martes, 18 de febrero de 2020

“Queremos la visibilización internacional del caso. Debe haber un cambio cultural en la Iglesia. Buscamos una respuesta concreta por parte de los organismos de la ONU. Nosotros estamos yendo con las víctimas como la prueba irrefutable de lo que pasó. En Roma nos vamos a juntar con otras víctimas de distintos casos, pero todas víctimas del mismo victimario”

Caso Próvolo: víctimas viajaron a Europa para denunciar al Vaticano

18 de febrero de 2020


Ya desembarcados en Ginebra, Suiza, sobrevivientes del Instituto Próvolo, junto con los abogados representantes, se encuentran en plenas actividades, que incluyen las respectivas denuncias a diferentes relatorías y los Informes de Seguimiento ante comités pertenecientes a la ONU, con la expectativa de dar cuenta de la complicidad del Vaticano en los casos sobre abuso sexual a niños hipoacúsicos y vulnerables en el ex Instituto Próvolo de Mendoza. Jorge Bergoglio, el Papa Francisco, todavía no dio respuesta al pedido de audiencia de las víctimas. 

Por Máximo Paz, para ANRed.

Con el fin de visibilizar el caso que conmovió por lo menos al mundo católico en Argentina, un grupo de víctimas de abuso sexual sobrevivientes del ex Instituto Próvolo de Mendoza, que viajó junto a representantes letrados para iniciar una serie de denuncias ante organismos internacionales pertenecientes a la ONU, ya se encuentran en tierra europea y en plenas funciones.
La comitiva, integrada por tres «sobrevivientes» – tal como se autodenominan las víctimas hipoacúsicas atormentadas en plena infancia por los religiosos – y los abogados Lucas Lecour y Sergio Salinas, partieron el viernes 14 desde Mendoza, en el Aeropuerto de Plumerillo. Allí brindaron una conferencia de prensa, acto que replicaron luego en el Aeropuerto de Ezeiza de Buenos Aires, antes de su primera escala europea: Ginebra, sede de la ONU.
El grupo denunciante fue invitado por Ending Clergy Abuse (ECA), organización internacional que lucha por el fin del abuso eclesiástico en el mundo.
“Queremos la visibilización internacional del caso. Debe haber un cambio cultural en la Iglesia. Buscamos una respuesta concreta por parte de los organismos de la ONU. Nosotros estamos yendo con las víctimas como la prueba irrefutable de lo que pasó. En Roma nos vamos a juntar con otras víctimas de distintos casos, pero todas víctimas del mismo victimario”, apuntó Sergio Salinas en el hall del aeropuerto bonaerense.

El grupo empezó sus actividades este lunes, en Ginebra, Suiza, y estará allí hasta el miércoles 19. Concluirá su itinerario el viernes 21, en Roma, Italia.
Ayer por la mañana, tal comitiva, a propósito de establecer las correspondientes denuncias, se reunió con la Relatoría Especial sobre la Promoción de la Verdad, Justicia, la Reparación y las Garantías de no repetición a cargo del Fabián Salvioli. Para luego juntarse con la Relatoría especial sobre la Venta de niños, la Prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, a cargo de Mau de Boer-Buquicchio y con la Relatoría especial sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, a cargo de Catalina Devandas Aguilar. Por la tarde, la visita fue a la Relatoría especial contra la Tortura y Otros tratos y Penas degradantes a cargo de Nils Melzer.
Hoy, martes, las entregas de los Informes de Seguimiento y reuniones se harán presentes en los Comité Contra la Tortura (CAT, por su sigla en inglés) y el Comité de los Derechos del Niño (CRT, por su sigla en inglés), para luego, por la tarde, visitar las sedes de laOrganización Mundial contra la Tortura (OMCT) y Child Rights Connect. Para concluir con una reunión con un grupo de víctimas de abuso eclesiástico.
La estadía en Ginebra concluirá el miércoles 19 con una conferencia de prensa.

En un documento elaborado a partir de su viaje a Europa, la ONG patrocinante detalló que «los sistemáticos abusos físicos, psicológicos y sexuales sufridos por niños y niñas sordas en el Instituto educativo y religioso Antonio Próvolo de Mendoza, Argentina, entre los años 2005 y 2016, derivaron en la histórica condena de dos sacerdotes católicos a la pena de 42 y 45 años de prisión. Por ello, denunciamos en ambos Comités que las autoridades de la Santa Sede tenían conocimiento de los sucesos ocurridos con anterioridad al inicio de las investigaciones penales y nada hicieron para evitar los abusos. Además, una vez realizada las denuncias, la Iglesia no colaboró con la justicia penal durante la investigación, se negó a dar información, amparándose en el secreto pontificio y el concordato firmado con la Argentina y luego de las condenas, se niegan a reparar de forma integral a las víctimas, quienes se encuentra actualmente en situación de extrema vulnerabilidad.»
El reto y esfuerzo concluirá en Roma, dónde además de reunirse con organizaciones y víctimas de abuso eclesiástico, tendrán la certeza de saber si, al fin, se podrán reunir con el Papa Francisco y funcionarios del Vaticano. El pedido de audiencia se realizó oportunamente y como propuesta ante el recorrido por Ginebra y Roma.
Hasta ahora, el Papa y el Estado de la Ciudad del Vaticano no respondieron a la solicitud.

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