Las desapariciones forzadas y la llamada “democracia colombiana”
4 de junio de 2011
Durante la última
semana de mayo se celebró en Colombia la “Semana contra la Desaparición Forzada ”.
El evento reunió en Bogotá a varias organizaciones sociales del pueblo
colombiano, a representantes de organismos internacionales, a periodistas y,
por supuesto, a familiares de víctimas. Colombia es trágico ’record’ en el
crimen de Estado de la desaparición forzada: del
informe de Medicina legal y del de la Fiscalía se deduce un promedio de 13.000
desaparecidos al año, perpetrados entre fuerza pública y herramienta
paramilitar.
Por Azalea Robles
El crimen de Estado de la desaparición forzada de
la "democracia" colombiana rebasa las dramáticas cifras de las
dictaduras del Cono Sur
En la “Semana
contra la
Desaparición Forzada ” estuvieron presentes el Movimiento de
Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), Asfaddes (Asociación
de familiares de detenidos desaparecidos), las Madres de la Candelaria, las
Madres de Soacha, y muchos más. El encuentro contó con exposiciones, Galerías
de la Memoria, conferencias, talleres, testimonios, intervenciones de
funcionarios internacionales, representaciones artísticas, etc.
Durante los testimonios, las ponencias y los talleres quedó
evidenciada esta terrible realidad: el Crimen de Estado de la desaparición forzada de
la "democracia" en Colombia rebasa las dramáticas cifras de las
dictaduras chilena y argentina. La cifra del informe de Medicina Legal de 38.255 desaparecidos en
3 años (1)
evidenció una realidad que no se puede seguir esquivan do: Colombia es trágico
’record’ en el Crimen de Estado de la desaparición forzada.
El representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200 personas han sido desaparecidas en
Colombia (2), lo
que es un reconocimiento por años esperado, aunque obviamente no refleja la
amplitud del drama y se presuponen muchos más desaparecidos, como el mismo
comisionado lo reconoció. No obstante, la cifra de La ONU de 57.200
desaparecidos permite darle un reconocimiento internacional a las víctimas;
aunque evidentemente la estimación se queda corta, a la luz incluso de los
informes de las propias entidades estatales que permiten una estimación muy
superior; y se queda corta con relación a las víctimas, que buscan centenares de
miles de desaparecidos. Más adelante en este texto ahondaremos
en la cuestión de las cifras y la dificultad que enfrentan las víctimas de
obtener reconocimiento.
Salazar señaló que los hechos involucran a "agentes
del Estado y fuerzas paramilitares que
colaboraban con ellos" y
agregó "por
décadas, miembros de la fuerza pública cometieron graves violaciones a gran
escala, incluyendo ejecuciones extrajudiciales que en muchos casos estaban
asociadas con desapariciones forzadas" (Ibíd.). El informe de mayo 2011 del
CINEP revela que los asesinatos de civiles a manos de militares, los mal
llamados “ejecuciones
extrajudiciales” o “falsos
positivos”, lejos de disminuir bajo la presidencia de Santos, han
aumentado: el genocidio de intensifica (3).
Uno de los momentos más estremecedores de la reivindicación de la “Semana contra la Desaparición Forzada ”
fue la caminata de los
familiares, el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado,
y varias organizaciones sociales que reclamaron a los desaparecidos de la
Comuna 13 de Medellín: las víctimas de la Operación Orión. Orión
fue una acción de muerte, tortura y desapariciones perpetrada por la
combinación de militares y la herramienta paramilitar. Los familiares y
organizaciones caminaron por la comuna 13 pese a las amenazas paramilitares:
con flores, recitando poemas y exponiendo la realidad, invitaron a la vecindad
a sumarse a la
caminata. Algunos de los poemas y reivindicaciones declamados
fueron:"Te quieren borrón en la
memoria... una vieja sabia de la aldea enseña a deletrear alfabetos de justicia
y solidaridad mientras escarbamos en escombreras, en fosas, debajo de las
piedras de la infamia...
En la roca de la historia vamos a grabar sus nombres".
"¡Somos familiares de
desaparecidos y asesinados en la Comuna 13: Escarbando la Verdad, desenterrando
la Justicia!”. "Durante el 2002, la Operación Orión
contó con más de MIL hombres de la fuerza pública, que permitieron la conquista
definitiva de Medellín por los paramilitares y la imposición del miedo y el
terror (4).
Las Galerías de la Memoria fueron expuestas en lugares como la
Universidad pedagógica de Bogotá, generando interacción con el estudiantado de un país muy golpeado por
la censura y manipulación mediática, la invisibilización de las víctimas y la
persecución al pensamiento crítico. Varios estudiantes y
profesores han sido víctimas de desaparición forzada, asesinatos o
encarcelamientos para callar sus denuncias. El Colectivo Semillas de
Dignidad y Memoria invita
a las exposiciones de las galerías de la Memoria, con este poema: “Son
tantos día a día los que simplemente no aparecen, que un día no cabrán en el
suelo y brotarán y cubrirán todo este territorio. Y en un macabro recorrido
exhibirán el verdadero rostro de la patria”.
Los desaparecidos son invisibilizados por un estado que quiere perpetuar el mecanismo genocida de
acumulación de capital en
pocas manos, bajo el manto de la impunidad. Un estado que pretende perpetuar la
práctica del genocidio como viabilización del saqueo de los recursos, mediante
constantes desapariciones de personas: estudiantes, campesinos, indígenas,
sindicalistas, maestros, periodistas, artistas, ambientalistas, defensores de derechos
humanos... todo aquel o aquella que reivindique contra la aberración que
constituye que siendo Colombia unos de los países más ricos del mundo, su
población sufra hambre. Arriesga su libertad y su vida aquel o aquella que alce su voz contra la
injusticia social que
arroja que 20.000 niños menores de cinco años mueren anualmente por
desnutrición y carencia de acceso al agua potable en el 4to país con más
riqueza hídrica del mundo. Colombia tiene índices de desigualdad social
(coeficiente GINI) que la sitúan entre los países más desiguales del mundo,
según datos de Naciones Unidas. Según Samuel Azout, alto consejero para la
Prosperidad, Colombia sería hoy el cuarto país del mundo en desigualdad , con
un índice Gini de 0,58. (5)
La
desaparición forzada en Colombia: Crimen deEstado que satura el alma
1. Cifras y suspiros: entre el esfuerzo estatal de borrar a los
desaparecidos y el clamor de los familiares, la ONU reconoce al menos 57.200
personas desaparecidas
El crimen de Estado de desaparición forzada de la
"democracia" en Colombia ha rebasado las dramáticas cifras de las
dictaduras de Argentina y Chile reunidas: sólo en 3 años el Terrorismo de Estado ha desaparecido a 38.255
personas, según un informe de Medicina legal. Para una estimación total en los últimos 20 años de 250.000 personas
desaparecidas, según lo denunció Piedad Córdoba (6). Las
estimaciones de desaparición forzada son obviamente minimizadas desde el Estado;
sin embargo ha debido reconocer la existencia de al menos 51.000 desaparecidos:
“Al mes de noviembre de 2010, las estadísticas oficiales del gobierno de
Colombia registran más de 51.000 Desapariciones” señala un reporte de 2011 de
la US office on Colombia (7). En enero 2011 la Fiscalía publicó un informe (8):
tiene documentados 173.183 asesinatos y 34.467 desapariciones forzadas, entre
otros crímenes cometidos entre junio de 2005 y el 31 de diciembre de 2010 por
la herramienta paramilitar. El informe de enero 2011 confirma las estimaciones
de Piedad Córdoba de al menos 250.000 personas desaparecidas. Del informe de
Medicina legal y del de la Fiscalía se deduce unpromedio de 13.000
desaparecidos al año, perpetrados entre fuerza pública y
herramienta paramilitar.
El lunes 23 de mayo 2011 el representante del Alto Comisionado de
la ONU para los Derechos Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima
que más de 57.200 personas han sido desaparecidas en Colombia, declaraciones
dadas durante la celebración de la conferencia sobre desapariciones forzadas
(ver 2).
2. Asesinatos de civiles a manos de militares en los macabros “falsos
positivos” aumentan, arroja estudio de mayo 2011
El asesinato de civiles a manos de militares ha rebasado todo
límite del horror en la figura de los “falsos positivos”: asesinatos de civiles perpetrados por militares que
luego disfrazan sus cadáveres de “guerrilleros abatidos en combate”, ya hay
3.000 casos documentados de
estos asesinatos que son impulsados por las recompensas que reciben los
militares por cadáver presentado como una forma de incentivar el manejo de la
barbarie y de aumentar las “victorias de guerra” por parte del estado colombiano (9). En mayo 2011 el
CINEP publicó un informe en el que evidencia que los asesinatos de civiles a
manos de militares, lejos de disminuir, han aumentado bajo la presidencia de
Santos (10). Las Madres de Soachason, Madres de niños y jóvenes asesinados por
los militares en los montajes macabros de los “falsos positivos” que gracias a
su tenacidad por encontrar a sus hijos desaparecidos y por denunciar estos
crímenes de estado,
han logrado hacer oír sus voces traspasando el muro de censura mediática
nacional e internacional: varios de sus familiares han sido asesinados como
represalia por sus denuncias, en un intento estatal de silenciar las voces de estas madres que no callan y
siguen clamando justicia en
medio de los atentados y del miedo. Claman justicia por sus hijos, y para que
no se sigan produciendo estos asesinatos de civiles, que lastimosamente
continúan incrementándose, ante la complicidad silenciosa de la comunidad
internacional.
3. Las mayores fosas comunes del continente, la asesoría estadounidense y la reingeniería de la herramienta paramilitar
En Colombia, en la Macarena, departamento del Meta, se encontró en
diciembre 2009 lamayor fosa común del continente americano,
con 2000 cadáveres de desaparecidos: la gigantesca fosa se
encuentra detrás del batallón de la fuerza Omega del Plan Colombia, que goza de
estrecha asesoría estadounidense (11).
Es gracias a la tenacidad de los familiares y testigos que
denunciaron durante años el genocidio, que se ha logrado hacer conocer esta
realidad. La cantidad de víctimas arrojadas sin contemplación a la pretensión
de olvido y desaparición llegó a ser tal, que la putrefacción de los miles de
cadáveres se filtraba incluso al agua de beber, en medio de la impunidad y el
silencio. Gracias a la visita de una delegación de parlamentarios y
observadores británicos, el pedido de auxilio de los familiares de
desaparecidos fue por fin escuchado.Las autoridades negaron
la fosa en un principio; los mass-media silenciaron las denuncias.
Pero gracias a la delegación, la Fosa se dio a conocer internacionalmente; el estado entonces intentó decir que los
cadáveres eran de “guerrilleros abatidos en combate”, pero los familiares de
desaparecidos desmintieron esa versión. En el 2010 se produjo la Audiencia a
Testigos y familiares de desaparecidos de la región: fueron miles las denuncias
de familiares y testigos evidenciando las desapariciones perpetradas por el
ejército en connivencia con paramilitares. El estado por su parte procedió a acallar
a los denunciantes: varios denunciantes fueron asesinados, entre ellos Norma
Irene Pérez y Jhonny Hurtado (12), otros denunciantes han sido encarcelados
bajo montajes judiciales, como es el caso de Marisela Uribe García, quién
perdió sus bebés por torturas estando embarazada (13).
Posteriormente, finalizando el año 2010, se encontró otra fosa gigantesca con más
1500 cuerpos de desaparecidos:“Denuncian
el hallazgo de al menos 1.505 cuerpos más en fosas comunes en Colombia, en el
Meta, en la misma región que la mayor fosa común del continente (...) cuyos
cadáveres son cuerpos de desaparecidos y asesinados por el ejército, como quedó
evidenciado en las Audiencias públicas a testigos y familiares de
desaparecidos”. (14)
La barbarie se sigue intensificando día a día, y la fuerza pública
y la herramienta paramilitar continúan asesinado, desapareciendo y masacrando,
como lo denuncia el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado: “Las
acciones del gobierno de Santos para encubrir el paramilitarismo (...) En la
Política de Prosperidad Democrática la persistencia de los Crímenes de Lesa
Humanidad se encubre bajo la denominación de Bandas Criminales, que es parte de
la reingeniería paramilitar y la falsedad del espectáculo de las
desmovilizaciones. Persistiendo el poder mafioso, político y empresarial en las
estructuras paramilitares. (...) Continúa la criminalización de la protesta
social, la judicialización de campesinos, estudiantes y defensores de DDHH, con
la prolongación de la práctica de la desaparición forzada, de la violencia
sexual, del control militar de la vida y del pensamiento crítico” (15).
4. Los hornos crematorios de la “democracia” colombiana: Desaparecer y
salvaguardar apariencia democrática
La desaparición forzada cumple una función central en la
estrategia de “disuasión de la reivindicación”, a la sociedad se le envía el
siguiente mensaje: “el que persista en reclamar derechos sociales, económicos,
políticos, correrá la misma suerte”. Este mensaje busca someter mediante el
terror y viene acompañado del mensaje de la plenipotencia del estadoque
está en capacidad de desaparecer en plena impunidad. La desaparición forzada
evidencia la impotencia que representa el encontrarse permanentemente
vulnerable ante el poderío de un estado omnipotente en todas las instancias: la
militar, la paramilitar, la legal, la administrativa. A la angustia por los sufrimientos del ser querido desaparecido se suma
la impotencia de no obtener verdad ante entidades estatales. Son innumerables
las trabas que encuentran los familiares de desaparecidos por parte del estado,
para que sea reconocida oficialmente la desaparición de su familiar, en un
intento estatal evidente de desaparecer no solo al desaparecido, sino al hecho
de la desaparición en sí. La sociedad se ve triplemente vulnerada: es privada
de un ser humano y sus ideas, es vulnerada en los procesos organizativos que
constituyen el progreso histórico de las sociedades y es sometida a constatar
la plenipotencia e impunidad de los victimarios. Familiares, testigos, abogados
y en general denunciantes de desaparición forzada son sistemáticamente víctimas
de amenazas, torturas, cuando no de asesinatos o víctimas ellos mismos de
desaparición forzada: la fuerza pública y su herramienta paramilitar activan
cualquier mecanismo para conseguir impunidad (16).
La desaparición cumple además la funcionalidad “practica” para los estados represores de reducir las
cifras de asesinatos. En Colombia varios jefes Paramilitares han confesado cómo
desde los altos mandos militares y políticos ha sido enviada la orden de que desaparecieran “de cualquier manera” a
las víctimas para no dejar rastros y evitar que las cifras de homicidios
crezcan de manera
desproporcionada en las zonas urbanas. Varios miembros de la Estrategia
paramilitar han confesado que implementaron la utilización de criaderos de caimanes y de hornos
crematorios para quemar a las víctimas, a veces vivas: “(...)
Lo echaron vivo ahí (...) El horno lo manejaba un señor que le decían
‘funeraria’, creo que se llama Ricardo; dos señores le hacían mantenimiento a
las parrillas y a las chimeneas, porque se tapaban con grasa humana”,
confesó un paramilitar (17).
5. El encuentro de mayo 2011 y el reconocimiento de la desaparición
forzada en Colombia
El representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200
personas han sido desaparecidas en Colombia; dado que en el Registro Nacional
de Desaparecidos figuran inscritas 57.200 personas. Estas declaraciones fueron
dadas durante la celebración de la conferencia sobre desapariciones forzadas,
en Bogotá, el lunes 23 de mayo 2011 (18). Salazar señaló que buena parte de los
hechos involucran a "agentes del Estado y fuerzas paramilitares que
colaboraban con ellos" y
agregó "por
décadas, miembros de la fuerza pública cometieron graves violaciones a gran
escala, incluyendo ejecuciones extrajudiciales que en muchos casos estaban
asociadas con desapariciones forzadas" (Ibíd.). Para al menos 15.600
desaparecidos del total de 57mil 200 personas desaparecidas inscritas en el
Registro, se conocería que los autores son agentes de la fuerza pública en
connivencia con el paramilitarismo: la autoría de los demás casos no ha sido
precisada; dada la inoperancia de las investigaciones sobre desapariciones
forzadas. Varios paramilitares han confesado a la unidad de Justicia y Paz de
la Fiscalía al menos 34.467 desapariciones forzadas, entre otros crímenes cometidos en el
escaso lapso de 5 años: entre junio de 2005 y el 31 de
diciembre de 2010, como consta en el informe que la Fiscalía hizo público en
enero 2011 (ver 8). Hay una impunidad flagrante, y los familiares aún esperan
las confesiones de varios
jefes paramilitares extraditados a Estados Unidos, con la esperanza de
conocer el paradero de sus seres queridos.
Según cifras reveladas por Organizaciones No Gubernamentales que
participaron al evento de mayo 2011 sobre desaparición forzada en Colombia,
entre las víctimas han registrado a más de tres mil mujeres y más de tres mil
menores de 20 años.
En el encuentro se recalcó la gravedad de que sólo entre los años 2007
y 2009 se registraron más de 38.000 desapariciones según un informe ofrecido por Medicina
Legal, organismo que coincide con Salazar en cuanto a la participación de
agentes estatales y grupos paramilitares en la ejecución de estos delitos (18).
En Colombia durante 2009 se reportaron 18.236 casos de personas
desaparecidas, cifra que evidenció un incremento de estos casos, puesto que
para el 2008 la cantidad fue de 15.696 personas, 11.000 más que el año
inmediatamente anterior, cuando se contabilizaron 4.323 desaparecidos. Este
reporte sólo refleja la cifra de denuncias presentadas ante este departamento,
por lo que el ente presume que la cantidad real de los casos sea superior.Representantes de distintas ONG en ese país aseguran que las
desapariciones superan las 100.000 víctimas actualmente. Cabe
tener presente la documentación presentada por la Fiscalía e n enero 2011: en
el informe (ver 8) en revela que tiene documentados 173.183 asesinatos y 34.467
desapariciones forzadas, entre otros crímenes cometidos entre junio de 2005 y
el 31 de diciembre de 2010 por la herramienta paramilitar (estas desapariciones
deben ser tomadas en consideración).
Christian Salazar, portavoz de la ONU, expuso que la desaparición
forzada "es
una de las violaciones de los derechos humanos más graves" y Colombia "es
uno de los países en América Latina y en el mundo con más desaparecidos".
Comentó que "décadas
de conflicto y de persecución estatal" han dejado "miles
y miles de desaparecidos y con ello un sufrimiento prolongado de sus
familias" (18). Precisó
que "la
lucha contra la impunidad no ha tenido un progreso (...) hay obligaciones
pendientes de cumplir por parte del Ejecutivo, y en especial, por parte de la
fuerza pública" (Ibíd.).
El funcionario de la ONU recordó que "Colombia
adoptó la figura penal de la desaparición forzada en el año 2000 y ratificó el
Estatuto de Roma, por el que se creó la Corte Penal Internacional
(CPI), en 2002 con aplicación integral desde noviembre de 2009" (el estadocolombiano
firmó pidiendo un tiempo de no aplicabilidad por violaciones a DDHH).
Salazar lamentó la poca receptividad de parte del Ministerio de
Defensa y del Ejército a las recomendaciones hechas por su Oficina para que
ayuden a identificar a los desaparecidos y colaboren con la justicia. “Sobre
ambas recomendaciones no vemos progreso”, acotó (19), al tiempo que destacó la
labor de los familiares de los desaparecidos para avanzar en la lucha contra
ese crimen. El representante subrayó que en el 2005 Colombia ratificó la Convención Interamericana
sobre la
Desaparición Forzada y, actualmente, el legislativo estudia
la ratificación de la Convención Internacional para la Protección de
todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
No obstante la ratificación y estudio de ratificación de convenios
internacionales, el crimen deestado de la desaparición forzada en
Colombia sigue en dramático aumento: cabe resaltar el informe de mayo 2011 del
CINEP que arroja que los asesinatos de civiles a manos de militares bajo la
modalidad de “falsos positivos” (muchos de los cuales conllevan desaparición
forzada), han aumentado bajo la presidencia de Juan Manuel Santos (ver 3).
6. Crimen de Estado:
veredicto del TIO
El reconocimiento de la ONU de las "décadas de persecución
estatal" es un paso importante para las víctimas, siendo la desaparición
forzada un crimen tipificado como Crimen de Estadode
Lesa Humanidad que se ensaña particularmente contra los civiles, más
específicamente contra los opositores políticos: un crimen de estado que se inscribe dentro de una
lógica del terror, como se desprende del veredicto del TIO, Tribunal
Internacional de Opinión: “LA DESAPARICION FORZADA UN
CRIMEN DE ESTADO”
, Veredicto. Senado del Congreso de la República. Bogotá
24, 25 y 26 de Abril de 2008 (20). El Veredicto del TIO condena por desaparición
forzada al estado colombiano, al paramilitarismo, a los
terratenientes y transnacionales y al gobierno de EEUU, así lo
expresa:
“Sobre la base de todo lo considerado,
en la parte motiva y en las pruebas recogidas (...) el Tribunal condena:
1. Al Estado colombiano y sus representantes por el incumplimiento de su mandato
constitucional de garantizar la protección y el respeto de los derechos y
libertades fundamentales a los ciudadanos y ciudadanas, tanto por omisión,
permisión y acción directa. Por utilizar la desaparición forzada como arma política para eliminar al
contradictor incurriéndose así en actos de terrorismo de Estado.
Por los actos criminales y terroristas consideramos como crímenes de lesa
humanidad cometidos en la detención y desaparición forzada por el ejercito, la
policía y el DAS. Por su participación en la creación, e impulso de grupos
paramilitares y por la complicidad en las acciones realizadas por estos grupos.
Por establecer leyes que aseguran la impunidad de autores de las detenciones y
desapariciones. Por la violación directa de las normas del Derecho
Internacional en materia de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional
Humanitario.
4. Al gobierno de los Estados Unidos por el apoyo a políticas estatales
violatorias a los derechos humanos vía Plan Colombia y Plan Patriota;
igualmente por financiar las escuelas y programas a militares implicados en
desapariciones forzadas y otros crímenes de lesa humanidad.”
Notas:
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article4228
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article4228
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