La naturaleza reta a
la democracia
Ecos de la consulta de
Kimsacocha
29 de marzo de 2019
Por Alberto
Acosta (Rebelión)
“Nuestra
lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no
es solo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto, del
cual derivamos” (Carl Sagan)
Dedicado a quienes luchan y defienden el agua,
los páramos y la vida
La resistencia contra la destrucción de la Naturaleza se
multiplica. Hay acciones que ganan fama en poco tiempo. La Skolstrejk
for Klimatet, la huelga escolar por el clima , es claro ejemplo. Greta
Thunberg , una joven de 16 años, más bien tímida, sacudió su entorno, su país y
el mundo con una protesta iniciada desde su escuela que en pocos meses devino
en símbolo del movimiento de lucha contra el cambio climático que llenó plazas en una huelga mundial sin precedentes el 15
de marzo . Como ese,
hay muchos otros procesos, que suman décadas de resistencias, represiones y de
construcción de alternativas, no siempre conocidos internacionalmente.
De esos procesos cabe recuperar aquellas movilizaciones enfocadas
en realizar consultas populares como parte de complejas resistencias. Varias
comunidades campesinas e indígenas se han aliado con organizaciones de la
sociedad civil para emprender luchas jurídicas que consoliden la participación
ciudadana, la autonomía territorial y para presionar a que el Estado cumpla su
deber de asegurar un ambiente sano. Con un transitar difícil y hasta sinuoso,
acogiéndose en ocasiones a algunos resquicios legales o incluso a irrespetados
derechos constitucionales, estas comunidades han avanzado con constancia y
valentía hasta cristalizar dichos procesos electorales.
El 23 de marzo de 2003 , en Esquel, Argentina, se dio un
plebiscito para aceptar o rechazar las actividades mineras en la zona, aunque
con carácter no vinculante. El 82% de votantes se opuso a la megaminería de
oro, permitiendo declarar a Esquel como “municipio no tóxico y ambientalmente
sustentable”. Tal éxito hizo que su influencia se extendiera a otras regiones
de ese país y, poco a poco, superara sus fronteras.
La democratización ambiental en Colombia
En Colombia, país de gobiernos neoliberales e hiperextractivistas,
ya son decenas las consultas realizadas o propuestas. La lucha por defender con
participación democrática el ambiente y los territorios se intensificó en 2013
-como parte de un proceso de democratización ambiental, tal
como lo analizamos con Cecilia Roa García y Tatiana Roa Avendaño - con las consultas populares en
los municipios de Piedras y Tauramena, con resultados abrumadores en contra de
los proyectos extractivos. El 28 de julio de 2013, en el pequeño y casi perdido
municipio de Piedras en el Tolima -de economía agrícola y ganadera– se hizo la
primera consulta popular vinculante en contra el distrito minero La Colosa, previsto a ser una
de las más grandes minas a cielo abierto del planeta. Tal mina sería operada
por AngloGold Ashanti (AGA), la tercera mayor extractora y procesadora de oro
del mundo. La alianza entre los campesinos, grandes productores de arroz y
entidades municipales, junto con el apoyo de varios comités ambientales,
estudiantes y asesores legales activaron la consulta popular, ampliamente
ganada por los partidarios de la vida.
Cinco meses y medio después, el 15 de diciembre de 2013 en el
municipio de Tauramena, Casanare, una segunda consulta popular se hizo en
respuesta a los planes de la compañía colombiana Ecopetrol para ejecutar la
exploración sísmica. La comunidad estaba preocupada por los posibles efectos de
esa exploración sobre las fuentes de agua, tal como había acontecido en otra
región cercana.
Estos dos movimientos sociales se ganaron fuertes reacciones del
Gobierno, el cual, luego de la consulta en Piedras, intentó varias estrategias
para prevenir la consulta en Tauramena, incluyendo amenazas de judicialización
a los alcaldes por sobrepasar los límites de su competencia. Después de que ésta
se realizó, las consultas de Monterrey, Pueblorrico, Ibagué, Cajamarca y Pijao
han debido sortear una larga serie de obstáculos que bloquearon a algunas y
mantienen otras en vilo.
Consultas populares en el país de los Derechos de la
Naturaleza
En Ecuador, este domingo 24 de marzo, se celebraron elecciones
para prefectos provinciales, alcaldes y otras dignidades locales. Son
elecciones importantes, cuyos resultados influirán en la vida política del
país. Pero ese mismo día se realizó una consulta popular
crucial para el futuro y la esperanza de las próximas generaciones , y en línea con los procesos
antes mencionados. Así, en el pequeño cantón de Girón, en la provincia del
Azuay, de dio una consulta popular vinculante que decidió sobre la minería: la
primera consulta de ese tipo en Ecuador. La consulta se alcanzó luego de largas
resistencias y luchas, particularmente de la Federación de Organización
Indígenas y Campesinas del Azuay (FOA) y de la Unión de Sistemas Comunitarios
de Agua de Girón, que contaron con el respaldo de varios conglomerados
ciudadanos, entre los que se destaca el Colectivo Yasunidos de Guapondelig
(Cuenca).
Es indispensable relievar que las comunidades campesinas de esa
zona están peleando por el agua y sus páramos en Kimsacocha por casi 30 años,
anhelando sostener su agricultura y ganadería; una lucha que cuenta en su
vanguardia, como sucede en casi todas las luchas de resistencia a los
extractivismos, a las mujeres indígenas y campesinas . En esa resistencia, enfrentaron
al mayor promotor de la megaminería y de sus empresas transnacionales en la
historia de este país: el presidente “progresista” Rafael Correa [1] quien,
violando elMandato Minero ,
expedido por la
Asamblea Constituyente el 18 de abril del 2008, abrió la
puerta al
festín minero del siglo XXI, como se lee en el artículo elaborado con Francisco
Hurtado Caicedo .
Tal enfrentamiento, visto en especial desde 2011, ha llevado a que las
comunidades luchen contra el poder de grandes mineras y del Estado, dispuestos a bloquear la consulta como sea . Incluso, en la recta final tanto
el capital (representado en la empresa INV Metals ) como el Estado (representado
en el Ministerio de Recursos no Renovables) interpusieron múltiples impugnaciones a la autoridad
electoral para frenar el avance de la consulta . Y por si eso no bastara, emergió
una agrupación que intentó posicionar una pregunta paralela que buscaba
dorar la píldora megaminera alegando
que se consulte si la población estaría de acuerdo en que más de la mitad de
las regalías mineras se entreguen a la zona de influencia del proyecto (sin
hacer mención alguna de todas las afectaciones que éste causaría). A la final,
ninguno de estos intentos prosperó.
Con estos antecedentes, la consulta de Girón, en la que las
comunidades obtuvieron un contundente triunfo con un 87 por ciento de los
votos, es determinante para proteger esa región e impulsar procesos similares
en la misma provincia del Azuay e inclusive en otras zonas del Ecuador.
Asimismo, la consulta de Girón significa un importante paso hacia formas de participación
democrática que rebasen el cortoplacismo y la transitoriedad de la
administración pública, pues la consulta en el fondo representó un acto de defensa del estilo de vida de las comunidades
campesinas e indígenas ante las arremetidas del Estado y del capital . Y de esta manera se profundiza
la Democracia, que, en palabras de Cornelius Castoradis, “es el poder de
decidir por sí mismo sobre cuestiones esenciales y hacerlo con conocimiento de
causa”, tal como sucedió en el cantón Girón.
Esto será aún más potente luego de la espectacular victoria de Yaku
Pérez , como
prefecto de la provincia del Azuay, quien es uno de los mayores luchadores por
el agua y los páramos andinos; personaje que, por cierto, fue perseguido,
vejado e incluso encarcelado en el correísmo. Asimismo, a los resultados en las
urnas logrados este 24 de marzo, se suman las exitosas acciones logradas por
otras comunidades para frenar judicialmente la megaminería, como Río Blanco y Sinangoe , por ejemplo. No hay duda que
esta es la oportunidad para detener la intrínseca violencia megaminera, que
solo es posible atropellando derechos de las comunidades y Derechos de la
Naturaleza (como muestran los casos de violaciones en Nankintz, Tundayme e Intag durante
el gobierno de Correa, que no han cesado en el morenismo).
La conclusión es contundente. Las organizaciones comunitarias,
embarcadas en estos intríngulis de la justicia -casi siempre manipulada o
controlada por intereses de grandes mineras en contubernio con los gobiernos-
están obligadas a rondar los tribunales administrativos buscando la
constitucionalidad y legalidad de las preguntas y de las consultas en sí
mismas. Igualmente, se enfrentan a intentos de consultas paralelas que buscan
legitimar de forma engañosa la megaminería. Sin embargo, la cuestión supera el
ámbito técnico-jurídico como se ha visto en Girón.
Sin negar los contenidos históricos, políticos, sociales y
ambientales propios de cada lucha, lo que se juega es la Naturaleza, las
comunidades, la democracia y la
vida. Como anota el sociólogo Juan Cuvi, refiriéndose a Kimsacocha , se trata de hechos políticos que
sintetizan el derecho de una comunidad a decidir sobre su territorio y su
proyecto de vida en común. Resume la lucha de pueblos que han resistido por
siglos a las pretensiones productivistas y a las lógicas de acumulación
capitalista. Devela la incompatibilidad entre dos formas de relacionarse con el
mundo: priorizar la Naturaleza y la vida o la acumulación de capital, el poder
y la muerte; la particularidad local o la uniformidad globalizadora; la paz de
la ruralidad o el vértigo capitalista posmoderno. Es la lucha entre la visión
de mundo de los colonizados y de los colonizadores. Y siendo también un hecho
económico, enfrenta el mito de sostener la modernidad con más extractivismos
(en Ecuador, un
país inmerso en lo que he definido como “la maldición de la abundancia” - el petróleo no abrió la puerta
al ansiado desarrollo, como tampoco lo hará la minería, tal como lo mostramos con John Cajas-Guijarro ).
Así, en cada consulta popular se juega muchísimo más que meras
controversias jurídicas. Estas consultas, como una parte más de largas y
complejas resistencias y construcciones de alternativas, denotan -sin rodeos-
el gran potencial de una democracia vivida, practicada y conquistada desde
abajo, desde las comunidades, para desde allí extenderse a otros ámbitos
gubernamentales. Una democracia donde el mayor poder ya no sea el capital, sino
la vida misma.
Ese es el gran mensaje de esta jornada histórica por el
Kimsacocha; mensaje que nos recuerda que nuestra mayor lealtad no es para con
nosotros mismos solamente sino para con la vida y con nuestro planeta.
Nota:
[1] En
su momento, el presidente Rafael Correa -como reconoció públicamente el
presidente colombiano, el neoliberal Juan Manuel Santos y gran conductor de la
“locomotora minera” en su país- le habría “asesorado” sobre cómo romper las
resistencias de las comunidades en contra de la minería; demostrando así, lo
que Eduardo Gudynas consideró la convergencia entre gobiernos
neoliberales y “progresistas” .
Alberto Acosta: Economista ecuatoriano. Profesor
universitario. Ex-ministro de Energía y Minas. Ex-presidente de la Asamblea
Constituyente. Excandidato a la Presidencia de la República.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=254175
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