Angela Davis en Montevideo:
Reflexiones para
un feminismo en clave
interseccional.
marzo de 2019
Entre el 21 y el 24 de marzo,
Ángela Davis, militante antirracista y feminista afroamericana visitó
Montevideo. Allí ofreció una serie de charlas y conoció organizaciones afro
uruguayas. Además, recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de la República, por su
labor militante en la defensa de los derechos civiles y por su producción
académica siempre anclada en alimentar las luchas de las y los oprimidos.
Por Juliana Díaz Lozano y
Melina Deledicque (*)
Filósofa y politóloga marxista
y feminista, es reconocida por su militancia en el grupo Panteras Negras –Black
Panters– durante las décadas de los ´60 y ´70. Fue perseguida, encarcelada
y luego liberada cuando ya se había convertido en un símbolo de las luchas
antirracistas alrededor del mundo. Actualmente, a los 75 años, continúa con su
activismo y dedica su producción académica a los feminismos en clave
interseccional y al estudio de las prisiones desde una perspectiva
abolicionista. En esta crónica recuperamos las ideas que compartió como claves
para pensar la sociedad actual y su transformación revolucionaria.
Ángela es mujer, negra,
lesbiana, militante y nacida en un barrio segregado de Alabama, Estados Unidos.
Ninguna de estas características por separado alcanzan para dar cuenta de la
complejidad de su historia de vida y de sus luchas. Quizás nombrarlas todas
juntas tampoco baste, pero pensar la interrelación, la imbricación de su
pertenencia de género, raza, sexualidad y clase ayude a darle espesor político
a su biografía.
Davis lo explica con claridad
cuando se refiere a Marielle Franco, asesinada por luchar como mujer, negra,
lesbiana denunciando las violencias contra la población más oprimida en Brasil.
Según ella, el trabajo de Marielle articulaba las condiciones de pobreza,
marginalización, represión y violencia con las estructuras institucionales de
la raza y el género.
De la misma manera, cuando
denuncia el llamado “complejo carcelario industrial” que mantiene en las
prisiones fundamentalmente a las personas pobres y racializadas, Ángela muestra
cómo el racismo ha sido el gran impulsor del desarrollo del capitalismo global:
mientras EE. UU. cuenta con sólo el 5% de la población mundial sus prisiones
albergan el 25% de las personas privadas de la libertad, en su mayoría personas
negras, indígenas y latinas (un tercio de estas son mujeres). En sus palabras
“las cárceles constituyen el lado B de la democracia capitalista” demostrando
la dimensión operativa del racismo estructural.
Pero Ángela va más allá de las
críticas a las instituciones de encierro y convoca a abolir las instituciones
del sistema capitalista heteropatriarcal desde el Ejército al Matrimonio,
cuestionando las políticas de “inclusión” de las y los segregados en ellas.
Sobre el Matrimonio afirma: “es una institución capitalista y heteropatriarcal
que incluye la violencia, aun cuando los participantes sean no normativos”.
La interseccionalidad como arma
La militancia y producción
teórica antirracista de Davis incorpora las visiones feministas y marxistas en
un abordaje interseccional de la dominación. En consonancia, define al capitalismo
como “racista, homofóbico, transfóbico, colonial”. La interseccionalidad como concepto, surge desde el
feminismo negro y disidente estadounidense de fines del siglo XX, del que
Ángela también es referente, como cuestionamiento a los feminismos blancos de
clase media, pero también a las visiones antirracistas masculinas.
En el “Manifiesto del
Río Combahee– Una declaración Negra Feminista” del año 1977, las autonombradas Mujeres de Color lo
decían de esta forma: “estamos comprometidas a luchar
contra la opresión racial, sexual, heterosexual, y Clasista, y que nuestra
tarea específica es el desarrollo de un análisis y una práctica integrados
basados en el hecho de que los sistemas mayores de la opresión se eslabonan. La
síntesis de estas Opresiones crean las Condiciones de nuestras vidas”.
Además de las feministas negras, también desde Nuestramérica, la
interseccionalidad ha sido
críticamente retomada para pensar las complejidades desde perspectivas
decoloniales. La mirada del cruce, interseccionalidad, o entramado, que Ángela
retoma como enfoque político, apunta
a señalar que el sistema de dominación es múltiple, donde las opresiones de
clase, género y raza son difíciles de separar, y se refuerzan mutuamente en la
vida de las personas.
“yo soy la torta, yegua, negra
warrior, queen del barrio, vos sabés”
Miss Bolivia
Lo más interesante de la
referencia de Ángela Davis a las miradas interseccionales de clase, género y
raza, es que no sólo las pondera para caracterizar cómo nos dominan, sino que
es una posición desde dónde pensar las resistencias y las construcciones
políticas contrahegemónicas. Esto se hace cuerpo en la propia biografía de
Ángela: al pelear como mujer negra para enseñar en una universidad de blancos,
al organizarse dentro de las Panteras Negras por los derechos civiles, al
militar como feminista negra a pesar de la cárcel y la persecución en el centro
del imperio. Quizás por el sentimiento de estas experiencias comunes, Ángela
repite en sus charlas el nombre de Marielle, pero también el de Léila González
y otras brasileras antirracistas, menciona al movimiento de mujeres negras de
Colombia, de Uruguay, de Centroamérica, y la lucha de Palestina. Pero no sólo
para analizar el sometimiento, sino presentándolas como respuesta frente a
éste. A su juicio, “el liderazgo
de mujeres negras en la región genera esperanza”, y “cuando las más oprimidas
comienzan a liberarse, el mundo comienza a liberarse con nosotras”.
Otro elemento para rescatar de
esta clave de lectura es que, aunque parte de experiencias situadas en los
cuerpos, nos ofrece también una hoja de ruta para pensar cómo fortalecer las
luchas colectivas, incluso más allá de las falsas fronteras nacionales. En tal
sentido, nos invita a reflexionar hasta qué punto es el Estado Nación hoy la
forma adecuada de organizar la
sociedad. Por otro lado, al analizar los procesos migratorios
se pregunta por qué mientras se promueve el libre movimiento del capital y las
empresas cuando la gente comienza a migrar se les denomina ilegales. Dice
Ángela “Si analizamos los movimientos antirracistas en marco interseccional
nuestras luchas van más allá de las áreas geográficas de nuestros países y
regiones”, porque, según ella, este cruce da cuenta de “una unión más profunda
de las luchas de los últimos 500 años”.
Davis pone en evidencia la necesidad
de articular las luchas contra el racismo a escala internacional. Nos propone
hacer visible el paralelismo que existe entre la violencia estatal denunciada
por el movimiento Black Lives Matter en
EEUU y la violencia de estado en el régimen apartheid israelita contra el
pueblo palestino. La circulación internacional de las luchas requiere enfrentar
la administración de Trump “el ocupante de la Casa Blanca ” pero
también decirle No a Netanyahu en Israel, a Bolsonaro en Brasil y rechazar la
intervención político militar en Venezuela, entre otras.
Como parte de esta necesidad de
articular una mirada compleja, reivindica las luchas por la justicia ambiental,
como combates que se encuentran en la base de las otras reivindicaciones, y
vincula la violencia contra los animales con los ataques al medioambiente.
Señala textualmente “La justicia ambiental es el punto de partida de todos los
movimientos de justicia social”. Asimismo, rescata las miradas queer del
género, acuñadas por las generaciones más jóvenes, “por ser abarcativa no solo
de las disidencias, sino también de las diferentes luchas anticapitalistas y
antirracistas”.
Entonces, abrir las fronteras
de las luchas y de las mentes, entrenando la mirada en clave interseccional es
un desafío que la figura de Ángela, entre tantas otras (Berta Cáceres, Leyla
Guven, Marielle Franco…), pone sobre la mesa, para pensar nuestros feminismos,
y también para articular un sujeto colectivo que vuelva potencia, que nos
reafirme desde nuestros lugares de combate por un mundo diferente.
Fuentes:
-Exposiciones de Ángela Davis en Montevideo, 22 y 23 de marzo de
2019.
-AAVV (1977) Manifiesto Colectivo del Río Combahee: Una
declaración negra feminista. Disponible
enhttp://www.herramienta.com.ar/manifiesto-colectiva-del-rio-combahee
-Lugones, María (2008) Colonialidad y Género. Binghamton
University.
-Migliaro, Mazariegos García, Lezica y Díaz Lozano (en
prensa) “Interseccionalidades en el cuerpo territorio”, en Cru z: Cuerpo,
territorio y feminismos. Quito: Abya Yala.
-Valdés Gutiérrez, Gilberto (2005) Diversidad y articulación en
América Latina de los desafíos de los movimientos sociales ante la civilización
excluyente. patriarcal y depredadora del capital”, Revista Dialéctica, Año 29, Nº 37 (pp 37-64).
-Vivero Vigoya, Mara (2016) La interseccionalidad: una
aproximación situada a la dominación. Debate
Feminista. Universidad Nacional Autónoma de México, Programa
Universitario de Estudios de Género. Número 52 (pp. 1–17), disponible enhttp://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0188947816300603
(*)
Integrantes de la
Cátedra Libre Virginia Bolten
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