Raúl Zibechi: “La
única alternativa al
extractivismo es crear algo nuevo”
26 de octubre de 2016
26 de octubre de 2016
Por Carina
Toso
Así lo afirmó el periodista y escritor
uruguayo quien participó del Segundo Seminario Internacional “Desde el
extractivismo a la reconstrucción de alternativas” que se realizó en la ciudad
de Rosario. Un recorrido por el debate que dieron organizaciones y gremios
sobre capitalismo, colonialismo y patriarcado desde la mirada de este
especialista que estudia la realidad de los movimientos sociales en
Latinoamérica.
“La sociedad está atravesando una crisis
civilizatoria en la que el extractivismo y el colonialismo exacerban la
dominación patriarcal que lleva a la humanidad a un límite nunca antes
conocido”, expresó el periodista, militante y escritor uruguayo Raúl Zibechi y
definió al modelo extractivo como “una guerra contra los pueblos, mediante el
capitalismo depredador”. Para él no es sólo un modelo o una forma económica:
“Es un tipo de sociedad”, definió durante la realización en Rosario del Segundo
Seminario Internacional “Desde el extractivismo a la reconstrucción de
alternativas. Colonialismo, capitalismo y patriarcado. Continuidades y
profundizaciones”.
Esta actividad se llevó a cabo entre el 13 y
14 de octubre en la Facultad de Ciencias Médicas y estuvo organizado por
Bienaveturados los Pobres (BePe), ATE, CTA y Pañuelos en Rebeldía. Del
seminario participaron un centenar de asistentes para debatir sobre el modelo
productivo desde la mirada de diversos actores y actrices de las luchas y la
resistencia popular.
Junto con Zibechi, quien ofició de moderador
de este seminario, participaron además la escritora y educadora popular Claudia Korol y el
profesor e investigador Horacio Machado. Entre los ejes principales figuraron
el narcotráfico y la violencia machista, que el periodista calificó como
“formas de control a sectores populares a cielo abierto”.
En una charla con enREDando, Zibechi, quien
está abocado a estudiar e investigar la realidad de los movimientos sociales en
Latinoamérica, analizó varios aspectos de la sociedad actual de acuerdo al
debate que se dio entre organizaciones, gremios y agrupaciones en este
seminario.
– ¿Cómo se desarrolló este debate sobre
extractivismo y cuáles fueron los puntos más destacados?
– Raúl Zibechi: El debate que se dio en este caso fue sobre capitalismo,
colonialismo, patriarcado y las alternativas al extractivismo. El núcleo de
estas discusiones es cómo el modelo actual extractivo es un modelo económico
pero también político y social de los estados de colonización de las sociedades
y de vulnerabilización de los sectores populares. Una brutal ofensiva que
fortalece al patriarcado, al capitalismo y a las grandes empresas y que
debilita a las organizaciones populares, a los movimientos sociales y al propio
Estado. El panorama hoy es una creciente violencia, una creciente
militarización de las sociedades y situaciones en las cuales la vulnerabilidad
de los jóvenes es cada vez mayor. Frente a ese panorama se discutió cómo salir
adelante. Si bien en el diagnóstico hay bastante acuerdo en el quehacer la cosa
se complica, porque aparecen generalmente una situación de “luche y vuelve”. Es
decir, ¿Volvemos a diciembre de 2015, o antes de que cayera Dilma por ejemplo,
volvemos a lo que ya fue o vemos otras alternativas? Y esas otras alternativas,
¿De qué tipo serían? ¿Hay que buscar una verdadera izquierda que llegue
electoralmente al gobierno, hay que fortalecer los movimientos de base? Tengo
una posición sobre eso y entiendo que no es la más aceptada en el mundo pero me
parece que este modelo es sistémico. El narco es sistémico, el femicidio es
sistémico. Entonces si pensamos en cambiar el gobierno, puede ser que el
próximo sea menos represivo o un poco mejor pero buena parte de lo que tenemos
hoy ya lo teníamos en diciembre de 2015.
– ¿En qué fallan entonces los gobiernos que no
logran resolver estas problemáticas de fondo?
– R. Z.: Es que los gobiernos
no gobiernan. Vos podés tener la mejor ley ambiental y el río Paraná va a
seguir siendo contaminado. Porque el Estado no tiene capacidad ni voluntad
política de enfrentar a estos monstruos que tienen 40 terminales aquí, más
todas las fábricas, más el glifosato. Al extractivismo no hay alternativa, como
no hay alternativa al patriarcado. Para eso hay que derrotar y crear algo
nuevo, y es en ese punto en donde estamos entrampados en los debates. Entre
corrientes que apuestan a que electoralmente se llegue a gobiernos mejores y
corrientes que pensamos que se trata de una fuerte acumulación de fuerzas en la
sociedad pero no sólo en el sentido de resistir y luchar, sino también en crear
espacios alternativos.
-Por ejemplo, ¿Por dónde se podría empezar o
que espacios que ya existan se pueden fortalecer?
– R. Z.: Por ejemplo pensemos
en el periodismo. La ley de medios
fue una ley bastante buena. Ahora, independientemente del cambio de gobierno,
hasta qué punto la ley de medios
consiguió desmonopolizar a los grandes medios .
No lo consiguió porque los monopolios tienen mucha fuerza. Entonces hay que
seguir apostando a leyes mejores, hay que seguir resistiendo los monopolios,
pero además, hay que crear comunicación alternativa, porque si no creas comunicación
alternativa no tenés referencia de qué tipo de comunicación querés. Si te
quedás esperando que algún día caigan los monopolios no te comunicás y no tenés
alternativas de comunicación. Y esto último por suerte ya se está haciendo, hay
medios alternativos de comunicación
a los monopolios de radio, internet y televisión. Todas las que hay son más
pequeñas y dispersas que abarcan a un porcentaje pequeño pero no marginal de la población. En la
época de Farco surgieron unas tres mil radios comunitarias, no era moco de
pavo. El hecho de que ya tengas una comunicación por fuera de los monopolios
madura y funcionando pese a todos problemas que eso tiene implica, que ya tenés
tu alternativa ahí.
– ¿Cómo acercar esos medios
alternativos a los lectores, oyentes y televidentes que están captados por los medios hegemónicos?
– R. Z.: El medio hegemónico es
el dominante, la gente ve la
tele. Solamente en coyunturas como el 19 y 20 de diciembre,
apaga el televisor y sale a la
calle. Sí podemos estar seguros hoy, que hay una porción,
sobre todo de jóvenes, que se informan por esos medios .
El Encuentro de Mujeres de Rosario no lo convocó ningún medio monopólico y
participaron más de 100 mil personas. Son medios
alternativos y populares, pero no son marginales. Tienen su influencia en
aquella parte de la sociedad que es la que nos interesa. Malo sería que esa
porción de la sociedad solo tuviera a Clarín y a la tele para informarse. Que
hay medios que van a tener siempre
la mayor parte de la audiencia es así y no va a cambiar. La gente que se revela
contra el sistema, siempre es una minoría. Así fue en la Revolución Rusa ,
en la Revolución
China. Hay un debate en el que dicen que hay que llegar a las
mayorías pero es al revés, las mayorías tienen que llegar a esos medios y lo van a hacer en la medida que dichos medios persistan en el tiempo hasta que demuestren
que están contando cosas que los otros no. Que Revista Barcelona o La Vaca
venda 20 mil ejemplares por mes no es poca cosa. ¿Es suficiente? No. Pero
estamos llegando a un porcentaje de la población, a aquella población que
quiere cambiar. Evidentemente la mayoría de la sociedad no quiere cambiar el
mundo, porque está bien y son los de la mitad para arriba. El resto, una parte
por comodidad, otra por miedo o por ignorancia prefiere que esto siga así. Pero
hay un diez por ciento que se moviliza, y ese diez por ciento son cuatro
millones de argentinos. Eso hace la diferencia.
– Actualmente a los movimientos y
organizaciones sociales se les complica desde el punto de vista económico
mantener sus actividades, ¿Cuál sería el mejor camino para seguir adelante y
hacer frente al extractivismo?
– R. Z.: Nosotros tenemos que
leer el extractivismo y el capitalismo actual en este sentido: la mitad de la
sociedad queda por fuera, ya sea con empleo precario, sin empleo o en
condiciones de precariedad de vida y no sólo laboralmente. Todo lo que tenemos
que hacer, y de hecho se está haciendo, es crear una propia economía. No vamos
a crear un sistema que le compita al capitalismo, pero ya hay iniciativas
productivas, hay un montón de pequeños campesinos produciendo, hay mucha gente
que se fue de la ciudad al campo o a las sierras con pequeños emprendimientos.
Creo que estamos en un lugar mucho mejor del que creemos. Hoy se pueden comprar
productos en lugares que están por fuera del circuito capitalista o monopólico.
Podés trabajar o moverte al menos en una parte de tu vida por fuera de eso.
¿Cuándo tuvimos esa oportunidad? La tuvimos en la primera etapa del movimiento
obrero, de los anarquistas que tenían una microsociedad, pero hoy eso es mucho
más desarrollado. ¿Le vamos a ganar? No sé, pero no quiero competir con ellos,
quiero mejorar lo que hacemos.
– ¿El fin del capitalismo es una utopía?
– R. Z.: Creo que para terminar
con el capitalismo lo primero que tenemos que hacer es consolidar, fortalecer,
profundizar lo nuestro. Volvemos al periodismo, si vos tenés un medio digital y
a ese medio lo hacés cada día mejor, y por ahí conseguís algún recurso, aunque
sea del Estado, y a ese medio lo potenciás, estás sacándole espacio a otro
medio. Quizás no la primera semana o el primer año, pero le sacás lectores al
sistema. Y la gente se siente mucho más a gusto entrando a La Tinta por ejemplo
y viendo tres artículos ahí, que yendo al quiosco a comprar Clarín o Página 12.
Si quiero saber ciertas cosas no me voy a enterar por esos medios . Si quiero saber cómo fue el Encuentro
Nacional de Mujeres, lo voy a encontrar en las páginas como la de ustedes. Eso
es insustituible para quienes quieran luchar contra el sistema.
-¿Cuál es el perjuicio para un país cuando
tiene un gobierno que apoya o fomenta la explotación desmedida de bienes
naturales sin cuidados ambientales como se da con la megaminería en Argentina?
– R. Z.: Tanto la minería como
el cultivo de soja crecieron exponencialmente durante el kirchnerismo que los
potenció. El progresismo se apoyó, y va a volver a apoyarse si vuelve a ser
gobierno, en el extractivismo. Y la minería, que es una de las facetas más
terrible del extractivismo, fue uno de los grandes inventos del progresismo.
Riéndose de los glaciares, de la contaminación, cómo si eso no existiera. Eso
nos indica que apostaron a un modelo de sociedad, porque la minería y el
extractivismo son un modelo de sociedad. La diferencia es que al 50% de abajo
le daban más planes sociales que los gobiernos de la derecha. Y subsidian
mejor los servicios y otras cosas.
– Otros de los males que se instaló en la
sociedad, sobre todo en Rosario, es el narcotráfico, ¿La solución es
militarizar la ciudad como hizo Colombia o hay otras opciones para luchar
contra esta actividad?
– R. Z.: Como te decía, el
narcotráfico es sistémico, el problema es que nosotros miramos al narcotráfico
desde arriba. Es decir, hay que pensar qué harían esos pibes si no existiera el
narco. Quizás hoy estarían en una lucha revolucionaria pero no. Porque el
sistema utiliza al narcotráfico como forma de controlar a los pibes pobres. Eso
pasa con los progre y con los conservadores. Ese es el núcleo del problema, el
panóptico funciona para la mitad de arriba: familia nuclear, escuela en
condiciones, facultad o secundaria, empleo, etc. Para la mitad de abajo todo
eso no funciona. No hay formas de disciplinamiento. Y el narcotráfico, los
feminicidios, son formas de disciplinamiento de esa mitad de abajo y en
particular sobre los y las jóvenes, que son quienes son capaces de generar más
cambios. Son las principales víctimas.
– Este es un modelo se repite por toda
Latinoamérica…
– R. Z.: Claro, si mirás Perú,
con un gobierno conservador o en Chile, comparado con Argentina o Bolivia, es
más o menos parecido. Si nosotros pensamos en ganar concejales y gobernaciones
está muy bien, pero ese no es mi camino. Si mirás un poco más allá, incluso
aunque gobierno el Partido Obrero o el PTS o la izquierda más radical, no va a
cambiar porque es una estructura. ¿Cómo erradicas al narco? Yo hoy no tengo
respuestas porque es sistémico. ¿Cómo erradicas el patriarcado? No se erradica
y menos desde un gobierno. Entonces hay que hacer una revolución, y hoy una
revolución es crear estos espacios de los que venimos hablando y ampliarlos,
fortalecerlos y profundizarlos.
-¿Cuál es su expectativa con respecto a eso?
– R. Z.: Un día un profesor me dice,” Zibechi,
quiero hacerle una pregunta. En la Revolución Rusa , ¿Cuánta gente se involucró?” Y
me desconcertó, porque en ese momento en Rusia habría 50 millones de habitantes
y capaz los bolcheviques podían mover a un millón. Uno en 50 y en el mejor
momento. Pero me hizo pensar. Los grandes procesos históricos nunca se dieron pacíficamente
y la gente que se involucró no fue la mayoría pero muchas veces es suficiente
para dar vuelta la
historia. Que el sistema capitalista caiga no depende de
nosotros. El capitalismo surgió tras la peste negra que creó las condiciones
culturales, materiales y espirituales para la acumulación. Yo
tengo un punto de vista optimista. No podemos despreciar todos los espacios
alternativos que ya hemos construido y estamos construyendo todos los días.
Estamos parados en un lugar mucho mejor del que creemos y además con victorias
concretas.
25/10/2016
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Raul_Zibechi_La_unica_alternativa_al_extractivismo_es_crear_algo_nuevo
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