¿Quién es Alberto Fernández?
18 de
mayo de 2019
Por Guillermo Kane
Soldado de Menem y Cavallo
Si bien empezó su carrera de funcionario en el gobierno de
Alfonsín, ejerciendo cargos de director en el Ministerio de Economía, fue con
Menem que pegó un salto, siendo nombrado superintendente de seguros de la
nación, bajo los ministerios de Néstor Rapanelli (del grupo Bunge & Born) y
Domingo Cavallo. Desde allí aceitó negocios y relaciones con el capital
financiero, en el boom de los años de la convertibilidad y la privatización del
sistema de jubilaciones.
Soldado de Duhalde
Con la partida de Cavallo, Fernández debió buscar un nuevo jefe
político. Lo encontró en Eduardo Duhalde, gobernador de la provincia de Buenos
Aires, bajo cuyas órdenes transformó el Banco Provincia en el centro de un
grupo de negocios asociado con bancos privados, como el Santander, en negocios
de AFJP, ART, gerenciadoras de salud privada y otros seguros, además de muy
variadas operaciones de negocios. Fernández fue vicepresidente del Grupo BaPro
que se conformó entonces.
Durante la etapa de Duhalde y Carlos Ruckauf en la provincia y la
gestión de Fernández el BaPro otorgó sistemáticamente créditos incobrables a un
grupo reducido de empresas que después eran beneficiarios de moratorias. Por lo
menos $500 millones de dólares otorgados por el banco tenían este mecanismo
fraudulento. Llevaron al banco provincial a una cesación de pagos que necesitó
ser rescatado por el tesoro provincial. O sea que vaciaron el banco a favor de
sus socios empresariales y le pasaron la factura a los trabajadores
contribuyentes.
En 1998 Duhalde colocó a Fernández como tesorero a cargo de su
campaña presidencial. Según denuncias periodísticas y una causa penal que se
investigó desde la procuración de México, en esta etapa se habilitó el ingreso
de un banco que era un frente del Cartel de drogas de Juárez, el Mercado
Abierto Bank, a la provincia de Buenos Aires. Sus fondos, como los de las
grandes contratistas beneficiadas por las maniobras del BaPro estuvieron entre
los aportistas que consiguió Fernández.
En estos años fundan junto a Nestor y Cristina Kirchner el grupo
Calafate, junto a otros dirigentes del PJ que se separaban de Menem hacia el
final de su mandato. Lejos del tinte progre con el que retroactivamente se han
querido pintar, es necesario desatacar que Fernandez seguía siendo un hombre
ligado a Cavallo y la derecha “neo-liberal”. Fue encargado por Duhalde para
negociar el apoyo de Cavallo a Carlos “mano dura” Ruckauf para la gobernación
bonaerense en 1999 y fue electo legislador porteño, en el 2000, por la lista de
Cavallo y Gustavo Beliz, que
compartió con la admiradora de Jorge Rafael Videla, Elena Cruz.
Soldado de Néstor… y Magnetto
Repitió
su función de recaudador de fondos para la campaña presidencial de Néstor
Kirchner en 2003 y desde allí fue catapultado al lugar de Jefe de Gabinete, que
ejerció del 2003 al 2008. En el libro biográfico de CFK escrito por Sandra
Russo la ex-presidenta cataloga a Fernández como el delegado del grupo Clarín
en el gobierno kirchnerista, propiciando la fusión de Cablevisión y Multicanal
que dejó al grupo con una posición monopólica en la TV por cable y trabajando
contra la candidatura de CFK de acuerdo a la presión de los Magnetto. Fernández
se ha defendido de estas acusaciones señalando que la multimillonaria fusión
cuenta con la firma del entonces Secretario de Comercio Guillermo Moreno y no
la suya, y que a Hector Magnetto de Clarín lo conoció a través de los Kirchner,
estrechos aliados de este en el primer tramo de su gobierno.
Lo cierto es que cuando el gobierno Kirchnerista chocó con el
capital agrario que venía desarrollándose fuertemente bajo su égida, generando
una verdadera ruptura entre la burguesía que se agrupaba en el apoyo a ese
gobierno, incluido a Magnetto, Alberto Fernández, fue uno de los funcionarios
que empezaron a dimitir para pasarse de bando, como el vicepresidente Julio
Cobos, como su sucesor Sergio Massa, como el ministro de Economía Martín
Lousteau y tantos más. Desde entonces, Fernández se desempeñó como consejero de
Massa y luego de Florencio Randazzo, cuando este quería enfrentar a Cristina
Kirchner en una interna.
Lobbysta se alquila
En 2015 Albertó Fernández declaró que votaba en blanco en el
ballotage entre Scioli y Macri. Lejos de una crítica a izquierda a ambos,
Fernández dijo que sobre un gobierno de Cambiemos “Me dio tranquilidad que
estuviera Prat Gay pero no se qué lugar va a ocupar. (…)No lo voto a Scioli no
por Scioli sino por lo que está representando, que son los excesos del gobierno
nacional (de CFK)” (Perfil 27/10/2015). La delimitación con
Scioli y el FPV era por derecha.
En el llano Alberto Fernández se ha mantenido como un operador
todoterreno, aunque no ocupó lugares de protagonismo político. Ha sido operador
judicial del empresario preso por causas de corrupción Cristóbal López, en
nombre de quien se ha reunido con diversos jueces de la corte suprema. Facturas
por los servicios de Fernández como lobbysta fueron encontrados en
allanamientos a la
petrolera Oil de López.
Una columna reciente de Carlos Pagni en La
Nación (16/5/2019)
comenta que Fernández había cambiado el objeto de sus gestiones en la Corte por
Cristóbal a el juicio inminente a CFK, con quien se ha reconciliado hace largos
meses para tejer acuerdos con distintos sectores del PJ con los que había ido
chocándose en el desenlace de su gobierno y tras su derrota en manos de Macri.
Lo cierto es que junto con todos
sus dotes de operador, rosquero y financista, la nominación de Alberto
Fernández a la presidencia es un mensaje sin ambigüedades al capital local e
internacional. Sus intereses van a ser la prioridad para un eventual gobierno
del PJ, como lo han sido a lo largo de toda la carrera de Alberto https://prensaobrera.com/politicas/63919-quien-es-alberto-fernandez
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