Basta de gatillo fácil: segunda marcha nacional
28 de agosto de 2016
Bajo las consignas de “ni un pibe ni piba menos, el estado es
responsable”, familiares de víctimas y CORREPI se movilizaron de Congreso a
Plaza de Mayo ayer por la
tarde. Mientras caminaban por Avenida de Mayo, madres de
jóvenes que fueron asesinados por la policía mostraban una foto del rostro del
hijo que perdieron. Algunas la levantaban con la mano, otras llevaban la cara
impresa en sus remeras, otras con la fotografía colgada al cuello como un collar.
Por Sebastián
Weber, para ANRed.
Bajo una lluvia y viento constante, familiares de víctimas y la Coordinadora Contra
la Represión Policial e Institucional (CORREPI) marcharon ayer del Congreso a
Plaza de Mayo en el marco de la segunda marcha nacional contra el gatillo
fácil.
“Los gobiernos pasan pero la represión queda. Es una de las
herramientas para hacer política. Si quieren controlar a la población tienen el
consenso, y si éste no funciona, la represión”, dijo a ANRed María del Carmen Verdú, abogada de
CORREPI. Ella se movilizó junto a la organización detrás de la bandera que
pedía por las consignas: “Ni un pibe ni piba menos. El estado es responsable”.
Según la coordinadora, cada 28 horas la policía
mata a un joven en algún barrio y se crea un nuevo caso de gatillo fácil.
Cuando la columna estaba por llegar a Avenida 9 de Julio, la
metropolitana pidió si dejaban un carril libre para que puedan pasar los autos.
En Plaza de Mayo se realizaba otra marcha y tenían pocos efectivos para poder
trabajar. La respuesta fue instantánea y en forma de grito: “No”. La gente
siguió avanzando mientras cantaba: “Yo sabía, yo sabía, que a los pibes los
mató la policía”.
Verdú también explicó que la represión es una política de estado.
Es que desde el retorno de la democracia, la organización tiene
registrados más de 4750 casos de violencia institucional. En la
movilización no solo se pidió por los casos donde los jóvenes son fusilados por
las fuerzas de seguridad, sino también por otras formas de represión. Como es
el caso de Fabiola Aguirre,
la mamá de Diego Chaves,
que marchó para pedir por la libertad de su hijo. Diego es el único preso por
la muerte de un agente en el partido de Moreno. Su familia denuncia que es una
causa armada para perjudicarlo.
“En estos últimos ocho meses hay un cambio sustancial con la forma
de reprimir. Eso no quiere decir que antes no existía”, comentó Verdú a ANRed.
La movilización no entro a la plaza debido a que frente a la Casa Rosada se hacía
la marcha de la resistencia, organizada por Abuelas de Plaza de Mayo y
asociaciones afines al kirchnerismo bajo la bandera de Cristina Conducción.
Reclamaban por los despedidos de trabajadores desde la asunción del presidente
Mauricio Macri.
A
media cuadra de la Embajada de Israel, entre Chacabuco y Perú, se conectó un
micrófono en la vereda donde hablaron los familiares de víctimas. Frente a la
gente que aplaudía y a cada frase gritaba “justicia”, pasaron mujeres y hombres
que perdieron a alguien por culpa de la violencia que baja desde el estado.
Las
madres se abrazaban entre ellas y todavía sostenían las fotos que mostraban las
caras sonrientes de Nicolás Nadal, Mauro Rodríguez, Maximiliano González,
Marcos Viera, Germán Gómez. La caricatura de Luciano Arruga, que se negó a
robar para la policía, colgada del cuello de su mamá, Mónica Alegre.
Mientras ella hablaba, señalaba las imágenes de cada joven. La
gente seguía con la mirada lo que apuntaba cuando Mónica sentenció: “No vengo a
agradecerles a ustedes ni a nosotras las madres. Hoy quiero dar las gracias a
ellos que son los protagonistas y siguen presentes. Vamos a salir a las calles
hasta que se hagan visibles. No con sed de odio, pero sí de justicia”.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article12707
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