Nos deben lo que
las mayores
riquezas
nunca podrán pagar
28 de febrero de 2019
Por Juan Camilo Delgado (Rebelión)
Hablan de la producción de productos que
produce estos productos según la racionalidad medio-fin, sin hablar de la
reproducción del productor que produce estos productos, ni de la naturaleza, de
la cual se extraen las materias primas para su producción. (FRANZ HINKELAMMERT [1])
Una de las líneas divisorias entre el Norte y el Sur es la deuda ecológica debido a un intercambio desigual de materias primas y mercancías. La mayoría de materias primas utilizadas en la producción de mercancías son extraídas de los países del Tercer Mundo, donde sus bienes naturales son vendidos al capital transnacional para ser explotados, dejando tras de sí contaminación, miseria, muertos y comunidades desplazadas. Y no sólo las necesidades que nos impone la cultura hegemónica del capitalismo deben ser satisfechas con mercancías inútiles y costosas, sino que en los países desarrollados cuando estas mercancías pierden su valor de uso, son desechadas como materia inservible, siendo cínicamente el Sur uno de sus sumideros. [2] Básicamente, la función de los países del Sur es cumplir las exigencias de los países del Norte a cambio de la degradación de nuestros bienes naturales. La incapacidad de los países del Sur de pagar la deuda externa, los lleva a entregar en bandeja de plata los bienes naturales al mercado internacional, de esta forma evitan la marginación y siguen recibiendo ayuda mediante inversión extranjera para el saqueo de materias primas. La exigencia del pago de la deuda externa que los países del Sur tienen con el Norte, llega hasta el extremo de obligar a los países del Sur a exportar materias primas a costos irrisorios.
Lo anterior demuestra que los países del Norte, o sea, los países desarrollados, no podrían
sostener su metabolismo si no consiguieran a bajo costo los bienes naturales de
los países proveedores de materias primas, o sea, del Sur, de los países en vía de desarrollo. Es sumamente
importante reconocer que no existe en el planeta bienes naturales suficientes
para satisfacer las necesidades de la sociedad capitalista, a
excepción de una mínima fracción del total de la población mundial que si puede
satisfacer sus necesidades,
a cambio de la explotación de los ecosistemas de los países en vía de maldesarrollo, de ahí
surge el reclamo de los países del Sur debido a la deuda ecológica que el Norte
tiene con ellos producto de un “[…] comercio ecológicamente desigual, por el
cambio climático, también por la biopiratería y por la exportación de residuos
tóxicos […]”, [3] además la deuda ecológica tiene
aspectos morales que no se pueden reflejar en una valorización monetaria,
debido a que los índices abstractos de la economía clásica como el PIB o el
ingreso per cápita no pueden expresar el impacto negativo de los procesos
económicos sobre la naturaleza [4] y las consecuencias que deben
afrontar, por ejemplo, comunidades indígenas o campesinas cuya relación con la
naturaleza está dada de forma más cultural a diferencia del Homo œconomicus sometido a las leyes del mercado
capitalista. [5]
Los países del Norte nunca han reconocido la deuda ecológica que tienen con los países del Sur, sin embargo, la deuda que los países colonizados han contraído con el Norte, con los mismos colonizadores que los condujeron a endeudarse, es exigida a ser pagada. En muchas ocasiones, la élite criolla de los países del Sur, defendiendo los intereses del Norte, sólo pueden ofrecer al omnipotente capital, sus bienes naturales.
La deuda ecológica está conformada por las externalidades que no son internalizadas en el proceso de acumulación de capital. La economía clásica no tiene la capacidad de determinar los costes socioecológicos de los procesos productivos del régimen capitalista, los cuales son profundizados en la explotación de los países del Sur. El orden socioeconómico tiene la capacidad de privatizar los beneficios en nombre de la élite capitalista, y socializar las consecuencias socioecológicas con los oprimidos de los países pobres.
Tal como menciona Andrés Bansart, “[…] la riqueza de una parte del
mundo se hizo en detrimento de nuestros países, de su población y de su
equilibrio ecológico.” [6] Nuestros países, los del Sur, sólo son
una tuerca oxidada y desgastada, pero necesaria, en el engranaje de la
maquinaría capitalista. “[…] La madre patria del capital no es el clima del
trópico con su lujuriosa vegetación, sino la zona templada.” [7]
Barrancabermeja, 25 de febrero de 2019
Notas:
[1] Franz Hinkelammert citado en Jorge Vergara
Estévez. Modernidad y utopía.
El pensamiento crítico de Franz Hinkelammert. Diputación Foral de Ávala,
2015, p. 56.
[2] “Además
de usar los océanos y la atmósfera como sumidero o depósito temporal gratuito
de dióxido de carbono, los países del Norte recurren, cuando pueden, a la
exportación de residuos tóxicos […].” En Joan Martínez Alier, “Conflictos
ecológicos y justicia ambiental”, en Papeles
de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 103, 2008, p. 22.
[3] Joan
Martínez Alier, “Conflictos ecológicos y justicia ambiental”, op. cit., p. 25.
[4] Julián
Sabogal Tamayo, “Entre la economía política de Karl Marx y la economía
ecológica”, en Revista de
Economía Institucional, vol. 14, núm. 27, 2012, p. 211.
[5] “[…]
Es conocido el caso de los U’Wa en Colombia quienes argumentaron en su
conflicto con Occidental Petroleum que la tierra y el subsuelo eran sagrados.” En Joan Martínez
Alier, “Los conflictos ecológico-distributivos y los indicadores de
sustentabilidad”, en Revista
Iberoamericana de Economía Ecológica, vol. 1, 2004, p. 24.
[6] Andrés
Bansart, Ecosocialismo, El
perro y la rana, Caracas, 2009, p. 57.
[7] Carlos
Marx citado en Alfred Schmidt, El concepto de naturaleza en Marx,
Siglo XXI, Madrid, 1977, p. 98.
[8] Thomas
Sankara, “Un frente unido contra la deuda”, Vigésima Quinta Conferencia en la
Cumbre de los países miembros de la Organización para la Unidad Africana ,
Addis Abeba, 29 de julio de 1987 en Damien Millet, África sin deuda, Icaria,
Barcelona, 2008, p. 237.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=253051
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