Capitalismo
extractivista y clientelismo politico
Los cooperativistas mineros y el
MAS
20 de agosto de 2016
20 de agosto de 2016
Por Carlos Peñaranda Pinto
(Rebelión)
1.
Clientelismo
El
clientelismo se constituye ante todo en un instrumento de la clase dominante.Del mismo modo que la capacidad para instrumentalizar personas depende del poder que se tenga, así la disposición o disponibilidades para ser instrumentalizado, depende no solamente de la privación real del poder, sino fundamentalmente, del grado de conciencia de clase, en el sentido de la capacidad para discernir a favor de qué intereses de clase se debe luchar.
Así, el clientelismo se explica por una debilidad en la “conciencia de clase”; pero también, por el hecho de que éste constituye la forma a través del cual “las clases desposeídas” pueden acceder a bienes y servicios del Estado. La escasez de bienes que el Estado capitalista de un país “subdesarrollado, periférico, dependiente” puede ofrecer a las “clases desposeídas” es a cambio de una retribución en apoyo electoral y movilización para defender a quienes detentan el gobierno de turno.
Desde esa óptica, el clientelismo constituye fundamentalmente una
forma de opresión de clase, un instrumento que tiene por efecto la atomización
de las solidaridades entre las clases subalternas y la continua dependencia
hacia las élites 1 .
El clientelismo también constituye un canal de ascenso social,
produciendo nuevas élites políticas; el ascenso de algunos líderes a nuevas
posiciones de poder en la escala piramidal, convierte a algunos dirigentes en
patronos-clientes o Estado-cliente. El clientelismo tiende a esterilizar y
dificultar la participación de la base social; manejar clientelas significa
negar la participación, pues consiste en obtener beneficios para algunos a
través de la intermediación.
El dirigente que se adhiere al poder obra como intermediario entre
sus bases y el gobierno, garantizando, la lealtad de sus bases; las bases
tienen expectativas y hasta sensación de seguridad (aunque precaria) por la
protección paternalista del Estado a través de los dirigentes vinculados al
gobierno, lo cual puede cesar cuando las expectativas dejan de materializarse.
1.1. Gobierno del MAS
En Bolivia, el nuevo bloque en el poder, pintado de campesino y popular, ha desplazado al bloque de derecha-racista; sin embargo, ello no implica que la clase dominante del antiguo bloque haya dejado de seguir controlando la propiedad de los principales medios de producción y la tierra 2 .
Los puestos claves de la economía en nuestro país están
principalmente en manos de tecnócratas liberales, empresarios e intelectuales
ONG’istas (ligados en su mayoría a las políticas mundiales que emanan de
Naciones Unidas) insertos en el gobierno; en su interior, los cooperativistas
mineros y otros sectores pequeño burgueses, son las categorías y fracciones de
clase (cocaleros, comerciantes, transportistas) que ejercen predominio en el
bloque.
1.2.
Paradojas del decir y hacerEl domingo 14 de agosto, en declaraciones al programa “El pueblo es noticia” en el canal BTV, el Ministro de Gobierno Carlos Romero, manifestó que el cooperativismo minero “(…) sólo en teoría es cooperación solidaria de sus miembros sin fines de lucro" 3; es decir que en la práctica real, los cooperativistas no son solidarios y persiguen fines de lucro.
De ser cierta esta afirmación, las cooperativas mineras no pueden gozar del reconocimiento y protección del Estado por contravenir a las siguientes normas:
Art. 310 de
a su vez, el Art. 4 de
el Art. 6 de la Ley 356 señala que el sistema cooperativo, se sustenta en los principios de: 1) Solidaridad. Es el interés por la colectividad, que permite desarrollar y promover prácticas de ayuda mutua y cooperación entre sus asociadas y asociados y de éstos con la comunidad. 2) Igualdad. Las asociadas y los asociados tienen igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades de acceder a los beneficios que brinda la cooperativa, sin que existan preferencias ni privilegios para ninguna asociada o asociado. 3) Reciprocidad. Prestación mutua de bienes, servicios y trabajo para beneficio común, desarrollados entre asociadas y asociados, entre cooperativas y de éstas con su entorno, en armonía con el medio ambiente. 4) Equidad en la Distribución. Todas las asociadas y los asociados deben recibir de forma equitativa, los excedentes, beneficios y servicios que otorga la cooperativa, en función de los servicios utilizados o la participación en el trabajo. 5) Finalidad Social. Primacía del interés social por encima del interés individual. 6) No Lucro de Sus Asociados. Exclusión de actividades con fines especulativos, de forma que no se acumulen las ganancias para enriquecer a las asociadas o los asociados.
El Art. 127, parágrafo II, en la Ley de Minería señala que las labores mineras se llevarán a cabo por los socios de cada cooperativa, la cual podrá contratar personal dependiente únicamente para labores de carácter administrativo, técnico y asesoramiento.
Entonces, la caracterización de las cooperativas, de Rafael Puente, exviceministro de Régimen Interior y Policía, en relación a las cooperativas es correcta: “ (…) todo el mundo sabe que las ‘cooperativas’ mineras no tienen nada de cooperativas; en realidad son empresas, cuyos dueños son los llamados ‘socios’ (y ni siquiera todos) que manejan y explotan a una enorme masa de obreros que no tienen ni seguro social, ni seguro industrial, ni jubilación, ni nada. Y ni siquiera hablamos de las mujeres y del trabajo infantil. Es decir, son empresas de capitalistas del más primitivo estilo explotador, del que se supone que este nuevo Estado Plurinacional quiere liberarse” 4 .
Al parecer, sabe todo mundo, excepto el Vicepresidente Álvaro García, los Presidente de las cámaras de diputados José Alberto González, Gabriela Montaño y el Ministro de Minería, Cesar Navarro, quienes han repetido hasta el cansancio que la norma modificatoria a
En los hechos el Proyecto de Ley N° 149/2016-2017 sigue dando prerrogativas a los cooperativistas mineros pues señala “DISPOSICIÓN FINAL ÚNICA. En resguardo de los derechos constitucionales en vigencia, se respetan en las cooperativas, los derechos sindicales, laborales y de asociados de los sindicatos que incluyan asociadas y asociados pre-existentes a la promulgación de
Alfredo Rada, Viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, en 2014 señalaba: “(…) Al interior del sistema cooperativista se están decantando las cooperativas que, por efectos de acumulación de capital, han perdido su naturaleza inicial de ‘instituciones sin fines de lucro’ asumiendo formas empresariales propias del capitalismo salvaje. En ellas se están acelerando los procesos de segmentación clasista entre los socios antiguos y los ‘trabajadores voluntarios’, a los que también se les suele denominar peones o ‘makunkus’. Los primeros son ya una nueva fracción de la burguesía minera, los segundos conforman la masa laboral que se desenvuelve en condiciones de precariedad: sin acceso a seguros de corto o largo plazo, sin estabilidad ni contrato, sin seguridad industrial, muchos de ellos menores de edad y sin derecho a asociarse en sindicatos. Para mencionar un dato: hay registrados 112.000 cooperativistas, pero de ellos sólo el 16% aporta para el seguro obligatorio” 6 .
La existencia de dos categorías de trabajadores en las cooperativas mineras, rompe los principios básicos del cooperativismo internacional. Los trabajadores dependientes o asalariados no tienen “libre acceso y adhesión voluntaria” para ser socios (primer principio); por tanto, no tienen acceso al “control democrático” (segundo principio), y tampoco participan en la “distribución de excedentes en proporción a las operaciones” (tercer principio) 7.
El gobierno ha mantenido el camino abierto por el neoliberalismo, al
promover la vía productiva no estatal y al mantener el nombre de cooperativa a
lo que, en parte, No es una
cooperativa, sino empresas privadas; a su vez, ha sido cómplice de disolver
la unidad política y productiva que caracterizaba al proletariado.
El gobierno del MAS ha privilegiado la relación con el sector
cooperativista dentro del mundo minero; desde el inicio de su administración,
Morales les dio un lugar destacado en su alianza política con el objetivo de
atraer a este sector porque, al mismo tiempo que representa un voluminoso
número de eventuales votantes, se ha convertido también en el gran creador de
empleo para desempleados provenientes de otros ámbitos laborales. Los
cooperativistas, cada vez que el presidente los convoca, se pronuncian y hasta
se movilizan 8. Su
incursión en la política se debe a que es una fuerza social ordenada,
disciplinada y sumamente orgánica que responde a un mando único, que es la Federación Nacional
de Cooperativas Mineras (FENCOMIN). Esa disciplina le da consistencia en el
campo político, porque cualquier acción que determine FENCOMIN, en consenso con
las federaciones departamentales, es acatada militantemente por sus miembros;
es por este motivo, que son considerados una fuerza importante 9, que utiliza a su masiva
base social para negociar y presionar cuando de sus intereses se trata. En la
coyuntura actual, los cooperativistas están en contra del gobierno (entre cosas
por la pérdida de cuotas de poder), y lo que molesta a los estrategas
gubernamentales es que los favorecidos por una década quieran más privilegios.
El gobierno del
MAS se concentró en la falaz “nacionalización de los hidrocarburos”, y no dijo
nada respecto al gran negocio minero controlado por transnacionales y normado
por un Código neoliberal. El resultado práctico de esa orientación de la
política minera se refleja en la limitada presencia productiva de 1.3. Lo sincronico-diacrónico del decir-hacer de masistas y cooperativistas
Tras la caída de Sánchez de Lozada 11, en octubre de 2003, las élites del cooperativismo minero negociaron el voto de sus bases con el MAS, exigiendo que el futuro gobierno de Evo Morales conserve los privilegios que ganaron con Sánchez de Lozada.
En enero de 2006 (primera gestión gubernamental del MAS), se designó como ministro de Minería a Walter Villarorel, expresidente de FENCOMIN y socio de
El cooperativismo minero, a través de leyes, ha sido uno de los
sectores más beneficiados del gobierno de Evo Morales; entre otras normas: El
D.S. 233, que crea el Fondo de Financiamiento para la Minería (FOFIM) en
substitución del FOMIN para la otorgación de créditos a las cooperativas con el
aporte de Bs. 69,7 millones por parte del TGN y $US. 8 millones por parte de
COMIBOL. Ley 186 Régimen de tasa cero en el Impuesto al Valor Agregado (IVA)
para las ventas de minerales en el mercado interno de las cooperativas y
productores artesanales. D.S. 1368 que entrega la veta Rosario a la
Cooperativa 26 de febrero en el distrito minero de Colquiri 13 . D.S. 1369 que levanta diversas
áreas de reserva fiscal para posibilitar su entrega mediante contratos a
cooperativas.Ley de cooperativas, que sirve de etiqueta a empresarios
cooperativistas. Ley minera, que expresa los intereses de 10.000 socios
(dueños) de las cooperativas mineras y no de los 180.000 trabajadores mineros en
estas “cooperativas” 14.
Paradójicamente,
el pasado 14 de agosto en Cobija, el presidente Evo Morales calificó las
demandas de los cooperativistas mineros, como indeseables 15.Para comprender la paradoja veamos como, en noviembre de 2013, el presidente Evo Morales aseguró “(…) el apoyo que recibo de los cooperativistas mineros viene desde
También en 2013, en la entrega de los contratos de adjudicación de colas de Catavi a los cooperativistas, el dirigente del norte de Potosí, Artemio Mamani, dijo: “(…) garantizamos que vamos a arrasar en las elecciones de
En marzo de 2014, el Proyecto de Ley de Minería y Metalurgia, fue entregado al presidente Evo Morales. En la ocasión, la comitiva minera encomendó aprobar el documento sin cambios e, incluso, Morales destacó que la normativa fue trabajada por los cuatro sectores (empresarios, cooperativas, sindicatos mineros y Gobierno) y pidió a los congresistas que no hagan cambios 19.
Una semana después, los enfrentamientos, las muertes y los bloqueos cooperativistas motivaron al Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, a decir que el proyecto de ley volvía a fojas cero; aunque luego fue contradicho por el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien emprendió diálogo con los cooperativistas mineros.
El Art. 151 (el más polémico del anteproyecto) disponía que “los titulares de licencias de prospección y exploración o de contratos administrativos mineros de la industria minera privada y cooperativa, pueden suscribir en cualquier momento contratos con otros actores productivos mineros privados o cooperativas, legalmente establecidos”. Este artículo era una copia del Art. 21 del código minero gonista (
Si además de los sectores privados, cooperativistas y sindicalizados participó el gobierno, ¿cómo podían haberse ratificado el Art. 21 de la ley neoliberal en el Art. 51 del anteproyecto de ley, en tiempos antineoliberales y del proceso de cambio?
El 1 de abril de 2014, en relación al conflicto
cooperativistas-gobierno, por las observaciones al proyecto de ley minera, el
senador Andrés Villca (MAS), representante de FENCOMIN en la Asamblea Legislativa ,
dijo que en un ampliado de este sector se definirá si los mineros continuarán o
no con el apoyo político al Presidente Evo Morales para las elecciones
generales de ese año: “El sistema minero cooperativizado es orgánico, un
congreso orgánico es la que ha determinado el apoyo correspondiente al proceso
de cambio, a fortalecer el mandato del Presidente Evo Morales y será la instancia
correspondiente también de un congreso para poder hablar en la parte política,
se va analizar en función
a que vaya teniéndose los arreglos correspondientes (en la mesa de diálogo)”,
manifestó Villca a ANF 20.
Alejandro Santos, presidente de FENCOMIN, advirtió a Morales con
“bajarlo” del cargo con una movilización generalizada en todo el país si es que
el Legislativo no aprobaba el proyecto de ley sin ninguna modificación y si la
policía continuaba reprimiendo a sus compañeros de base “(…) Si bien FENCOMIN y todas las
cooperativas del país hemos llevado a que el presidente Evo, sea el presidente
de Bolivia, así también podemos bajarlo, nosotros hemos sido los primeros
autores de llevar a la Presidencia el año 2003, en ese sentido la movilización
de todas las cooperativas a nivel nacional vamos a masificarlo y no vamos a
permitir, carajo, que a nuestros compañeros de base los estén manoseando”,
dijo Santos a los medios21.
En abril de
2014, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que entre los 42
contratos de subarriendo que firmaron los cooperativistas con empresas
nacionales y transnacionales hay algunos que se remontan a 2011: “(…) tenemos
ejemplos que datan de 2011, 2012 y 2013, según algunos casos que expuso el
Ministro de Minería” 22.
Esto demuestra que parte de los contratos no solo proviene de los gobiernos
anteriores, sino se efectuaron durante la misma gestión del gobierno del MAS.
Al presente, en relación a las peticiones cooperativistas, Romero
señaló que “Esas demandas constituyen un homenaje al ex-presidente Gonzalo
Sánchez de Lozada, caracterizado por haber llevado adelante el proceso de
capitalización en el país y vender las empresas estatales” 23.
Volviendo
atrás, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, en abril de 2014, declaró que en
2006 (año de la primera gestión de gobierno del MAS), las cooperativas mineras
tenían 2.254 cuadrículas (para operar), equivalentes a
Es claro el favoritismo del gobierno a las cooperativas mineras
otorgando concesiones en espacios fiscales, afectando las perspectivas de
expansión y crecimiento de COMIBOL.
En mayo de
2014, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, señaló que “La cooperativa no
hace nada más que recibir su título (de concesión minera), lo entrega a una
empresa privada y recibe un porcentaje de las utilidades por esa operación de
intermediación entre el Estado y una empresa”, argumentó. “Si el Estado hubiera
firmado el contrato directamente con la entidad privada, los ingresos que el
país recibiría por la explotación de los recursos naturales serían del 39% y en
la actualidad son solo del 1%, precisó. Este 39% iría para el Estado por
concepto de tributos como el Impuesto a las Utilidades (IU), Régimen
Complementario del Impuesto al Valor Agregado (RC-IVA), Impuesto al Valor
Agregado (IVA)” 26,
sostuvo.Lo cierto es que la contribución de la minería al Estado es baja: por ejemplo el 2011 la producción minera fue alta pero la recaudación por regalías muy baja 27.
En mayo de 2014, el ministro de Minería, Cesar Navarro, explicó que el proyecto de Ley (248 artículos y seis disposiciones transitorias), que se debate en el Senado, impide que se entreguen grandes concesiones a sectores privados, cooperativas o al mismo al Estado, así como retoma el concepto de fiscalización como facultad del Estado en la actividad minera y el control en toda la cadena productiva 28.
El 28 de mayo de 2014, Álvaro García, como presidente en
ejercicio, durante la promulgación de la nueva Ley de Minería y Metalurgia en la ciudad de
Oruro, dijo: “(…) con esta norma los cooperativistas mineros se convierten en
‘productores de primera categoría’ y podrán acceder a vetas importantes. El
sistema cooperativo nunca tuvo derecho a áreas importantes y ricas en mineral.
Eso se acabó”, manifestó la autoridad 29.
Respecto a la
Ley Minera , algunos analistas coinciden que esta renueva el
pacto político que tiene el gobierno con las cooperativas mineras, preservando
un sistema de clientelas políticas. Para ello, la ley persiste en otorgar una
serie de facilidades a las cooperativas, como ser tratadas como organizaciones
sin fines de lucro, lo que no va con la realidad porque las cooperativas son
organizaciones que obtienen ganancias. La ley mantiene esa ficción y justifica
que no paguen impuestos, que trabajen en condiciones de informalidad, que no
cumplan con la ley del trabajo y que trabajen sin control ni fiscalización del
Estado.
“Solucionados”
los problemas entre cooperativistas y gobierno, en fecha 20 de junio de 2014,
en el estadio Hernando Siles, en la proclama del binomio Evo-Álvaro por los
cooperativistas mineros (que previamente marcharon por La Paz para pedirle al
jefe del Estado boliviano, Evo Morales, que acepte su candidatura a la
reelección 30). El
presidente Morales puntualizó: “(…) Si
alguien quiere ignorar al cooperativismo minero tendrá que cambiar Hace menos de 9 meses, la Cámara de Senadores rindió homenaje a FENCOMIN en su 47º Aniversario, la nota de prensa del Senado señala: “Este reconocimiento se lo hizo considerando la trascendencia histórica, contribución al desarrollo económico, político y social en beneficio del país” 32.
Hoy, los dirigentes de FENCOMIN cuestionan la decisión del ministro de Trabajo, Gonzalo Trigoso, de cambiar a sus representantes dentro de esa cartera de Estado, en el Viceministerio y la Dirección de Cooperativas, de manera unilateral e incorporar a personas que no conocen del sector. FENCOMIN tienen en la actualidad al menos siete legisladores, entre diputados y senadores, elegidos con la sigla del MAS, además tiene un Viceministerio, Pascual Guarachi ocupa el cargo de Viceministro de Transporte; hasta el 3 de agosto del presente año el Viceministerio de Empleo, Servicio Social y Cooperativas, estuvo ocupado por el cooperativista Benito Rodríguez Carvajal 33.
El senador por el MAS y minero cooperativista, Miguel Coñaja, advirtió que ese sector podría alejarse del denominado “proceso de cambio” y del partido de gobierno si es que sus demandas no son atendidas, siendo una de ellas que se deje en libertad a 10 de sus compañeros detenidos en el penal de San Pedro 34.
Las exigencias de los cooperativistas mineros son: 1. Rechazo al reconocimiento de sindicatos en las cooperativas. 2. Modificar
La Paradoja se define como figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones que aparentemente envuelven contradicción; dicho o hecho que parece contrario a
2. Cooperativas y extractivismo capitalista
Las cooperativas mineras vinculadas a FEMCOMIN al igual que las
empresas capitalistas se caracterizan por desarrollar una ideología y práctica
que hace a un lado las necesidades generales de los trabajadores, concentrándose
en la apropiación de las riquezas mediante la explotación laboral.
Los trabajadores de base en las cooperativas son víctimas de la
vulneración de sus derechos laborales; sin embargo, no tienen otras opciones de
trabajo en el país. Son fuerza de trabajo barata para los socios-propietarios
de las cooperativas que en algunos casos tienen contratos con las
multinacionales que saquean Bolivia, siendo además escudo político y carne de
cañón humano 35. Sería
impensable en Bolivia que nadie salga a la calle a defender a las
transnacionales, por eso, se disfrazan detrás de los “cooperativistas”,
dirigidos por grandes empresarios.
La fuerza de trabajo de la mayor parte utiliza formas de
producción atrasadas, le es imposible salir de ese atraso porque no incorpora
máquina en las cuadrillas de trabajo.
El auge del precio de las materias primas y la bonanza latinoamericana de inicios de milenio fueron la condición básica de posibilidad del proyecto de equilibrismo político “progresista”. Les ofreció la oportunidad de repartir algo a los marginados de la liberalización, a esas masas exhaustas y descontentas por los años incontables de cinturones apretados, sin tener que afectar al modelo económico neoliberal que heredaron. Distribuir abajo sin afectar arriba.
Hoy, finalizada la bonanza, se hace más difícil negociar privilegios económicos a cambio de apoyo político. La desventura del sector minero tiene como causa la caída de los precios de los minerales, pero la causa profunda es la economía extractivista, es nuestra dependencia del capitalismo mundial, del que en realidad nunca nos hemos alejado.
El capitalismo Monopólico del Estado es la fase del desarrollo
del sistema capitalista que se caracteriza por el predominio económico del
capital monopólico y su fusión con la fuerza política del Estado. La
indiscutible hegemonía económica de los monopolios se acrecienta cuando se
fusiona con la poderosa fuerza social organizada que es el Estado. El Estado
pone a disposición de la reproducción del capital monopólico toda su estructura
funcional, particularmente sus órganos Legislativo y Ejecutivo, disponiendo de
los bienes nacionales que administra, tales como los recursos naturales, sus
productos y el ejercicio propio del presupuesto asignado 38.
Se ha señalado que el modelo económico boliviano es plural, que
la economía plural está constituida por las formas de organización económica
comunitaria, estatal, privada y social cooperativa, que la economía plural
articula las diferentes formas de organización económica sobre los principios
de complementariedad, reciprocidad, solidaridad, redistribución, igualdad,
sustentabilidad, equilibrio, justicia y transparencia (Art. 306 CPE). En
realidad el cooperativismo, en el régimen capitalista, constituye una variante
de la propiedad privada; la naturaleza social de la propiedad cooperativa es
determinada en primer lugar por la forma dominante de la propiedad a que se
halla vinculada (en nuestro caso la economía privada). Bajo el capitalismo, la
propiedad cooperativa presenta un carácter burgués dado que se desarrolla
sometida al influjo de la propiedad privada capitalista, dominante en la
sociedad burguesa. Las cooperativas, al comprar y/o vender las mercancías a las
empresas capitalistas, contribuyen a reforzar y desarrollar las relaciones
capitalistas de producción. En síntesis, el beneficio de tales cooperativas no
es otra cosa que plusvalía realizada, creada mediante la explotación del trabajo.
Interrogantes que deja el actual conflicto
·
¿La COB, persistirá en exigir un estudio, para ver que
cooperativas no se avienen a la categoría de cooperativas que deben perder su
personería, y por ende, sus trabajadores exigir el derecho de sindicalización?
·
¿Los coopertivistas seguirán siendo parte del directorio de
COMIBOL?
·
¿Los cooperativistas pagarán sus deudas a COMIBOL?
·
¿El gobierno hará cumplir el derecho Constitucional a la
sindicalización, de todas las trabajadoras y los trabajadores de las cooperativas
mineras?
·
¿Cuáles de las demandas de FENCOMIN serán atendidas por el
Gobierno?
·
¿El gobierno abrogara el DS 2754?
·
¿Cuántos de los 100 contratos, entre cooperativistas mineros y
Trasnacionales (que descubrió el gobierno en 2014) han sido rescindidos?
·
¿FENCOMIM, se alejará del denominado “proceso de cambio” y del
MAS?
Notas (…)
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215748
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