Perú
La era pospetróleo,
hacia una transición energética
7 de mayo de 2019
Por Luis
Hallazi (Rebelión)
En el Perú aún
sigue siendo minoritaria la conexión lógica entre la promoción de la quema de
petróleo y las consecuencias que hoy sufrimos por el aumento de la temperatura
en 1° centígrado. Las voces en el Estado peruano y la ciudadanía organizada son
minoritarias para generar mayor consciencia al respecto, a pesar de ello es
necesario empezar a debatir la dependencia del petróleo y la urgencia de una
transición energética.
Y qué mejor momento para
hacerlo que a partir de la insistencia del actual gobierno para la modificación
de A las críticas de organizaciones indígenas como Aidesep [1] y organizaciones de la sociedad civil se unió el informe de la Defensoría del Pueblo [2]. No tardaron en manifestarse el Ministerio del Ambiente, Ministerio de Cultura, pero el punto de quiebre fue la reacción del Ministerio de Economía y Finanzas que generó el rechazo final al dictamen de la Comisión de Energía y Minas evidenciando las groseras deficiencias del proyecto que, en su momento, Felipe Canturias, presidente de
Después de este primer fracaso, rápidamente los sectores del Ejecutivo involucrados se pusieron de acuerdo, restituyendo a su estado anterior las asignaciones económicas a PERUPETRO, OSINERGMIN y MINEM, y realizando ajustes que vulneraban además la institucionalidad ambiental.
El
actual proyecto de ley sigue siendo deficiente por parecidas razones al
anterior: las concesiones de explotación de petróleo aumentan hasta 80 años
(art. 22 y 22A), además las empresas extractivas tienen toda la libertad para
construir caminos, puentes, carreteras, puertos y cualquier otra
infraestructura al interior y exterior del lote que facilite sus operaciones,
en algunos casos con exoneraciones de tramites; pero además se pone al servicio
de la empresa la posibilidad de contar con protección policial y militar para
realizar dichas actividades (art. 36).
Por
otro lado, se persiste en promover el fracking o fractura hidráulica sin debate
ni participación (art.45-A), lo que genera serios vicios de nulidad a este
proyecto, más aún si se informa sobre los severos impactos que esta técnica
puede causar a la salud, el medio ambiente y la biodiversidad. El
método es riesgoso y experimental y puede tener consecuencias devastadoras para
la Amazonia peruana, la
Costa Norte y el Zócalo Continental.
A
eso le agregamos que el proyecto precisa de consulta previa, libre e informada
en tanto que, indudablemente, afectará derechos de pueblos indígenas [4] sin
embargo, el Congreso de la República es la única institución que no cumple la
obligación de consultar. Además, no hay ninguna alusión a la participación de
los gobiernos locales y regionales de donde se extrae petróleo. En suma, lo que
se pretende es seguir bajando estándares ambientales y sociales para promover
una inversión sucia, que no beneficiará a nadie. Ninguna empresa responsable le
interesaría operar con ese tipo de reglas a pesar de las críticas del sector
empresarial a los actuales cambios [5].
Tampoco existe ninguna alarma
con respecto al hecho de que Perú sea el tercer país del planeta con mayor
vulnerabilidad frente al cambio climático (Tyndall Center, Inglaterra). Los
empresarios de hidrocarburos, funcionarios de Energía y Minas y sobre todo
legisladores, no tienen en cuenta los impactos de calentamiento global que, en
los últimos 35 años, nos hicieron perder el 22% de nuestros glaciales
tropicales y que para el 2020 harían desaparecer los glaciares ubicados por
debajo de los Tampoco se tiene en cuenta que el Perú es el séptimo país en el mundo con mayor deforestación (Global Forest Watch), tan solo en 2018 se perdieron
La incoherencia regulatoria en nuestro país, una vez más, salta a la vista, puesto que en 2018 se promulgó
No
se puede continuar hipotecando el destino de nuestras generaciones. Es urgente
revertir los últimos 35 años en que los sucesivos gobiernos no han hecho ningún
esfuerzo serio por dejar de depender económicamente de las materias primas como
el petróleo y la minería, base de nuestro actual modelo económico. En tanto
estos recursos no renovables se vayan agotando las estrategias, legales o
ilegales, de despojo territorial y destrucción ambiental seguirán
recrudeciéndose poniendo en riesgo a millones de especies que, junto con
nosotros, habitan este planeta.
Por
todo ello, este proyecto de ley debe ser archivado y no es suficiente con
pensar en modificar una ley orgánica de hidrocarburos, sino que necesitamos
proponer una ley que establezca los cimientos e incentivos para una transición
energética que, de manera paulatina, nos permita transitar hacia el uso de energías
renovables. Es urgente empezar el debate y comenzar a pensar más allá del
petróleo.
Notas:
[1] Pronunciamiento
de Aidesep: http://www.aidesep.org.pe/noticias/pronunciamiento-de-aidesep-contra-la-ley-de-ecocidio-y-etnocidio
[2] Informe
de la Defensoría del Pueblos sobre el Dictamen de modificación ley de
hidrocarburos:https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2018/08/Informe-de-Adjunt%C3%ADa-N%C2%BA-001-2018-AMASPPI.MA_.pdf
[3] Entrevista
a Presidente de la SNH Felipe Canturias: https://www.youtube.com/watch?v=PNuJ9H1-tis
[4] Pronunciamiento
de AIDESEP: http://aidesep.org.pe/sites/default/files/media/Pronunciamiento%20modificaciones%20al%20Dictamen%20LOH%20(1).pdf
[5] Nota
periodística de El Comercio: https://elcomercio.pe/economia/peru/nueva-ley-organica-hidrocarburos-seria-perjudicial-sector-noticia-613732
[6] Nota
periodística de la BBC: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48060343
Luis Hallazi es abogado y politólogo,
investigador en derechos humanos.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=255658
No hay comentarios:
Publicar un comentario