Es
una muestra plástica que surgió hace 4 o 5 años donde trabajo estas diversas
problemáticas ambientales y socio ambientales. Trato de hacer una síntesis
conceptual de esos conflictos, de esas problemáticas, de esos territorios,
desde la plástica. Las
imágenes producidas se plasmaron en un libro y están acompañadas de notas a
referentes que le dan fundamento a esas imágenes. Comunicar primero a través de
la imagen, sensibilizar a través de ellas, y después fundamentar estos
conflictos con testimonios de afectados directos o de referentes que están
trabajando sobre estos temas.
Hqn: ¿Cómo
mapeaste esos conflictos y buscaste la imagen que lo expresara con mayor
crudeza? ¿Cómo fue ese proceso de encontrar la pieza?
MC: Intenté
hacer un relevamiento de las distintas problemáticas ambientales que hay en
nuestro país y en nuestra región, y a partir de ahí empezar a investigar y
tratar de sintetizar estas problemáticas desde lo visual. Es muy diverso. El
eje como decía es el extractivismo en sus múltiples manifestaciones: la
megaminería, el tema de la producción del monocultivo de soja o el
extractivismo urbano, las distintas formas como se manifiesta el extractivismo;
tomarlo y tratar de reflejarlo desde la plástica.
Hqn: El
libro tiene pequeñas entrevistas que acompañan las obras.
MC: El
conjunto de voces que está en el libro es una construcción que pude realizar
por tener acceso a los medios alternativos donde circulan esas voces, y donde
circula esa información. Uno va escuchando, va anotando, va prestando atención
si sale algún libro… Estar atento a esas voces, a esas miradas, a esas
reflexiones y esos discursos me sirvió como fuente para producir lo
visual. A veces partía de un referente o de un afectado directo, es decir,
partía de la
problemática. Otras veces al revés, producía una pieza, un
objeto intervenido y luego buscaba la forma de dar con esa persona que
reflejaba esa imagen. O sea, qué persona con su experiencia de vida, de lucha,
con la experiencia en los territorios, reflejaba la imagen que había producido.
Hqn:
Construir un relato desde lo estético y al mismo tiempo desde la palabra debió
ser un desafío conceptual y también metodológico. ¿Cómo viviste esto de poner a
dialogar estos universos distintos, la palabra y la imágen, lo racional y lo
sensorial?
MC: Lo que te
permiten las artes visuales es un abanico muy amplio, vos podés diversificar el
mensaje, es decir, vos tenés un mapa o un objeto intervenido y el mensaje como
le llega a la otra persona es muy personal, muy individual. Entonces cuando vos
lo referencias con una temática particular y le pones palabra a eso, es decir
un testimonio que fundamenta una imagen, no es tan difícil que encaje. La
imagen te transmite un contenido que es diverso. De acuerdo al receptor de esa
imagen, de acuerdo a su bagaje cultural, a su clase social, a la cuestión de
género, de acuerdo a donde vive etc. va a tomar y a percibir distintas cosas de
esa imagen.
Hqn: y de
ese encuentro ¿sale algo potenciado? es decir, algo que es más que la imagen y
más que la palabra.
MC: Hay una
confluencia y me parece que combinan bien. Lo importante es la palabra escrita
y la imagen pero también la palabra escuchada, hablada. El libro
tiene la particularidad de tener códigos QR , entonces escaneando
con algún dispositivo electrónico como un celular se puede escuchar también las
voces, los distintos tonos, como se dijo, como se pronunció, la distinta carga
emotiva que hay en la voz, y ahí la palabra cobra más fuerza y tiene más
relevancia. Esa fue la idea de la producción; que las palabras, las ideas,
los pensamientos, las reflexiones fundamenten a la imagen y que potencien el
mensaje visual.
Hqn: ¿Cómo
materializaste este proyecto?
MC: En este
momento en que es tan difícil producir algo desde el punto de vista económico,
fue con muchísimas limitaciones pero ahí juega un rol muy importante el tema de
la creatividad. Cuando tenés la intención de hacerlo, buscas las maneras
de producirlo. Utilicé como base el foamboard que es el material donde uno pega
las fotografías. Es accesible. Son cartulinas con telgopor en el medio y
calando en forma manual fui desarrollando distintos mapas de Argentina, de
América del Sur, del mundo y luego fue conseguir objetos que tenían que ver con
las distintas problemáticas.
La idea es
continuar produciendo para otra muestra y producir con los elementos de cada
lugar donde está la
problemática. Utilizar esos materiales como recursos
expresivos para armar una producción artística. Por ejemplo, hay una calavera
de resina en la cual le adherí material microparticulado que sale de las tolvas
de la empresa Klaukol en Virrey del Pino. Esa empresa no
usa unos filtros y por las chimeneas sale un material microparticulado que es
tóxico. Ese material decanta por las noches y a la mañana se encuentra todo el
barrio con esa resina, con ese polvillo. Entonces lo que hice fue recolectar
ese polvillo y pegarlo en esta calavera intervenida. La idea es esa: jugar con
los materiales de la zona, que tienen que ver con el tema de la contaminación porque
también es una manera de acercar esa problemática a una muestra plástica.
A veces no hace falta mucho dinero para producir una
muestra. Lo que sí hace falta es tiempo, creatividad y rebuscársela para
conseguir los objetos.
Por
ejemplo con el cajón de José Rivero y Nicolás Arévalo: son dos cajones de
tomate intervenidos. Es una obra que tiene mucho impacto desde lo visual, es
muy fuerte, muy profunda, porque no solo está denunciando el fallecimiento de
los dos chiquitos sino que también está denunciando un sistema de producción,
el sistema de cómo se produce el tomate y como lo llegamos a consumirlo
nosotros. Entonces tiene un doble mensaje: por un lado denunciar y recordar la
muerte de estos dos chiquitos, y por el otro poner de manifiesto como es la
producción convencional de los tomates que están fumigados.
También produje una serie de 23 – 25 mapas de Argentina y 10
América del Sur con distintas problemáticas ambientales. Es interesante como la
producción visual de los mapas te permite trabajar los conflictos que hay en
torno al territorio, no sólo las cuestiones ambientales sino también en este sistema
en el cual estamos viviendo, donde lo importante es la propiedad privada y todo
lo que involucra en relación a las explotaciones que se hacen de esos recursos
naturales.
Por ejemplo estoy pensando en un mapa de Argentina
intervenido con calaveritas de resina con los colores de la bandera argentina y
ese mapa en cuanto a como lo relacionamos con los testimonios o con un tema en
particular vinculado al genocidio en la fundación de los Estados-Nación.
Hqn:
¿Qué te gustaría que suceda con Naturaleza Humana?
MC: Lo que uno
busca con este material es comunicar. Me parece que el objetivo del libro
y de la muestra, el objetivo de la página (donde todo el material está
disponible) es la comunicación. Fortalecer los lazos de estas batallas
culturales que estamos dando para que le mensaje circule, para que haya
una construcción colectiva más eficiente. El objetivo del libro es ese: un
pequeño aporte a todas estas luchas que se vienen dando en torno a lo
ambiental, a la soberanía alimentaria, a los derechos que tienen que ver con la
salud, con una vida digna, con un suelo sano. Y después que circule; que
circulen los libros, la muestra, las imágenes.
MC: Así es.
Pachamamita Libros es una aventura. Es un proyecto editorial que surgió a
partir de la muestra plástica. Cuando yo pensaba la muestra, pensaba que en un
rincón tenía que haber material pensado para chicos. Si vos vas a
visitar la muestra con tu hijo, hija, con tus sobrinos, que haya un espacio
pensado para chicos. Y ahí se me ocurrió hacer una serie de 2 o 3 libros.
En su momento los hice a mano, cociéndolos, encuadernándolos
a mano, y ese proyecto de la editorial de libros fue creciendo muy de a
poquito. Hice circular los pequeños ejemplares que tenía y eso fue circulando,
llegando. Tuve la suerte de contactarme con Darío Aranda y él lo
promocionó porque le gustó el material y a partir de ahí tuve pedidos de todo
el país. No daba abasto para producir, por los tiempos y por los cotos. Después
una pequeña editorial de una cooperativa imprimió 500 ejemplares de cada uno de
esos libros: uno relacionado a la soja, otro a la minería y otro a la
deforestación, y fue creciendo. Siempre poniendo plata, tiempo y energía pero
por lo pronto el material circulaba. A partir de esas tres primeras
publicaciones hice un libro que tiene que ver con el tema de la alimentación,
ya con Dana Chereau (antes había trabajado con la
ilustradora Ana Pascale) y ese material ya circuló de una forma más
fluida. Después saqué un libro sobre el tema del agua ya con realidad
aumentada (RA) que es una particularidad que tiene ese material; en
Argentina no hay muchas producciones y menos en forma independiente. Consiste
en hacerle a las distintas imágenes que sean tomadas como código, vos te bajas
un aplicativo y al enfocar en las imágenes aparecen distintas animaciones y
contenidos que vos podes trabajar.
Los
libros están gratis en la web y lo interesante de este recurso
tecnológicos es que no hace falta que compres el libro; te descargas el
aplicativo gratis para Android. Es súper interesante como recurso didáctico
para trabajar contenido, en este caso, relacionado con lo ambiental.
La estructura de los libros infantiles tiene un primer relato, una
historia, una fábula y en la segunda parte tiene distintas actividades
didácticas, ya sea trabalenguas, sopa de letras, laberintos, algunos chistes,
espacios en blanco para que los chicos lo intervengan y no quede el libro
olvidado en la biblioteca, es decir, tienen distintas actividades que tienen
que ver con la temática ambiental. Se llaman libros-álbumes y están disponibles
en la página para descargarlos libremente.
Hqn: A veces
en la lucha solemos ser muy racionales, muy de argumentar ¿Qué pasa con la
sensibilidad en todo esto? ¿es también un campo dónde disputar?
MC: Me parece
que tenemos que tener una lectura acerca del sistema, es decir, qué hace
el sistema capitalista con las sensibilidades. Creo que el punto de partida es
ese. Es un espacio de disputa, hay que trabajar mucho, conscientemente de
lo que entra en juego en las sensibilidades, porque este sistema te aísla, te
toma como individuo, te mediatiza a través de una pantalla digital, y cuanto
más aislado y más fragmentado estás cultural y socialmente, mejor sos
manipulado, mejor sos controlado. Entonces me parece fundamental el tema de
trabajar las sensibilidades, de trabajar la empatía, lo que le está
ocurriendo al otro o la otra que está en un territorio y que podrías ser vos; y
que a corto, mediano o a largo plazo estaremos afectados por cualquier
problemática ambiental porque respiramos, comemos, nos alimentamos o tomamos
agua. Entonces me parece que el tema de las sensibilidades es una forma de
comunicación imprescindible a tener en cuenta. No subestimar las
comprensiones, no solo pasa por la racionalidad. A través de una imagen,
de una palabra, de una música, de una expresión artística, llega a sintetizar
mejor conceptos complejos, a comprender. Y esa sensibilización lleva a una
acción concreta, a una trasformación; no solo a la introspección porque le toca
una fibra determinada, sino también a accionar en la realidad concreta, a decir
basta de lo que está ocurriendo en los distintos territorios.
Hqn: ¿Por
qué haces todo esto?
MC: Que buena pregunta…
retomo lo que decía de la cuestión didáctica de los libros en el aula, me
parece un recurso interesante para trabajarlo ahí. Una vez me dijeron que el
contenido era muy elevado para la edad a la que están destinados los libros,
que era muy complejo para chicos muy chicos, y ahí pensaba en Anita Zabaloy , en esto de los chicos trabajando
este contenido en los territorios… Me parece que las distintas problemáticas
que abordan los libros son completamente distintas si se trabaja en los centros
urbanos o en los territorios donde están ocurriendo, donde las están
padeciendo. Me parece que el grado de comprensión es distinto, aunque eso no
quita que en los centros urbanos los chicos tomen conciencia de lo que está
ocurriendo en otros territorios, a veces muy cerca de donde están viviendo.
¿Y por qué hago todo esto? Me parece que es una forma de expresión
como dice el título del libro Naturaleza Humana. Es una forma de no
quedarnos ahogados con lo que está ocurriendo, con lo que estamos haciendo con la naturaleza. Es una
forma de manifestar esa angustia que uno lleva adentro. Es una herramienta de
comunicación importante y necesaria.
Hay mucho por hacer, mucho por crear, por problematizar, debatir y
cambiar. Me parece que este sería un aporte mínimo, que hay que hacer
mucho con literatura infantil sobre estas problemáticas, ya que son las
generaciones futuras las que van a padecer las consecuencias de lo que nosotros
le estamos haciendo a la naturaleza. La educación ambiental tiene que ser
transversal, desde el Jardín de Infantes hasta la Secundaria e incluso hasta la
Universidad.
Me parece que tenemos que aprender muchísimo de los pueblos
originarios, muchísimo de la naturaleza, y el camino de la educación es
uno de los caminos que hay que transitar. Por eso uno intenta hacer un pequeño
aporte a toda esta batalla cultural que hay que dar.
Buenos Aires, septiembre de 2019
Pd: y se vienen en muy poco tiempo nuevos libros!
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Documentos/Martin-Crespi-Es-fundamental-trabajar-las-sensibilidades-y-la-empatia
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