Humedales y biodiversidad en riesgo
3 febrero 2020
Barrios cerrados,
agronegocio y minería de litio. Son tres de las actividades que más atentan
contra los humedales, reservorios naturales de agua que son vitales para
regular las inundaciones, preservar la biodiversidad y evitar el calentamiento
global. En el Día Mundial de los Humedales, organizaciones sociales, pueblos
indígenas y académicos exigen el freno a su destrucción. Los humedales abarcan
el 21 por ciento del territorio nacional, 60 millones de hectáreas y aún no hay
una ley específica que los proteja.
Los
humedales son sitios de gran biodiversidad, zonas de inundación permanente o
temporaria, que actúan como "esponja" y regulan el caudal de agua.
Absorben y atenúan inundaciones. Ejemplos de humedales son los Esteros del
Iberá (Corrientes), el Delta del Paraná (Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires),
la Laguna de los Pozuelos y las Salinas Grandes (Jujuy), entre otros. Almacenan
el 30 por ciento del carbono terrestre (son fundamentales para mitigar los
efectos de la crisis climática y el calentamiento global).
En
las últimas décadas sufrieron el avance de actividades perjudiciales, desde
agronegocio (ganadería, arrozales, soja), minería (sobre todo de litio) hasta
de grandes empresas inmobiliarias (los countries suelen ubicarse, y destruir,
humedales).
Patricia
Pintos es investigadora del Centro de Investigaciones Geográficas de la
Universidad de La
Plata. Explica que décadas atrás los humedales eran
catalogados como espacios marginales o exentos de valor, pero a medida que en
esos lugares se observaron sus potencialidades económicas comenzaron a ser
ecosistemas altamente amenazados. “Se multiplicaron proyectos de agricultura
comercial, emprendimientos inmobiliarios para el segmento ABC1 y proyectos de
minería. Estos cambios son portadores, cada vez más, de un sinnúmero de
conflictos ecológico-distributivos, que en su origen incluyen a los poderes
públicos responsables de otorgar los permisos, y cada vez más al Poder Judicial
y a las organizaciones sociales en las calles”, afirma.
Una
investigación de Pintos, “Urbanismo privado y gestión del suelo sobre humedales
de la cuenca baja del Río Luján”, contabilizó al menos 66 barrios privados que
ocupan 9065 hectáreas
en la cuenca baja del río Luján (Pilar, Campana, Escobar y Tigre).
Diego
Domínguez vive en la zona de las islas de Tigre. Es investigador del Conicet,
parte del Observatorio de Humedales y de la Cooperativa Isla Esperanza ,
que reúne a junqueros, habitantes históricos del lugar, los “campesinos” de las
islas. Enumera dos problemas graves y básicos de los humedales del Delta del
Paraná. La contaminación: “Millones de litros de glifosato y otros agrotóxicos
en el río. Vivimos rodeados de agua y tenemos que buscar bidones en la ciudad
para tomar”. Esa agua con agrotóxicos va al Río de La Plata, de dónde se provee
de agua la Ciudad de Buenos Aires.
El
segundo mayor problema es la disputa por el agua y la tierra. Y allí tienen protagonismo
los countries. Domínguez precisa nombres propios: Eduardo Costantini
(Consultatio-Nordelta), Jorge O'Reilly (Eidico), los hermanos Hugo y Adrián
Schwartz (Colony Park) y el Grupo Soldati, entre otros. Denuncia que hay un
plan sostenido por distintos gobiernos y empresarios para vaciar la región de
isleños, sus históricos habitantes, y dejar vía libre a los barrios cerrados.
Clemente
Flores es parte del Pueblo Kolla y uno de los voceros de la Mesa de Comunidades
de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc (Jujuy), región que también es parte
de los humedales de Argentina, ya no con islas y frondosa vegetación, sino con
llanuras de sal y agua dulce. Desde hace más de una década luchan contra las
mineras de litio, que quieren explotar las salinas. “Trabajamos y vivimos acá.
Cuidamos el territorio para las futuras generaciones, mientras los gobiernos
favorecen la depredación empresaria”, afirma Flores. También recuerda que están
vigentes los derechos indígenas (Constitución Nacional y Convenio 169 de la
OIT, entre otros), que obligan a que el Estado consulte a los pueblos
originarios ante cada afectación que pudieran tener. Denuncia que jueces y
fiscales no están haciendo cumplir la ley, y así favorecen a las mineras.
El
Programa Humedales Sin Fronteras es un colectivo de organizaciones de
Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Países Bajos que trabajan por la
sustentabilidad de la Cuenca del Plata. Por Argentina participan Fundación
Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Taller Ecologista, Casa Río y Fundación
Cauce. Recuerdan que también hay humedales en riesgo en el Gran Buenos Aires
(Reserva Santa Catalina, Lomas de Zamora) y también vinculan actividades
extractivas como el fracking con la destrucción de humedales: para las
petroleras en Vaca Muerta se extraen arenas silíceas del lecho del Río Paraná,
a la altura de la ciudad entrerriana de Diamante. En Chubut también hay
humedales en riesgo, por ejemplo el conocido “mallín de los Cual” (de la comunidad
Mapuche-Tehuelche Cual ) en la localidad de Gan Gan, amenazado
por un proyecto de explotación de plata y plomo.
“Hace
falta voluntad política de frenar los avances empresarios y la apropiación de
las islas. El estado municipal, provincial y nacional deben poner un freno a la
destrucción y apropiación indebida de los humedales”, reclama Domínguez. Y
recuerda lo que en tiempos de lluvia luego todos lamentan: “Menos humedales es
igual a más inundaciones”.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Noticias/Humedales-y-biodiversidad-en-riesgo
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