Las semillas
son patrimonio de los pueblos:
No a la Ley Monsanto
6 de agosto de 2016
6 de agosto de 2016
Iniciando el mes de agosto, en que se conmemora la Pachamama, desde el
Enredando las Mañanas entrevistamos a Carlos Vicente, de la multisectorial
contra la Ley Monsanto
de Semillas, que estaba desarrollando en este marco una radio abierta frente al
Ministerio de Agroindustria en contra de la proyectada nueva ley
de semillas.
Por RNMA
Enredando Las Mañanas: ¿Cuáles son los aspectos más relevantes y
preocupantes de esta ley?
Carlos Vicente: La ley de semillas, que hace un
mes anunció el ministro Buryaile se iba a enviar al Congreso, es una ley que
-como decían claramente-, se opone a todo lo que ha sido la historia de la agricultura. Diez
mil años de intercambiar semillas, de circular libremente, y ahora, en estos
últimos cincuenta años, se quiere limitar con las leyes de semillas, que
básicamente lo que permiten es crear monopolios sobre las semillas; que alguien
que se adjudica ser el obtentor de una semilla, pueda tener el monopolio, pueda
controlarla, pueda decir “¡Bueno, quien quiera usarla me tiene que pagar
regalías!” Y como nos oponemos a eso hemos constituido esta multisectorial,
formada por movimientos campesinos, organizaciones políticas, sociales y
ecologistas para decirle no a la ley de semillas y por eso nos convocamos hoy a
las 14hs al Ministerio de Agroindustria para expresar este rechazo.
ELM: ¿Cómo es realmente el manejo del mercado de semillas?
CV: Lo que estamos viviendo en el
mundo es una concentración del mercado de semillas en pocas manos, de tener
semillas que se produjeron libremente y circularon libremente por miles de
años, hoy tenemos un conjunto de seis corporaciones, entre ellas está Monsanto,
pero también están Dow, Dupont, Syngenta, Bayer… que empezaron a comprar
compañías semilleras, durante 20 años se han dedicado a comprar semilleras y
semilleras, y hoy manejan 6 empresas el 60% del mercado de semillas del mundo.
Entonces estas corporaciones, además de controlar a través del
capital, o sea comprando empresas, lo que buscan es controlar las semillas
controlando su comercialización a través de las leyes de semillas. Inventaron
una figura, que es el derecho de obtentor, que por supuesto los gobiernos
aceptaron, y a través de las leyes de semillas se fijan monopolios por lo cual,
como dije, cuando una empresa registra una semilla, si yo quiero volver a
sembrar, con la nueva ley tengo que declarársela a Monsanto o a la empresa que
tiene el derecho de obtentor y pagarle regalías, por 20 años.
Entonces esto es una aberración, es una violación de los derechos
elementales más básicos de los campesinos y es una violación al derecho a la
alimentación de los pueblos, y por eso nos oponemos.
ELM: ¿Qué impacto tiene esto en los pequeños productores y en la
salud?
CV: En cuanto a las leyes de
semillas y los pequeños productores, es un ataque más de los que vienen
sufriendo cuando se los atropella quitándoles las tierras, cuando se desmonta y
se les quitan los espacios que han sido históricamente sus lugares de sustento
y, criminalizar a la semilla, hacer que la semilla criolla, nativa, nuestra semilla,
esa semilla con la que cada año honramos a la Pachamama sembrando, sean
ilegales y que puedan ser apropiadas por las corporaciones es un atentado; que
además está claramente demostrado el impacto que han tenido hasta ahora, porque
en el siglo XX se perdieron el 75% de las semillas que la humanidad generó
durante diez mil años. O sea, tres cuartas partes se perdieron, y se perdieron
a causa de la agricultura industrial.
Y bueno, una de las partes de la agricultura industrial son las
leyes de semillas, o sea que el impacto está clarísimo, y de lo que se trata es
de un proyecto de exterminio de los campesinos y campesinas y de los pueblos
originarios que por suerte, como han sabido resistir, no están dispuestos a
aceptar, y renacen cada año, y esta Pachamama es un momento de ese
renacimiento, y vamos a dar la lucha juntos consumidores, movimientos sociales,
campesinos, campesinas e indígenas.
ELM: ¿Cuál es desde tu punto de vista la violencia que hay
implícita en la aplicación de estas leyes y estos intereses?
CV: Bueno, Monsanto, a pesar de que
en Argentina por ley es permitido guardar semillas para volver a sembrar, el
último año ha ido a los silos y los puertos para controlar las semillas y
detectar su soja “intacta”, la última soja que introdujo en el 2012 y tratar de
cobrar las regalías. Esto va contra la ley, pero sin embargo Monsanto amenazó
al gobierno y amenazó a los sojeros. A nosotros en realidad esta disputa no nos
parece trascendente porque es parte de todo un paquete destructivo que implica el
uso masivo de glifosato en los 20 millones de hectáreas de soja que hay en
Argentina, y esto implica un impacto sanitario en los pueblos dramático, con
incrementos de cáncer, incremento de nacimientos con malformaciones, etc. Pero,
lo que sí es importante es que esta disputa entre sectores poderosos, como son la Sociedad Rural Argentina ,
como son las grandes semilleras, como es Monsanto, ha terminado en un acuerdo
con el gobierno en el cual lo que se anunció es que ese control que estaba
haciendo ahora lo asume el gobierno a traves del INASE, el Instituto Nacional
de Semillas, y en segundo lugar esto, que lo que se espera es que en el mes de
agosto el gobierno envíe el nuevo proyecto de ley al congreso.
ELM: ¿Cómo fue el avance de este proyecto de ley en el gobierno
anterior y como está avanzando en este gobierno?
CV: La continuidad es clarísima,
porque desde el 2012 llega el gobierno kirchnerista a un acuerdo con Monsanto,
el ministro (de agricultura) de entonces, Yauhar, anunció la modificación de la
ley de semillas y todo el proceso desde el 2012 hasta ahora ha sido un proceso
de resistencia, lo que ocurre es que desde diciembre, cuando asume Cambiemos el
gobierno hay una clara orientación de apoyo al agronegocio que quedó ratificado
el día sábado en la apertura de la Exposición Rural
Argentina , que hace que ya no haya ninguna grieta y desde
agroindustria, sin duda, va a salir muy pronto el proyecto hacia el Congreso.
ELM: ¿Cuáles son las medidas que tienen planificadas para realizar
la resistencia ante este proyecto?
CV: Nosotros lo estamos pensando en
cuatro etapas. Claramente la primera fue, dado que el proyecto nunca se hizo
público, hace veinte días presentar una carta a Agroindustria a través de la
Multisectorial pidiendo que el proyecto se hiciera público y se conociera en la
sociedad antes de enviarse al Congreso. Esto no tuvo ninguna respuesta, por eso
hoy iniciamos esta jornada, que incluye justamente este trabajo valioso de
ustedes de llegar a cada rincón de la Argentina con la información, y que todo
el pueblo argentino tome conciencia de la importancia de las semillas.
La jornada de hoy es una convocatoria para concentrarnos frente al
Ministerio de Agroindustria para informar allí, para hacer una radio abierta
para expresar nuestro rechazo a la modificación de la ley y pedir que antes
haya un debate nacional.
Luego esto va a continuar con las acciones que haya que hacer
frente al Congreso, pero sobre todo tratando que desde todos los movimientos
sociales haya una movilización para expresar que no queremos una nueva ley de
semillas porque este es un derecho básico de los pueblos y las semillas son un
patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad que tenemos que defender.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article12559
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