domingo, 28 de agosto de 2016

Nos advierten: “no se puede confiar en los gobiernos. Hay que dar prioridad absoluta al trabajo con las organizaciones ciudadanas de base, con los movimientos sociales y con las personas decididas a actuar hasta el final, para que la claridad triunfe y los gobernantes tomen las correspondientes decisiones”.


Segunda parte de la entrevista a Éric Toussaint,
portavoz y uno de los fundadores de 
la red internacional del Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM)
"Las primeras experiencias del método CADTM para 
combatir las deudas ilegítimas:
los ejemplos de Ruanda y de la República Democrática del Congo".
12 de agosto de 2016

Por Benjamín Lemoine (CADTM)
Parte de la delegación del CADTM en el evento el 17 de octubre de 2010 en Bukavu (RDC). De izquierda a derecha: Emilie Atchaca (Benin), Rachida (Togo), Luc Mukendi (Lubumbashi), Renaud Vivien (Bélgica)
En esta entrevista se explica la genealogía de la lucha contra la deuda , de quienes abogaron por su anulación, así como de la creación empírica, al servicio de los combates políticos, de los conceptos de ilegitimidad, ilegalidad, y del posible carácter odioso de las deudas públicas. O de cómo el Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM) —antes Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo— vio necesaria la alianza con las fuerzas de la oposición y de los movimientos sociales, cuyas ideas y personas, una vez llegadas al gobierno, podrían cuestionar y desmantelar la deuda y su «sistema». No obstante, la prioridad absoluta para el CADTM es el fortalecimiento de la acción de las y los de abajo en lugar de actuar como lobby .
En esta segunda parte de la entrevista se aborda la experiencia adquirida por el CADTM en Ruanda y en la República Democrática del Congo en los años 1990 y a comienzos de los años 2000.
Publicamos esta entrevista dividida en 5 partes:
  • 1. La genealogía del CADTM y de las luchas contra las deudas ilegítimas: los orígenes
  • 2. Las primeras experiencias del método CADTM para combatir las deudas ilegítimas: los ejemplos de Ruanda y de la República Democrática del Congo.
  • 3. Argentina: la continuación de la lucha contra la deuda ilegítima.
  • 4. En Ecuador, de las esperanzas frustradas al éxito. Los ejemplos de Sudáfrica, Brasil, Paraguay y Ecuador.
  • 5. Grecia: la ambigüedad de los dirigentes con respecto al orden financiero y a la deuda.
La auditoría de la deuda: un precedente abortado

¿Cuáles han sido las primeras experiencias del método CADTM para combatir las deudas ilegítimas?
Es necesario situar estas experiencias en la convergencia entre el CADTM y los diferentes movimientos activos en Francia y en otros lados. El CADTM, por ejemplo, se implicó mucho en la solidaridad con el movimiento neozapatista, que se presentó públicamente el 1 de enero de 1994 en Chiapas (México), y por ello ha vuelto varias veces a ese país. Nuestra organización también participó como coorganizadora en la gran movilización de octubre de 1994 en España contra la reunión del Banco Mundial y del FMI para festejar su medio siglo de existencia. Esa acción formaba parte de la campaña mundial «Fifty years is enough» [Cincuenta años: Ya Basta]. En lo que concierne a los contactos con Francia, ya mencioné a la LCR, la campaña «Ça suffat comme ci» [Ya Basta] de 1989, el colectivo «Les autres voix de la planète» [Las otras voces del planeta] creado en 1996 para organizar la contracumbre del G7 en Lyon, hay que añadir a la AITEC |2| y al CEDETIM |3| dirigidos por Gus Massiah. |4| También estaba el movimiento Survie, impulsado por François-Xavier Verschave, |5| que luchaba contra la Françafrique y que tomó en cuenta la importancia del temadeuda . Survie tuvo una relación muy estrecha con el CADTM, entre otras cosas porque ambas organizaciones fueron muy activas en la denuncia del genocidio de Ruanda en 1994, así como de la «operación Turquesa» organizada por Mitterrand. En 1995, una delegación del CADTM llegó a Ruanda y luego realizó un encuentro internacional en Bruselas sobre la cuestión del genocidio y de las responsabilidades cruciales de los acreedores. À partir de 1996, el CADTM ha sido asociado a una auditoría de la deuda de Ruanda con, en ese momento, el apoyo del nuevo régimen de Kigali (capital de Ruanda) dirigido por Paul Kagamé, quien todavía continúa en el poder. El presidente ruandés quería claridad sobre la deuda y así fue como un equipo de dos personas se instaló en el lugar. Michel Chossudovsky, un canadiense profesor en la Universidad de Ottawa, con numerosas contribuciones en Le Monde Diplomatique, y Pierre Galand, en ese momento secretario general de Oxfam en Bélgica, fueron a Kigali y llevaron adelante la investigación de la deuda, en estrecho contacto con el CADTM. Mientras estuvieron en la RDC, yo hablaba mucho con ellos, y a raíz de esto escribí un artículo que se llamó «Les créanciers du génocide» [Los acreedores del genocidio] que tuvo bastante eco. |6|

¿Esa iniciativa inspiró la metodología CADTM sobre la auditoría de la deuda?
Efectivamente, aun si el desenlace fue frustrante. Poca gente sabe que una de las misiones de la operación Turquesa consistía en hurgar en toda la documentación del Banco Central de Ruanda, en Kigali, y de transferir toda esa información a un contenedor en Goma, en la RDC, con el fin de impedir que las nuevas autoridades tuvieran acceso a los rastros escritos que podían revelar hasta qué punto Francia había sostenido al régimen genocida de Juvénal Habyarimana. Cuando Laurent Desiré Kabila lanzó su ofensiva contra Mobutu en 1996, desde el este del Congo, Kagamé pudo apoderarse del contenedor, repatriarlo a Kigali y abrir los archivos. Y sobre estos documentos trabajaron Michel Chossudovsky y Pierre Galand. |7|

En resumen, se encontró la caja negra…
Por supuesto, y se vio la implicación de los bancos franceses en la financiación de la compra de armas por parte del general Habyarimana. Egipto y China también estaban implicados al proveer los machetes, mientras los franceses suministraban un material más sofisticado para el ejército genocida ruandés. Por lo tanto, en un comienzo hubo movimientos internacionalistas que se pusieron en contacto con un jefe de Estado, en ese caso Paul Kagamé, quien quería poner luz a la oscuridad y que puso a disposición de los expertos una documentación habitualmente secreta. Y este comienzo ha sido común en nuestras otras experiencias. Kagamé, orgulloso de ese recurso, amenazó a Estados Unidos, a Francia, al Banco Mundial y al FMI de hacer pública la financiación del genocidio. Washington y París, así como el Banco Mundial y el FMI respondieron alarmados: «¡No saques eso a la luz! A cambio de tu silencio, te proponemos reducir la deuda de Ruanda, y abrir una línea de crédito máximo en el BM y el FMI. Reduciremos lo que se te reclama como reembolso y te lo refinanciaremos con nuevos préstamos». Y Kagamé entró en el juego. Fue una experiencia totalmente frustrante, no sólo por la energía gastada y la ética, sino también por lo que pudo haber significado como precedente. Efectivamente, antes del régimen de Habyarimana, el nivel de endeudamiento de Ruanda era extremadamente bajo, así que toda la deuda reclamada había sido contraída por un régimen despótico. Por lo tanto, era una deuda que entraba dentro de la doctrina de deuda odiosa, un poco como la reclamada a la RDC.
En la República Democrática del Congo, luego del derrocamiento del dictador Mobutu en 1996-1997, Pierre Galand y yo trabajamos en relación con las nuevas autoridades de Kinshasa (era Pierre Galand el que mantenía los verdaderos contactos) y sobre todo con los movimientos sociales. Varios miembros y simpatizantes congoleños del CADTM, que habían pasado 20 años de exilio en Bélgica, volvieron a su país después de la caída de Mobutu y ocuparon puestos de responsabilidad en Kinshasa. |8| También teníamos contactos, desde hacía muchos años, con Jean-Baptiste Sondji, ex militante maoísta congoleño, que era en ese momento ministro de Sanidad en el gobierno de Kabila.

En esos casos, ¿cuáles son los apoyos o las alianzas que buscan ustedes?
Personalmente, daba la prioridad absoluta a las relaciones con los movimientos sociales (sindicatos, organizaciones campesinas, estudiantes…). No tenía mucha confianza en el nuevo gobierno de la RDC salvo, en parte, con respecto a Jean-Baptiste Sondji. Se trataba de cuestionar el pago de la deuda reclamada a la RDC por regímenes e instituciones que habían respaldado a Mobutu y le habían permitido que permaneciera en el poder durante más de 30 años. Laurent Desiré Kabila estableció una «Oficina de los bienes mal habidos», puesto que era evidente la relación entre el enriquecimiento ligado a la corrupción y el endeudamiento del país. Pero en este caso también tuvimos un revés: Kabila negoció con los banqueros suizos una transacción mientras existía la posibilidad de que la RDC obtuviera que la justicia helvética obligase a los banqueros suizos, cómplices en el desvío de fondos de Mobutu, a restituir lo que había sido depositado en sus cofres. De forma escandalosa, L. D. Kabila aceptó la transacción secreta con los banqueros y abandonó el procedimiento jurídico que estaba en curso.
Fui a Kinshasa durante el verano de 2000 para trabajar con los movimientos sociales y las ONG congoleñas sobre la cuestión de la deuda odiosa reclamada a la RDC. Mi libro La bolsa o la vidatuvo mucho éxito en los medios universitarios y entre la izquierda congoleña. |9| En Bélgica, la ex metrópoli colonial, el CADTM había organizado una gran campaña en pro de la anulación de la deuda odiosa de la RDC y para la congelación de los bienes de Mobutu en Bélgica. |10| Colaboramos en un folleto común con las ONG y las organizaciones de solidaridad Norte/Sur activas en Bélgica, con el fin de reclamar la anulación de la deuda de la RDC. |11| Una consecuencia de las actividades llevadas a cabo por el CADTM fue que algunas organizaciones congoleñas, de Kinshasa, Bakongo, Lubumbashi y Mbuji-Mayi, se adhirieron a la red internacional CADTM.

La lección que se puede sacar de las tentativas de denuncia de la deuda odiosa en Ruanda y en la RDC es que no se puede confiar en los gobiernos. Hay que dar prioridad absoluta al trabajo con las organizaciones ciudadanas de base, con los movimientos sociales y con las personas decididas a actuar hasta el final, para que la claridad triunfe y los gobernantes tomen las correspondientes decisiones.

Traducido por Griselda Pinero

Notas (…)
Bejamin Lemoine es investigador en sociología en el CNRS (Consejo Nacional de Investigaciones de Francia), especializado en la cuestión de la deuda pública y de las relaciones entre los Estados y el orden financiero. Una versión resumida de esta entrevista ha sido publicada en el número especial «Capital et dettes publiques», de la revista Savoir/Agir nº 35, marzo de 2016.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215463


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