, en inversiones productivas, en la transición
ecológica, en la creación de empleos decentes, en la lucha contra el cambio
climático? En absoluto.
El dinero tomado prestado ha
servido en particular para realizar las actividades siguientes:
I. Las empresas piden prestado
para recomprar sus acciones en bolsa. Esto produce dos ventajas para
los capitalistas: 1) hace subir el precio de las acciones; 2) permite
«remunerar» a las y los accionistas sin consecuencias en el pago de impuestos
sobre los beneficios. Además, en numerosos países, las plusvalías sobre las
acciones no están gravadas con impuestos o lo están a tasas muy bajas (en
comparación con el impuesto sobre la renta o el IVA). Ya en 2014, las recompras
de acciones en los Estados Unidos habían alcanzado un montante mensual de entre
40 y 50 millardos de dólares [1]. El fenómeno ha proseguido
posteriormente. Subrayemos que ya se había asistido, antes de la precedente
crisis, a un aumento muy fuerte de las recompras de acciones a partir de 2003,
que había alcanzado un máximo en septiembre de 2007 en plena crisis de las
«subprimes». Entre 2010 y 2016, las empresas norteamericanas han comprado sus
propias acciones en Bolsa por un montante aproximado de 3 000 millardos de
dólares [2]. Como titulaba el diario
financiero Les Echos, «las recompras récord de acciones son el
motor de Wall Street». Una gran parte de la buena salud de las bolsas, no solo
la de los Estados Unidos, es debida a las recompras masivas de acciones. Es
pues completamente artificial.
Evolución de las recompras de acciones («buybacks») por 500
grandes empresas privadas de los Estados Unidos de 1999 a 2019 en millardos de
dólares (índice S&P 500). Fuente:
https://www.yardeni.com/pub/buybackdiv.pdf
Evolución de
los dividendos pagados a los accionistas de 1999 a 2019 en millardos de
dólares. Fuente: https://www.yardeni.com/pub/buybackdiv.pdf
Evolución de
las recompras de acciones (en azul) y de los dividendos (en verde) de 1999 a 2019 en millardos de
dólares. La curva roja indica la evolución del S&P 500, un índice bursátil
basado en 500 grandes sociedades que cotizan en las bolsas americanas. El
índice es propiedad y está gestionado por Standard&Poor´s, una de las tres
principales sociedades de calificación de crédito.
En el mundo real, las empresas capitalistas piden prestado
capital en los mercados para recomprar sus acciones en la Bolsa a fin de
aumentar la riqueza de sus accionistas
·
En
el mundo imaginario del sistema capitalista enseñado en los manuales de
economía, las empresas emiten acciones en Bolsa para recaudar capital a fin de
invertirlo en la producción.
·
En
el mundo real, las empresas capitalistas piden prestado capital en los mercados
financieros o a los bancos centrales para recomprar sus acciones en Bolsa a fin
de aumentar la riqueza de sus accionistas y dar la impresión de que la salud de
la empresa es excelente.
Los dirigentes de empresa que son en parte remunerados en stock
options, es decir en acciones que pueden revender, tienen un interés enorme en
animar a su empresa a que recompre sus acciones. Quien parte y bien reparte….
Hay igualmente que subrayar que los dirigentes de empresa han sido
muy generosos en materia de distribución de dividendos. Entre 2010 y 2016, los
dividendos entregados a los accionistas en los Estados Unidos han alcanzado los
2 000 millardos de dólares. En total, si se suman las recompras de
acciones y los dividendos distribuidos, los accionistas de las firmas
estadounidenses han percibido 5 000 millardos de dólares entre 2010 y
2016.
En la cuenta de balance de
las empresas, del lado del pasivo, la parte que se refiere a las deudas de la
empresa crece mientras disminuye la parte que corresponde a las acciones de la empresa. Si llega a
ocurrir que las tasas de interés sobre la deuda de la empresa aumentan, el pago
de los intereses corre el riesgo de volverse insostenible y llevar a la quiebra. Además ,
si el curso de las acciones -que ha sido artificialmente inflado por el efecto
combinado de las recompras y de la burbuja bursátil- baja con fuerza, la
quiebra esta también a la vuelta de la esquina.
Hay que señalar que la recompra masiva de sus propias acciones,
que ha sido muy practicada por grandes empresas norteamericanas como Hewlett
Packard (HP), IBM, Motoroloa, Xenox, Symantec o JC Penney, no ha bastado para
mejorar su salud.
II. Las empresas piden prestado para comprar créditos. Compran productos estructurados compuestos de créditos concedidos a otras empresas o a particulares. Compran sobre todo obligaciones emitidas por otras empresas privadas así como títulos públicos.
Las treinta principales
empresas no financieras de
los Estados Unidos activas en el mercado de las deudas poseen juntas 423
millardos de dólares de deudas de empresas privadas (Corporate debt and
comercial paper securities), 369 millardos de dólares de deudas públicas y
40 millardos de dólares de productos estructurados (Asset Backed Securities y
Mortgage Backed Securities).
En la medida en que las empresas intentan maximizar los
rendimientos que sacan de los créditos que poseen sobre otras empresas, están
empujadas a comprar deudas emitidas por las empresas menos sólidas dispuestas a
remunerar a los prestamistas más que otras. El mercado de las deudas con riesgo
se amplifica.
Si las empresas
deudoras llegan a entrar en dificultades de pago, las empresas acreedoras se
encontrarán en dificultades. En 2016, Apple ha hecho saber a las autoridades
americanas que un aumento del 1% de las tasas de interés podría provocar una
pérdida de 4,9 millardos de dólares [4]. Tanto más en la medida que
para financiar estas compras de deudas, Apple, igual que las demás empresas, ha
tomado prestado. Por ejemplo, en 2017, Apple ha tomado prestados 28 millardos
de dólares. Su deuda financiera total se elevaba a alrededor de 75 millardos de
dólares. Por efecto dominó, en los Estados Unidos podría producirse una crisis
de una amplitud tan importante como la de 2007-2008.
Hay que saber
igualmente que cuando las tasas de interés suben, el valor de los títulos de
deuda de las empresas baja. Cuanto más esos créditos (es decir los títulos de
deudas emitida bajo forma de obligaciones por las empresas privadas)
representan una parte importante de los activos de las empresas, más puede
tener un impacto negativo sobre la salud de los acreedores la caída del valor.
Estos acreedores corren el riesgo entonces de carecer de fondos
propios para compensar la devaluación o
la desvalorización de los créditos que poseen.
La situación descrita corresponde a una
nueva progresión de la financiarización del capital: las grandes empresas no financieras siguen
desarrollando sus inversiones financieras. Apple, Oracle, General Electric,
Pfizer, Ford o General Motors refuerzan sus departamentos financieros y asumen
de nuevo cada vez más riesgos para aumentar sus beneficios. Si antes prestaban
el 60% de sus liquideces a intermediarios,
en particular los money market funds, para maximizar su
rendimiento, ya no les confían sino el 50% y asumen ellas mismas directamente
el riesgo a fin de maximizar sus rendimientos.
Además, una gran parte de los créditos poseídos sobre otras
empresas pasan por paraísos fiscales, lo que aumenta la opacidad de las
operaciones realizadas y puede aumentar el riesgo. Las islas Bermudas e Irlanda
están entre los principales paraísos fiscales utilizados por las grandes
empresas de los Estados Unidos que apuestan a fondo por la optimización fiscal.
Lo que acaba de ser descrito concierne al conjunto del mundo
capitalista aunque los datos presentados se refieran a la economía de los
Estados Unidos.
La montaña de deudas privadas
de las empresas estará en el corazón de la próxima crisis financiera. Pero crisis o no, los comportamientos
descritos justifican ampliamente la acción de
todas las personas que luchan para acabar con el capitalismo y el sistema de la
deuda.
Traducido por Alberto Nadal
Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/la-montana-de-deudas-privadas-de-las-empresas-estara-en-el-corazon-de-la-proxima-crisis-financiera/
No hay comentarios:
Publicar un comentario