Problemáticas comunes
Ecuador, Bolivia y Colombia:
Perspectivas ''postneoliberales'' y neoliberal
31 de agosto de 2016
Por OCARU
La intervención de Esteban Daza abrió el panel: Políticas estatales de tierras y
territorios en Ecuador, Colombia y Bolivia: estudios críticos desde una
perspectiva histórica y comparativa. Daza
sostuvo que no se puede entender América Latina sin la comprensión de lo que
realmente sucede en los países andinos, como Ecuador y Bolivia, autodenominados
progresistas, y una Colombia catalogada abiertamente neoliberal. Debatir estas
realidades y el papel de los movimientos sociales de izquierda contribuye en la
conformación de un horizonte emancipatorio.
Daza describió la línea de tiempo de las relaciones entre el
Estado y las organizaciones indígenas y campesinas en el marco de la disputa
por lo agrario en los últimos 10 años. La Constitución recoge elementos
centrales como la
Soberanía Alimentaria y la redistribución de tierras; sin
embargo, la aplicación de estos mandatos ya en territorios y, a través de las
normativas como tierra y recursos hídricos, han sido causa del conflicto.
El pacto minero-energético, la sustitución de importaciones y la
apuesta por el sector agroindustrial han sido las políticas públicas que se han
concretizado en los últimos años sobre los territorios indígenas y de
campesinos; cada uno de estos proyectos atenta contra la autonomía y los
territorios de quienes los habitan.
El pago de la deuda agraria es el ejemplo práctico de la apuesta
del presente régimen: tanto la Ley de Recursos Hídricos como la Ley de Tierras
parten del principio de la
productividad. La productividad entendida como la solución a
los problemas de los agricultores; sin embargo, esto desplaza la denuncia por el
acceso a la tierra a un reclamo pasado de moda: "repartir tierra en la
actualidad es repartir pobreza", eso nos dicen las autoridades públicas.
Para finalizar, Esteban Daza manifestó que en
los últimos dos años, el descontento y la pérdida del miedo a manifestarse en
las calles dan otro matiz a la lucha por el campo en el Ecuador. Se acaban de
reunir organizaciones indígenas, campesinas, obreros y estudiantes para debatir
y proponer el Acuerdo Agrario Nacional que busca generar espacios de
articulación con quienes luchan por la Reforma Agraria y la Soberanía Alimentaria.
La siguiente exposición se llevó a cabo por Nataly Torres, quien
manifiestó que el derecho humano a la alimentación está siendo golpeado en el
Ecuador. Debatir
y pelear por la alimentación es luchar por la tierra y el territorio. Manifestó que, así
como en Colombia la desigualdad en la tenencia de la tierra es alta, en el
Ecuador este problema es similar. Desde hace más de 50 años esta realidad no ha
cambiado; lo mismo que pasa con la tierra pasa con el acceso al agua.
Las políticas públicas planificadas y ejecutadas por el régimen
han sido muy ambiciosas y poco prácticas, el denominado Plan Tierras que
prometió entregar más de dos millones de hectáreas a campesinos no logra cubrir
ni el 2% de lo prometido. En su defecto, esta política ha traído muchos
problemas a los campesinos que han comprado la tierra a precio comercial, pues
ésta ha sido no solo una política ineficiente sino incompleta, pues entregar
crédito y asesoramiento a los campesinos "beneficiarios" nunca se
llevó a cabo.
La síguiente participación por Ecuador fue a manos de Carlos
Carpio, dirigente de ASOMAC, quien relató cómo ha operado la política de tierra
en el Ecuador. El dirigente mencionó que antes que apareciera el Plan Tierras,
ellos habían peleado por la posesión de 675 hectáreas de
tierra de una hacienda abandonada. Una vez que ellos tomaron la hacienda y la
pusieron a trabajar, siempre existió la posibilidad de que se la quitaran ya
que dependía de cada gobierno de turno. Sin embargo, cuando escucharon y conocieron
de la posibilidad de obtener las escrituras de la tierra por la que habían
luchado muchos años atrás, decidieron entrar a ser parte de la propuesta del
Plan Tierras.
Este ha sido un gran error ya que por buscar
la seguridad jurídica cayeron en un entrampamiento burocrático. En 2009, les
entregaron las garantías de posesión. Dos años después, parte de su hacienda
fue entregada a otra asociación de campesinos, lo cual ha causado varios
problemas para aquellos que ya vivían y trabajaban allí, pues fueron
desalojados, se perdieron cosechas e infraestructura productiva. Actualmente,
están tomando acciones legales y planificando un reajuste en la entrega de
tierras entre socios.
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El bloque de discusión sobre Bolivia, tuvo la participación de Ruth
Bautista del IPDRS. Ella destacó que el horizonte de la lucha de los
movimientos indígenas se construye a través de la autodeterminación por medio
de la resistencia; para lo cual, mostró las líneas de tiempo que han permitido
a los movimientos sociales construir su propuesta de estado postcolonial.
Ruth destacó que el papel de los gobiernos
indígenas en Bolivia son necesariamente territoriales, el conocimiento que
tienen de su espacio permite una administración del territorio más cercana a la realidad. Finalmente ,
mostró la importancia de la lucha actual por la tierra y el territorio en
América Latina y destaca la propuesta que tienen los campesinos para defender
sus territorios.
El bloque de debates de Colombia articuló la propuesta de Jhon Jairo Cerna, de
la Universidad
Católica de Antioquia, Fernanda de Agrodescendientes y Diego
del Colectivo Abya Yala. Las intervenciones dieron cuenta que no existe en el
campo colombiano un relevo generacional. No se trata que el hijo de campesinos
sea sólo campesino ya que este aspecto debería ser modificado por la estrategia
de volver al campo por parte de aquellos que migran por la falta de
oportunidades, y este volverá con una serie de nuevos conocimientos que
fortalecerán al campo.
Otro de los debates que se dieron desde Colombia fue la
importancia de los diálogos de Paz para los sectores campesinos, pues la paz
toma matices en los territorios y no debe pasar desapercibido. Por ejemplo,
aquellos campesinos que fueron desplazados por el conflicto desean que se les
devuelva la paz que tuvieron.
De la misma manera, las organizaciones del campo dieron cuenta que
la paz puede traer otras consecuencias si no es construida desde los
territorios, pues la propuesta de desarrollo rural podría, sin un diálogo de
saberes, generar una serie de nuevos desplazados por el desarrollo.
La última intervención a cargo de
agrodescendientes, retomó las dos discusiones anteriores y mostró que la
propuesta organizativa autónoma y diversa puede pensar y accionar un sector
agrario diferente, la resistencia y la permanente lucha que le apuesta a la
agricultura campesina y a la alianza entre el campo y la ciudad genera una
serie de solidaridades entre los verdaderos actores del campo.
http://ocaru.org.ec/index.php/comunicamos/noticias/item/6946-problematicas-comunes-ecuador-bolivia-y-colombia-perspectivas-postneoliberales-y-neoliberalFuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216119
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