Entrevista a Éric
Toussaint, portavoz y
fundador de la red internacional del Comité para la
Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM)
La genealogía del
CADTM y de su lucha contra la deuda ilegítima: los orígenes
3 de agosto de 2016
3 de agosto de 2016
Por Benjamín Lemoine (CADTM)
Primera parte de la entrevista «Genealogía del CADTM y de las
políticas contra la deuda»
En esta entrevista se explica la genealogía de
la lucha contra la deuda,
de las y los que abogaron por su anulación, así como de la creación empírica,
al servicio de los combates políticos, de los conceptos de ilegitimidad,
ilegalidad, y del posible carácter odioso de las deudas públicas. Así mismo,
cómo el Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM) —antes Comité
para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo— vio necesaria la alianza con
las fuerzas de la oposición y de los movimientos sociales, cuyas ideas y
personas, una vez llegadas al gobierno, podrían cuestionar y desmantelar la
deuda y su «sistema». No obstante, la prioridad absoluta para el CADTM es el
fortalecimiento de la acción de las y los de abajo en lugar de actuar como lobby.
Desde África hasta
Latinoamérica, las auditorías con participación ciudadana fueron una fuente de
esperanza, sin embargo, en su mayoría, resultaron decepcionantes al ser
olvidadas por los opositores que se volvieron gobernantes. Aunque el
comportamiento de los dirigentes con respecto al orden financiero es
decisivo…empero, a veces hubo auditorías que tuvieron un gran éxito. Recordemos
la auditoría de la deuda soberana griega, una experiencia
repleta de intrigas y de desenlaces inesperados, con pocas opciones. Cuando la
ilusión de una nueva cooperación internacional, como hubiese sido la
celebración de una nueva conferencia de Londres para la deuda griega demandada
por Alexis Tsipras, se desvanece por ingenua, se imponen, según Éric Toussaint,
actos soberanos unilaterales, como condición sine qua non para poder invertir
la relación de fuerzas.
Publicamos entra
entrevista dividida en 5 partes:
1. La genealogía del
CADTM y de las luchas contra las deudas ilegítimas: los orígenes
2. Los primeros
terrenos de experimentación del método CADTM para combatir las deudas
ilegítimas: los ejemplos de Ruanda y de la República Democrática
del Congo.
3. Argentina: la
continuación de la lucha contra la deuda ilegítima.
4. De las esperanzas
frustradas al éxito en Ecuador. Los ejemplos de Sudáfrica, Brasil, Paraguay y
Ecuador
5. Grecia: la
ambigüedad de los dirigentes con respecto al orden financiero y a la deuda.
1. La genealogía del CADTM y de las luchas contra las deudas ilegítimas: los orígenes
Benjamín Lemoine:
¿Cómo comenzó su implicación en las luchas contra las deudas ilegítimas?
Éric Toussaint: Fui
profesor de historia y de ciencias sociales entre 1975 y 1994 en la enseñanza
secundaria, en institutos públicos, técnicos y profesionales. Siendo profesor
en Lieja, en los años 1980, me vi confrontado con la crisis de la deuda de este municipio de 200.000 habitantes. Una deuda que
había alcanzado un nivel catastrófico y que implicaba un plan de austeridad
extremadamente duro para esa época. Y eso me llevó, con un grupo de colegas y
de diferentes categorías de trabajadores, a analizar los orígenes de la deuda
que le era reclamada a la ciudad de Lieja. Al mismo tiempo, había estallado la
crisis de la deuda del Tercer Mundo: México se había declarado en cesación de
pagos en 1982. En Latinoamérica, en particular, se tomaron varias iniciativas
para oponerse al pago de una deuda impagable durante esos mismos años. Asimismo,
en África, el tema de la deuda fue liderado por el joven presidente de Burkina
Faso Thomas Sankara, a partir de 1985. Eso me llevó a considerar, con las otras
personas que fundaron conmigo el Comité para la Anulación de la Deuda del
Tercer Mundo (CADTM) en Bélgica en 1990, [1] que éste era un tema transversal,
nuevo, y que justificaba la creación de una organización específica, a imagen
de otras organizaciones muy conocidas como Greenpeaceo Amnistía Internacional. La idea
era partir de un problema determinado, para luego abordar los problemas de la
sociedad y del sistema capitalista global. Este comité, que al comienzo era una
estructura esencialmente belga conocida por sus publicaciones en francés, tuvo
un eco importante en Francia, en Suiza y África francófonas, y en Haití, a tal
punto que nuestra organización está implantada, en este momento, en más de 30
países.
En relación a mis actividades en la enseñanza,
y a pesar de que trabajaba a tiempo completo en la secundaria, continué mis
estudios e hice un doctorado en ciencias políticas en las universidades de
Lieja y de París VIII en 2004.
Mi tesis trató sobre los retos políticos que conlleva la
intervención del Banco Mundial y
del FMI en
los países en desarrollo. [2]
B. L.: ¿Estuvo comprometido políticamente
antes de su experiencia en Lieja?
E. T.: Me comprometí en política siendo muy
chico. En mayo de 1968, todavía no había cumplido los 14 años y desde 1967 ya
era activista en mi liceo. En esa época, vivía en un pueblo de mineros del
carbón que, en su gran mayoría, eran inmigrantes (polacos, italianos,
españoles, griegos…). Pero mis padres, maestros en el pueblo, no eran en
absoluto marxistas. En la biblioteca familiar no había ni un solo libro
marxista. Mi padre era un miembro muy activo del partido socialista. Mis padres
eran antirracistas, pacifistas e internacionalistas. Me movilizaron los
problemas raciales y fui muy sensible a las luchas llevadas a cabo en Estados
Unidos por Malcom X y Martin Luther King, aunque me atraía más la posición de
Malcom X. Me sentía totalmente solidario con los trabajadores que luchaban por
sus derechos mediante huelgas y manifestaciones. Participé en las que se
hicieron contra las armas nucleares y contra la guerra del Vietnam. En mayo de
1968, seguía muy de cerca lo que pasaba en París. Leía muchísimo: de Mao al Che
Guevara, pasando por el Manifiesto Comunista y otras lecturas políticas de
diferentes corrientes marxistas. Eso me condujo a unirme a la corriente
trotskista de la IV
Internacional desde el año 1970. En Francia, la organización
miembro de la IV
Internacional era la Liga Comunista (que
luego fue la
Liga Comunista Revolucionaria ) impulsada por Alain Krivine y
Daniel Bensaïd. En junio de 1970, me fui en autostop a París con un amigo de mi
edad al encuentro de esa organización. Iba a cumplir los 16 años. Comencé a
leer los principales análisis de León Trotsky que me permitieron comprender la
degeneración de la
Unión Soviética , y por qué era necesaria una política mundial
y una revolución permanente.
En el seno de la Cuarta Internacional ,
¿existía sensibilidad sobre la cuestión de la deuda o, por el contrario, era
una posición aislada?
El CADTM fue creado en 1990. Ernest Mandel,
uno de los principales dirigentes de la IV Internacional
con el que colaboraba activamente, se había pronunciado en 1989 por la
anulación de la deuda del Tercer Mundo. [3] Además, en 1989, a iniciativa de la Liga Comunista Revolucionaria
de Francia, se puso en marcha una coalición con personalidades como el cantante
Renaud y el escritor Gilles Perrault. La coalición se llamó «Ça suffat comme
ci» [¡Ya Basta!] Y fue una respuesta unitaria amplia a la iniciativa tomada por
François Mitterrand de convocar para el bicentenario de la Revolución Francesa
una reunión del G7.
Iniciativa que fue tomada por la izquierda en general como una provocación.
Renaud, que sentía apego y una cierta admiración por Mitterrand, entró en
conflicto y en crisis de confianza con ocasión del bicentenario. Sin embargo,
se celebró un enorme concierto gratuito en Vincennes con Renaud, su colega
sudafricano Johnny Clegg y la Mano Negra. Asistieron 150.000 personas y en la
manifestación al menos 80.000. Esa coalición tenía como objetivo principal
reivindicar la anulación de la deuda del Tercer Mundo. El texto fundador del
CADTM en Bélgica fue el redactado, en 1989, por militantes de la Liga Comunista
Revolucionaria y por Gilles Perrault: el Llamamiento de la
Bastilla para la anulación de la deuda del Tercer Mundo [4]. Por lo tanto hay
una filiación bastante clara, en cuanto a corriente política, con respecto al
problema de la deuda, particularmente con respecto a la deuda del Tercer Mundo.
Esa enorme campaña de 1989 fue sin embargo marginada en Francia por el éxito de
SOS Racismo. El lugar de «Ça suffat comme ci» fue ocupado, algunos años más
tarde, por SOS Racismo y Harlem Désir. Este último tenía en esa época, los años
1990, relaciones regulares con el CADTM. Fue también el caso de Arnaud
Montebourg, responsable, como diputado socialista en la Asamblea Nacional ,
de la evasión fiscal y de la ayuda al desarrollo. Cuando apareció SOS Racismo,
éste retomó la fórmula de los grandes conciertos gratuitos y de las
manifestaciones, y trató de ocupar ese ámbito. En 1996, hubo un nuevo
florecimiento del tema de la deuda en Francia en el momento del G7 de Lyon.
Estaban allí Bill Clinton, Jacques Chirac, Tony Blair, etc. El colectivo que se
puso en marcha en Lyon se llamó «Les autres voix de la planète» [Las otras
voces del planeta], que era el título de la revista del CADTM. En esa contra
cumbre del G7, el CADTM tuvo un papel clave en los análisis y en el contenido
de la declaración final. Fue también el CADTM que financió a la única persona
liberada de la coalición «Les Autres Voix de la Planète», encargada en Lyon de
preparar la contra cumbre unitaria.
Deudas del Sur, deudas del Norte
Durante esos años, ¿hubo una clara diferencia,
en las luchas, entre la deuda de los países del Norte y la deuda de los países
del Sur?
Sí, a la deuda de los países del Norte no se
la consideraba, en 1990, como un tema clave. Pero para mí, esa deuda ya era
importante. Con respecto a la actual situación, la deuda pública se disparó
cuando varios países para rescatar a sus bancos socializaron sus pérdidas
bancarias, y esto se produjo cuando llegó a Europa, en 2007-2008, la crisis que
había estallado en Estados Unidos un año antes. Estuve convencido, de inmediato,
con otras y otros miembros del CADTM, que era necesario tener en cuenta la
nueva dimensión que tomaba la cuestión de la deuda pública en los países del
Norte. Y lo hicimos antes de que fuera evidente para muchos. Porque hay que
recordar que, en 2008-2009, José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea ,
propuso como primera reacción una política que podía hacer pensar en un cambio
neokeynesiano. De hecho, solo se trataba de amortiguadores sociales totalmente
momentáneos, ya que los gobiernos del Norte tuvieron mucho miedo de que un
cuestionamiento del sistema tomara un carácter masivo y activo. Por ejemplo, en
Francia, Nicolas Sarkozy lanzó primas para apoyar a la industria del automóvil.
Una parte del movimiento altermundista y de la izquierda en sus diferentes
componentes no se dio cuenta que muy pronto, bajo el pretexto del aumento de la
deuda pública, se desarrollaría una ofensiva extremadamente brutal de
austeridad. Y esa ofensiva realmente fue percibida a partir de 2010 y de la
famosa crisis griega, cuando los grandes medios
de comunicación la llamaron «crisis de las deudas soberanas». Solo fue una
amplia operación de comunicación para esconder lo esencial, es decir la
continuación de la crisis bancaria y de toda una serie de iniciativas del Banco Central Europeo,
de los gobiernos de los países europeos y también de Estados Unidos para
socorrer a los bancos con la ayuda de las finanzas públicas. En un artículo de
2008, [5] anunciaba muy claramente lo que pasaría en 2010, cómo se irían
desarrollando los acontecimientos. Resumiendo, como CADTM, estábamos preparados
a lo que efectivamente se produjo. Por otra parte, publicamos dos libros que
dan testimonio de lo acontecido perfectamente: La crisis global, en 2011 (http://anticapitalistas.org/IMG/pdf...) y La deuda o la vida: Europa en el
ojo del huracán, en 2011 (http://www.cadtm.org/La-deuda-o-la-vida). Este
último recibió el premio al libro político en la feria del libro político de
Lieja de ese mismo año. También realizamos seminarios e intentamos convencer a
varios movimientos de poner en marcha un frente europeo para el cuestionamiento
del pago de la deuda a partir de 2010.
Entre los años 1980, con «Ça suffat comme ci»,
y 2007-2008, pasaron una veintena de años. Sin embargo, la diferente percepción
entre la deuda del Norte y la deuda del Sur persiste. ¿Cómo se puede explicar?
Hay un lazo muy fuerte entre el CADTM y lo que
se llama la corriente tercermundista. Esta corriente corresponde a los años
1960 y 1970. [6] El CADTM estuvo relacionado con personalidades comprometidas
en la corriente tercermundista y personalmente tuve contactos muy estrechos con
figuras del tercermundismo como Ahmed Ben Bella (el primer presidente de
Argelia independiente, derrocado en 1967 por Boumédiène), [7] François Houtart,
Gus Massiah, André Gunder Frank, Theotonio dos Santos… El CADTM colaboró
también con Susan George [8] que escribió abundantemente sobre la deuda en los
años 1990, así como con el escritor Gilles Perrault a partir de su compromiso
con el Llamamiento de la Bastilla, en 1989. Este autor se implicó muchísimo con
la publicación de su libro Notre
ami le roi [9] y en la
defensa de Abraham Serfaty, [10] quien era prisionero político en las mazmorras
de Hassan II. A estos contactos y estos temas, agrego a René Dumont, [11]
figura emblemática del tercermundismo en el ámbito de la ecología. Entre
las y los que se acercaron al CADTM, a comienzos de la década 1990, había
personas que tenían 60, 70 años, que se habían movilizado por la solidaridad
con el Tercer Mundo o que habían sido dirigentes. El CADTM está también
relacionado a redes internacionales surgidas en las luchas de los años noventa,
por ejemplo Via Campesina que nació en 1993, la Marcha
Mundial de Mujeres que se creó a finales de esa década, Jubileo Sur nacido en 1999, ATTAC a partir de 1998-1999.
Estos movimientos convergieron en la creación del Foro Social Mundial en 2001,
del que el CADTM es uno de los fundadores.
En el transcurso de su evolución, el CADTM
sufrió una mutación: pasó de ser una organización del Norte solidaria con el
Sur, a ser una red Norte-Sur de acción sobre las alternativas al sistema-deuda.
Durante la asamblea mundial celebrada a fines
de abril de 2016 en Túnez, el CADTM, conservando su sigla, decidió por
unanimidad cambiar su denominación y llamarse desde ese momento «Comité para la
Abolición de las Deudas Ilegítimas». La moción adoptada argumentó el cambio de
denominación debido a lo siguiente: «La
adaptación que proponemos se justifica por la evolución del trabajo realizado
por el CADTM tanto en el ámbito internacional como en el nacional. El CADTM se
creó en 1990, en plena crisis de la deuda del Tercer Mundo, para reclamar la
anulación de la deuda de los llamados países tercermundistas. A partir de los
años 1990, el término Tercer Mundo se fue utilizando cada vez menos
especialmente por la desaparición del Segundo Mundo, el bloque del socialismo
real, y como consecuencia de las diferentes evoluciones al interior de la categoría Tercer Mundo
—los llamados países en desarrollo que engloban a los países emergentes BRIC,
PMA, PPME, etc—. Con la crisis de 2008 y sus repercusiones, el trabajo del
CADTM se extendió progresivamente a las deudas públicas de los países del
Norte, sin dejar de trabajar exigiendo la anulación de las deudas de los países
del “Tercer Mundo”. Hemos mostrado cómo el “sistema-deuda” somete tanto a los
pueblos del Sur como a los pueblos del Norte. Para luchar contra ello, desde
hace 5 años el CADTM desarrolló una nueva sección de acción y reflexión sobre
el problema de las deudas privadas ilegítimas: deudas ligadas a los
microcréditos en el Sur cuyas primeras víctimas son las mujeres, de los
campesinos, de los estudiantes, de las familias expulsadas de sus viviendas por
los bancos, etc. El concepto de deuda ilegítima permite englobar las deudas del
Sur y del Norte, las públicas y las privadas a la vez.»
Recordemos que el CADTM está implantado
mayoritariamente en los países llamados «en desarrollo»: 15 países de África
(véasehttp://www.cadtm.org/Africa,279),
6 países de Latinoamérica y Caribe (véase http://www.cadtm.org/America-latina-y-el-Caribe,838),
2 países deAsia
del Sur (India y
Pakistán). Con respecto a los países más industrializados, el CADTM está
presente en 6 países europeos (véasehttp://www.cadtm.org/Europa,6487) y en Japón.
Notas: (…)
Bejamin Lemoine es investigador en sociología en el CNRS (Consejo
Nacional de Investigaciones de Francia), especializado en la cuestión de la
deuda pública y de las relaciones entre los Estados y el orden financiero. Una
versión resumida de esta entrevista ha sido publicada en el número especial
«Capital et dettes publiques», de la revista Savoir/Agir nº 35, marzo de 2016.
Traducido por Griselda Pinero
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215146
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