El FOL le responde a
Alberto Fernández:
«no vamos a abandonar
las calles bajo ningún gobierno»
1 de octubre
de 2019
Tras
los dichos del candidato presidencial del Frente de Todos Alberto Fernández,
que llamó a «evitar estar en las calles y las situaciones que puedan llamar a
la violencia», el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) – que nuclea a una
gran cantidad de organizaciones sociales que organizan a trabajadores y
trabajadoras cooperativistas, precarizadas y desocupadas – salió a responderle.
«Entendemos no debe pedírsenos a quienes sufrimos la miseria y la postergación
durante décadas, a quienes sufrimos la violencia estatal y el hambre cotidiano,
que esperemos, que dejemos de manifestarnos en nuestra defensa. Las
organizaciones sociales no debemos abandonar las calles bajo ningún gobierno,
ni en ninguna circunstancia», sostiene el FOL, que además detalló las políticas
que espera el sector de parte del futuro presidente.
Por ANRed.
A
principios de septiembre, en medio del acampe que organizaciones sociales
realizaban en la 9 de Julio frente al Ministerio de Desarollo Social, en
reclamo de aumento de sus salarios, de los cupos laborales y de los alimentos
para sus comedores comunitarios, el candidato presidencial Alberto Fernández llamaba en un conferencia de prensa a
no movilizarse en las calles y esperar a las elecciones del 27 de octubre: «evitemos estar en
las calles y las situaciones que puedan llamar a la violencia«,
expresó, y agregó: «le pido a todos los argentinos serenidad, lo peor que nos puede
pasar es que los nervios le den paso a los violentos«.
En
una carta abierta el Frente de
Organizaciones en Lucha (FOL)respondió los dichos de quien,
según las estimaciones de la mayoría de las consultoras de opinión, muy
probablemente será el próximo presidente de la nación. «No es aceptable que
nuevamente vuelva a cargarse sobre las espaldas de varias generaciones de
argentinos y argentinas, a costa de mayor pobreza. Como venimos sosteniendo en
nuestras movilizaciones, la verdadera deuda
es con el pueblo, y no con el FMI» – sostiene el FOL – Entendemos no debe pedírsenos a quienes
sufrimos la miseria y la postergación durante décadas, a quienes sufrimos la
violencia estatal y el hambre cotidiano, que esperemos, que dejemos de
manifestarnos en nuestra defensa. Somos el sector más débil, y
quizá el más numeroso, de la sociedad; no el más fuerte».
En la misma línea,
el FOL agregó: «hemos aprendido que la única forma en la que la clase
trabajadora consigue avanzar es mediante la movilización popular, y nunca,
jamás en la pasividad, derecho legítimo contenido en nuestra propia
constitución nacional. Es por ello que tenemos en claro que las
organizaciones sociales no debemos abandonar las calles bajo ningún gobierno, ni
en ninguna circunstancia, y, asimismo, reclamamos que esto
debería ser comprendido y respetado en su profunda significación histórica,
incluso desde el poder del estado, sin represión, sin condicionamientos de
ningún tipo».
Finalmente, los
movimientos sociales plantearon las políticas que necesita el sector de
trabajadores y trabajadoras cooperativistas, precarizadas y desocupadas de
parte de una futura gestión: la «creación significativa de puestos de trabajo a
través de planes de construcción de viviendas populares y de urbanización»;
políticas de «compre social a las cooperativas populares y a las empresas
recuperadas»; el «reparto de tierras a cooperativas, trabajadores y
trabajadoras rurales»; una «tarifa social en servicios públicos y en transportes»;
la «universalización de los programas de empleo y de capacitación de oficios»;
un «plan de fortalecimiento y subsidios para las actividades de las economías
regionales»; «subsidios y apoyo en la generación de empleo por parte del estado
para todas las mujeres y disidencias en situación de violencia»; el «aumento
inmediato de las jubilaciones»; el «aumento de presupuesto destinado a la
emergencia alimentaria y plan para combatir la desnutrición infantil»; un «plan
y presupuesto para revertir el flagelo de las adicciones en nuestros jóvenes»;
y el «reconocimiento pleno de las organizaciones sociales como representaciones
gremiales legítimas de los trabajadores precarizados».
ANRed difunde
carta:
Buenos Aires,
17 de setiembre de 2019
Sr. candidato a
Presidente de la Nación
Dr. Alberto
Fernández:
De nuestra mayor
consideración:
En las últimas
semanas se ha hablado mucho sobre el rol y los planteos reivindicativos de las
organizaciones sociales. Nuestra intención es la de hacerle llegar, por este
medio, la visión de una de ellas sobre las políticas que entendemos deberían
ser consideradas para atender a la situación de nuestro sector, el de los
desposeídos de siempre. Nos presentamos, somos el Frente de Organizaciones en
Lucha (FOL), movimiento social que venimos luchando desde mitad de los 90′, con
independencia de todos los gobiernos en defensa de las familias más humildes de
nuestro país.
Partimos de la premisa general que no es posible
resolver seriamente, y con algún alcance histórico, los padecimientos estructurales
de las capas más postergadas de nuestro pueblo, la pobreza y la desocupación
que se extienden como epidemia entre trabajadores y trabajadoras, sin afectar
en ninguna medida los privilegios eternos de los sectores más poderosos y
concentrados de la
economía. Creemos que no es posible convalidar que la mayor
parte del dinero en moneda fuerte proveniente del préstamo del FMI haya sido
fugado por esos mismos sectores, bancos, fondos de inversión, y demás
apostadores de la bicicleta financiera. No es aceptable que nuevamente vuelva a
cargarse sobre las espaldas de varias generaciones de argentinxs, a costa de
mayor pobreza. No es posible que esto se acepte porque representaría someterse,
una vez más, al flagelo de la exclusión y a la más cruda miseria. Como
venimos sosteniendo en nuestras movilizaciones, la
verdadera deuda es con el pueblo, y no con el FMI.
El
trabajo en condiciones completamente precarizadas, tanto el que nos imponen los
empleadores, como el que nos autogestionamos nosotrxs mismxs, lejos de haber
sido atenuado, no ha dejado de crecer y empeorar durante las últimas
administraciones. La pobreza en ningún momento ha sido siquiera parcialmente
revertida, mientras recrudece críticamente el hambre en las barriadas populares
y en los pueblos olvidados a lo largo y ancho del país, donde la justicia ni
siquiera se ha asomado. Ni qué hablar de las consecuencias permanentes que se
derivan de la desocupación
estructural masiva, y del retroceso en educación, salud, niñez, tercera edad,
ausencia de políticas de géneros, y en infraestructura general.
Entendemos
no debe pedírsenos a quienes sufrimos la miseria y la postergación durante
décadas, a quienes sufrimos la violencia estatal y el hambre cotidiano, que
esperemos, que dejemos de manifestarnos en nuestra defensa. Somos el sector más
débil, y quizá el más numeroso, de la sociedad; no el más fuerte. Hemos
aprendido que la única forma en la que la clase trabajadora consigue avanzar es
mediante la movilización popular, y nunca, jamás en la pasividad, derecho
legítimo contenido en nuestra propia constitución nacional. Es por ello que
tenemos en claro que las organizaciones sociales no debemos abandonar
las calles bajo ningún gobierno, ni en ninguna circunstancia,
y, asimismo, reclamamos que esto debería ser comprendido y respetado en su
profunda significación histórica, incluso desde el poder del estado, sin
represión, sin condicionamientos de ningún tipo. Nunca ha sido producente la
idea de movimientos sociales sujetados desde la conducción del estado, como lo
demuestra con total claridad numerosos casos históricos en nuestro continente.
Por tanto desde
este lugar que ocupamos en el campo popular, desde la dignidad y la entereza
que nos brinda, más de dos décadas de la lucha planteamos:
Que en una futura
gestión deben ser consideradas determinadas políticas específicamente
orientadas hacia nuestro sector, a saber:
- a) Creación significativa de puestos de trabajo a través de
planes de construcción de viviendas populares y de urbanización de los
barrios y asentamientos irregulares donde habitan inhumanamente millones
de familias humildes en todo el país; plan específico para la erradicación
de ranchos
- b) Debe ponerse en práctica una política extendida y proactiva
desde el estado de compre social a las cooperativas populares, y a las
empresas recuperadas, tanto de bienes manufacturados, como de obras y de
servicios;
- c) Apoyamos el planteo de la necesidad del reparto de tierras a
cooperativas, trabajadorxs rurales y a sus construcciones colectivas;
- d) Tarifa social en servicios públicos, y en transportes, para
lxs trabajadorxs precarizadxs, y para que cooperativas autogestionadas y
empresas recuperadas para que puedan seguir produciendo;
- e) Universalización de los programas de empleo y de capacitación
de oficios, con contraprestaciones de trabajo promovidas desde el estado,
y con el reconocimiento de los derechos laborales y sociales que nos
corresponden como trabajadorxs; junto con ello es necesario la inmediata
recomposición salarial, no es aceptable que miles y miles de trabajadores
se nos mantenga por debajo de la línea de indigencia.
- f) Plan de fortalecimiento y subsidios para las actividades que
desarrollamos en el marco de las economías regionales.
- g) Reconocimiento económico de las tareas de cuidado y del hogar
para revertir la creciente feminización de la pobreza. Construcción
de jardines maternales y espacios de géneros para atender la problemática
de la violencia que sufren nuestras compañeras y disidencias
- h) Subsidios y apoyo en la generación de empleo por parte del
estado para todas las mujeres y disidencias en situación de violencia,
desde este lugar también nos manifestamos por el derecho a decidir sobre
nuestros propios cuerpos
- i) Aumento inmediato de las jubilaciones
- j) Aumento de presupuesto destinado a la emergencia alimentaria y
plan para combatir la desnutrición infantil
- k) Plan y presupuesto para revertir el flagelo de las adicciones
en nuestros jóvenes
- l) reconocimiento pleno de las organizaciones sociales como
representaciones gremiales legítimas de los trabajadores precarizados.
Junto a todo esto,
sostenemos que es urgente la inmediata suspensión de despidos y que la
expulsión masiva de trabajadorxs de sus puestos de trabajo, producto de la
tecnologización creciente de los procesos productivos de nuestra época, solo
habrá de incrementarse en progresión geométrica en lo sucesivo. Frente a ello,
propugnamos que no habrá salida más digna y sustentable para lxs trabajadorxs,
para la humanidad entera en definitiva, que abrir seriamente la discusión, y
considerar la implementación, del reparto de las horas de trabajo sin afectar
los salarios, de ramas completas de la producción. En este
camino será también central la recuperación de los bienes estratégicos del
país, con la activa participación de los sectores populares.
Buena parte de esta
agenda sectorial entendemos es compartida por el conjunto de las organizaciones
sociales. Defendemos que la única manera de lograr su tratamiento de forma
prioritaria, para que puedan darse avances sostenidos en su implementación,
como ya hemos dicho, es a través de mantener en forma permanente la
movilización en las calles del conjunto de las organizaciones sociales y
sindicales.
Más
impuestos para los ricos, más derechos para los de abajo
Por trabajo
con todos los derechos
La deuda es
con el pueblo, No con el FMI.
Atentamente
Más NoticiasFuente: https://www.anred.org/2019/10/29/alberto-fernandez-es-el-nuevo-presidente-pero-los-reclamos-continuaran-con-fuerza-en-las-calles/