lunes, 31 de octubre de 2016

“Nos han distanciado del ideal de la liberación de Palestina mediante la creación de discordias entre el mundo islámico, así como con el surgimiento de los grupos terroristas y Takfiríes en la región”, añadiendo que no existe otra opción más que la unidad y la resistencia, y la lucha contra los grupos Takfiríes.

El eje de la resistencia y 

su papel en Oriente Medio
31 de octubre de 2016
Por Pablo Jofré Leal (Hispanty)

No existe posibilidad alguna de estabilizar la región de Oriente Medio sin que la presencia y la voz del denominado Eje de la Resistencia, sea considerada y esté presente en la mesa de cualquier negociación.
El Eje de la Resistencia es una creación vital en Oriente Medio, conformado por la República islámica de Irán, el Movimiento Libanés Hezbolá, el gobierno Sirio, el Movimiento Yemení Ansarolá y otros grupos aliados en la lucha contra la entidad sionista y la injerencia occidental en Oriente Medio. Este Eje y los objetivos que persigue, van en el camino de ampliarlo al conjunto de la región y formar parte de las prioridades del mundo islámico, teniendo como centro a Palestina, la resistencia antiimperialista y la seguridad ante las agresiones de la entidad sionista.

El triunfo de Hezbolá contra el Sionismo marca el inicio
Un Eje de la Resistencia, que tiene su génesis en el triunfo de las fuerzas de Hezbolá, que se enfrentaron con éxito a las fuerzas israelitas que pretendieron invadir El Líbano en julio del 2006. Una victoria significativa, que avergonzó y puso en alerta a las que se creía eran las invencibles fuerzas sionistas. Esto, unido a la participación en la defensa de Siria, de las fronteras de El Líbano tras el inicio de las agresiones en marzo del año 2011 y el apoyo decidido a la causa palestina muestra que “los logros de los miembros del Eje de la resistencia son la consecuencia de la firmeza y no rendirse ante los complots de los enemigos” según sostiene Seyed Kamal Jarazi, Presidente del Consejo Estratégico de la diplomacia de Irán. 

Hoy, en un escenario donde la agresión de occidente – Washington, Paris y Londres principalmente - con la participación activa de sus aliados regionales – Turquía, Israel, Arabia Saudita y las Monarquías Ribereñas del Golfo Pérsico – se hace visible contra la República Árabe de Siria, contra Irak, Yemen, Bahréin y Palestina, es imprescindible que el Eje de la Resistencia continúe su labor de defensa de las sociedades de Siria e Irak, que sume en esa defensa a las fuerzas aeroespaciales rusas, mantenga presente el apoyo en instancias internacionales a la lucha del pueblo palestino, que condene la agresión saudí contra Yemen y apoye activamente a los movimientos que buscan una salida al actual conflicto en ese país. Un Eje que día a día ofrece nuevos elementos, que simbolizan un trabajo de unión y búsqueda de perspectivas positivas y de fortaleza para los pueblos que lo conforman, pero con un claro llamado a su ampliación.
La firma del Acuerdo nuclear o Plan integral de Acción Conjunta – JCPOA por sus siglas en inglés – entre Irán y el G5+1 en julio del año 2015 constituyó un enorme triunfo para el resguardo de la soberanía y la dignidad de la República islámica de Irán pero, al mismo tiempo, reforzó las capacidades del eje de la resistencia, pues cambió considerablemente la postura que occidente tenía respecto a Irán y el cumplimiento de lo que se definió como la línea roja de su gobierno. 

Amplificando sensiblemente el aumento de las capacidades de los países y movimientos que conforman este Eje, que se ha ampliado a partir de las acciones de defensa de su integridad por parte del gobierno iraquí y movimientos populares y organizaciones político-militares de este país, sumando a organizaciones palestina, que demuestran su capacidad de adaptación y visión estratégica, respecto al combate a las fuerzas terroristas takfiries y aquellos que las avalan.
El trabajo del eje de la resistencia es enorme, primero, pues se trata de combatir la hegemonía crónica de occidente, que se ha instalado en Oriente Medio en la búsqueda de satisfacer sus apetitos políticos y económicos. Como también, combatir el sionismo y sus afanes colonialistas, racistas y criminales contra el pueblo palestino y sus acciones desestabilizadoras permanentes contra la región y cualquier intento de fortalecer el despertar islámico. Se suma a ello la lucha contra las bandas terroristas, que con sus acciones han asesinado a cientos de miles de personas, desplazados millones de seres humanos, destruido ciudades e infraestructura vital de los países agredidos y al mismo tiempo sirven como excusa para presentar a quienes combaten el terror como los culpables de la situación de inestabilidad de Oriente Medio. La República de Irán y los componentes del Eje de la Resistencia han demostrado, a lo largo de estos últimos cinco años, que son los verdaderos garantes de una integración regional independiente del imperialismo y sus aliados sionistas y wahabitas.
A pesar del intenso bloqueo, un política de sanciones y cerco al pueblo iraní, que abarcó incluso el financiamiento de una guerra de agresión por parte del Irak, dirigido en ese entonces, por el fallecido Saddam Hussein, que dejó cientos de miles de muertos. Intentos de desestabilización a través de las llamadas revoluciones de colores, el trabajo sistemático de originar caos y destrucción por parte de los organismos de seguridad de occidente, el asesinato de científicos nucleares iraníes y otra serie de tácticas criminales, Irán logró potenciarse y avanzar en forma autónoma desarrollando una industria nacional en todos los ámbitos, incluso el militar, que la tiene convertida hoy en una potencia regional con la que se debe contar sí o sí.
Es esta situación la que permitió a Siria, organizaciones populares palestinas y libanesas como el Movimiento Hezbolá crear una alianza político-militar, que dentro de sus mayores éxitos estuvo en el derrotar al ejército sionista en El Líbano el año 2006. Que adiciona el tremendo trabajo destinado a combatir a Daesh, Fath al Sham, Ahrar al Sham, Al Qaeda y otros grupos terroristas salafistas. En el caso específico de Hezbolá, su combate decidido contra las posiciones terroristas ha impedido a estos grupos entrar en El Líbano, cortando sus líneas de apoyo logístico y asumiendo la defensa activa del territorio libanés, impidiendo el éxito de los planes sionistas de establecer una zona “tampón” desde el cual, con apoyo israelí las bandas takfirí atacarían la capital Siria. Hezbolá hoy, para el sionismo, es una piedra en el zapato, un actor relevante que en modo alguno debe subestimar, so pena de encontrarse con una sorpresa mayor. El sionismo sabe eso, como también que junto a Irán son contendientes con los cuales la entidad sionista tiene pesadillas.
Occidente y especialmente Israel, temen la estatura militar, política y moral que ha alcanzado Irán en la región en su defensa de Siria, Irak y El Líbano, unido a su trabajo político permanente de defensa del pueblo palestino. Las autoridades de Teherán han sostenido, en todos los foros en que su voz se deja sentir, que están en condiciones de redoblar sus esfuerzos para impulsar planes de integración regional en la idea de construir estados soberanos, que política y culturalmente sean independientes de occidente. Llamado a dialogar entre los actores de la región, los que viven allí, los que deben pensar en su futuro. Una idea, un llamado que deja fuera sólo a la entidad sionista. Objetivos que emplea sus fuerzas en la clara defensa de sus intereses, que impulsan a otorgar este apoyo decidido al gobierno de Bashar al Assad pues bien saben que si cae Siria los próximos en el objetivo de agresión son El Líbano, Irán y las acciones para seguir desestabilizando a Rusia, de allí la decisión de esta Federación y del gobierno de Putin de entrar de lleno en la guerra, con el apoyo de sus fuerzas aeroespaciales cambiando la correlación de fuerzas en la región.
Estados Unidos, la OTAN y sus aliados incondicionales de Oriente Medio, ante esta amenaza a su dominio, se han embarcado en una política de “demonizar a Irán” de catalogar a los miembros del Eje de la resistencia como entidades terroristas, con esa doble moral tan propia de la hipocresía de un occidente que se niega a perder sus privilegios a través de la acción de la Coalición árabe-occidental liderada por Estados Unidos y que cuenta con el apoyo de Estado Europeos, Turquía, Israel, Arabia Saudita y las Monarquías feudales del Golfo Pérsico. Una Coalición responsable del origen de la crisis en la región, de su prolongación, el aval y financiamiento de los grupos terroristas. Una Coalición cuyas acciones de combate contra el terrorismo takfirí han sido un fiasco, parte de una charada destinada a esconder sus verdaderos propósitos de desestabilización de los Estados árabes independientes.

Palestina es el Eje de la Resistencia
Si bien es cierto, la defensa de Siria e Irak contra la agresión terrorista y de la Coalición internacional, a lo que se une el apoyo a los movimientos populares en Yemen parecen ser el centro de la actual situación en Oriente Medio. Irán ha dejado claro que Palestina es y seguirá siendo el Eje de la Resistencia y ello no es negociable, en un marco donde varios de los países árabes, que solían apoyar la causa palestina, se han plegado a los objetivos de agresión de occidente, traicionado a sus propios pueblos, que ven en la resistencia palestina su propio esfuerzo personal de lucha contra los poderes de regímenes monárquicos corruptos y la presencia de un occidente que desprecia los valores y principios del islam.
En la conmemoración del Día Nacional de Al Quds el pasado mes de julio, el presidente iraní, Hasan Rohani, señaló: “Nos han distanciado del ideal de la liberación de Palestina mediante la creación de discordias entre el mundo islámico, así como con el surgimiento de los grupos terroristas y Takfiríes en la región”, añadiendo que no existe otra opción más que la unidad y la resistencia, y la lucha contra los grupos Takfiríes. Esta conmemoración, cuyo origen se remonta al nacimiento mismo de la revolución iraní, por mandato del fallecido Ayatola Jomenini, ha permitido a millones de hombres y mujeres mantener viva la llama de la autodeterminación del pueblo palestino y al mismo tiempo levantar el nombre del Eje de la Resistencia hasta las alturas que tiene hoy.
Un objetivo que año a año incrementa su llamado a unir las fuerzas de la resistencia contra el imperialismo, el sionismo y las doctrinas que traicionan el islam y a los pueblos. Esto, bajo la máxima que “la única vía para hacer frente de manera victoriosa al régimen criminal e ilegitimo de Israel es seguir el modelo de resistencia de Hezbolá y Hamas y extender el discurso y la acción de la Intifada por toda la geografía palestina, en especial a Cisjordania, además de ofrecer apoyo material y psicológico a la resistencia antisraelí.”

Hoy, con un Israel definitivamente embarcado en una política de ocupación, sin vuelta atrás, ampliando sus asentamientos en la Ribera Occidental, asesinando al pueblo palestino, violando las leyes internacionales; una solución basada en la falsa idea de una entente cordial entre Palestina y la entidad sionista es simplemente una utopía, una trampa que busca garantizar la continuidad de la ocupación colonialista y criminal israelí en la tierras palestinas. En ese marco, el Eje de la Resistencia tiene un papel fundamental de apoyar la lucha, por todos los medios, del pueblo palestino, como lo hace hoy por el pueblo de El Líbano, la sociedad siria, el pueblo de Irak y el apoyo a los esfuerzos del movimiento Ansarolá.
En una reunión efectuada en los campamentos de refugiados palestinos en El Líbano Mohamed Sadeq Jarazi, alto funcionario de la Vicepresidencia de Irán, sostuvo ante miembro de la resistencia y ciudadanos palestinos residentes en El Líbano, que el pueblo y las autoridades iraníes, particularmente Seyed Alí Jamenei, consideran la resistencia palestina como una línea roja y una cuestión innegociable y que significa ayudar con todos los medios a la resistencia palestina.

¿Significa ello que Irán podría incluso proveer armas a los palestinos en los territorios ocupados? Para el ex Ministro de Defensa Iraní, Ahmad Vahidi“se podría, fácilmente armar a palestinos en la Cisjordania Ocupada. La dotación de armas podría mejorar la eficacia de los ataques de represalia que realizan los palestinos sobre los israelíes e infligir más daño sin tener que sacrificarse. Somos testigos de una agresión sionista permanente donde el pueblo palestino, por carecer de medios y debido a las presiones, trata de atropellar con sus vehículos a los invasores o se lanzan con cuchillos de cocina contra soldados y colonos armados hasta los dientes”. El militar de alto rango del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) afirmó que el pueblo palestino tiene suficientes motivos para llevar a cabo ataques de represalia contra los israelíes en una Intifada intensa donde los esfuerzos sionista por someterla y silenciarla han fracasado.

Las declaraciones iraníes, en el sentido que Eje de la Resistencia tiene en su centro a Palestina y que se está dispuesto y en condiciones de apoyarlo en su lucha contra el sionismo, son de gran importancia. Ello, en momentos que gran parte de los gobiernos de los países árabes –comprometidos con occidente– en lugar de apoyar a sus hermanos palestinos, avalan, apoyan y financian a grupos terrorista takfirí y se embarcan ellos mismos en guerras contra pueblos árabes como Yemen, Siria e Irak. Esos gobiernos árabes, en lugar de ayudar al pueblo palestino, se han sometido al sionismo, apoyándolos abiertamente en la represión de las aspiraciones de autodeterminación del pueblo palestino. Eso es una vil traición. Hoy, sólo el Eje de la Resistencia ofrece un norte de dignidad frente a tanto atropello y tanta traición.


Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218629

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